Cerca de un restaurante se podían ver cuatro donceles y una doncella hablando tranquilamente de lo que había sucedido antes, hasta que ella empezó a preguntar
-Kisa, ¿por qué no tiraste la bomba cuando debías?-le preguntaba una muy enojada Kati
-yo? Bueno… se me olvido
-esa no es excusa ¬¬ de seguro te quedaste embobado con el tipo que tenía aire de príncipe y lo mismo paso contigo Hiroki hasta vi cómo se te caía la baba por el tipo de mayor estatura-dijo regañando a los nombrados, mientras Misaki y Ritsu se estaban riendo, por más seria que pareciera Kati abecés se comportaba como su mamá
-no entiendo de que se ríen ustedes dos, si les paso lo mismo-seguía regañando
-no digas estupideces, jamás me enamoraría de un momento a otro
-si como no ¬¬, cambiando de tema, Yokozawa que ocurrió en la oficina-dijo con mucho interés en la respuesta
-nada-le respondió con simplicidad mientras llegaban a su destino, ellos entraron pero con lo que no contaron fue que los del clan Yoake estuvieran hay, no le tomaron mayor importancia y fueron a una mesa a la vista de sus enemigos. El plan de Kati, por el momento, era provocarlos y esperar sus reacciones. Mientras tanto el grupo opuesto se maldecía por haber elegido ese restaurante
-jajá miren que coincidencia-decía Nowaki a sus compañeros con su típica sonrisa
-bien nota tomada, solo vendremos a este restaurante-respondió Kirishima, mientras Takano y Akihiko solo se mantenían callados observando a sus enemigos, Yukina solo sonreía y eso llamaba la atención de varias meseras pero no se su objetivo, ellos estaban hablando y sonriendo como ángeles, notaron perfectamente que los estaban vigilando y se les hacía gracioso por lo que trataban de hacer expresiones tiernas, excepto Yokozawa, a lo que Kati se empezó a enojar
-oigan si tanto los quieren porque no les va a hablar?-le decía a modo de reto
-estás loca, solo aremos que bajen la guardia, solo eso-decía Ritsu ya que hasta él se estaba olvidando de su verdadero objetivo. Por las caras que hacían donceles, a los varones le entro la curiosidad de escuchar su charla, hasta que Takano recordó sus objetivos
-les aconsejo que no se encariñen mucho con ellos después de todo debemos matarlos-les recordó, cosa que entristeció a los demás, ¿por fin se habían enamorado y debían matarlos así de fácil?, todos se oponían a eso pero debían obedecer órdenes
-y si le pedimos a Hikaru-san que cambie nuestra misión?-pregunto Akihiko
-a que te refieres?-hablo Yukina, quien hasta ahora había permanecido callado
-ahh! Ya entendí, pidámosle a Hikaru que en vez de matarlos intentemos ser aliados, pero yo se lo pido, de los cuatro yo soy el que se lleva mejor con él-
-tienes razón Kirishima-le dijo Takano mientras se bebía una taza de café, lo que ellos no sabían es que en la batalla Katherine le coloco a Yukina un pequeño micrófono y en ese momento el clan Nazo estaban escuchando todo
-nee Kati que aremos si realmente nos quieren como aliados?-pregunto Misaki
-pues la verdad sería conveniente aceptar, pero si lo hacemos solo trabajaremos con ellos-le respondió con seriedad
-eh? Y eso por qué?-reclamo Yokozawa, el solo hecho de saber que trabajaría con el idiota con quien peleo lo exasperaba
-no es obvio, solo ellos vieron al Clan Nazo necesitamos mantener anonimato, además si los demás clanes no vieran, ustedes tendrían una largaaa lista de pretendientes y ustedes son como mis hijos-dijo Kati con lágrimas en los ojos, mientras abrazaba a los cuatro
-pero eso que tiene que ver-decía Kisa
-que primero muerta a que tengan novio-grito Kati levantándose de la mesa que se escuchó en todo el restaurante, por suerte solo quedaban ellos y sus oponentes
-valla, valla Kati, se nota que no has cambiado-dijo una señora
-eh? A siento haber gritado María-se disculpaba, mientras sus acompañantes empezaban a reírse, mientras que sus oponentes miraban con atención la situación, y analizando las cosas les sería muy difícil interactuar con sus adorados donceles
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