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Viviendo en la obscuridad, una luz en sus vidas por LEGA-chan

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Notas del capitulo:

bueno aqui la conti espero que les guste

Yuuri había llegado a su habitación junto con el pobre cuerpo de aquel hombre, parecía no tener piedad con él ni con nada. Lo tiro bruscamente en el suelo y cerró la puerta, se acercó a un bar que había en ese lugar y tomo una copa de vino tinto mirando aun el pálido cuerpo tirado en el suelo.

-¿Qué esperas? Levántate

El hombre hizo caso y se levantó, Yuuri tomando su copa entre sus manos lo rodeo y miro despectivamente, aún mantenía su saco en la cabeza.

-pareces anémico ¿Por qué me regala algo así Murata? Shinou lo tiene loco-sonrió golpeando en el hombro al hombre-vete, date una ducha y sales, quiero verte más decente.

El hombre, siendo guiado por el pelinegro entro a una habitación grande y con lujos de sobra, se quitó aquel molesto saco de su cabeza y gruesas lágrimas se vieron recorrer sus mejillas sucias opacadas por el polvo y la tierra seca.

Había sido todo de improvisto para él, un pelinegro había aparecido junto a él con una sonrisa en su rostro de oreja a oreja y lo había llevado hasta un carruaje contándole que sería el nuevo regalo del rey de ese pueblo, no supo ni cómo reaccionar, simplemente le colocaron el saco en su cabeza y lo llevaron a la sala donde había estado hacia unos momentos.

Se metió a la ducha, el agua era fría pero refrescante, vio algunos instrumentos de baño en su lado derecho y comenzó a leerlos todos, acondicionadores por docena y Shampoo de distintas marcas que no conocía que existían.

Se unto un poco de esos frascos y se restregó bien su cabello, miro las puntas y se dio cuenta que volvía a tener su color natural pues había caído en un charco de lodo haciendo su cabello de un color opaco.

Lo seco con delicadeza al igual que todo su cuerpo, se envolvió la cintura en una toalla y salió delicadamente de aquella habitación.

Entre copas lo encontró, sentado en el filo de la cama, con una muda de ropa esperándolo a su derecha mientras sostenía una copa con vino tinto en su mano izquierda meciéndola de forma libre, para un lado y para otro. Su cabeza volteo al sonido de la puerta cerrarse y no pudo dejar oculta su sorpresa cuando noto aquellos ojos puestos en él.

Eran unos hermosos ojos del color de una esmeralda, acompañados de un radiante y húmedo cabello rubio que caída sin cuidado por su frente y parte de sus hombros, su piel ahora limpia tenía un color blanco, tan blanco como la nieve y de seguro tan suave como la seda. Espero un momento y trago un poco de su vino volviendo la copa al mismo lugar que antes, no sabía ni que era lo que debía de decir en ese momento. Tomo como pretexto para hablar un poco la ropa que había escogido para él una de las empleadas del lugar.

-te pones esto-dijo señalando a su derecha el bulto de ropa que había haciendo que el rubio siguiera su mano a donde señalaba-es ropa de uno de los empleados, te quiero listo en cinco minutos.

Se levantó de la cama y miro de reojo el cuerpo blanquecino que caminaba al borde de la cama, sonrió de medio lado con algo de burla en su boca y se acercó por atrás del chico haciendo que se asustara.

-luego de que estés listo bajaremos a cenar algo ya que ninguno de los dos hemos comido, necesitar toda la energía del mundo para la noche que se te avecina.

El rubio sonrojado y nervioso miro hacia el frente intentando no pensar lo peor, no pensaba que ese hombre que parecía un niño bueno tenga esos gustos de abusar de sus esclavos, aunque bien había escuchado, él era solo una mascota para el rey de Shin Makoku.

Dando la vuelta fue halando la toalla del chico haciendo que se deslizara hasta el suelo y este se mantenga frio en su misma posición, en una vista rápida noto el bien formado trasero del chico y sonrió, sabía que aún era un muchacho porque su rostro inocente lo decía todo, tenía algo muy valioso y que casi no se encontraba con facilidad por las calles, no lo desaprovecharía en lo absoluto.

El rubio al escuchar la puerta ser cerrada se agacho como un rayo y se cubrió de nuevo, ese rey era un pervertido de primera, no quería y no debía de haber caído en manos de ese pervertido rey, quien sabe que le haría en el lapso de su vida, si es que termina vivo en la primera noche.

-Mamá… ¿Dónde estás?-susurro el chico entre lágrimas.

Notas finales:

bueno espero reviews si no les gusto por favor decidmelo que no me enfado


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