- Jaejoong se levantó de su trono y bajó los escalones hasta donde se encontraba el cofre, necesitaba verlo de cerca, no entendía nada de esto, después de una mirada de cerca no reconocía al extraño, no veía una amenaza en él, estaba firmemente atado, el reconocía eso y parecía estar inconsciente o mejor dicho, soñando-
-¿Quién es?-Preguntó Junsu rompiendo el silencio- Jaejoong, ¿lo conoces?
-No…creo que no, no lo sé. ¿Debería conocerlo? –Respondió haciéndose esa última pregunta a si mismo. El extraño en el cofre se movió poniendo en alerta a los guardias que lo rodeaban, pero sólo fue un movimiento de cabeza que afectó principalmente a Jaejoong, su rostro era hermoso, pero su boca fue la culpable de que Jaejoong frunciera el ceño preguntándose por qué de repente tenía tanto calor, ignorando eso se alejó unos pasos y miró a su guardia- Llévenlo a una de las habitaciones del palacio, restrínjanlo bien, yo lo veré luego-Trató de dar la idea de calma en su decisión, no quería verse afectado por algo tan extraño frente a su gente, esparcirían el rumor de que Changjmin había logrado desestabilizarlo con un simple regalo-
-No entiendo nada esto… -Comenzó a decir Junsu-
-No le des importancia Junsu, después lo veremos, sigamos con la lista. –Jaejoong calló a Junsu para evitar que el tema siguiera, sólo se concentró en la lista de regalos para todo aquel que lo veía pero la verdad era que su cabeza estaba en el significado de tal “regalo” que Changmin le mandó, en eso y en el extraño que formaba parte de ese misterio.
Una vez que sus actividades del día terminaron, Jaejoong tomó un baño relajante, pero no logró sacar de su cabeza todo el asunto de extraño del cofre, como lo nombró Junsu. Comió rápidamente y pasó a ocuparse de aquello que lo tenía intrigado. Bajó a una de las habitaciones de la planta baja del palacio donde llevaron al extraño del cofre, la habitación estaba vigilada por dos fornidos guardias que se inclinaron ante su llegada.
-¿Alguna novedad?-Preguntó mirando a ambos, el de la derecha se adelantó levanto a penas la cabeza pero sin hacer contacto visual con Jaejoong-
-Soberano, hemos mantenido al sujeto como ordenó, no ha dicho nada ni ha despertado, está en un sueño aparentemente pero no responde.
-Muy bien, déjenme pasar –Ambos se hicieron rápidamente a un lado abriendo la puerta luego siguieron a Jaejoong al interior dela habitación con sus armas preparadas. El extraño estaba como habían dicho inconsciente sentado apoyado contra una de las paredes de la habitación, no se movió, y parecía estar durmiendo. Aun con las manos atadas con esas cuerdas extrañas.-Retírense, si los necesito los llamaré- Los guardias dudaron un momento en obedecer las órdenes de Jaejoong, él los miró levantando una ceja y ellos enseguida se fueron agachando la cabeza. Finalmente Jaejoong se acercó al extraño, se arrodilló delante de él inspeccionando su postura, su rostro, tratando de leer algo de él como su padre le había enseñado, pero no obtuvo resultados, no reconocía quién era, no sabía por qué estaba ahí ni qué representaba y eso le incomodaba ya que era un regalo de Changmin pero lo peor de toda esa situación era la extraña atracción que sentía por este hombre, era atrayente a un punto que no podía concederlo, su mano comenzó a acercarse lentamente para tocar su mejilla, era suave y el aliento de este chocaba contra su muñeca de una forma que lo relajaba, el calor en él comprobaba su salud, estaba bien pero por qué estaba allí. En un instante de debilidad cerró los ojos absorbiendo la tranquilidad del momento, el calor de la mejilla del extraño y ese momento le costó, el extraño lo agarró de sorpresa y lo besó, los labios del extraño cayeron contra los de Jaejoong, sintió la lengua de este meterse en su boca y arrastrar la suya por todas partes, un rápido movimiento y estaba contra el piso ahogado bajo el peso del extraño cuyo sólido cuerpo le demandaba, podía sentir cada centímetro de él lo que lo desconcertaba hasta que finalmente reaccionó y empezó a luchar contra él, podía oír el sonido de la ropa del extraño desgarrarse por sus tirones pero no se movía, sino que insistía en su asalto consumiendo su boca al punto de que los labios comenzaban a dolerle, de repente notó algo más, algo que lo hizo abrir inmenso los ojos, entre el extraño y él sólo había escasas telas, podía sentir el miembro de él chocando contra el propio de manera que lo hacía relacionar y excitarse, incluso quería gemir pero no podía porque su boca estaba atrapada, seguía luchando incansablemente por su libertad pero una mano que subía por debajo de su ropa lo atontó, en un movimiento brusco se encontraba sin sus ropas íntimas, con el contacto directo con el cuerpo del extraño, su cuerpo entumecido por pelear a la vez parecía carecer de la fuerza que tenía, como si no quisiera pelear. En un momento parecía que el extraño se había quedado quieto e iba a levantarse de encima de él pero estaba equivocado, un dolor lo desgarró desde la cintura esparciéndose por todo su cuerpo, fue el miembro del extraño invadiendo su trasero, abriendo sus músculos, su cuerpo tensándose por el esfuerzo, quería llorar, pedir ayuda pero no podía permitir que esos guardias allá afuera vieran esto, lo vieran a él así, las manos del extraño estaban libres sujetando las de Jaejoong contra el piso, en un movimiento se las juntó y las sostuvo con una mano, así usó la otra para taparle la boca y bajar por su cuello chupando su piel, un mordisco debajo de su oreja lo envió una corriente de placer por su cuerpo, odiándose por esto Jaejoong trató de moverse pero eso sólo le hizo recordar que el extraño estaba dentro suyo, este se movió cada vez más rápido haciendo que el cuerpo de Jaejoong se contraiga, una de esas embestidas fue a parar a un punto dentro de él que lo hizo gemir, retorcerse de placer, de ansiedad, su cuerpo parecía sin control poseído por la voluntad del extraño, otro mordisco debajo de su oreja, una nueva embestida golpeando en el lugar justo y su cuerpo ya no era más suyo sino que estaba a merced del otro, acomodándose para recibir más de él, una mordida más, un intenso golpeteo en su interior que lo elevaba cada vez más y un beso profundo y ansioso hizo que Jaejoong alcanzara el orgasmo, arqueó la espalda sintiéndose completamente relajado y libre hasta que su interior se sintió cálido, abriendo los ojos se encontró con el extraño jadeando del cansancio recostado sobre él, ese calor sólo pudo significar algo…tenía el semen del extraño en su interior, la furia del momento le dio las fuerzas suficientes de sacar al agotado extraño de encima suyo, se compuso su ropa y empezó a moler a patadas y puñetazos al extraño, este parecía que no reaccionaba, su rostro sangraba y la mano de Jaejoong ardía pero el extraño no parecía ser consiente de los golpes. Finalmente Jaejoong desistió cuando el extraño ya no abría los ojos. Salió tan rápido de allí que ni siquiera le dio indicaciones a los guardias, asustaba a todos a su paso quienes se inclinaban y sólo lograban ver la sombra de él, fue hasta sus habitaciones y se metió nuevamente en el baño, necesitaba bañarse, sacarse la sensación del extraño en su cuerpo.