Cuando escuche eso no lo podía creer, quería que fuera un sueño, pero era la realidad. Mis ojos no pudieron más y comencé a llorar afligido. Sai acaricio suavemente mi cabello
- Vamos… ese no es el Gaa-chan que amo
- Para ti es fácil –dije entre sollozos- yo…
- Ey… en vez de lamentarte, disfrutemos el tiempo que me queda
Yo solo lo miraba con lágrimas en mis ojos y él sonreía como si nada, se acercó y beso mis parpados. Yo no sabía que responder, al final solo asentí.
Después de clases iba a su casa, ahí salíamos al jardín, pero Sai no podía caminar por lo que siempre estaba en silla de ruedas. Cada que iba, Danzo-san no parame de agradecerme por estar junto a Sai. Todo esto, ya que olvide decírtelo Lúthien, paso el año pasado. Hice que Sai tuviera sus últimos meses feliz, tranquilo y enamorado, he de comentarte que en nuestro último paseo en una playa
- ¿tienes frio? - pregunte
- No - me sonrió
Yo di un suspiro y me senté sobre la arena, sin soltar la mano de Sai. Mirábamos el atardecer, no sé por qué, pero me pareció el más bello de todos.
- Gaara
- ¿Sí?
- Hoy el cielo es todo tu
- ¿Qué quieres decir?
- Mira el cielo, esa mezcla de rojo, amarillo y naranja del sol, pareciera que quiere emular tu cabello y el mar, que lo veo de un azul sumamente claro, son tus ojos
- Sai…
- Sabes - me interrumpió- haberte conocido fue lo mejor que me pudo haber pasado, me divertí con tus rechazos y tus gestos… hasta que finalmente fui inmensamente feliz cuando me aceptaste
- Sai…
- Gaa-chan, ¿me ayudas a sentarme en la arena?
Al ver su sonrisa no me pude negar y acepte. Con cuidado lo senté sobre la suave arena, luego de que aleje un poco la silla, el me jalo hacia su cuerpo, haciéndome sentar sobre sus piernas. Apoyo su barbilla en mi cabeza, sus brazos rodeaban fuertemente mi cuerpo, mientras yo escuchaba su corazón palpitar. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero luego se separó y me dio un largo y suave beso.
- Gaa-chan… gracias por haberme amado
- Sai…
Me acurruque sobre su cuerpo y el me abrazo más, unos minutos después, sentí flojo su abrazo
- ¿Sai?... Sai…
No sé cuántas veces lo llame, pero no me respondía, lo sacudía y nada… su rostro estaba tranquilo, con esa estúpida pero hermosa sonrisa. Ahora fui yo el que lo abrazo y susurre a su oído
- Si aún me escuchas… te amo
En la estación, Lúthien secaba sus lágrimas mientras escuchaba a Gaara llorar intentando calmarse
- Gaara-kun… si gustas, aquí podemos terminar -con voz entrecortada
- Estoy bien… quiero continuar
- Bien
Después de eso, el funeral de Sai fue el más triste de todos, yo estaba sumamente afectado, pero mi dolor no se comparaba con el de Danzo-san… un hombre de expresión dura la mayor parte del tiempo… pero esa vez se mostró tan dolido como jamás imagine.
- Danzo-san - me acerque- si usted me lo permite… yo quiero seguir visitándolo
- Gracias Gaara… por amar a mi hijo y por hacerlo feliz… pero no es necesario. Tú aun tienes mucho por vivir y sé que encontraras a alguien
- Pero
- De verdad… no tienes ninguna responsabilidad conmigo
Luego de eso, pasó un mes de la muerte de Sai, pero aun no podía olvidarlo, mi ánimo había decaído. Ya no sonreía, no salía para nada, pese que Kankuro me presento a otros varones… lo intente… pero no podía olvidar a Sai.
Llego un momento, en que Kankuro me llevo con la psicóloga de la escuela, ella se esforzó en ayudarme pero yo no ponía nada de mi parte. Finalmente me rendí, ya no quería volver a la escuela no salía de casa para nada y negué que mis terapias continuaran en casa.
Estuve casi 4 meses encerrado en mi habitación, solo salía para ir al baño, ducharme y comer, esto último muy poco o nada. Poco a poco me estaba dejando morir, hasta que un dia, no recuerdo casi nada. Solo recuerdo a Temari llamando como loca a mi puerta, escuche un portazo y de ahí no supe más.
Cuando reaccione estaba en una cama de hospital, Temari estaba a mi lado llorando
- ¿Te-Temari?
- Gaara -se acercó llorando- ¿estás bien?
- ¿Dónde estoy?
- En el hospital… ¿dime en que pensabas?
- En estar con Sai
- ¿y crees que él estaría feliz de verte así? - me regaño llorando- si no quieres hacerlo por ti, hazlo por nosotros
En esto entro Kankuro, estaba a punto de reprocharme, pero Temari lo detuvo. Dure casi una semana en el hospital, igual, me negaba a comer por lo siempre me alimentaba via intravenosa. La doctora me había diagnosticado desnutrición severa que casi me costaba la vida. Sin embargo había algo que la preocupaba.
Cuando corrió esa semana, yo estaba mejor físicamente, había recuperado algo de mi peso, cuando una doctora rubia me visito
- ¿Gaara Subaku? -la mire- soy la doctora Tsunade y te he atendido en todo este tiempo, ¿Cómo estas hoy? - no conteste
- Sigue sin querer probar alimento - dijo Temari
- Ya veo… ¿y cómo llego a esto?
- Su novio murió hace casi 5 meses y aunque tratamos, él
- Entiendo… bueno… Gaara, sé que tus hermanos te lo habrán dicho, pero la vida sigue adelante…
- Lo sé - susurre- pero ¿dígame cómo?... ¿Cómo puedo vivir sin él? -comencé a llorar afligido
- Por el mismo amor que aún le sigues profesando y más porque -hizo una pausa- podrías perder el fruto de su amor
- ¿Qué?