Era un nuevo día. El aire de la mañana con olor a hierba fresca se olía por todo el lugar. Varias mesas arregladas & la piscina reluciente, pues hoy era ni mas ni menos que el cumpleaños de Bra Briefs. Hija de la gran científica Bulma Briefs & Yamcha, su actual pareja. Pero también la científica que tomaría el puesto de su madre para ayudar a la próxima generación de Guerreros Z. Copas de vino & jarras de cerveza se alzaban en el aire. Al Maestro Roshi, Yamcha, Oolong & Bulma no les importaba que fueran las 11 de la mañana para ponerse ebrios, pues tenían que festejar a la cumpleañera. Mientras tanto, Piccolo, Ten Shin Han & Chaoz platicaban con los recién llegados Chi Chi & Víctor, felices de la vida por la joven peli azul. En unas mesas mas apartadas, charlaban tranquilos de la vida los jóvenes. Goten & Trunks desfrutando de su relación. Bra & Pan esperaban ansiosas a su amiga Marron para hablar de chicos. Johan & Katattsu, emm... buenos, se podría decir que estaban teniendo una clase particular.
- Otra vez, 'concebir' es la acción de tener o traer algo al mundo. También usado para dar algo, objeto o cosa, ¿entiendes? - Explico por decima vez al joven.
- ¡Si! Creo....
Piccolo sintió los ki de Vegeta & Goku acercándose. Aterrizaron justo en medio del jardín. El namek se sorprendió al ver a la princesa saiyajin junto con ellos. No la había sentido & era mas que claro que había volado para llegar hasta aquí. El príncipe & el menor vestían sus atuendos de entrenamientos. Momoku llevaba su traje caoba favorito junto con una capa de la realeza con el interior color durazno & el exterior caoba llegándole hasta el suelo, haciéndole juego el traje. Sus padres o mas bien Kakarotto saludaron a sus amigos & tomaron asiento en las mesas. La chica se acerco al grupo de jóvenes quienes platicaban a no más poder.
- Hola - Goten, quien estaba delante de ella dándole la espalda, se levanto & abrazo a su media hermana.
- Onne-Chan... ¡Que linda te ves hoy!
- Gracias - Sonrió
La chica miro a la joven peli azul sentada junto con su sobrina. Se acerco a ella & saco de su traje una pequeña caja azul cielo con un hermoso listón en forma de moño color oro.
- Bra... - La menciona volteo - Etto... te traje esto. - Extendió el regalo hacia la chica & esta la miro confundida.
- Creí que mi madre había dicho que nada de regalos.
- Bueno... Kakarotto me dijo que en los cumpleaños se regalaba algo. ¡Por favor acéptalo!
Bra miro con sentimiento a la chica. Si bien ella podía tener todo lo que quería, la mirada de Momoku le decía que tomara el regalo & así lo hiso. Una sonrisa de dibujo en el rostro de la mayor mientras que la peli azul abría la pequeña caja. Desato el moño. Quito la tapa & observo el contenido. Unas deliciosas galletas de chispas de chocolate con la mitad bañada de chocolate blanco. Todos se acercaron para ver al contenido.
- ¿G-Galletas?
- Si. No te conozco demasiado para regalarte algo como ropa u otra cosa, así que Otosan me ayudo a preparas.
- ¿Otosan? ¿Quien es Otosan? - Pregunto el namek.
- Así le dice Momo-Chan a Vegeta.
- ¡Ja! Que estupidez... - Dijo lo que pensaba & fue hacia su habitación dentro de Capsule Corp. siendo seguido por Goten. La joven saiyajin solo lo miro con una sonrisa burlona.
- ¿Vegeta cocino esto?
- Si. Espero que lo disfrutes.
Sonrió e hiso una pequeña reverencia para dejar a los 4 jóvenes disfrutar aquel manjar. Se acerco a la mesa donde se encontraban sus padres platicando con los recién llegados Krillin, A-18 & su pequeña hija de cabellos dorados.
- Momo ven. Quiero que conozcas a alguien. - Kakarotto pasó su brazo por encima de los hombros de su hija para llevarla con su amigo de la infancia. - El es Krillin, su esposa A-18 & Marron, su hija.
- Momoku - Hiso una reverencia.
- Mucho gusto, soy Krillin - Se presento extendiendo su mano en forma de saludo. Lo miro dudosa con una mirada indiferente antes de aceptar el saludo. Le dedico una mirada a la adulta rubia & se enfoco en la joven.
- Marron, ¿verdad?
- Así es, un gusto.
Reviso a la joven de pies a cabeza. Ignoro su mano extendida. Sintió una mirada encima de ella, volteo & se topo con los ojos de Piccolo en ella.
- ¿Se te ofrece algo, Piccolo? - Pregunto con voz alta para que todos la escucharan. Dejo de verla & se enfoco en sus pensamientos. Bufo & miro a su padre. - Voy por un vaso de agua, ¿quieres uno?
- No Momo. Gracias. - Le sonrió & dejo a la familia. Miro a Krillin - A veces toma la actitud de Vegeta & a veces la mía. - Rio rascándose la nuca.
Mientras tanto, con los jóvenes.
- ¿Deberíamos probarlas? – Pregunto curiosa la chica
- No creo que Vegeta cocine tan mal – Dijo Gohan tratando de animarlos
- ¿¡& si le puso veneno para asesinarnos por no hacer el entrenamiento bien!?
- No lo creo Katattsu. Vegeta no es tan malévolo. Creo…
- Probare una – La peli azul trato de agarrar una galleta de la caja, pero rápidamente el namekusei se la quito.
- ¡Pueden tener veneno! ¡¡PODRIAS MORIR!!
- Si tienen veneno & nos morimos… – Gohan le quito la caja - … Usamos las esferas del dragón & revivimos. No seas paranoico.
- ¿Qué es paranoico?
Dio un largo suspiro & rodeo los ojos ante la pregunta del muchacho. Le dio 1 galleta a cada quien para después tapar la caja & ponerla encima de la mesa. Miro a Bra quien estaba segura, Pan & Katattsu quienes casi temblaban de temor. Conto hasta 3 & comieron aquellas galletas de chispas de chocolate bañadas en chocolate blanco. Gohan tenía razón, el príncipe de los saiyajin cocinaba de lo mejor. Las galletas que Momoku le había regalado a Bra por su cumpleaños eras deliciosa, tanto que pensaba en pedirle unas para pasar el rato viendo televisión. Miro la cara de Katattsu, quien a pesar de ser un Namekusei podía degustar el postre. Miro a su hija & amiga delirando por otra mas.
Mientras tanto, con Trunks & Goten.
El pelilila estaba acostado en la cama de su habitación con Goten en brazos acurrucado en su pecho.
- Goten…
- ¿SI?
- ¿Me quieres?
- Si
- Goten…
- ¿Qué?
- ¿Me quieres?
- Que si.
- Goten…
- ¡SI TRUNKS! ¡SI TE QUIERO! – El mayor rio
- Quiero que me digas que me amas. – El moreno se sonrojo soltando un suspiro.
- Te amo.
Mientras tanto, con Momoku.
Tomo un vaso de cristal & la jarra del mismo material llena de agua. Se sirvió & se dispuso a tomar cuando una extraña voz la interrumpió llamándola por su nombre. Volteo por diferentes lados pero no logro ver a nadie. ‘’Es solo mi imaginación’’ pensó. Tomo un poco de aquel transparente líquido. Volvieron a llamar por su nombre, lo que le hiso soltar el vaso haciéndose trizas en el suelo.
- ¿¡Pero que demonios!?
.:: Momoku Son. Te estamos esperando en el Templo Karin. Apresúrate ::.
No sabia quien le había hablado, pero una cosa era segura: ‘La curiosidad mato al Gato’ Salió de la cocina & del edificio tan apresurada que llamo la atención de todos los invitados. Corrió & tomo vuelo sin importarle el llamado de Goten, quien había escuchado el sonido del vaso romperse. Piccolo se exalto. Momoku estaba volando pero no sentía ni una pizca de su ki, estaba en cero. Llego a su destino en pocos minutos. Aterrizo cerca del templo donde Dende la estaba esperando. Le dedico una sonrisa & ella solo respondió cruzándose de brazos.
- Nos vemos otra vez, Momoku.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Ya lo sabrás. Ahora, sígueme por favor.
La joven saiyajin miro al namek extrañada antes de pasar enfrente de el con la mirada en alto como lo haría un saiyajin de la realeza. Dende sonrió & la siguió de cerca mostrándole el camino que debía seguir. Llegaron a una habitación totalmente blanca, en el centro una mesa redonda, con dos extraños seres a sus espaldas.
- Momoku, te presento a Kaiosama del Norte. El fue quien te hablo telepáticamente para que vinieras aquí. & a Enma Dioh Sama, el es el Juez de almas.
- Es un placer conocerla Momoku – Saludo Kaio del Norte haciendo una reverencia.
- Momoku – Enma hiso lo mismo.
- Típico de la realeza… - Dijo volteandose sonrojada por el acto.
- Se parece mucho a Vegeta… - Susurro Kaio en el oído a Enma.
- ¿Para que me querían?
- ¿Nunca te has preguntado el porque de tus poderes?
- ¿O el por que otros no pueden sentir tu ki de vez en cuando?
- ¿O el color de tus ojos?
- Si, si & no.
- ¿Nunca te haz preguntado porque tienes los ojos color ámbar? – Volvió a preguntar Dende.
- Nunca. Lleguen al punto.
- Esto será largo, sugiero que te sientes.
El juez ofreció una silla de la habitación para que la chica se sentara, pues tenían demasiado que contarle. Quien sabe, a lo mejor, un secreto guardado por los dioses seria revelado a la joven saiyajin por el mismísimo Enma. O tal vez, una nueva misión que tendrán que completar los jóvenes Guerreros Z.
Mientras tanto, en Capsule Corp.
La mayoría de los presentes estaban preocupados por la repentina salida de Momoku. Podría seguirla, pero el problema era que no podían sentir su ki por ningún lado & ya se estaban preocupando.
De vuelta en el Templo Karin.
- Te contare una leyenda Momoku, de la cual debes prestar demasiada atención para poder descifrar todas tus dudas acerca de tu existencia. – La mencionada asintió. – Bien, comencemos.
Hace mucho tiempo, antes de que la Tierra & los humanos existieran, la inmortalidad era algo cotidiano en el universo. Todo aquel ser viviente que se alojara en este no podría morir de ninguna forma. Si tratabas de asesinar a alguien con una navaja o cuchillo, su herida se cerraba al instante. Si cortabas un miembro a alguien, ya sea brazos o piernas, se regeneraban a los días. Pero esto no quería decir que las heridas insignificantes no existían. Podías caerte & rasparte la rodilla, incluso sentir dolor por ello. Todo sin dejar cicatriz.
Pero un día desconocido, en la raza saiyajin, nació un bebe varón entre una familia de clase baja llamado Ine. Lo peculiar de este niño era su color de cabello & sus ojos, los cuales eran plata & ámbar. Colores que nunca habían nacido entre esta raza de guerreros, puesto que el cabello de uno tenia que ser marrón oscuro o negro, así mismo, los ojos de color negro. Si bien esto era peculiar, no se comparaba con nada en sus próximos años de existencia. A diferencia de todas las clases, Ine era un niño tímido & sentimental, además de que aborrecía la violencia de una manera brutal, a tal punto de que si veía a alguien pelearse con palabras, lloraba. Le temía a la muerte. Cosa que nadie mas en el universo hacia.
A la edad de 6 años, Ine jugando con uno de sus hermanos, se cayo & raspo la rodilla. Su hermano, al ver al niño de plata llorando le dijo que todo estaría bien, que la herida se sanaría por si sola. & así lo hiso en unas horas, pero su madre noto algo extraño. Ine tenía cicatriz. El niño era un caso especial. A medida que crecía & se entrenaba, conseguir tener mas & mas heridas, todas dejando cicatriz. Comenzó a experimentar sentimientos que ningún otro hacia, como la compasión cuando alguno de sus compañeros se lastimaba gravemente e incluso el cariño con sus padres. Pero un día, Ine logro sentir el amor hacia la persona menos adecuada. Se enamoro de Yasai, la hija del Rey, en ese entonces Daikon.
Yasai igualmente se enamoro de la belleza física de Ine. Aprovechándose de lo que sentía Ine por ella, logro convencerlo para acostarse con el. Ine pensaba que la noche de pasión que habían tenido era lo más hermoso que pudiera sentir. Ese sentimiento fue llamado Felicidad. Llego a su hogar & le conto con lujos de detalles a sus padres el romance que había tenido con la princesa saiyajin. Ellos falsamente lo felicitaron por tal acto & lo mandaron a dormir. Su madre preocupada por la actitud de Ine durante todos esos años, decidió comprobar sus dudas acerca de su hijo. Visito al Rey para contarlo lo que su hijo le conto acerca de la princesa & las cosas raras que veía en su hijo, como sus sentimiento & sus heridas que cicatrizaban. Daikon, molesto, mando a llamar a sus guardias dándoles el mandato de arrestar a Ine.
Una vez arrestado & encerrado en un calabozo. Le realizaron varias pruebas en laboratorio para asegurar su inmortalidad. Ine era el primer ser mortal del universo. Aprovechándose de esto, el Rey Daikon, lleno de furia, mando a ejecutar al joven de plata como castigo por haberse metido con su hija & familia. Después de su muerte, el chico despertó en un lugar totalmente blanco. No vestía su armadura saiyajin, si no mas bien una toga blanca & un cetro de bronce adornado con dos joyas, un rubí & un zafiro azul. Dándose cuenta de su gran potencial mágico, dividió la enorme habitación en dos. Por un lado hiso florecer un hermoso pasto junto con flores de diferentes colores, arboles & manantiales. Lagos & muchas animales. Lo nombro ‘Jardín Celestial’ En cambio, del otro lado emergió rocas volcánicas, lava & fuego. Lo nombro ‘Jardín Infernal’ Así mismo, creo un libro de reglas por cumplir si se quería estar en el Jardín Celestial. Quien no ejecutaba las reglas como se debía, al morir su alma se iba directo al Jardín Infernal. A este libro lo llamo ‘Justicia’.
Pero para que todos pudieran pasar a este mundo, debía cumplir un sacrificio enorme. Volver a morir. No fue tonto. En la ultima pagina del libro, dibujo un boceto de un descendiente junto con una frase que se debe recitar para poder abrir Justicia, la cual se perdería en cualquier lugar del universo & el descendiente debería buscar para poder convertirse en el nuevo Dios Niwa.
‘La justicia esta ligada con el amor, la tristeza & la decepción.’
- Que bonita historia… - Comento Momoku. - ¿& que tiene que ver eso conmigo?
- Que tú eres el descendiente de Ine.