Ahora sí no sabía que haría esta noche... Si HoSeok se enteraba... estaba muerto, sería violado miles de veces por HoSeok y luego tiraría su cuerpo al basurero como hacen todos los psicopatas violadores seriales de la televisión, se puso palido de golpe y empezó a temblar como si estuviera en pleno invierno.
—M-me va a matar…— Soltó frente a V… quien este lo miraba con ojos profundos… serios.
—Sip, si se entera que te vas a dejar tocar el pene por viejas que ni conoces obviamente va a castrarte— Lo dijo con tanta soltura, como si estuviera de acuerdo con eso.
—N-no me tocarán ahí V… n-no me dejare…
—Lo ves taaaan fácil Jimin…por lo poco que eh trabajado ahí me di cuenta que esas viejas no son buenas… créeme, si no te agarraron aún es por lo ingenuo que eres, te deben tener pena —Aseguró. — ¿Sabes lo que le hicieron a Jin la noche anterior? —El bichito de la curiosidad pico a Jimin, se apoyo un poco más en la mesa y miro para todos lados, como si V le estuviera contando algo impactante o perturbador.
—¿Q-que le hicieron? —Pregunto casi en susurro.
—Le pusieron viagra en su bebida… ¡Y el muy pícaro vio la pastilla y se bebió el agua igual! — Dijo V sin poder creerlo con el ceño fruncido. —El muy puto debió tener la mejor orgía de su vida —Admitió con un toque de envidia… las mujeres eran viejas, sí, pero estaban buenísimas.
—Oh… —Soltó Jimin sin entender del todo, por eso le resto importancia — V… —Llamó la atención del menor procurando cambiar de tema —¿Crees que…h-hoy HoSeok valla…?
—No estoy seguro… el estudio y todo el papeleo que le deja la universidad carcomen su tiempo. Sinceramente no se como tiene energías para verte… el poco tiempo que usa para dormir lo gasta contigo... —Confeso, a Jimin se le encogió el pecho de la impresión y sus mejillas se volvieron de un color rosa fuerte — Estas obligado a sentirte especial.
—Pero… pero… tiene que descansar... —Llevo sus manos a la cabeza por la frustración y preocupación que empezó a sentir. —Su cuerpo no aguantará tanto esfuerzo…se va a desmayar.
—Se lo repetí tantas veces… pero no le importa, él sólo quiere hacer que su padre se sienta orgulloso, y va a dar todo de sí para lograrlo… él es así —En ese momento Jimin empezó a ver a HoSeok con diferentes ojos…viendo sus lados buenos, era un hombre trabajador, no le importaba la clase social de las personas y lo defendía cuando lo atacaban en la universidad… su corazón empezó a bombear otra vez y sus músculos se tensaron.
—V-voy a verlo… —Se había decidido, el también tendría que demostrarle un poco de cariño a HoSeok… era injusto que sólo el mayor le demostrara amor, descartando esos momentos sexuales. — ¿Dónde está?
—Hmm… en su casa, estudiando creo ¿enserio quieres ir? —Le miró con una ceja alzada.
—¿N-no puedo? —Se encogió de hombros
—No es por ser malo Jimin… pero así vestido no te dejan cruzar ni el jardín —Admitió sin pensar que eso pudo herir los sentimientos del pelinegro.
—Pe-pero no tengo ropa… y la linda ropa que tengo es de no-noche.
—¡Pero si eso se arregla enseguida! —La sonrisa brillante del pelinaranja volvió a la luz y obligo a Jimin a levantarse, con una gran idea en mente —¡Nos vamos de compras! ¡¿No es genial?! Mientras podrías decirme por que Jin se veía tan molesto — Por suerte el centro de compras estaba a menos de diez cuadras.
—¡N-no quiero que me compres! — Grito Jimin y empezó a gimotear avergonzado, no le gustaba que personas que no eran familiares le compren cosas…
—Pero Jimin nosotros somos como hermanos ¡Hasta tu mama lo dice! —Aseguró con una sonrisa de par en par — Aunque nos conocimos hace poco… nos llevamos tan bien como si fuera que nos conocemos desde toda la vida ¿no es genial? Por faaa~ — Empezó a rogar como un niño pequeño, a Jimin se le empezó a llenar el corazón de una calidez y alegría que raras veces sentía… lo de HoSeok era mucho más fuerte claro.
—E-esta bien… —Simplemente no tuvo nada mas que decir… se dejo guiar hasta la salida del hospital hasta que la pregunta de V le saco de su trance.
—¿Sabes por qué Jin estaba de mal humor? — Como se notaba que a V le gustaba chismosear, le recordaba a esas viejas que sólo se preocupaban por saber la vida de cada vecino… que recuerdos, por un momento Jimin extraño su lugar de nacimiento.
—B-Bueno pues… digamos que ese consultorio es del her-hermano de Jin.
—¡¿Enserio?! No sabía que Jin tuviera un hermano — Se sorprendió y su lado chismoso salió más de lo normal —Sigue, sigue.
—Según lo que Jin me contó…—Tomo aire para seguir hablando mientras caminaban tranquilos —El odia a su hermano…p-por eso debió estar de mal humor hoy.
—Oh… ¿Y por qué Jin odia a su hermano?
—Pues… no entendí mucho lo que me dijo pero… s-según él… su hermano le “demostró su amor a la fuerza” cuando estaba en primer cuarto año de secundaria.
—Mierda…— El pelinaranja entendió perfectamente el significado que tenía oculto esa frase, pues se merecía su odio si la cosa era así.
—¿P-pero a que se refería con eso? “Demostró su amor a la fuerza”. —Preguntó Jimin largando aires de inocencia alrededor… V no quería romper esa inocencia, se sentiría mal luego.
—Pues… aish, no sé como explicártelo —Mintió, Jimin entrecerró los ojos y abulto los labios —Quizás HoSeok te lo explique mejor… ¡Mira allí están las tiendas! —Jimin no tuvo tiempo de quejarse, fue arrastrado como un muñeco hacía ese bulto de personas y tiendas de marcas que ni conocía… el calor le empezó a recorrer en segundos
Y así fue, como el pequeño Jimin fue arrastrado de tienda en tienda, se sentía un completo maniquí, primero fue a una tienda de zapatos… ¡Y había hasta con un costo de siete mil! Jimin no lo podía creer ¿Qué eran de oro? ¿ te hacían volar? Dios, y la cosa no paró ahí, siguieron en la tienda de al lado, V prácticamente no miraba los precios, agarraba pantalones, camisas, remeras con unos logos interesantes…y no faltaban los pantalones cortos, a HoSeok le gustaban las piernas de Jimin, le compraría los más cortos que encuentre. Mientras Jimin se fijaba en los elevados precios V sólo observaba conjuntos, modelos y talles, obviamente no le importaba el precio.
—¡Me llevo todo! Le grito a la empleada animado.
—Hey… pe-pero no me lo probé…—Alertó a V…
—Eso no importa, estoy seguro que usaras este tipo de ropa aunque no te guste, y el talle lo sé de sobra… HoSeok me lo dijo.
—Ah…si estas t-tan seguro —No le gustaba que V supiera sus talles por HoSeok ¿Y si le dijo algo depravado o se burlaron a sus espaldas de algún defecto que encontró HoSeok la noche que lo hicieron? Su corazón se lleno de inseguridad… ya no se sentía con ánimos de ver a HoSeok luego de que ese mal pensamiento recorriera su mente
—¡Lleva esto jimin! — Le tendió unas cinco bolsas, una más grande que la otra y este tuvo que apresurarse antes de que se le cayeran, hasta las bolsas eran perfectas y de buen material —Y todavía faltan tres tiendas mas —Dijo con una sonrisa en sus labios, Jimin se dejaba guiar, le gustaba ver a V así de feliz, pero era muy agotador.
—¿Y-y si le compras algo a J-Jungkook? — Pregunto Jimin sudando por todas las bolsas que le toco cargar, los dedos se le estaban marcando por el peso
… al parecer V no sólo compro ropa.
—¡Pero qué buena idea! Mierda… Jungkook me hubiera matado si no le regalaba algo.
—Jungkook está algo…ca-caprichoso… ¿n-no? —Pregunto mientras se dirigían a una tienda media… gótica y rockera. Jimin conocía el lugar, tenía de todo, ropa, guitarras, discos, hasta accesorios.
—Sí, pero no me importa, es normal que me exija demasiado en la relación luego de haberle puesto unos tremendos cuernos. — Desde que volvieron a salir, Jungkook se estuvo comportando de una manera muy caprichosa con él, no es como si le molestara, pero nunca le pidió un beso, un abrazo, tampoco lo mimaba como antes y si este le pedía un simple pico ponía mala cara y se quejaba… no le gustaba eso.
—Quizás aún tiene miedo…
—¿Miedo de que? — Preguntó sin entender con una ceja alzada.
—B-bueno… a que… vuelvas a hacerle lo mismo.
—¡Pero si ya le dije miles de veces que no lo volvería a hacer! —Jimin se encogió de hombros ante el repentino cambio de voz, pero tuvo que seguir hablando.
—V… Ju-jungkook no quiere que… que se lo vivas diciendo… —Trago grueso para seguir hablando — Qui-quiere que se lo de-demuestres con acciones.
—¿Acciones? Pero… si se lo demuestro, siempre le compro algo. —Jimin suspiro.
—V… nunca pensaste que Jungkook es algo… ¿Tímido? —Le dijo, se habían quedado en la puerta de la tienda, V no había pensado en eso, antes tampoco era tímido al momento de hacerlo. —Quizás el te pide cosas caras… para ocultar su ver-verdadero deseo.
—¿Su verdadero deseo?
—El quizás quiere que le abraces, pe-pero lo oculta con co-cosas superficiales como joyas u otras cosas. O quizás no te besa por qué le da vergüenza… o por otras cosas q-que aún no pude descifrar… pero algo es-estoy seguro, el te ama… y mucho. Sólo tienes… que ser más considerado.
—¿Enserio sigue amándome? — Jimin asintió seguro, se le nota de lejos. —Entonces… seguiré esforzándome. —Al pelinaranja se le brillaron los ojos de esperanza, había anotado en su mente cada palabra que le dijo Jimin, y ser considerado con Jungkok se convirtió en su objetivo.
*
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—Suga… —Jin se estaba hartando, hace una hora que está en el baño tratando de sacar a su amigo de ahí —Por favor, tenemos que ir a comprarte las pastillas.
—Déjame solo…
—Sabes que es imposible para mi hacer eso— Se apoyo en la puerta del baño mientras enviaba un mensaje de texto con su celular. Dudo antes de presionar la opción “enviar” pero era por el bien de Suga… le costaba mucho romper la promesa que hizo con su amor no correspondido. Pero con tal de que se sienta mejor, coma bien, estudie y tenga más apoyo moral… haría lo que fuera.
“NamJoon ven rápido al Hospital, te veo en la cafetería, es sobre Suga” Y con los dedos temblando envió el mensaje… no sabía si estaba haciendo lo correcto o no, pero el menor no podía seguir así.
—Está bien Suga, te comprare las pastillas y vuelvo… no salgas.
—Hum… —Asintió, aunque le pareció extraño que Jin cediera tan rápido. Pero lo mas raro fue su voz… como si estuviera a punto de llorar.
*
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—Vamos a la casa de hobbie~ Vamos a la casa de hobbie~ Vamos a la casa de hobbie~
—V… deja de cantar, estamos en la calle — Le dijo en voz baja avergonzado e incomodo.
—¿Y tu quien eres? ¡Cierto! ¡Eres mi precioso Jimin que se hizo un cambio espectacular! — Se hizo el sorprendido juntando las manos en su boca, el pelinegro suspiro irritado.
—Quiero cambiarme… — El gran error de Jimin fue dejar que V compre lo que se le antoje para él, y se dio cuenta cuando se empezó a probar atuendo por atuendo en el baño del Burger King… era todo tan… colorido, ajustado… no había nada simple, salvo la musculosa blanca que tenía puesta, le incomodaba el hecho de que sea musculosa ¡odiaba mostrar sus brazos! Y el pantalón rojo de jean… tan incomodo y apretado, sus muslos no podían respirar. Al menos era algo simple.
—¡Pero si te ves ta~n lindo! Yo sabía que los lentes de contacto y un buen corte harían la diferencia, a parte de la ropa.
—Ju-juro que te pagare todo… —Aún se quedo shockeado con el precio de la musculosa que traía puesta…Mil… ¡Mil! Jimin casi se desmaya al ver precios tan elevados en prendas tan simples.
—Pff… inténtalo —Murmuro divertido — Oh… llegamos.
—¿Q-qu..? — Jimin prácticamente se quedo sin habla, casi se desmaya ahí mismo al ver semejante Mansión…¡Ocupaba una manzana entera! Tenía cuatro pisos, parecía una casa antigua, de un blanco reluciente con bordados dorados, el portón era enorme y las paredes alrededor de mármol, podría entrar un camión tranquilamente por esas rejas y el jardín era perfecto para que diez niños jueguen a las escondidas, tan decorado y a la vez lucía delicado, con flores y arboles que Jimin sólo veía en las revistas.
—Habla V ¿Se encuentra HoSeok? — La voz del mayor saco a Jimin de su trance —¡Perfecto! —Jimin había palidecido, automáticamente esas enormes rejas se abrieron dejando libre el paso.
—N-no entrare… —Jimin retrocedió.
—¿Eh? HoSeok te está esperando… Vamos Jimin — El menor sólo veía la casa como si fuera una mansión embrujada
—¿S-sabes? M-mejor me voy… Q-quizás mamá me necesite y…y…¡¿V?! — El pelinaranja no le dejo terminar, enseguida arrastro al menor hacia dentro —¡N-no! ¡No quiero entrar! ¡E-enserio! ¡Mama! ¡Mamii! — Empezó a gimotear como un niño en su primer día de jardín. Cuando se soltó fue tarde, las rejas en menos de un parpadeo se cerraron.
—La tecnología de ahora… —Dijo V satisfecho —Ven, vamos a dentro.
—Mami… te necesito — Murmuró Jimin temblando, no quería entrar, el lugar era enorme, se sentía una hormiga, el jardín era como un parque… no pensó que la casa de HoSeok fuera tan inmensa. Ahora no quería verlo.
—Venga Jimin, no pongas esa cara, tienes que hablar con HoSeok…
—¿Y-y si lo llamamos y nos vamos?
—¿Enserio quieres dejarle con las ganas de verte? Le gustas. —El nerviosismo de Jimin aumento.
—Pe-pero… sólo voy a estorbarle —Sus ánimos bajaron de golpe.
—Claro que no ¡estará muy feliz! —Jimin no pudo contestar, su mente se bloqueo cuando llego a la puerta principal, empezó a temblar como un niñito de cinco años cuando es castigado por su madre. Faltaban las lagrimas, pero ya se encargará HoSeok de hacerlas salir… no estará muy contento cuando Jimin le diga lo de esta noche, V lo sabía perfectamente, pero aún así hizo que el conejo entre en la cueva del lobo… pobre conejito.