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La fruta de la pasión. por -Raiden-

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Notas del capitulo:

"Lo unico que se interpone entre tu y tu objetivo... es el maldito sentido común que te pide a gritos ser asesinado..."

 

 

Dentro de la enorme cueva podía verse que era profunda y parecía no tener fondo. El frío empezaba a sentirse por acción de los fuertes vientos junto con los relámpagos que en más de una ocasión rompían el cielo e iluminaba a momentos parte de la oscuridad.

 

La lluvia caía con fuerza para bañar a toda la isla con las espesas gotas de agua, que parecían más bien pequeños clavos enterrándose en la tierra dejando el pequeño orificio cuando se estrellaban más de una vez.

 

-Mierda… Necesitamos algo de fuego… - dijo Law cuando se abrazaba a sí mismo, temblando ligeramente por estar totalmente mojado… otra vez.

-Lo que necesitamos es quitarnos esta ropa mojada… Joder estoy empapado. – dijo Kid al sentir como su ropa escurría y su cabello caía a su frente.

Quizás lo dijo sin pensar y sin ninguna connotación sexual de por medio, pero el moreno entendió eso y más.

Se detuvo de golpe para sentir como el pelirrojo se golpeaba con él pero con poca fuerza solo para moverlo levemente, o eso sintió Kid.

-¿Qué mierda te pasa, Trafalgar? - pregunto al ver que casi lo tira al frenarse así.

-Na-nada, Eustass-ya… - intentaba no sonar nervioso, esperando que no se diera cuenta de que, lo que había dicho sonaba a algo más.

 

Caminaron un poco más dentro de la cueva para ver que la oscuridad ya se hacía más densa, pero la lluvia ya no entraba y esa parte de la caverna estaba seca.

-¿Dónde mierda lo guarde? - dijo Kid en voz alta para meter una mano  entre sus ropas buscando algo casi con desespero.

Podía escucharse el sonido de la fricción de la ropa junto con las gotas de agua cayendo en algunas rocas salpicando la tierra seca, y todo eso con la poca luz que el lugar permitía.

-Si buscas tu sentido común, estoy seguro que está afuera mojándose con la lluvia. - ahora Law era quien a pesar de tener frío, estar algo crispado por los relámpagos, tenía que aligerar el ambiente molestando a su compañero de cueva.

Un gruñido se escucho para sentir como algo le golpeaba en el brazo haciendo que cayera sobre la tierra de forma nada sutil.

Cuando el moreno estaba por reclamar para formar “la habitación” de su poder…

Una tenue luz junto con el calor de esa llama, enmudecieron al pelinegro que ya veía el encendedor plateado frente a él.

-¿No querías fuego? - dijo el pelirrojo mostrando una sonrisa de superioridad al iluminar el rostro desconcertado pero cabreado del otro pirata.

Si había pedido fuego, pero no que lo empujara para hacerlo caer, llenándose de tierra la ropa mojada haciéndose algo lodoso. Cambio su mirada furibunda a una tenue sonrisa dejando que la llama iluminara sus ojos grises haciéndolos ver más plateados como si fueran de platino.

Eso la verdad dejo algo embobado al pálido capitán, cuando sus miradas se cruzaron, vio detenidamente como el otro se levantaba, se trataba de sacudir la ropa sin soltar en ningún momento su amada espada.

Kid tuvo que exhalar con algo de esfuerzo para contener las extrañas ganas de abrazarlo de nuevo, y más por esa mirada que le decía algo pero nada al mismo tiempo.

Pero lo hizo sobre la tenue llama para extinguirla sin querer...

-¡Bakastass-ya! - grito el moreno al ver que la única luz que tenían la había extinguido por sus estupideces pensando que tenía ganas de joder.

-¡¿Como me llamaste imbécil?! - si no le dio otro empujón fue porque era más importante encender de nuevo el fuego... por ahora.

 

El brincar de las chispas cuando la piedra sobre el mechero empezó, hizo  que la llama saliera de forma tenue una vez más, alumbrando con menor proporción la enorme cueva.

-Será mejor que busque algo para poner una fogata antes de que se te ocurra apagarla de nuevo. - empezó Law a buscar con la mirada ramas y piedras para tal fuego.

-Tks... Idiota... - susurro Kid para imitarlo mirando de reojo el suculento culo del moreno.

A veces el "Captian" pensaba más con la polla que con la cabeza.

 

No tardaron en encontrar suficientes ramas, algunas rocas y hojarasca para hacer una fogata decente.

Y el encargado de tal trabajo fue Eustass Kid porque el mechero era suyo.

-¿Desde cuándo fumas Eustass-ya? - pregunto cuando el fuego ya había agarrado fuerza iluminando más la oscuridad.

-No fumo, Trafalgar… - soltó para lanzar unas ramas más al fuego.

-¿Y siempre traes fuego para cuando te pierdes en una deshabitada isla en medio de la nada? - ya empezaba el moreno otra vez a molestarlo para aligerar el raro ambiente que ahora empezaba a reinar.

-Deja de joder… Que no estoy de humor para partirte la cara. - refutó el pelirrojo para despejar su frente de su cabello y mirarlo con intensidad.

El color ámbar de sus ojos reflejaba un brillo dorado intenso como el mismo oro fundido con ese deje de lo cabreado que lo ponían sus palabras.

Y Law no pudo dejar de mirarlo hasta que las chispas del fuego los sacaron de ese estado.

De verdad que fue muy raro…

 

El silenció se hizo presente nuevamente para que solo el crujir de las ramas junto con las llamas rellenara la incomodidad que empezaba.

 

Trafalgar empezó a quitar la tierra de su sudadera oscura con amarillo, molesto porque en vez de limpiarla solo la ensuciaba más. Dejo su nodachi cerca de él por si el bruto capitán ese se le ocurría atacarlo, pero no dejaba de fruncir el ceño para terminarse de sentarse junto al fuego.

La verdad ya tenía frio desde que entro a la cueva y con la ropa aun mojada solo hacía que sus dientes empezaran a castañear ligeramente.

Por su parte Eustass empezaba a escurrir su abrigo que siempre traía un poco alejado del fuego, no quería que la fina piel que componía su atuendo se estropeara por la inesperada lluvia que de por sí, ya le estaba poniendo de malas.

Tuvo que quitárselo para dejarlo en una roca lo bastante grande como para extenderla y se secara del todo. Pero la verdad es que empezaba a sentir algo de calor, quizás solo era por el fuego.

Al igual que el “Cirujano de la muerte”, se sentó junto al fuego, para sacar su daga y empezar a limpiarse las oscuras uñas con esta. Estaría listo por si el idiota ese pensaba atacarlo directamente como las dos últimas veces de ese apenas desconcertante día.

 

El ambiente parecía que pasaba del silencio natural a la incomodidad como cuando no sabes cómo actuar en determinada situación. Y eso ambos ya lo podían percibir.

Law se quito su gorro moteado para despeinar su cabello negro azulado con su tatuada mano y dejar que algunas gráciles gotas de la cristalina agua cayeran a su morena piel.

Caían en su rostro para deslizarse cuidadosamente pasando por su cien, como casi enmarcando esos cansados ojos grises por las escasas ojeras haciéndole ver como si fuera un delineado natural, rodar por sus pómulos, llegar a sus mejillas y quedarse momentáneamente sobre la comisura de sus labios.

Esos labios algo carnosos pero sin dejar de ser llamativos y sensuales con cada sonrisa que se dibujaba en ellos, que a pesar de ser pequeña se veían totalmente apetecibles. La gota termino su camino para descender por un lado de su perilla pasando por su mentón para terminar en la curvatura delicada de su cuello y erizar toda su acanelada piel.

Y eso con tan solo un simple movimiento.

Kid tuvo que tragar saliva duramente olvidando por completo su tediosa y sucia tarea de limpiar sus uñas oscuras para solo mirar esa escurridiza gota impregnándose en la piel que ya le había llamado la atención.

Pero frunció el ceño al ver como el moreno empezaba a frotarse las manos frente al fuego tratando de buscar el calor que ahora parecía abandonar su cuerpo.

El temblar de sus manos, el vapor exhalado por fuerza y los ligeros espasmos del frío que seguían por su delgado cuerpo.

-¿Tienes frio? - pregunto con voz neutral el pelirrojo para mirarlo sin pizca de burla ni nada que fuera una agresión en su ronca voz.

El moreno alzo su mirada al sentir como su pulso se disparo al escucharle decir eso.

¿Eso era preocupación?

Ni siquiera podía hablar de la inesperada pregunta o más bien era por el extraño frío que ahora le calaba hasta los huesos, congelando sus músculos, dejando solo el ligero temblor de sus articulaciones y asintiendo con la cabeza levemente.

El pálido pirata solo se levanto de su lugar para sentarse junto al capitán de los piratas “Heart”.

Si bien Kid no tenía nada que cubrirá su fuerte, bien formado pero musculoso torso pálido. Dejaba ver perfectamente cada musculo que constituían su amplia espalda, sus costados, y tentadores abdominales completamente definidos y con una dureza natural de su anatomía.

Pero los músculos de sus fuertes hombros junto los de sus bíceps y tríceps eran para babear un largo rato. Esa masa de piel que contenía lo que seguramente sería una fuerza tremenda no dejaba de ser apetitosa a los ojos del moreno.

Sacudió levemente su cabeza para desviar la mirada avergonzado.

La verdad es que no había notado lo bien dotado que estaba el pálido pirata, los ojos ámbar que poseía el otro era lo que le llamo su atención desde un principio, pero ahora volvía su vista nuevamente hacia el pelirrojo para ver su rostro.

Tenía el ceño frunció al igual que sus delgados labios ligeramente pintados con ese color rojo oscuro casi negro, la ligera desviación de su fina nariz y esas curiosas cejas que eran tan claras que parecía escasas de ellas, sin duda le dada un toque malvado pero con esos ojos dorados no había nada por lo cual objetar.

Law se quedo demasiado tiempo mirándolo y Kid ya sentía esos ojos curiosos cuando sus miradas se cruzaron nuevamente.

 

Algo dejaba se mezclaba en el aire para apartar esa extraña tensión sexual para simplemente contemplarse el uno al otro.

 

Pero el mágico momento termino con frio extremo que hizo temblar con más fuerza al moreno, un frio que le hizo sentir un escalofrió haciéndole arquear ligeramente la espalda y ese sutil movimiento mando la mente de pálido pirata a una visión más que comprometedora y en otra circunstancia.

Eustass Kid no resistía el impulso de estar cerca de él ahora que parecía estar más callado de lo normal, y no es que no le gustaran esos comentarios que le tocaban los cojones de más, pero verlo temblando así le hacía sentirse… extraño.

Y le gustaba.

Trafalgar Law sintió como su cara empezaba arder cuando sintió un calor pegarse a su lado. Y se quedo totalmente inmóvil al percatarse como una mano muy pero muy caliente tocaba su espalda.

Su fría piel sentía el envolvente calor comerse el frio de una forma más literal que retorica y para cuando estaba a punto de crear su esfera para descuartizar al maldito capitán de los piratas de “Kid”, un fuerte relámpago cayo muy cerca de la entrada.

-Mierda… - murmuro asustado Law para cerrar los ojos y apresar fuertemente por instinto su propio pecho… o eso pensó él.

Esos malditos rayos le asustaban desde pequeño y aun no lo superaba,  joder que el era un temido pirata que no le importaba la enfrentar la muerte pero si le intimidaban las luces naturales de las jodidas nubes.

-¿Estás bien? - escucho que le preguntaron y ahí fue cuando se dio cuenta de lo que en realidad paso.

Había abrazado inconscientemente a Kid quien ya lo tenía sobre su regazo abrazándolo por la cintura y con sus piernas contraídas casi hasta el pecho, sus manos tatuadas permanecían en los hombros del pelirrojo y solo pudo mirar sus ojos.

El frio cuerpo del moreno refrescaba el fuerte calor que ahora tenía de tez pálida, haciendo que sus esencias corporales se mezclaran finamente como el nacimiento de un fuerte tornado.

 

-Eustass-ya… yo… - su voz era un hilo de dos palabras

-Trafalgar… yo… - apenas podía susurrar las mismas dos palabras.

 

La mirada se sostuvo por largos segundos, su rostros se acercaban lentamente, sus respiraciones se agitaban con violencia, el sonrojo en ambos se hacía evidente, y humedecieron sus labios en una sincronía tan perfecta que cuando estaban a nada de besarse otro fuerte relámpago se hizo presente.

Law por inercia termino de acortar el espacio para besar salvajemente los labios de Kid que respondía con la misma o más intensidad colando su lengua dentro de la húmeda cavidad del otro.

Podía sentir su miedo, su desesperación y tomo rápidamente el control del beso para calmar al moreno que se estremecía ahora abrazándolo por los hombros con fuerza.

Su lengua dominaba a la contraria para hacer el salvaje beso uno más dulce y delicado para que pudieran sentirse como era debido.

Las manos de Kid apresaban su cintura con fuerza para intentar calmar los escalofríos que arqueaban la espada de Law.

Quería ser el la razón de esos escalofríos.

Y el beso continuo por largo tiempo, dejando que los roces de sus labios, sus lenguas y de vez en vez sus dientes, les hicieran perderse que toda realidad.

Para cuando sus cuerpos pedían oxigeno alarmantemente estaba recostados sobre la tierra seca de la cueva, Kid sobre Law.

El fino hilo de saliva que aun los mantenía unidos despareció cuando Kid se relamió los labios notando que había pintado ligeramente los de Law.

-No tengas miedo… - susurro para ver como el moreno aun permanecía con los ojos fuertemente cerrados.

El pelinegro al escuchar su voz no tuvo más remedio que abrir sus ojos, pero lo hacía lentamente para encontrarse con la hambrienta mirada del pelirrojo encima de él.

-No me… des ordenes… - dijo con voz entrecortada por la falta de oxigeno después de ese beso.

Ni quisiera había notado cuando lo recostó sobre el suelo y volvió a sonrojarse aun más.

-Tengo… frio… Eustass-ya…

-Y yo tengo calor… Trafalgar…

La lluvia en la isla pasaba de una tormenta a una ligera llovizna que seguiría hasta el amanecer.

 

Notas finales:

Gracias por leer...


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