XXXII. Reunión.
Después de haber discutido por tanto tiempo; ayer por fin; Haru acepto ir conmigo a la reunión. Me he duchado, puesto mi traje negro de gala; junto con la corbata que mejor le sienta; unos zapatos negros de cordones y la loción que mejor fragancia tiene. Un sentimiento de fervor y alegría ha inundado mi ser en este momento.
- “¿Estoy guapo?” – Lo he dicho en un tono de broma para mí mismo, mientras me miro al espejo.
- “~Mucho Querido~” - Una voz traviesa-burlona ha respondido a mis espaldas. – O eso es lo que quieres que te diga el…
- GOU!! – He volteado con un incontrolable furor y la cara totalmente ruborizada por su “pequeña bromita”. Se ha echado a correr justo en el momento en el que he decidido perseguirla. – No huyas!!... – Nos hemos perseguido un buen rato por toda la casa hasta que finalmente ha logrado llegar antes que yo a su habitación. – Abre la puerta! Gou!.. – He golpeado la puerta.
- Ja Ja Ja! No! Porque estás enojado! – Ha respondido sin abrir la puerta. – Me vas a hacer cosas feas~~ - Lo ha dicho en un tono “inocente” mientras reía.
- Claro que estoy enojado! – He seguido berreando y golpeando a su puerta. – Sal! Y atente a las consecuencias! Chiquilla malcriada!
- ¿Rin? – Estaba tan enfocado en atrapar a Gou, que no me he percatado que Haru ya ha salido de la ducha. – Pensé que ya habías terminado de arreglarte. – Me he observado un poco, para notar que mi traje esta hecho un desastre, la corbata desalineada, los zapatos empolvados e incluso la loción ha perdido su aroma.
- No puede ser! – He sentido una gran frustración al ver todo mi trabajo destrozado. – Maldición… - Repentinamente he sentido unas delicadas manos acomodando mi corbata.
- ¿Estabas jugando con Gou?
- NO! La estaba persiguiendo porque… - He recordado el motivo de nuestra pelea. – Porque uso un vocabulario inapropiado.
- Je je… ¿Inapropiado para la sociedad o inapropiado para ti? – Ha terminado de acomodar mi corbata, para luego seguir con mi saco.
- No importa para quien, dijo algo que no debía… - He girado la cabeza un poco ofendido y avergonzado.
- Todavía es joven… Deja que se divierta un poco…* – Ha sacudido un poco mi traje con sus manos para quitarle los restos de polvo y los pliegues. – Listo! Quedo perfecto!
- Gracias!... – Le he dado una sonrisa tierna que pronto se convirtió en un gesto de vergüenza, al mirarlo detenidamente. – H… Haru. – He vuelto a desviar la mirada. – No deberías preocuparte por mí, cuando tu estas “así”… - Solo con una simple bata de baño, que aunque cubre lo necesario; deja al descubierto unas bien delineadas y largas piernas, junto con un delicado y delgado cuello húmedo por la reciente ducha. – Ven… - Lo he conducido a la recamara un poco apenado. – Aquí está tu ropa… - Un elegante traje crema perlado que aunque tiene un diseño sencillo, conserva el refinamiento y la delicadeza, perfecto para alguien como Haru.
- Oh! Es precioso… - Lo ha observado un poco más de cerca. - ¿Dónde lo conseguiste?... Es obvio que no es tuyo…
- ¿Cómo sabes que no es mío? – He dicho en un tono falso de enfado. – Me ofende tu pregunta…
- Esto es más pequeño que tu ropa usual… - Ha soltado una risilla mientras me mostraba la medida del traje. – He usado varias veces tu ropa, así que ¿Por qué tendrías un traje que no te queda entre tus cosas?
- Pudo haber sido de cuando era más joven… Tal vez, lo guardaba como recuerdo.
- Ja Ja! Admite que soy astuto… - Se ha acercado a mí para darme un dulce beso en la mejilla. – Gracias! No debiste… - Me he sonrojado pero he mantenido mi pose de “Hombre orgulloso”.
- Solo no preguntes más… - No quiero que se entere que mientras se encontraba en el hospital, me escape para comprárselo, incluso Gou se sorprendió cuando llegue a casa con el.** Le he regresado el beso pero en la frente. – Vístete de una vez o se nos hará tarde…
- Si, pero deberás darme un poco de la loción que traes puesta…
- ¿Pero cómo…? – Me he olfateado pero no he logrado percibir el aroma de la loción, pensé que ya se había disipado completamente. (*)
- ¿Acaso creíste que no notaria esos pequeños detalles en ti? – Ha pasado su mano delicadamente por un lado de mi rostro. – Sobre todo cuando luces tan apuesto… - Mi corazón y mi cuerpo se han congelado pero al mismo tiempo un calor; como llamas ardientes; han recorrido mi cuerpo íntegramente.
- E..Etto… Bueno…Y..Yo.. - Las manos me han comenzado a temblar y no logro acomodar mis pensamientos. – Te veré abajo! – He salido prácticamente huyendo de la habitación. Me he sentado en un sillón de la sala sintiendo como la cara me arde en vergüenza.
- Ah!...- He tomado mi rostro entre mis manos. - ¿Cómo puede decir eso tan fácilmente?...
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- Buenas noches, Comandante Yamazaki!. – Uno de los invitados me ha saludado.
- Buenas noches, Chris. Espero que pases un bien rato! – He respondido a su saludo e invitado a entrar. Así como a todos lo demás invitados que llegaron antes y que están por llegar.
Desde que comenzó la fiesta he estado de “anfitrión” en la puerta, ya que el Jefe Zhen me dio la orden de hasta que Rin no llegara; no podría tomarme un descanso. Desgraciadamente son más de las nueve* y Rin no ha mostrado ni sus luces, además de que quedamos en “malos términos” por teléfono; y no hemos tenido tiempo para arreglarlo; esta noche traerá consigo al Delfín, no es un escenario muy favorable para una “reconciliación”.
- Buenas… - Un invitado ha llegado. – Noches… - Es Rin y el delfín.
- Buenas noches, Sousuke… - Lo ha dicho en un tono educado pero inmutable. Ha habido un silencio incómodo.
- Buenas noches, Yamazaki.– Inesperadamente Haru ha roto ese silencio entre nosotros. Al perecer fuimos muy obvios. - ¿Llevas mucho aquí?
- Gracias por preguntar Nanase… - Por un momento he quedado embelesado por la perfecta figura de Nanase, vistiendo un traje perlado, el cual se mueve lleno de gracia con cada paso que da. He tenido que darme una bofetada mental para regresar a la realidad.
- HMJH! HMJH! – Rin ha carraspeado bruscamente para sacarme de mis pensamientos, parece un poco molesto ante mi conducta. – SOUSUKE! ¿¡No deberías mostrarnos NUESTRA mesa!? – Lo ha dicho fuertemente, para que todo quede claro.
- Eh… Si…- He tardado un poco en reaccionar. – Síganme… - Una vez en su mesa Rin se ha adelantado, dejando a Nanase detrás de él.
- Yamazaki… - Nanase se ha acercado a mí, donde Rin no puede escucharnos. – Sera mejor que hables pronto con el…
- Haru! – Rin lo ha llamado desde la mesa.
- Apresúrate Sousuke! No tienes mucho tiempo. – Me ha dado una mirada elegante en forma de despedida para alejarse de mí. Estoy sorprendido de que la “iniciativa” venga de él.
Una vez solo, he reflexionado los hechos recién ocurridos. No he podido evitar avergonzarme pues sin duda he actuado como un idiota, probablemente no deba mencionar mucho de esto sí quiero reconciliarme con Rin. Maldicion! Jamás pensé que esto pudiera sucederme a MI, por un momento me sentí atraído por ese delfín como si tuviera una especie de esencia que adormece los sentidos de la cordura.
La fiesta ha seguido según lo planeado, al final todo el bullicio se ha calmado y ha quedado una agradable atmosfera para beber vino, bailar al ritmo de la música lenta; acompañada con violines y chelos; charlar con los camaradas y para los arrumacos entre las parejas.
- Yamazaki. – El jefe Zhen se me ha acercado. – No quiero ser insistente pero ¿Has hablado más con Matsuoka esta noche; a parte de cuando llegaron?
- P…Perdón Jefe pero…
- Hhm! – Me ha interrumpido bruscamente. – “Si quieres que algo se haga bien, hazlo tú mismo” ¿Cierto?
- Jefe…
- Quería conocer a la pareja de Matsuoka personalmente pero dadas las circunstancias, creo que tendré que conocerla por boca ajena. – Ha empezado a caminar hacia la mesa de Rin; el cual se encuentra totalmente acaramelado con Nanase, creando la envidia en todas aquellas solteras y casadas que en toda la noche no han recibido tanta atención por parte de un hombre, sin contar que Rin ha rechazado todas las ofertas para bailar o tomar un trago con alguien que no sea Nanase, incluso de aquellas que más de una vez han querido “algo más” que un solo baile con Rin; educadamente el Jefe Zhen ha interrumpido. – Buenas noches, Matsuoka ¿Interrumpo?
- Ah… Bueno… - El gesto de Rin dice claramente que si interrumpe, pero sabe que su posición no le permite negarse. – No ¿Se le ofrece algo Jefe?
- Oh! No es nada… - Ha sacado una elegante cigarrera de su traje. – Solo quería charlar un poco contigo, después de todo eres uno de mis subordinados más allegados pero aun así el más anónimo… ¿Gustas? – Le ha ofrecido un cigarro en forma de invitación.
- G…Gracias… - Rin ha tomado el cigarrillo listo para levantarse de la mesa y dirigirse al balcón del salón, pues está prohibido fumar dentro. – Haru… - Le ha dado una mirada en forma de súplica.
- Esta bien… - Ha asentido con un poco de tristeza. – Pero no tardes mucho.
- Perdone joven! – El jefe ha besado la mano de Nanase elegantemente. – Solo se lo robare por un momento… - El jefe se ha alejado con Rin hacia el balcón, dejando al delfín solo en la mesa.
Casi inmediatamente después de que Rin y el Jefe se fueran, he podido sentir las miradas hostiles de las mujeres hacia Nanase, he querido dar media vuelta y alejarme de ahí, pero un par de mujeres se ha sentado en su mesa, acechándolo y listas para lanzarse sobre él; como depredador a presa. Puede que tenga una relación rígida con Nanase pero no soy tan descorazonado como para abandonarlo en una situación como esta.
- Y dime ¿Dónde conociste al Dtve. Matsuoka?
- Si, Si! Dinos… Matsuoka no es de los que busca relaciones serias, por eso nunca pudimos acercarnos a él.
-¿Relaciones serias?
- Ya se! Eres la de este mes ¿cierto?
-¿Mes? – Nanase está totalmente confundido, todo por esas viejas brujas celosas.
- Ah! Pobrecillo… Pero no te preocupes el… - He intervenido rápidamente.
- Buenas Noches Chicas!... – He notado el cambio en la atmosfera. - ¿Se la están pasando bien? Veo que ya conocieron a Haruka! – He puesto una mano en su hombro como si fuera mi mejor amigo.
- Ah… Si…
- No sabía que eran cercanos… Yamazaki.
- Je je! No lo parece, pero lo somos… - Esas palabras y la mirada que les he mandado, sin duda las ha intimidado.
- J…Ja Ja Bueno, nos encantó hablar contigo Haruka – El nerviosismo ha empezado a notarse.
- S…Si, lo mismo digo… pero tenemos que irnos…
- Si… nos vemos. Adiós!. – Se han esfumado tan rápido como aparecieron.
- Ah!... – He suspirado. - ¿Estas bien Har… Nanase?
- G…Gracias… - Tiene la respiración agitada y los ojos un poco húmedos, jamás pensé que lo vería en ese estado.
- Toma! – He vuelto a llenar su copa. – Un trago no te caería mal para tranquilizar los nervios. – Ha empezado a beber, pero las manos le están temblando, he querido sacarlo de ese estado con una conversación. – Eh… ¿Estuvo buena la cena?... – Ha puesto una cara de duda ante mi pregunta. – Esto… Quiero decir; la comida… bueno…
- Si… - Me ha sonreído amablemente.- Es la primera vez que lo cómo, pero estuvo rico…
- Es bueno oír eso… - Una vez más nos hemos quedado en silencio. – Etto… Nanase…
- Sousuke. – Me ha visto a los ojos con cierta tristeza.
- Ah! Dios!... – He hecho un gesto de fastidio. – No le prestes atención a esas brujas, solo quieren molestarte por que estas con Rin… No creo que nada de lo que te hayan dicho fuera real, así que no te lo tomes a pecho…
- Je je… Eres muy amable Sousuke…
- Eh!?... B…Bueno… Y…Yo…
- Ahora veo porque eres el mejor amigo de Rin…
- JA! “amigo” – He dicho un poco sarcástico.
- Puede que no lo parezca en este momento, pero Rin realmente te aprecia… solo que es demasiado orgulloso como para disculparse primero…
- Si, lo sé; él es así.
- Pero estoy seguro que el enojo no le durara por siempre… Intenta arreglarlo Sousuke… - Ha suspirado. – No dejes que el orgullo sea mayor que su amistad…
- Nanase… Tu… - He desviado la vista ligeramente. – También eres amable. – Se ha limitado a darme una sonrisa cálida.
Hemos pasado el rato platicando y bebiendo, creo que después de todo podría llegar a llevarme bien con Nanase, diferimos en varios puntos de vista pero también coincidimos en otros aspectos. Supongo que si nos apoyamos en eso, podríamos llevar una relación sana o al menos una relación mejor que la que llevamos ahora.
- Ahí viene Rin… - Me ha dado un codazo en forma de advertencia. – Vamos! Es ahora o nunca.
- E…Espera! Ni siquiera me he mentalizado…
- Estarás bien.
- Ya regrese Har… - Me ha empujado desprevenidamente en el camino de Rin. – Oh!... Sousuke…
- ¿Te la estás pasando bien Rin?...
- Em…Si, Todo ha estado muy bien… ¿Sabes dónde está Haru?
- Fue al tocador hace un momento… - La verdad es que no sé a dónde se haya ido, desapareció justo después de darme el codazo.
- Ah… Supongo que tendré que ir a buscarlo, ya es hora de irnos…
- No! Quiero decir… ¿Porque no lo esperamos aquí? No debe tardar…
- B…Bueno yo preferiría… - Lo he interrumpido bruscamente.
- Ah… Que lento eres Rin. – Me he sentado en una de las sillas, invitándolo a sentarse en otra.– Que no ves que quiero charlar un rato contigo, no hemos tenido la oportunidad de hacerlo en bastante tiempo…
- ¿De qué quieres hablar? – Se ha sentado de mala gana.
- Hay temas infinitos que tenemos que tratar… pero principalmente… de lo que paso la otra vez por teléfono.
- …. – Se ha quedado callado, como si estuviera pensando una forma de evadir el tema.
- Yo... LO SIENTO! – Lo hemos gritado a la vez, lo bueno es que ya no quedan muchas personas a las que incomodar.
- JA JA JA JA…. – Hemos soltado una risa conjunta después de mirarnos un momento.
- No pensé que te estuviera molestando todo este tiempo esa pequeñez… -Ha dicho.
- Puedes decir eso, pero a ti también te estuvo molestando… Haces el ambiente de trabajo incomodo ¿sabes? No eres nada discreto.
- Es que me molesto mucho tu actitud, pero al fin y al cabo termine yendo a trabajar prácticamente toda la semana…. Y cuando me di cuenta; el enojo ya se me había pasado y…
- ¿Y?
- Y no sabía cómo regresar a la corriente… Somos como niños.
- Típico de ti.
- Y extraño en ti.
- ¿Extraño?
- Diste el primer paso… eso es inusual… Generalmente los dos abríamos mantenido la pose hasta el final…
- Eso era lo que tenía en mente… pero alguien no me dejo hacerlo…
- ¿Haruka, cierto?... A mí también me paso algo similar.
- Por cierto, creo que ahora si deberías ir a buscarlo. Pues desapareció después de empujarme contigo.
- Eso hare… - Nos hemos dirigido al pasillo, pero no hemos tardado mucho en encontrarlo.
- Haru… estaba buscandot… - Esta pálido como mármol blanco. – ¿Haru, estas bien? Parece que hubieras visto un fantasma.
- S…Si, no es nada… Solo que me empecé a sentir un poco mal.
- Sera mejor que nos vayamos de una vez. – Rin lo ha tomado de un brazo y Nanase ha dejado caer su peso en su hombro, parece que realmente se siente mal.
- Los acompañare a la puerta… - Rin es el que se ha despedido en nombre de los dos antes de irse, yo he regresado dentro, para continuar con mi deber.
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- ¿Ya te sientes mejor? – He tocado su frente para sentir su temperatura.
- Si, ya me siento mejor…
- ¿Qué te paso? Es raro que tú te enfermes…
- Eso lo dices tú porque es la primera vez, pero Makoto tuvo que cuidarme varias veces cuando me encontraba en el mar…
- No lo hagas ver como si nunca te pusiera atención. – Me he recostado junto a él, mientras lo envolvía en un abrazo. – Yo te cuidare todas las veces que sean necesarias y todo el tiempo que desees.
- Ya lo sé… - Se ha sonrojado pero ha respondido a mi abrazo. – Rin…