2 semanas habían pasado desde el regreso a Tokio y la reconciliación entre Madara y Minato, estos junto a los suyos, se preparaban para el regreso a clases, comprando los materiales faltantes. Como siempre las tiendas estaban atiborradas de gente, a duras penas se podía pasar
- Minato, ¿Cómo es que dejas todo para último momento? – se quejó Madara
- ¿perdón?, ¿pero quién fue el que a diario me llamaba para una cita, eh?
- En eso tiene razón – paso Izuna
Madara solo tosió, era cierto, desde que se había reconciliado con Minato, siempre eran llamadas de más de 5 horas, visitas diarias así como salidas. El rubio al verlo le dio un beso en la mejilla con una sonrisa
- No te enojes
- Papá –intervino Naruto- ¿falta algo mas?
- Solo los materiales de Deidara, ¿no te falta nada?
- No, de hecho… ya no puedo cargar mas
Dicho eso, Naruto cayó al suelo siendo sepultado por una pila de libretas, paquetes de hojas de máquina, entre otras cosas
- Por eso, te dije que tomaras un carrito, dobe
- Jum… -haciendo puchero
- Sasuke, ¿Dónde están Izuna, Tobi e Itachi?
- Izuna-ojisan está viendo las camisas escolares -suspirando- Itachi ayuda a Deidara y Tobi, haciendo fila para comprar un paquete de plumas que quiere
- Madara, Naruto y yo iremos a pagar esto, ¿seguirán comprando?
- ¿te falta algo Sasuke?
- No tío, gracias
- Entonces, vamos
El rubio asintió y tomo la mano de su pareja, al igual que los menores. Mientras tanto, Deidara seguía buscando pintura, detrás de el, el pobre Itachi cargando tanto su material como los de su pareja, pero no se quejaba, haría lo que fuera por su rubio.
En una tienda de ropa, Izuna veía las camisas para la escuela, veía las tallas y los precios, cuando un vendedor se le acerco
- ¿puedo ayudarlo?
- No, gracias… -volteando a verlo- ¿Nagato?
- Hola -sonriendo- gusto en verte Izuna
Ambos se saludaron efusivamente, tenían tiempo de no verse
- ¿Cómo has estado? - pregunto el azabache
- Bien, ¿Cuándo volviste de Europa?
- Hace casi un mes, vivo con Madara y mis sobrinos
- ¿Madara?, ¿y cómo esta ese gruñón?
- Muy bien, ¿creerás que ya tiene pareja?
- ¡¿Qué?! ¿y quién es el desafortunado?
- Un doncel llamado Minato, es muy amable y tiene dos hijos
- Ya veo… que Kami-sama se apiade de sus almas
Ambos platicaban muy efusivamente, sin percatarse que una mirada roja los observaba. Tobirama había divisado a Izuna desde hace poco, pretendió acercarse, pero al ver como saludaba al peli rojo, se acerco
- Disculpe, ¿Dónde encuentro maletines?
- En el pasillo 8
- ¿Izuna? - fingiendo sorpresa
- To-Tobirama-san, ¿Cómo está?
- Bien, veo que viene de compras
- Vine a ayudar a Madara y Minato
- ¿lo conoces?, Izu-kun
- Si, es un compañero de Madara
- Ah. Mucho gusto, soy Nagato Uzumaki
- Tobirama Senju, profesor de la Preparatoria y Universidad de Konoha
- De ¿de verdad?, sabe yo quería saber si…Uzumaki –grito uno de sus compañeros- necesitamos ayuda
- Ah, bueno, me retiro. Gusto en conocerlo Senju-san -dándole la mano- Izu… nos vemos
- Gusto en verte
Nagato e Izuna se despidieron con una abrazo y una sonrisa, cosa que no le gusto al peliblanco. Una vez que el pelirrojo se fue, un silencio se formó entre los dos, hasta que
- Bueno, si me disculpa, me retiro
- Espera -tomándolo de la muñeca- tengo que decirte algo
- Disculpe, Senju-san, ¿Cuándo le di permiso de hablarme de tu?, ahora si me disculpa, mi familia me espera
- Si intentas hacerte el frio, no te queda, sé que eres una persona amable y sencilla
- A mi hermano, le gusta exagerar de vez en cuando, ahora, ¿me suelta por favor? Madara odia a los necios
Pero sin aviso previo, Tobirama acerco a Izuna de un jalón para darle un beso. Izuna tenía los ojos abiertos de la impresión, sintió su rostro arder y su corazón palpitar a mil por hora. Las camisas que sostenía, cayeron al suelo. Una lucha interna de daba, en el azabache, quería cerrar los ojos y disfrutar ese beso, pero no pudo evitar recordar que un beso ya le había sido robado y una relación estaba a punto de terminar.
Izuna reacciono y se separó bruscamente, dándole una bofetada la cual fue recibida sin queja. Tobirama veía como el azabache lo miraba con enojo y unas ganas de contener su llanto, pero antes de decir algo algo, vio como el peli blanco sin aviso fue derribado de un puñetazo en la cara por un furioso Madara
- Te dije que no te le acercaras
- Ja. ¿y piensas que te hare caso? – levantándose- no te temo Madara
- Tu
- Madara, cálmate por favor –intervino Minato
Madara dio grandes bocanadas de aire, tratando de controlarse
- Hermano…
- Izuna, vámonos
- Si
- Y tú, agradece que Minato este a aquí o de lo contrario te habría roto la cara
- Conque el león fue domado - dijo con tono de burla Tobirama- a ver cuánto te dura
- Hijo de…
- Hermano, vámonos, estoy cansado - intervino Izuna
- Vámonos
Minato e Izuna fueron los primeros en irse, antes de que Madara los alcanzara
- Te lo advierto Tobirama, Hashirama me agrada y no quiero perder su amistad. Así que por última vez, deja en paz a mi hermano, ¿quedo claro?
- Como te dije, tus amenazas no me asustan. Y no me rendiré, para hablar con Izuna
- Sobre mi cadáver, así que mantente lejos
Dicho eso, Madara se fue y Tobirama limpio la sangre de su boca, sonrió para dirigirse a buscar el maletín, pensado para si
Estás loco si crees que te hare caso, Madara. Izuna, no me daré por vencido… así que disfruta tu soltería