A paso firme y seguro, en compañía de Wendy y Alugabo, quienes llevaban charolas con bebidas, Tsunade llego a la sala 1 donde estaban los Uchiha. Estos, por consejo previo de Izuna, se pusieron de pie en señal de respeto, la rubia devolvió el gesto y las chicas dejaron las charolas con las bebidas y se retiraron. Una vez solos
- Buenos días -saludo la rubia- como saben, soy Tsunade Namikaze, madre de Minato y abuela de Deidara y Naruto
- Buenos días, mi nombre es Madara Uchiha, hermano mayor de Izuna -reverencio el joven- y tío de Itachi, Sasuke y Obito, quien aún duerme
- Según recuerdo, ustedes son hermanos, ¿cierto?
- Sí, yo soy el mayor, Itachi
- ¿Dónde están sus padres?
- Ellos trabajan en el extranjero, nosotros nos quedamos con nuestro tío, hermano de nuestro padre
- Ya veo… ¿desde cuándo están con mis nietos?
- Tres meses de haber ingresado a la preparatoria y mi hermano, un mes después
- Pero yo estaba enamorado de Deidara desde que eramos niños
- Si, ya te recuerdo -viendo a Itachi- sí que les tomo tiempo conquistarlos
Tsunade se acomodó mas en su asiento, luego de servirse sake, cruzo su pierna y fijo su vista en Madara, este no se iba dejar intimidar
- ¿Y usted desde cuando conoce a mi hijo?
- Luego de que acudiera por sus resultados
- Sabe que estuvo casado con una mujer, ¿cierto?
- Si, y sé que Minato es un doncel que se adapta según de la persona que se enamore
- ¿Y si hubiese sido un varón?
- Solamente hubiéramos sido amigos o quien sabe, con la personalidad de Minato, no me hubiera importado enamorarme de otro varón
- ¿Cuánto?
- ¿Disculpe?
- ¿Cuánto quieren por dejar a mis nietos y mi hijo en paz?
- Por favor -se burló Sasuke- no me diga que usted es la típica ricachona que para salvar a los suyos, paga para que sigan solos. No me haga reír
- Sasuke - hablo Izuna
- No tío -viendo a Tsunade- si quiere pagar hágalo, pero no dejare a Naruto
- Ni yo a Deidara, ya estuve lejos de su lado por muchos años y no pienso dejarlo ir así como así - intervino Itachi
- Bien chicos… pasaron
- ¿Qué?
- Lo que dije, pasaron… aunque conozco la reputación que te dieron Sasuke, tengo una informante que lo desmintió todo y tú Itachi, siempre supe como mirabas a mi pequeño Dei. Pero algo si les aviso, si les hacen algo indebido, yo misma me hago cargo de ustedes. Pueden irse, quiero hablar con su tío, a solas
Tanto Itachi como Sasuke, no sabían que pensar, solo que la mujer estuviera loca porque al principio los detestaba pero ahora había que ver cómo le iba a Madara. Izuna los saco del cuarto, dejando solos a Tsunade y Madara. Al verlos, Deidara y Naruto, los esperaron afuera
- Sasuke -abrazándolo
- Tranquilo dobe, tu linda abuela ya me acepto
- Itachi
- Es cierto, al principio nos quiso comprar para que los dejaremos, pero, ni loco me separo de ti… ¿y Minato-san?
- Con el abuelo, Madara-sensei, sigue con la abuela, ¿cierto? - Itachi asintió
Dentro de la sala, Tsunade y Madara seguían observándose retadoramente
- Madara-san, sabes que mi esposo tiene una buena opinión de ti
- No, pero es un honor, Jiraiya-sensei, es muy respetado junto a Sarutobi-sensei
- Bien, ya que tus sobrinos no están, ¿me daras los mismos sermones que ellos?
- Ni ellos ni yo sermoneamos, lo que le dijeron es lo que sienten, yo mismo he visto el trabajo que les costo enamorarlos y como sufren cuando no están juntos
- ¿Y es lo que tu sientes por Minato, no?, veras… no me fio de ti
- Lo que siento por Minato, no tiene palabras pero algo si le digo, si usted interfiere le juro que lo lamentara
- ¿me amenazas? - poniéndose de pie
- Si - encarándola- el único que me puede prohibir estar cerca de Minato es el mismo. Las opiniones de Deidara y Naruto, son importantes, pero ellos ya me dieron su consentimiento
- Yo soy su madre yo…
- Usted ya participo cuando Minato conoció a Kushina-san, que en paz descanse, ellos hicieron su vida, pero ella lamentablemente se fue y él tiene derecho a hacer su vida de nuevo. Y si se preocupa por Minato, yo me ganare mi lugar con él y sus hijos, no pretendo tomar el lugar de Kushina-san. Ahora si me disculpa
Madara salió del cuarto, dejando a una boquiabierta Tsunade, poco después Jiraiya entro
- ¿viste?, no me dejo hablar
- ¿Y que más le ibas a decir?, hay algo que no te mencione, pero cuando un Uchiha se enamora es muy difícil hacerlos razonar
- ¿a qué te refieres?
- Sasuke, es joven, pero se atrevió a enfrentarte al igual que su hermano. Y Madara… bueno, no le importó que tu fueras la madre de Minato
- Pues si cree que esto se queda así, se equivoca, ya me tiene de enemiga
- Y tú lo tienes de enemigo y créeme, Madara no es fácil de vencer y a propósito, Tsunade, les pediste a nuestros chicos que los vigilaran, ¿cierto?
- Si, aunque los hermanos pasaron, no me creo que sean tan santos y menos a su tío
Jiraiya solo suspiro y vio como Tsunade se terminaba la bebida. Por otro lado, Minato yacía en el mirador de la posada, considerando que había olvidado lo que sus padres pensarían si se enamoraba de nuevo. Recordó que su madre, casi le arruina su relación con Kushina, pero la pelirroja se mantuvo firme. Pero algo le decía, que con Madara sería igual
Madara pasaba molesto por el lugar, cuando vio al rubio y sin pensarlo se acercó a él
- Minato
- Madara, ¿Cómo le fue con mi madre?
- Es una mujer necia, con perdón tuyo
- Está bien - sonriendo y volteando de nuevo a ver el paisaje- siempre ha sido asi, pero en el fondo es buena
- Supongo que sabrás que quiere me aleje de ti -el rubio asintió- ¿quieres que me aleje de ti?
Minato solo bajo su mirada, aunque no quería que su madre y Madara se odiaran, el estaba dispuesto a seguir los consejos de sus hijos, hacerse el difícil para finalmente darle el si al azabache. Pero antes de contestarle, sintió que unas manos rodeaban su cintura y su espalda era pegada a un fuerte pecho; en su hombro descansaba una barbilla
- ¿Madara?
- Aunque tu madre se oponga, no desistiré, a menos que seas tú quien me lo pida
- Entonces - dándose la vuelta y soltándose del abrazo- no lo hagas
Minato tomo el rostro de Madara con sus manos, para unir sus frentes, sintiendo la respiración del otro. El rubio deslizo sus manos por los hombros, brazos y manos del azabache
- No desistas… - dijo para luego irse
Madara sonrió triunfal, de nuevo fijo su vista en el paisaje, cuando escucho un ruido
- ¿Naruto?
El pequeño rubio, estaba de pie frente al azabache con algo de miedo, pero de la nada el chico corrió a darle un abrazo, dejando al mayor sorprendido
- Escuche, mi hermano y yo no le dimos permiso para que usted deje a mi padre, si no para que lo enamore, eso sí, ganase su lugar entre nosotros… pero
- Está bien -tomándolo- de los hombros- de todas formas, es tu padre quien debe aceptarme, además de Deidara y tú, no tus abuelos
Por primera vez, Naruto vio una sonrisa sincera en Madara por lo que el también sonrió en señal de apoyo
- ¿Le dirás esto a madame, Haydee?
- No, ¿y tú Wendy?
- Tampoco… después de todo, Jiraiya-sama, tenía razón
Ambas chicas se sonrieron, para alejarse de ahí en silencio y seguir con sus labores.