Al día siguiente, Deidara yacía frente a la habitación de Izuna, luego de un suspiro decidió llamar a la puerta recibiendo una contestación
- ¿Quién es?
- El repartidor de pizzas… ¿Quién más?
- ¡SENPAIIII! -abalanzándose sobre el rubio- has venido a visitarme… pensé que te habías olvidado de mi
- Quítate de encima… Tobi, pesas -el azabache y el rubio se ponen de pie- ¿esta Izuna-san?
- Si… digo no, dijo que iba a ir con Minato-san y Madara-ojisan a una exposición de arte
- ¿Hay una exposición de arte y nadie me aviso? - pregunto furico
- Pensé que Itachi te había dicho
- Ese pedazo de idiota, hum
- ¿Hermano?
- Naruto, ¿vas a salir?
- Si, de hecho te estaba buscando, Sasuke y yo iremos a una expo de arte y…
- Claro que voy y tú también vienes Tobi
- ¡¿Qué?!
Naruto y Tobi se quedaron boquiabiertos al escuchar eso de Deidara, ni el azabache creía que el rubio lo estaba invitando, ya que normalmente él lo hacía solo. Minutos después, un furioso Deidara caminaba a pasos gigantes a una distancia, Sasuke, Naruto y Tobi iban nerviosos
- Es tu hermano, ¿Por qué no lo calmas? - hablo Sasuke
- Olvídalo… cuando Dei se pone así, ni yo me le acerco
- Solo es una tontmph
- Shh… Sasuke-kun -tapandole la boca con la mano- si senpai oye que insultan el arte se pone como fiera. Mi senpai jamás se pierde exposiciones
- Puaf… -quitándose la mano de Tobi- de acuerdo, pero déjame respirar
Mientras tanto, en la sala de la expo, Itachi sintió un escalofrió
- ¿Estás bien, Itachi? - pregunto Izuna
- No… siento que mi vida corre peligro - contesto nervioso
- Ustedes no se queden atrás - hablo Madara
- Ya vamos, anda, antes de que mi hermano se enoje
Itachi asintió y comenzó a caminar. En la entrada, Deidara emitía un aura negra, asustando a los presentes y entrando como Pedro por su casa, es decir, sin pagar. Ni el guardia se atrevió a detenerlo. Naruto con una sonrisa nerviosa pago su entrada y la de su hermano. Una vez dentro
- Naruto… tú y Sasuke busquen al pedazo de idiota que tienen por cuñado y hermano, tu ven conmigo Tobi
- Si, senpai
Naruto y Sasuke solo asintieron nerviosos y decidieron obedecer. En eso Sasuke noto un puesto donde se exhibían katanas, sabía que a Itachi le gustaban y pensó que lo podía encontrar ahí. Le pidió a Naruto acompañarlo, pero este le dijo que lo alcanzaba más tarde.
Una vez solo, Naruto se acercó a un puesto de joyería, donde vio relojes, anillos, pulseras, aretes.
- ¿hay algo de su interés joven? -pregunto el vendedor
- Si… dígame, si le encargo un dije, ¿me lo puede hacer?
- Claro, solo dime el diseño y te lo tengo listo en una hora
- Quiero un dije en forma de abanico pai pai
- Que sean dos, por favor - hablo una voz
- Papá
- Hola Naruto, ¿viniste solo?
- No, Sasuke, Deidara y Obito vinieron conmigo
- ¿y dónde están?
Naruto rio nervioso, Minato de pronto supo lo que le pasaría a un azabache de coleta lacia. Mientras tanto, Izuna seguía observando los puestos antes de decidir que comprar. Cuando se topó con un rubio furioso
- ¿Deidara?
- Ese pedazo de idiota, hum… ah, Izuna-san
- Buscas a Itachi, ¿cierto? - sonriendo
- Si… pero… me gustaría hablar con usted antes
- Claro, ven conmigo
Izuna condujo a Deidara hasta una jardinera donde tomaron asiento. El azabache espero a que le rubio tomara la iniciativa, mientras tanto, el rubio no pensó que con ver a Izuna, su enojo se iría no se mentía, el enojo seguía ahí, pero no se desquitaría con el moreno. Finalmente suspiro
- Izuna-san… me preguntaba, como es Madara-sensei, en realidad
- ¿Qué quieres saber de él?
- Sé que no pretende ocupar el lugar de mi madre, ya que quiere ganarse el suyo… pero… como dice Naruto, ¿Por qué es tan gruñón?
Izuna sonrió y suspiro, para luego ver al cielo
- Todos piensan y se preguntan lo mismo
- No es mi intención
- No, está bien, veras… la verdad es que Madara tuvo que madurar antes de tiempo…
POV IZUNA
Recuerdo esa noche, esa fatídica noche… Fugaku y yo estábamos abrazados, mientras mirábamos como nuestra casa se consumía por el fuego, los vecinos solo miraban la escena; unos con asombro y otros solo por chismosos. Madara forcejeaba con los bomberos, ya que él quería volver a casa para salvar a nuestros padres… pero fue inútil, el fuego los había atrapado. Cuando todo termino, llegaron unos trabajadores sociales, con la intención de llevarnos con Tomoe, hermana de nuestro padre, pero Madara se rehusó, esa tía no nos quería. Pero no tuvimos de otra más que aceptar, durante los años que vivimos con ella fue un infierno.
Si Fugaku o yo hacíamos algo mal, como romper cosas por accidentes o ensuciar la casa con los pies lodosos, nos esperaba una tunda o que nos dejara sin comer. Esto en ocasiones lo hacía nada más porque sí. Un día, la tía me reprendía porque ensucie su alfombra
- Estúpido niño, ¿Cuántas veces debo decirte que no entres sucio a la casa?
- Lo siento - me disculpaba- no fue mi
- ¡Cállate! - me abofeteo
- ¡Déjalo en paz!-escuche el grito de Madara
- ¿Vas a desafiarme? -jalando mi cabello- ¡contesta Madara! y si lo haces, tú y tus hermanos se largan de esta casa
Vi como Madara estaba a punto de contestarle, pero yo lo mire suplicante de que no lo hiciera, pues no teníamos a donde ir, además de que Fugaku en ese entonces era muy enfermizo, él me apoyo abrazándose a Madara, el solo suspiro y se quedó quieto. Mi tía al verlo, sonrió triunfal y me arrojo al suelo
- Lo sabía… no son más que un trio de inútiles, pero no me extraña… ese estúpido de Tajima los consintió demasiado. Se merece lo que le sucedió
Ella se alejó riendo, mientras veía como Madara apretaba sus puños, Fugaku y yo lo abrazamos y él nos correspondía
- Algún día nos iremos de aquí… se los prometo
FIN POV’S IZUNA
Izuna cerro sus ojos un momento, le era muy doloroso recordar eso, Deidara no dejaba de verlo asombrado
- ¿Y cuánto más soportaron eso?
- Cuando Madara ingreso a la preparatoria