XIII. Mi Gabardina Favorita.
~Flashback~
- ¿! Por qué no puedo acercarme, mama!? – He replicado.
- Porque es peligroso Rin- Me ha tomado de la mano – Aunque las medusas se vean hermosas son peligrosas, además el mar es muy profundo para ti.
- Pero mama!.... Esas medusas solo vienen cada 6 años y si no puedo verlas más de cerca ahora, ya no tendré otra oportunidad – Me he zafado de la mano de mi mama y he comenzado a correr hacia el mar.
- RIN!!!....RIN!!... NO!!... POR FAVOR NO VAYAS!! – He oído la voz preocupada de mi mama surgiéndome a lo lejos. Pero he continuado corriendo.
Recuerdo ese momento como si fuera ayer, pensé que podría a ver a las medusas más de cerca si entraba al mar, pero estaba equivocado, las medusas estaba más lejos de lo que parecía y el mar era más profundo y fuerte de lo que pensaba.
Ese día; hace 16 años; casi me ahogo, mi mama, Gou y un oficial me encontraron en un lugar de la playa que estaba muy alejado del punto donde entre. Ellos dijeron que la marea me había sacado del mar; Y que había tenido mucha suerte.
Pero yo sé que alguien me ayudo en ese momento, aunque no recuerde mucho, sé que eso no fue simple suerte.
~Fin del Flashback~
Ese recuerdo vino a mi mente porque en este momento puedo ver el mar a la distancia, el cual esta tan furioso como una bestia a causa de la marea alta y una tormenta bestial. Una persona normal no se acercaría; pero yo soy un oficial; Por obligación* ; y mi deber es vigilar que no haya curiosos alrededor de esta área en este momento.
Me he detenido en los escalones del asfalto que ponen límite entre la arena y la banqueta, las olas están tan agitadas que golpean el muro contra inundaciones (*). He pasado mi linterna rápidamente para asegurarme que no haya nadie. Justo cuando lo he hecho he visto una figura humana en el suelo.
- ¡¡Hey!! – He gritado pero nadie ha respondido. Solo hay dos opciones para esta situación; Una persona curiosa que se lastimo o una persona que huyo hasta este lugar tan peligroso por distintas razones. – ¿¡Hay alguien ahí!? – He apuntado mi linterna al suelo. Me he encontrado con algo inesperado – H…Haru..ka?
- ¿R..Rin? – Como se encuentra tirado en el suelo; he enfocado rápidamente la linterna en él, para asegurarme que este ileso. Me he quedado sin palabras al observarlo.- ¿Pero q..que…? – He caído al suelo de la impresión. Una larga aleta de color cobalto se extiende desde sus caderas hasta donde deberían estar sus pies y hermosas escamas brillantes del mismo tono cubren pequeñas áreas de su piel.
- ¿Estás bien? – Ha intentado venir hacia mí, pero la distancia que se movía hacia adelante era la distancia que yo retrocedía. No se cómo debo reaccionar a esta situación.
- Ah... – Hizo una gesto de tristeza cuando me he alejado de él.
- Dtve. Matsuoka!! – He oído a Nitori a lo lejos, olvide por completo que él también estaba haciendo la ronda.
- Ai!!! Por aquí!! – Inconscientemente me levante del suelo para que pudiera verme.
- Matsuoka-san! – Puedo ver cómo viene corriendo hacia nosotros.
- “Nosotros….” – He volteado para ver a Haru, me ha sorprendido porque aunque tiene un gesto serio, puedo ver el miedo en sus ojos. Me he quitado mi gabardina y se la he echado encima – Toma…. Cúbrete con esto y… trata de esconderte entre las rocas, para que no te vea. – Ha sonreído antes de ir a esconderse.
- Matsuoka-san!! – Ha llegado corriendo con la linterna encendida; me he puesto enfrente de ella para bloquear la luz.- ¿Qué le paso?
- No es nada – Trato de evitar que enfoque la linterna al mar o a las rocas, si encuentra a Haru, tendremos una situación problemática – Solo resbale por accidente cuando estaba haciendo la ronda.
- OHH!! Suena terrible! ¿Se encuentra bien?.-Ha enfocado la linterna en mi – ¡Esta todo empapado!.
- Si… es solo…que.. – He visto de reojo las rocas. – cuando caí, una de las olas me arranco la gabardina. Y creo que todavía está cerca de aquí.
- ¿Quiere que le ayude a buscarla?.
- ¡NO! – Me he sobresaltado por un momento – Quiero decir... No. Es peligroso estar aquí en medio de una tormenta; será mejor irnos a casa.
- D..De acuerdo Rin-san – Subí las escalera para comenzar a “caminar lejos” del mar.
- Bueno Matsuoka-san – Ha señalado un callejón - Yo iré por este camino, vaya a casa rápido, ya que sin su gabardina no podrá protegerse de la lluvia.
- Lo tendré en cuenta Ai, Nos vemos – Me despedí y espere a que se fuera para poder ir al mar.
Aun no puedo creer que Haru sea una sirena; eso quiere decir que todos los cuentos que me conto eran reales; pero aun así no puedo abandonarlo ahora, además si estaba en la playa, debe ser porque no puede ir al mar.
Cuando llegue a la playa la marea había subido más y no podía divisar a Haru.
- Haru!! - He gritado su nombre, pero no ha respondido. Me dirigí una vez más a las escaleras para bajar a la playa.– Haruu! .. HAR… - Se encuentra recargado en el muro de las escaleras, escondiéndose con la gabardina. Está mirando hacia el vació. – ¡Arriba! – Lo he levantado completamente del suelo para llevarlo a casa. Parece que se ha sorprendido por el movimiento.
- Pensé que ya no regresarías… -Tiene el rostro cubierto con la gabardina así que no puedo ver su expresión.
- No puedo dejarte.. –He sentido como se ha estremecido por mis palabras – Después de todo tienes mi gabardina favorita*…
- Ahh… - Agacho la cabeza, parece decepcionado.
- No vas a preguntar a ¿dónde vamos?- He puesto un tono de broma – Podría estar pensando llevarte a algún lugar donde te estudien.
- Tu… - Ha cubierto su rostro- No lo harías….confió en ti… - Se ha destapado para darme una dulce sonrisa.
- Co...Como estas tan seguro de eso?..- He volteado el rostro para que no vea que su sonrisa me ha sonrojado.
- Simplemente lo se…– Se a acurrucado delicadamente en mi pecho.
- Hey!! Que hac…
- UHHMMM…- Ha “olfateado” mi camiseta húmeda – Hueles muy bien.. .Rin.. .- Hundió su cabeza en mi pecho- Tienes una dulce fragancia combinada con el olor del mar…
Mi corazón ha empezado a latir muy rápido y mi cuerpo a temblar. La ligera presión que crea al recostarse en mi pecho, el tacto de sus manos a través de mi húmeda ropa, su aliento que roza mi cuello, su embriagante fragancia que está tomando mis sentidos. Estoy empezando a perder mi autocontrol.
-Rin.. Debem…. – Estaba por decir algo cuando no he podido resistir la tentación a esos carnosos y bien delineados labios carmesí; me he abalanzado sobre ellos para tomarlos con un profundo beso robado.