- ¿Conoces la leyenda? - Le pregunto al muchacho antes de morder el fruto.
- Mi madre me la conto cuando tenía 6 años - Medio sonrió.
- Tu madre a de ver sido la mejor - Sonrió sinceramente viendo asentir al muchacho. - Bueno... - Suspiro levantándose. - Tengo que ir a buscar a una persona. ¿Quieres acompañarme?
- No tengo opción.
Le tendió la mano & la acepto levantándose quedando frente a frente observando su mirada, se sonrieron & caminaron nuevamente al pueblo, llegaban a cada puesto preguntando por el tal Mine del que le había contado Enma a la chica pero desafortunadamente nadie lo conocía. Hasta que llegaron a un puesto con un símbolo extraño en su exterior, se miraron uno al otro para entrar a la tienda. Sonó la campana llamándole la atención al propietario.
- ¿Que se les ofrece? - Pregunto frio & distante manteniendo su atención al sudoku que realizaba.
- ¿Usted conoce a un tal Mine? - Respondió su pregunta con otra pregunta el joven.
- ¿Quien lo busca? - Pregunto sin quitar la mirada del Sudoku.
- Momoku. - Respondió la chica.
Se detuvo en seco al escuchar la voz & aquel nombre. Levanto lentamente la mirada topándose con los ojos ámbar de la saiyajin, se enderezo dejando el lápiz en la vitrina, camino hacia una cortina oscura volteándose haciéndole señas a la pareja de jóvenes para que lo siguieran. Se miraron uno al otro & caminaron detrás de el.
Ninguno de los tres se miraban, solo mantenían su vista al frente poniendo atención al camino. Llegaron hasta una habitación con solo una luz prendida aluzando un escritorio con un joven sentado en frente del leyendo un libro. El propietario se acerco al muchacho surrurandole algo inaudible para la pareja de jóvenes que se encontraba en el marco de la puerta. Mine se enderezo & el mayor en la habitación miro por última vez a la chica antes de salir de ahí para atender la tienda, se levanto de su asiento & miro de frente a ambos jóvenes. Observo a Momoku de pies a cabeza terminando en sus ojos, sonrió & dio un paso atrás para quedar a una distancia apropiada.
- Momoku, un gusto conocerte.
- Hola Mine. - Saludo sonriente provocándole un ligero enojo.
- Veo que traes compañía - Dijo mirando a Bettsuka - Pensé que Enma te había dicho que tenias que hacerlo sola.
- Perdona, pero es que... - Bajo la mirada - ...no podía dejarlo solo.
- Mi nombre es Bettsuka. - Extendió su mano cuya nunca fue correspondida.
- Bien Momoku-Sama... - Suspiro. - Por años te he esperado & al fin llego el momento de entregarte Justicia.
- ¿& donde esta? - Pregunto sonriente.
- Lamentablemente no lo tengo. Pero lo último que se supo fue que está en unas catacumbas a 30 kilómetros al este.
- ¿& porque me mando Enma contigo? ¡Si tú no tienes el libro!
- Para darte indicaciones.
- Que sean rápido porque tengo hambre.
El estomago de Bettsuka sonó afirmando lo dicho.
- ¿¡Porque tiene que ser tan lejos!? - Reclamo la chica mientras volaban.
- No te quejes, que yo tengo hambre & estoy siguiéndote como perro.
- Porque tú quieres, además ya te comiste una fruta Miwa.
- ¡Claro que no! Sabia a cebolla & la tire - Se cruzo de brazos.
- Me pregunto porque nos supo diferente... - Se tomo la barbilla pensante.
- Tal vez Justicia podría decirnos eso.
- ¡Entonces apresura el vuelo!
Tomo más velocidad siendo seguida de cerca por el chico azabache. Siguieron volando por varios minutos hasta llegar a una clase de jungla con árboles de hojas rosas, como el color del césped del prado en el que estuvieron horas antes. Aterrizaron & observaron el paisaje.
- Tendremos que pasar - Dijo serio.
- ¿¡Que!? ¡No! -Contesto en puchero.
- Ni modo Momoku.
Suspiro & comenzaron a caminar entre arboles & enredaderas. Solo pensaba en encontrar aquel estúpido libro para poder irse de aquel lugar, tenía hambre & Momoku no le había querido dar más comida que el filete de hace rato. Choco con la espalda de la joven.
- ¿Momoku? - Pregunto curioso. - ¿Porque te detienes?
- ¿No sientes eso?
- ¿Sentir qué?
- Ese ki. Se me hace familiar.
Era cierto. Por andar pensando en comer & comer. Aquel extraño ki se acercaba aun mas a donde se encontraban ambos jóvenes. Aterrizo junto en frente de ellos un joven de 17 años, vestía un pantalón holgado, una camisa de tirantes negra & encima una chaqueta con las insignias CC. Tenía el cabello lila & unos hermosos ojos azules. Observo de arriba & abajo al pelilila en frente de ella. ¿Que hacia aquí? Pero, no podría ser Trunks, su ki era igual pero diferente.
- ¿¡Trunks!? - El de cabellos lilas se sobresalto.
- ¿Co-como sabes mi nombre?
En definitiva, o no era Trunks o le estaba jugando una broma de mal gusto. Indico a los dos jóvenes que la esperaran & se retiro un poco del lugar para presionar un botón en su reloj-teléfono siendo contestado por Bra.
- ¿Momo? ¿Pasa algo?
- ¿Donde está Trunks? - Pregunto sin quitar la mirada del joven de la chaqueta azul, quien compartía pocas palabras con el de cabellos azabaches.
- ¿Que haces aquí?
- Me equivoque de coordenadas & termine en esta jungla o selva. - Suspiro.
- Aquí esta aun lado mío, ¿porque la pregunta?
- Que se asome a la pantalla. - Ordeno seria con la mirada en el extraño Trunks.
- ¿Qué? - Pregunto de mala gana. Miro hacia el reloj & nuevamente al frente.
- Llama a Gohan, ahora.
Bufo & grito su nombre. ¿Podía ser esto posible? Dos Trunks. ¿Ahora como le haría para poder soportarlos? Con uno le bastaba. Puso su atención en la chica de ojos naranja al escuchar ese nombre, ese nombre por el cual había vuelto a esa época. ¿Ella lo conocía? & si era así, ¿Porque? Gohan apareció con el cabello mojado & si camisa.
- Acabas de darte una ducha, ¿cierto? - Pregunto burlona.
- Me interrumpiste Momo. ¿Que paso?
La señal se cortaba. Trataba de llamarle pero le era imposible. La pantalla tenía varias intervenciones que no la dejaban ver con claridad la imagen. La llamada termino por cortarse completamente haciéndola bufar, ¿ahora como resolvería esto? Se acerco a los jóvenes quienes miraban para diferentes direcciones.
- Trunks, ¿cierto? - Pregunto conociendo ya la respuesta.
- Si, mucho gusto - Extendió su mano en forma de saludo sorprendiendo a la chica.
- Momoku. - Acepto su mano - El es Bettsuka.
- Si, ya nos presentamos - Rodeo los ojos el pelinegro. Suspiro.
- Bien. ¿Que te trae por acá?
- Bueno, yo no provengo de esta dimensión. Soy de un futuro alterno.
- ¿Mirai...Trunks? ¿Tú le diste la medicina a Kakarotto?
- Si... ¿como sabes eso?
- Luego te cuento. Continua.
- En mi época, los androides 17 & 18 se adueñaron de mi cuidad causando desastres. Así que decidí viajar al futuro con la ayuda de mi madre. Bulma Briefs.
- ¿La de las capsulas? - Pregunto Bettsuka a la chica. Ella asintió.
- ¿Conoces la historia? Para ahorrármela - Pregunto fastidiado el pelilila.
- La parte de los androides & del futuro si. Continua.
- ¡Yo no! - Le dedico una mirada fría - Ok, si la conozco.
- Mi madre murió & como no tenía nada que hacer en mi época, viaje a esta para poder seguir con mi vida, pero al parecer me equivoque de coordenadas & aparecí en este planeta.
- Pues es un gusto Mirai - Dijo sonriente. - Veras, yo soy hija de Goku & Vegeta. Cuando tú te fuiste ellos se emparejaron & me tuvieron a mí, ¡así que soy tu media hermana!
- Espera, espera, espera - Interrumpió el pelinegro - ¿Tu eres hija de dos hombres? - Asintió - ¿Los humanos pueden tener hijos entre hombres?
- ¿Humanos? ¿De qué hablas? Soy saiyajin...
- Ahhh - rio nervioso - Ya sabía, ja ja...
- Pues creo que me alegro de tener una hermanita - Sonrió sincero
- ¿¡De veras!? ¡Trunks me odia! - Lo abrazo & correspondió al abrazo - ¡Seria cool tener un Trunks que me quiera!
Se separaron del abrazo dedicándose una sonrisa más. Sería divertido pelear con uno & compartir con otro. Bettsuka, que no comprendía nada decidió quedarse callado.
- ¿& que hacen ustedes aquí? - Pregunto Mirai
- Bueno, venimos a buscar un libro. ¿Vamos?
Asintió con la condición de explicarle el por qué de su búsqueda. Momoku contó la ya famosa leyenda del Dios Miwa & que ella era la legítima descendiente. Mirai no le sorprendió en nada pero estaba contento por ella. Caminaron por toda la selva sin encontrar ni una catacumba. Se estaba haciendo tarde & la saiyajin había prometido regresar en una semana. Ya habían pasado 2 días, & si no encontraban el libro ese día rompería su promesa. Sus estómagos comenzaron a rugir, así que la chica saco de su capsula 2 frutos Miwa, saco otra capsula con un platillo de arroz para Bettsuka ya que no volvería a comer otro frutos.
- ¿Que es esto? ¿Un tomate? - Pregunto Mirai con el fruto en manos.
- Se llama Fruto Miwa...
- Se su pone que crece en el Jardín Celestial, pero una señora nos lo regalo.
- Te lo regalo a ti, Momo.
La chica sonrió & se dispuso a comer sentada en una roca. Bettsuka & Mirai sentados en las hojas de la selva. El pelilila tomo un bocado del extraño tomate obteniendo un sabor a cereza, amarga & dulce. Sonrió.
- Mmmm, esta delicioso...
- ¿A qué te supo? - Pregunto el pelinegro
- A cereza.
Se miraron uno al otro preguntándose con la mirada porque les sabia diferente a cada uno. Desvió su mirada al lado contrario del pelilila, si querían saber eso tendría que encontrar Justicia para que les dijera. Comieron el silencio sin compartir miradas. ¿Porque le preguntaron eso? ¿Que tenía ese fruto en especial o acaso era algo extraño?
Solo se limito a comer pensando en cómo reaccionaría aquel pelinegro cuando lo volviera a ver. ¿Se acordaría de el? ¿Seguiría enamorado de el? ¿Se acordaría de aquella promesa que se hicieron durante uno de sus tanto entrenamientos? Momoku se levanto llamando la atención de ambos jóvenes, era momento de continuar su búsqueda, estaba anocheciendo & quería llegar lo antes posible a la Tierra. ¿Que harían Bettsuka & Mirai después de que ella se fuera? ¿La acompañarían? & se era así, ¿como rayos iban a dormir en aquella nave? Obviamente ella dormiría en la cama. ¡Nadie mandaba a dormir a la princesa saiyajin al suelo! Ni sus padres lo hacían & eso que ellos eran la autoridad en el hogar. Siguieron caminando por aquel laberinto vestido de selva sin encontrar absolutamente nada.
- Mirai... ¿a donde querías ir? - Tenía que sacarse esa duda de su cabeza.
- A la Tierra. Tengo a alguien importante esperándome allá. - Contesto sonriendo recordando a ese alguien.
- ¿Alguien? ¿Bulma? - El pelilila rio
- No Bettsu... ¿Puedo llamarte así? - Acepto el apodo - Realmente es alguien más especial - Miro al cielo estrellado esperando poder verlo en esos momentos.
- ¡Di quien es! Tal vez yo lo conozca...
- No te diré.
- ¿Eh? ¿Porque? - Pregunto alargando en puchero.
- Quiero que sea una sorpresa. Ya sabes, que te sorprendas al verlo.
Sonrió haciendo enojar a la menor. ¿Tan difícil era decirle un nombre? Era solo uno. Bufó cruzándose de brazos.
~ ¿Alguien especial? ¿Que tan especial? Por la sonrisa que puso podría jurar que no es algún familiar... ~ Pensó la chica para sus adentros ~ Un enamorado...
Escucho bostezar al pelinegro. Deicidio entonces buscar un lugar apartado para hacer aparecer la nave & que descansaran. Entraron & la chica las enseño la habitación advirtiendo que la cama era de su propiedad & que nadie la tocara. Se sentó en frente de la pantalla & llamo a Bra, pero solo encontró a un joven moreno.
- ¡Hola Onee-Chan! ¿Como vas con Justicia? ¿Ya la encontraste?
- No la eh encontrado - Se recargo en sus brazos encima de el escritorio - Pero digamos que eh encontrado otra cosa - Sonrió intrigándolo.
- ¿Otra cosa? Tal vez... ¡Un novio! - Se sonrojo ligeramente.
- ¡GOTEN! - Grito levantándose & golpeando el mueble casándole una carcajada al mayor.
- Ya... ya, dime que encontraste - Dijo limpiándose una lagrima.
- Bueno... conocí a un muchacho saiyajin llamado Bettsuka...
- ¿Bettsuka?
- Si. ¿Conoces a un tal Mirai? - Pregunto deseando que si lo hiciera. La miro pensativo tratando de recordar ese nombre.
- Mirai Trunks, ¿regreso?
- ¿Lo conoces?
- En persona no. Pero Gohan me ha contado mucho sobre él, mucho.
- Gohan... - Recordó entonces aquella sonrisa estúpida que había puesto el pelilila al preguntar por aquella persona especial. Si no era Bulma, debía ser Gohan-Kun. Sonrió