Madara entendía porque el rubio era agresivo cuando ofendían a Naruto, constantemente escuchaba quejas de lo violento que era Deidara, a partir de ahí, sintió que se que identificaba con el rubio.
- Entonces, Deidara… ¿tengo tu permiso para ser el amante de tu padre?
- Ya lo es -sonrió el rubio- pero… la amenaza sigue en pie. Si me entero que le fue infiel a mi papá o lo hace llorar, seguiré siendo el hermano mayor de Naruto, ¿entendió?
- Si -nervioso
Luego ambos empezaron a reírse, pero Deidara recalco su advertencia. Por su parte Minato no dejaba de sonreír al igual que Izuna, cuando su gesto cambio a uno serio
- Minato-ni, discúlpame, pero volveré al hostal
- ¿pasa algo, Izuna?
- No, dile a mi hermano que no se preocupe
Izuna se retiró a paso veloz, cuando vio la causa de que el azabache se fuera: Tobirama, quien solo estaba de pie, viendo al rubio. Apenas Minato iba a acercársele, Madara y Deidara, volvían a la expo
- ¿Papá?
- Ah, Dei… ¿Qué paso?
- Nada, solo que… bueno, he aceptado que tú y sensei, sean pareja y, perdóname si no estuve de acuerdo al principio -agachando su cabeza
- Está bien, el que me digas esto ahora, me hace feliz
Padre e hijo se fundieron en un fuerte abrazo, ante la mirada de Madara, cuando escucho al rubio que faltaba
- Papa…
- Naruto -Madara alzo su brazo
- Madara-sensei -viendo a su padre y hermano- ¿Qué pasa aquí?
- Nada hermanito, solo que acepte que Madara-sensei y papá sean pareja oficialmente
- ¿pero que no lo habíamos aceptado ya?
- Crece y lo entenderás -dijo Deidara orgulloso
- No soy un niño - dijo Naruto haciendo pucheros
Madara y Minato veían la pelea entre los hermanos, ambos se abrazaron de la cintura
- ¿crees poder con ellos? - pregunto Minato
- Si he soportado a mis sobrinos y varios estudiantes, ellos no son nada
Minato sonrió y unió su frente con la de Madara, quien disfrutaba ese momento, cuando
- ¿e Izuna?
- Volvió al hostal, dijo que estaba cansado, pero mañana volverá a ver que se lleva de recuerdo
El rubio sonrió, escindiendo el motivo por el cual se fue. Por su parte Tobirama, veía a la pareja tan unida, para luego ver como Minato trataba de calmar a sus hijos. El peli blanco suspiro, dándose cuenta de que ya era tiempo de que él también echara raíces.
En otro lado, Itachi regateaba con un vendedor, para adquirir una arcilla en color blanco. Esta arcilla era especial porque solo bastaba un poco de agua, para que fuera fácil de moldear, se secaba rápidamente y las figuras duraban por más tiempo. Si color era blanco, además de que esa arcilla desprendía un suave aroma, según la persona en quien pensaras. Después de mucho discutir, pudo llegar a un precio, aunque eso significo que el azabache se quedara sin dinero.
El vendedor le entrego la arcilla, dos bolsas con dos kilos cada una de esa arcilla. Tobi quedo asombrado ante la victoria de su primo
- Itachi, eres increíble
- Lo sé -sonriendo pero luego se puso serio
- ¿Qué pasa, primo?
- Bueno… no pude comprar lo que quería, pero ya será la próxima vez
Itachi se retiró algo desanimado, cuando Tobi vio el objeto que quería su primo. Poco después en la posada, Izuna no tenía muchas ganas de entrar, cuando vio a Haydee salir de la posada
- Haydee-chan
- Hola Izuna-san
- Dime… ¿hay un sitio tranquilo por aquí?
- Si, en el tercer jardín hay un puente rojo que conecta a una isla artificial. Ahí puede estar tranquilo
- Gracias, ¿vas a algún lado?
- Sí, tengo que pedir floreros en la expo, ordenes de madame Tsunade
- Ya veo, bueno -sonriéndole- ve y regresa con cuidado
- Lo hare -reverenciando- gracias
La joven se retiró e Izuna se dirigió a esa isla. Una vez ahí, encontró varias bancas, se sentó en una que estaba bajo un cerezo a una leve distancia del lago. El viento soplaba suavemente e Izuna lo respiraba suavemente, pues había un suave aroma a césped.
Por su parte, Tobirama también volvía a la posada, pero podía escuchar el ajetreo de los demás huéspedes en los termas. Cuando decidió ir a la isla que Wendy le había dicho anteriormente, de pronto comenzó a pensar en Izuna y algo le decía que el azabache había huido de él en ese instante. Sin darse cuenta, casi es atropellado, pero suerte que el acompañante del conductor se dio cuenta
- Fíjate por donde vas, idiota - grito el peli blanco
- Lo siento -salió B Bones- creí que no había nadie
- ¿Y yo que soy?
- Senju-san, de nuevo discúlpenos - reverencio Wendy
- Está bien -suspiro y vio a B- lo siento, iba distraído y perdón por ofenderte
- No se preocupe, me alegra que no lo atropelle
Después de unas reverencias, los tres se despidieron. De nuevo, Tobirama emprendió su camino a la isla. Una vez que llego, se dedicó a darle una vuelta, cuando se topó con algo que lo maravillo: Izuna recostado sobre la banca durmiendo; el peli blanco pensó en alejarse, pero desistió por orden del corazón.
Sin hacer ruido se acercó al azabache, y se dedicó a contemplarlo mejor: definitivamente, no encontró ningún parecido con Madara, quizá se parecía al otro hermano, pensó Tobirama. Conforme lo observaba, sintió su corazón latir a mil por hora. El viendo soplo suavemente y eso hizo que unos cabellos del fleco del azabache cayeran a su rostro. Tobirama los retiro con cuidado, aunque apenas rozaba el rostro de Izuna, pudo sentir la suave piel del joven
- ¿Qué era lo que tenía Madara que volvió loco a mi hermano y a mí? -susurro Tobirama- ¿y ahora que tienes tu que me vuelves loco?
Tobirama sintió ese enorme impulso que ya no pudo controlar, cerro sus ojos y tenía pensado besar la mejilla de Izuna, pero este ladeo su cabeza con la intención de acomodarse. Izuna despertó al sentir una presión en sus labios, abrió sus ojos sorprendido. Una azabache mirada se enfrentó a una roja, ambos se miraban sorprendidos