XXVII. Imprevistos.
He llegado a la oficina y la he encontrado completamente vacía; ni si quiera Sousuke se encuentra aquí; solo con algunos guardias; después de todo; este es mi castigo por salir temprano sin permiso.
- Buenas noches Sr. Detective Castigado ~ - Un tono burlón ha sonado detrás de mí.
- Buenas noches Sr. Novato de Detective Castigado – He respondido con sarcasmo.
- OYE!! No me compares contigo!..Y.. Y no me llames novato!
- Por supuesto que no lo hago…- Le he dado una mirada arrogante. – No estás ni siquiera cerca de mi nivel.
- PERO SI SERAS…!!
- Ja Ja Ja eso te pasa por meterte con tus mayores, Tora.
- Solo me llevas un par de años… no eres TAN mayor.
- Pero si soy mayor de rango y tengo mucha más experiencia que tú en este campo…
- Si, Si, Como digas…
- Bueno en lugar de estar aquí parloteando, muéstrame cual será mi área de vigilancia.
- De acuerdo… sígueme. – Me ha mostrado mi área es el 3er piso y me ha dado un llavero lleno de llaves; las cuales abren cada una de las puertas del piso donde me encuentro; está un poco solitario pero tranquilo. Me he puesto a rondar por los pasillos; mientras pensaba en el pasado de Tora.
Azuma Tora es ahora un tipo de detective “suplente”, después de ayudarnos con sus declaraciones, le fue concedida una libertad condicional mientras trabaja para la policía. Y aunque todavía no ha mejorado en sus logros para volverse un detective de verdad, ha demostrado que tiene empeño en convertirse en uno. *
Mientras caminaba por los pasillos, me he topado con la oficina de Sousuke, realmente me han dado ganas de entrar, pero he contenido mis impulsos, pues si se entera me pondrá de por vida como guardia de vigilancia.
La noche ha pasado más rápido de lo que he pensado, lo único que quiero hacer ahora, es volver a casa y dormir. Ser guardia es más pesado de lo que parece.
-----------------------------------
La noche ha sido muy tranquila, saber que Makoto se encuentra a mi lado; como en los viejos tiempos; me ha ayudado a dormir bastante bien, tomando en cuenta que a Rin le toco quedarse trabajando.
Hemos desayunado todos juntos y después Gou se ha ofrecido a lavar los platos, para que yo platicara un poco más con mi primo.
- Haru, creo que es hora de que vaya partiendo. – Ha sonreído amablemente. – Después de todo he visto que eres feliz aquí y que estarás seguro.
- ¿Es por Rin? – He dicho un poco preocupado. – Es porque se puso un poco “violento” contigo o por sus dien… - Me he detenido antes de terminar la frase al darme cuenta de que no lo ha captado del todo, es un alivio que no haya notado sus dientes de tiburón.
- No, No!... Bueno si, pero no es la razón más importante… - Se ha apenado un poco. – Debo regresar al mar, porque haya hay gente que me espera y me necesita; recuerda que soy médico Haru.
- Lo se… - Lo he mirado con melancolía. – A diferencia de mí, que vivía en las sombras del anonimato. Si tú desapareces por mucho tiempo, se notara.
- Pero vendré a verte de nuevo… Ya sé el camino a tu casa después de todo… - Ha puesto sus manos en mis hombros mientras me sonreía cálidamente.
- De acuerdo… - Yo también le he sonreído. – Te acompañare… Pero antes déjame subir por algo…
- Vale! Entonces yo me despediré de Gou por mientras.
- ¿Y de Rin?
- E…esto…p...puedes….despedirlo…de...de...mi parte? – Ha dicho en un tono temeroso.
- Je Je, está bien… yo le aviso. – He subido a la habitación apresuradamente. He buscado una pluma y una hoja de papel, en la cual he escrito unas cuantas cosas para Makoto. Después de hacerlo he bajado velozmente a donde esta Makoto. – Ya volví…
- Tardaste un poco más de lo que pensé.
- Lo siento, no encontraba lo que necesitaba.
- No importa, será mejor que partamos ya o se hará noche.
- Si, vamos….
- Cuídate Makoto! Regresa cuando quieras! – Ha gritado Gou desde el umbral de la puerta, mientras nos dirigíamos al mar.
Aunque hemos caminado a paso lento mientras charlábamos de nuestras vidas en este mes pasado, el camino ha sido más rápido de lo pensado y antes de darnos cuenta ya estábamos a orillas de la arena.
- Este es mi parada Haru. – Ha dicho Makoto con un poco de melancolía.
- Si… - Lo he abrazado fuertemente. – Intenta venir más seguido, ahora que conozco que se siente tenerte acá en Tierra firme, me costara más trabajo dejarte ir.
- Lo mismo digo. – Ha vuelto a sonreír con su típica sonrisa de despedida. – No te olvides del mar… -Ha empezado a prepararse para partir. - Bueno creo que es hora de irme.
- Makoto!... – Lo he detenido un segundo antes de entrar al mar. – Toma, no la abras hasta que estés en el palacio**– Le he entregado una “carta”.
- ¿Qué es? – Ha visto la hoja con curiosidad.
- Es una maldición!... – He bromeado.
- ¿! Qué!?
- SI!! Y si no la abres en el palacio, padecerás dolor y sufrimiento eterno!.
- H…Haru! No juegues con eso!... – Ha puesto una cara de temor.
- Ja Ja Ja, Es una broma… - Lo he visto con una mirada algo seria. – Pero promételo… No la abrirás hasta llegar a casa…
- De acuerdo… - Nos hemos despedido definitivamente y luego se ha introducido al mar para dejarme atrás, he vuelto caminando a casa con cierta incertidumbre; pues esa carta contiene algo que podría ser inesperado para Makoto, no sé cómo podría reaccionar. – Bueno! ¿Qué más da? – He suspirado profundamente mientras intento limpiar todo pensamiento de mi cabeza para tranquilizarme.
-----------------------------------------
He nadado un buen rato hasta llegar a casa, cuando he entrado al palacio; he sentido un aire de melancolía; pues sentir que Haru no está ahí me hace sentir un poco vacío. Incluso el pensamiento de ir a vivir con él en la superficie ha pasado por mis pensamientos, pero lo he ignorado pronto. Después de todo ES la VIDA DE HARU, no la mía. Además “Tres son multitud” *lo mejor es que deje que él cree su vida y yo comience con la mía. He pasado un rato pensando hasta que he recordado la carta que Haru me ha dado,
- Bien… - La he sacado con un poco de temor. – Él dijo que si la habría aquí, no me pasaría nada…así que… AHORA! – He abierto la carta rápidamente pero he cerrado los ojos por inercia. Y hasta que no he tomado valor; unos momentos después; he ido abriéndolos lentamente. – Ahh… es solo una carta… - He suspirado con alivio. – A ver, ¿Por qué tanto misterio con este papel? – Al principio he pensado que la carta era solo una broma de Haru o el adelanto de una nueva invitación para regresar a Tierra firme, pero conforme avanzaba con la lectura, un escalofrió empezó a recorrer cada una de las vértebras de mi columna. – Oh…No…Haru… - Por un momento he deseado leer todo lo más rápido posible y al mismo tiempo dejar de leer, pero ninguna de las dos paso, así que solo continúe leyendo. – Haru… - He terminado de leer la carta con una expresión de alegría pero a la vez de horror.– Necesito una taza de té.- Me he levantado rápido de donde estaba sentado y he ido a preparármela, pero en este momento no puedo saborear nada, al parecer la noticia fue demasiado para mí.
Dentro de mi preocupación he entendido porque Haru me pregunto sobre “Un ser de mar y Tierra” ahora todo empieza a caer en su lugar. Pensé que se refería a él en tercera persona, pero no era el, sino… su bebe.
La carta de Haru, dice que él está… encinta.