XXIX. Diagnóstico.
Ha pasado un par de horas hasta que por fin encontré una buena forma para que el Jefe Zhen conozca al Delfín sin que parezca muy sospechoso. Además casi es el aniversario de la estación de policías, es una excelente excusa para una “fiesta”.
- Esta hecho Jefe. – He dicho con desgana.
- Bien hecho Yamazaki, resolviste dos problemas con una solución… No esperaba menos de ti.
- Gracias Jefe Zhen. – Me he preparado para irme a casa. – Si me permite…
- Por supuesto Yamazaki… - Me dado el permiso para “irme” pero ha sonreído de una forma desagradable. Siento que de alguna manera he puesto más cerraduras a mi prisión en vez de alcanzar la libertad.
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- ¿Vas a ir? – He preguntado.
- Solo si para entonces estas recuperado… - Ha guardado el celular en su bolsillo.
- Rin… - He acercado suavemente mi mano a su cara en forma de caricia, pero antes de tocarla lo he tomado bruscamente de las mejillas con los dedos. – ¿Regresamos al mismo tema? – Le he estirado con más fuerza las mejillas.
- AHHHH!! YAWW!! YA!! ESWWTA BIWEN!! – Una vez que le solté las mejillas ha empezado a acariciárselas con un poco de dolor. - ¿Era eso necesario?
- Si! – Me he acercado a él, para darle un pequeño beso en la frente en forma de disculpa. – Aunque no esté recuperado, tu puedes ir y si necesitas un acompañante ¿Por qué no llevas a Gou?; La invitación no exigía que fuera tu pareja la que te acompañara; estoy seguro de que a Gou le encantaría ir…
- No lo dudo… pero esa no es la intención… - Se ha quedado con una cara un poco pensativa. – Ni siquiera nos han dado un diagnóstico de ti, deberíamos esperar…
- De acuerdo… ¿Cuándo es la fiesta?.
- Este fin de semana…
- Creo que hay bastante tiempo para que decidas.
- Si… - Ha suspirado un poco cansado.
- ¿Porque no vas a casa y descansas un poco? – Después de todo ha pasado un día entero en el hospital, incluso ha dormido en la sala de espera ya que no le permitieron quedarse en mi habitación por el reglamento del hospital.
- Estoy bien! Todavía puedo seg… - Ha caído profundamente dormido en la cama.
- Te lo dije… - Le he dado un beso de buenas noches y he intentado acomodarlo en una almohada junto a mí. He perdido la noción del tiempo mientras pasaba mis dedos por sus enredados cabellos granate, jugando con cada hebra de ese cabello tan llamativo, sintiendo esos suaves mechones deslizarse por mis dedos, ha sido como un juego hipnótico. Pero he tenido cuidado de no despertarlo, pues algunas veces mis dedos accidentalmente se enredaban y halaban una que otra hebra haciendo que soltara una que otra mueca de “dolor”. Finalmente cuando el sueño estaba por derrotarme, alguien ha irrumpido en la habitación.
- Buena noches! – Una cara sonriente ha entrado y se ha acercado con sigilo al percatarse de la “situación”
- Buenas noches Dr. Mikoshiba(*) - He regresado el saludo, aunque todavía no es de noche; si lo fuera; Rin ya no podría estar aquí.
- Ja Ja No seas tan formal Haru, te dije que puedes llamarme Seijuro. – Me ha dado unas palmaditas en el hombro. – Los amigos de Rin son como mis propios amigos! – El Dr. Mikoshiba y Rin se conocen desde preparatoria ahora que lo recuerdo. – Pero por lo que veo ustedes son MAS que amigos ¿Cierto?. Ja Ja Ja.
- No se burle…– No he podido evitar sonrojarme.
- Je Je No lo hago, solo digo lo que puedo ver. – Nos ha echado una mirada. – Bueno, esperaba encontrarlos a los dos “despiertos” para darles el diagnostico, pero dada las circunstancias… -Estaba listo para salir de la habitación pero lo he retenido.
- No, Esta bien; dígamelo a mí… - Después de todo el diagnóstico es MIO, no creo que sea justo despertarlo ahora que por fin ha logrado descansar un poco. – O es que… ¿no puede decírmelo? ¿Es algo malo?
- No, todo lo contrario… pero me hubiera gustado que ambos se enteraran al mismo tiempo…
- ¿Por qué lo dice? – Cientos de pensamiento llenaron mi mente, pero había uno más relevante que los demás, uno del cual no quería percatarme. Una sensación de ansiedad recorrió mi cuerpo entero en ese momento.
- Pues porque… - Ha puesto una sonrisa desmesurada. – Estas encinta Haru! – Mi corazón se ha detenido por un instante, aunque me ha parecido una eternidad. – Tienes apenas 6 semanas de gravidez, así que todavía no puedo decirte si es niño o niña; pero en unas semanas pueden venir a verme y te diré su género, estoy seguro de que Rin se…
- Doctor! – Lo he interrumpido bruscamente, he sentido como mi respiración ha empezado a acelerarse.
- ¿Haru? – Ha puesto una cara de duda.
- Dr. Mikoshiba ¿Puedo pedirle un favor?... – He intentado sonar tranquilo.
- P…Por supuesto…
- Puede mantener esto en secreto… de Rin… - Las manos han empezado a sudarme. – Me gustaría que le dijera que tengo un poco de anemia o algún otro diagnostico…
- Pero…
- Quiero darle la sorpresa je je… - Mi cuerpo se ha puesto más tenso al intentar sonar alegre.
- De acuerdo… pero díselo pronto. Si viene a preguntarme; por cualquier razón; sobre tu diagnostico; le diré la verdad.
- Gracias…
- Bueno, me retiro… - Me ha dado una mirado un poco melancólica al irse.
- Ah… - Me he inclinado un poco para respirar mejor e intentar recobrar la compostura. - ¿Qué voy hacer?... – Sabia que esto iba a pasar, pero no pensé que pasaría tan pronto. No es que no desea decirle a Rin de “esto” pero realmente tengo miedo. Un pequeño de mar y tierra no es algo fácil de criar.
Muchas cosas han pasado por mi mente, mi cabeza se ha nublado al punto de no saber de qué hacer. Lo mejor es que descanse un poco, después de todo yo ya sabía esto; por eso pude decírselo a Makoto; lo único que puedo hacer en este momento es esperar.