Tauriel: _Bilbo ¿te casarías conmigo?
Bilbo: _ ¡No querida! Ese error no lo cometo ¡DOS VECES!
Todos: _ ¡¿QUEEE?!
Kili y Thorin no daban crédito a lo que sus oídos habían escuchado... Ambos furiosos y con recelo miraban en silencio inexpresivo, el reencuentro entre los elfos y del mago con el mediano...
Bilbo: _ ¡GANDALF! ¿Te encuentras bien?
Tauriel: _ ¡Légolas!
Thorin había sentido un odio visceral de inmediato por la elfa, aunque no podía explicar el por qué a ciencia cierta, no sabía si era porque se tratase de una elfa o porque fue una de sus captores cuando fue llevado ante Thranduil (rey del bosque negro y traidor de todo pacto entre sus razas, al abandonar a su suerte a los enanos, cuando fueron atacados por el felizmente desaparecido dragón) o si existía otra razón... Una que comenzada a pesarle demasiado ahora que el dragón había desaparecido y se encontraba por fin en su hogar (aunque estuviese herido, sin comida y a merced de quien quisiera reclamar el tan codiciado oro de su reino).
________ Flashback Thorin ________
Thorin no quería saber nada con Bilbo, desde el mismo instante que cruzó la puerta marcada por el mago, en bolsón cerrado… Ante sus ojos era (debía ser) una carga, un lastre que no podía ni sabía defenderse a sí mismo o a los demás, sólo un estorbo que lo retrasaba en su importante misión... Nada de lo que esperó del mediano, ocurrió como pensó que sucedería. Bilbo fue valiente, leal y sincero hasta el cansancio. El resto de la compañía, en algún punto de la travesía, se puso en su contra porque al hobbit simplemente lo adoraban. Thorin no era ciego, se daba cuenta que el pequeño quería y se esforzaba por ser merecedor de su respeto, pero no por ello debía tratarlo mejor. ¿O sí? Thorin lentamente comenzó a notar ciertos detalles en el (extrañamente lindo) hobbit, detalles que parecía que sólo él notaba. Como sus cálidos ojos color miel verdoso, aquellos que brillaron de agradecimiento cuando lo salvó de caer en un precipicio, luego del ataque de los gigantes de piedra. Los mismos ojos que mostraron valentía cuando el mediano le salvó de una muerte segura en manos de un maldito orco pálido. Ó ¿cómo no notar sus mejillas? Que se encendían por casi cualquier cosa que pudiese sonar remotamente a un halago, ni hablar ante un cumplido. Lamentablemente fue que también no pasó desapercibido para Thorin, lo cambios de su propia actitud cuando el mediano estaba cerca de él ó sonreía a alguien más. De hecho fue "ese detalle" el que resultó en la madre de todas las epifanías que alguna vez tuviera... Él sentía celos y eso sólo puede significar una cosa: Thorin escudo de roble, rey bajo la montaña, se había enamorado de su saqueador y negándose a ese sentimiento, fue cruel y déspota con el pequeño. Y eso (ahora que se enfrentaba por fin, cara a cara, con el dragón que lo despojó de todo lo que él llamó hogar) lo estaba enloqueciendo y la locura es un mal "común" en su familia...
Debía pensar mejor las cosas, el dragón había escapado de la trampa y se dirigía a la ciudad del lago, donde estaban sus queridos sobrinos. “¿Cómo advertirles? ¿Cómo salvarlos? Y ¿porqué 30 minutos antes, había amenazado a Bilbo con su espada, como si de un vil ladrón se tratase, si en realidad sólo quería saber si se encontraba bien?”...
Le dolía el pecho y le pesaba el alma, temía por la vida de sus sobrinos, pero el dolor y el peso de su fracaso aumentaron cuando el mediano le negó la mirada. Escuchó en la lejanía el ataque del dragón, pero sintió más doloroso el silencio, cuando el ruido de la lucha se detuvo... El pequeño hobbit solo repetía, como si de una letanía se tratara: "¿Qué hemos hecho?"... Mil veces hizo eco aquella pregunta en el corazón de cada uno de los enanos que miraban con tristeza hacia hueco por donde había huido el dragón.
________ Fin del flashback ________
Por su parte Kili (el benjamín de la familia Durin, ahora príncipe de Érebor, y el mas bromista e impulsivo enano de la compañía de Thorin) se debatía entre exigirle una explicación a Bilbo y golpear a Légolas por abrazar a SU Tauriel (porque era suya, y no le importaba un rábano nada de lo que su tío y su hermano pudieran decir al respecto). Ó golpear a ambos y pedir explicaciones luego.
_______ Flashback Kili _______
Detrás de su descarado comentario: "podría ocultar algo bajo mis pantalones", había algo que Kili no supo explicar en aquel momento. Él era feo, para los enanos, claro. Pero no por eso era virgen... Fue que la enana más linda de las montañas azules, hubiese sido su amante (una sola vez y en estado de ebriedad) la prueba que le demostraba que podía tener a quien quisiese, sólo tenía que esforzarse un poco más. Su humor, su picardía y la testarudez “marca Durin”, habían hecho de él algo peligroso a la castidad y honra de cualquier bella señora o señorita enana, que se encontrara cerca de él. Pero esto era distinto, ella era una guerrera además de hermosa, pero no lograba dilucidarlo del todo. Hasta que al escapar del reino del bosque negro sintió una punzada (y no producto de la flecha de origen orco en su pierna) y la charla amistosa con su élfica captora se instalo en sus pensamientos, para no dejarle pensar en nada más. “¿Será que las leyendas son ciertas? Bueno, los gigantes de piedra, resultó que eran MUY reales. Pero ¿y el amor a primera vista?...”
Tiempo después, en la ciudad del lago, sobrevino la fiebre y el dolor intenso. Se estaba muriendo y lo sabía, pero de repente había orcos atacándolo y estaba ella. Ella, su estrella hermosa e inalcanzable, brillando ante él. Tenía que tocarla, si era una visión ó era real, nada importaba ya...
El ataque del dragón no duró más de 40 minutos, embistió tres veces con ráfagas de fuego, que abrazaron cuerpos que ya no volvieron a respirar. No contento con esto, con sus propias garras se dispuso a derrumbar casa por casa, regando de heridos que luchaban por sobrevivir a las aguas congeladas del lago circundante. Con la mente todavía aturdida por la fiebre sufrida, quería pelear, quería proteger a los pequeños hijos del hombre que les dio techo al llegar a aquella ciudad. Quería ayudar...
Sabía que en la próxima embestida, el dragón, los alcanzaría. Los niños no podían correr más y ni él ni su hermano dejarían solos a tres niños inocentes. Ahí la volvió a ver... Ojos verde esmeralda inyectados de odio, piernas gráciles que escalaban el lomo de un colosal dragón, manos albinas que portando una espada arremetieron contra el ojo derecho de aquel monstruo, todo esto al tiempo que una flecha metálica de color negro atravesaba al violento animal. El rugido agónico, el silencio posterior, los heridos suplicantes por ayuda. Una vorágine que difícilmente podrá olvidar...
Después de todo esto, parecía que estaba en un sueño… ¡Ella seguía allí! ¡Con él! Ayudando a los heridos, ¡diciéndole lo valiente que fue al proteger con su cuerpo a los niños! (No con esas exactas palabras, pero un "imprudente", se puede interpretar también como preocupación hacia él. ¿Ó no?) ¿Cuántas deudas de vida para con ella tendría? (seguro de que podría pagarlas a todas de manera placenteramente horizontal). El rostro de Kili se iluminó y una alegría cálida se instaló en su pecho de sólo pensarlo. Pero una deuda más se sumó, tres horas después de la caída de Smaug, los intentaron linchar. Los culpaban de ser los responsables de aquel ataque. “¿Cómo defenderse si él mismo les daba la razón?” No importaba ya, el daño estaba hecho y no tenía el coraje de replicar ante aquellas acusaciones. Sin embargo Tauriel puso una daga en cuello del gobernador y pudieron escapar. El hermano de Kili reía, mientras se subían a un bote. Pero Fili no reía por la alegría de salir airosos de ello. "Que se burle de mi cuanto quiera, ella sigue conmigo..." Y con esa idea aleteando en su cabeza, Kili no le sacó los ojos de encima a Tauriel, las siguientes dos horas (tiempo que tardaron, remando, en llegar a Érebor).
________ Fin del flashback ________