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¿Qué pasó entre Bilbo y Tauriel? por mestefaniab

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El hobbit y la elfa se acostaron cerca el uno del otro, dándose la espalda, ninguno podía dormir… Pese a que la “tormenta Durin” había pasado y no pudo terminar de la mejor manera. Ambos, recordaban la “conversación” que habían tenido con Bifur antes de la cena…


 


________ Flashback Bilbo y Tauriel________


El ambiente estaba tenso, la elfa y el mediano se sentaron juntos y no hablaban entre sí. Kili estaba todavía rojo de furia y frustración. Tauriel sentía pena por Fili, quien intentaba hablar con él. Mientras tanto Bilbo, observaba alternadamente la espalda del rey enano y al resto de la compañía. Ambos estaban tristes y absortos en sus pensamientos cuando Bifur se colocó frente a ellos, y con señas pidió su atención. Bifur (un enano que debido a guerras pasadas terminó con un hacha en la cabeza y con la imposibilidad del habla) los miraba, como si no quisiese nada más en este mundo que comunicarles algo… Primero se acercó con una expresión cómplice y señaló hacia sus corazones con ambas manos. Acto seguido señalo disimuladamente a ciertos enanos, mientras sonreía. “¡Él lo sabia! Él, pese a tener incrustada un hacha en la cabeza, los había descubierto…” Luego señalo su propio corazón y volvió a señalar a Thorin y Kili, al tiempo que haciendo una mueca de fingido disgusto comenzó a reír. Luego, miró seriamente a un sonrojado mediano y a una perpleja elfa, limitándose a señalar nuevamente a sus corazones con ambas manos. “¿Qué nos está queriendo decir?”. Bilbo tomó entonces la palabra y en un susurro le preguntó:


 


Bifur, nos estas queriendo decir que somos… ¿somos correspondidos?_ El enano asintió dedicándole una mirada cansada, como si estuviera escuchando la verdad más obvia del mundo.


 


Nada pudo acotar el hobbit, el enano puso su dedo índice en los labios, para luego señalar con el mismo dedo en dirección de Kili y Thorin. Y con una cálida sonrisa y una leve reverencia, se marchó. Bilbo y Tauriel estaban atónitos, se miraron mutuamente como si quisieran corroborar que lo que acababa de ocurrir, no había sido un sueño.


________Fin Del Flashback________


 


Antes de poder decidir qué haría al día siguiente, Bilbo se quedó dormido, por eso no se percató cuando su amiga se levantó en busca de Kili…


 


Kili estaba agotado, avergonzado, celoso e increíblemente confundido. Decidió que necesitaba aire y sin más se dirigió a la torre del vigía. Allí despachó a un agradecido Nori, que se estaba muriendo de frío…


 


El rey fue golpeado (como de costumbre) por una pesadilla, al tiempo que Nori comenzaba a roncar. Tomó coraje y decidió que era el momento de hablar con Bilbo. Se levantó, tratando de hacer el menor ruido posible. Cuando se inclinó hasta donde dormía el mediano, el hobbit abrió los ojos dedicándole una mirada somnolienta, y con un gesto Thorin le pidió que lo siguiera…


 


Bofur se despertó cuando Kili se dirigía a la torre y la elfa iba tras él. Ahora el enano (chismoso) se debatía sobre que era más interesante, si seguir a Tauriel o ir tras Thorin que se alejaba acompañado por Bilbo, pero justo antes de que tomara una decisión fue pateado por Fili, al tiempo que Balin le ordenaba que se volviera a dormir…


 


Tauriel sorprendió a Kili, quien no se había percatado de su presencia, tocando su hombro. Ella era la última criatura que hubiese querido ver en ese momento pero aun siendo un manojo de incomodidad, le sonrió. Comenzaron a conversar sobre temas banales y sin sentido, mientras ambos se relajaban ante la presencia del otro. La elfa fiel a su estilo, sin avisar, lo beso de manera casta en la boca. Kili no pudo reaccionar por unos segundos, pero luego le correspondió el beso y quiso morir allí mismo de felicidad…


 


Nunca en toda su vida, Thorin estuvo más nervioso. Se le atropellaban las palabras entre sí, él simplemente quería pedirle disculpas a Bilbo, pero también quería decirle la verdad sobre sus sentimientos. Fracasó miserablemente, y su frustración hizo que suspirara derrotado. Al mediano la escena le pareció de lo más cómica y con una sonrisa tierna le susurro un dulce: _Te amo… Thorin volvió con su discurso de manera más pausada, hasta que procesó las palabras del hobbit…


 


Kili tomó rápidamente el control y besó a Tauriel, con pasión y un deseo soberbio. Llevó sus manos hasta el rostro de la elfa y suavemente la obligó a estar a su altura. Ella obedeció sin romper el beso. Sin saber cómo, la elfa quedó sobre el enano y ambos en el suelo. En honor a la verdad, hacía mucho frío, pero en ese momento Kili hervía…


 


Bilbo no dejaba de sonreírle de manera tierna, el rostro confundido de Thorin era un poema. Colocándose en puntitas de pie, el mediano besó con ternura al rey enano, quien respondió todavía incrédulo sobre lo que acababa de escuchar…


 


Kili apoyó su espalda contra la pared, arrastrándose sobre el suelo y llevándose a Tauriel con él. No paraban de besarse, de tocarse y de necesitar cada vez mas contacto el uno del otro…


 


Con disimulo, Thorin no tardó en colar sus manos bajo la ropa de Bilbo, quien enrojeció hasta las orejas de vergüenza. Sin parar de besar cualquier espacio de piel al que tuviera alcance, el rey enano, arrojó su abrigo al suelo y acostó al mediano. Antes de poder analizar lo que estaba haciendo, desnudo al hobbit y comenzó a desnudarse él también. Literalmente estaba comiéndose a Bilbo a besos, y decidió que no iba a hacer algo tan estúpido como pensar si debía continuar o no…


 


Tauriel rompió el beso y se incorporo preocupada por el frío del piso, sobre el que se encontraba el joven enano. Kili bufo molesto, obviamente le importaba un rábano la temperatura del suelo. La tomó por sus piernas y elevándola, la sentó sobre un bloque de piedra. El enano comenzó a desnudarla, mientras la besaba con hambre y dominio. Cuando tuvo a su alcance sus senos, se deleito con ellos y con los gemidos que le sacaba a la elfa. Tauriel estaba disfrutando de las caricias que le proporcionaba el enano y pronto pudo colar su mano en el pantalón de Kili. Con el premio entre sus dedos, ahora ambos gemían y jadeaban frenéticos…


 


Thorin se detuvo justo a tiempo y comenzó a temblar. Bilbo tomó su rostro y lo besó con más ternura de la que el enano pudo soportar. Thorin, ahora más tranquilo, pudo controlarse. Beso a beso se llevo el sexo de Bilbo a la boca. Beso a beso, lubricó su entrada, colando juguetonamente su lengua allí. El mediano tuvo el primer orgasmo de la noche. Cuando Thorin lo penetró, lo hizo muy despacio, ser o no gentil con SU ÚNICO no era una opción para él. Le quiso dar tiempo para que se acostumbrase, pero aquello no fue necesario. La respiración del enano en el oído de Bilbo, fue más que suficiente para que olvidase cualquier tipo de molestia o dolor. De un momento a otro Thorin volvió a perderse, descontrolándose y arrastrando al hobbit en su locura. Ambos llegaron al éxtasis. Luego de que el orgasmo los consumiera y la respiración de ambos volviera a su curso normal, se miraron. El tiempo en el que se perdieron en esa mirada, nadie lo podría precisar. Cuando la realidad los envolvió, sonrieron felices. Aquella había sido la experiencia más fantástica de sus vidas…


 


Para Kili no existía nada en el mundo, más que él y Tauriel. El placer le nubló la vista y cuando pudo comprender lo que sucedía, la elfa sacó la mano de su pantalón, sonriéndole triunfante. Kili estaba algo apenado, pero antes de que pudiera replicar Tauriel se llevo la mano, todavía húmeda de su semilla, a la boca y comenzó a lamerla provocativamente. Kili no lo aguantó, aquella escena era demasiado tentadora. Con renovado deseo, terminó de desnudarla completamente y tomando sus muslos se abrió paso hacia su intimidad, saboreándose en el proceso. Tauriel arqueo su espalda ante el placer y enredo sus piernas en el cuello del enano, quien emergió de allí dedicándole una mirada pícara, relamiéndose gustoso. Ahora ambos estaban a mano y aunque ya pensaban en la revancha, era más interesante de momento seguir besándose, pegando sus torsos desnudos. El contacto piel con piel le ganó ampliamente al frío. Antes que la elfa se recuperara, Kili se separó de ella y rápidamente se vistió para ir por unas mantas. Ellos seguirían allí hasta que Fili reemplazara a su hermano en la guardia de la torre. “Menuda sorpresa va a llevarse cuando me vea con ella, así… Sé que no dirá nada, porque si lo hace juro que lo mato…” Con ese pensamiento acurrucó al amor de su vida, mientras le dedicaba una sonrisa burlona a las estrellas…


 


Bilbo se abrazó a Thorin, y con la mirada aterrada, pregunto: _ ¿Nos habrán escuchado? El rey enano que sentía que la batalla contra el sueño la estaba perdiendo, contestó sonriente: _No importa… Eres mío ahora. Thorin besó tiernamente al hobbit, mientras se dispuso a la tarea de vestirse. Antes que Bilbo protestara, lo envolvió con su abrigo llevándose nuevamente al mediano al suelo. Estaban cómodos en su abrazo cuando el cansancio los venció…


 


Antes de que la compañía despertase, Fili fue por su hermano y Balin por su hijo putativo. Ambos se saludaron con un guiño cómplice, gesto que se repitió cuando llegaron a sus objetivos. Tauriel no supo de Fili así como Bilbo no se enteró de la presencia de Balin. Thorin y Kili, saludaron al nuevo día con la más amplia sonrisa que sus bocas les permitían…


 


Bilbo estaba nervioso, Thorin lo había despertado a besos, en medio de un abrazo que casi no lo dejaba respirar. Bien, ahora que lo tenía, el mediano no sabía cómo seguirían las cosas con su recién estrenado amor. La parte Bolsón de su ser, comenzó a asaltarlo con las lógicas dudas que cualquiera tendría dada su situación. El no era ni enano ni mujer, y suponiendo que el resto de la compañía lo aceptara, todavía faltaba el resto de sus súbditos a los que no podría darles un heredero. Además del estado de sitio en el que se hallaban, encima preguntarse esas cuestiones, estaba haciendo estragos en los nervios del pequeño hobbit. Thorin viendo los ojos de miel de su único, inundados de miedos y dudas, decidió hablarle.


 


¿Qué pasa?_ Thorin estaba preocupado. “¿Por qué presiento que este es el momento en el que me dirá que está comprometido con la elfa, o algo así? Ni sueñe la trepa-arboles de porquería que me separaré de mi único. ¡Y más ahora que he sido suyo y él me ha pertenecido!”. Su rostro era serio, sin embargo no podía dejar de mirar de manera dulce al mediano.


 


Yo, yo no… Yo no estoy a tu altura mi rey._ Por la mejilla de Bilbo una lágrima involuntaria corrió hasta morir en el puchero que se estaba formando en sus labios.


 


¡¿Qué quieres decir con eso?!_ Obviamente el enano sabía perfectamente lo que Bilbo quería decir. Mentalmente Thorin bailaba, reía, quería salir corriendo y gritando que era infinitamente feliz. Pero se abstuvo, no quería ofender a su único. Su expresión se relajó, y sin dejar de verlo a los ojos, tomó las manos del mediano para luego besarlas con dulzura.


 


Yo no soy un enano y tampoco puedo darte herederos. Tu gente no me aceptara._ El labio inferior de Bilbo comenzó a temblar, sus ojos enrojecidos eran una amenaza a lágrimas por venir, pero el hobbit no dejaba de ver al rey enano a los ojos.


 


Te aceptaran porque sin ti no estaríamos aquí en primer lugar, y en cuanto a herederos, yo ya tengo dos. Mis sobrinos son mi mayor orgullo. Sin ellos, yo tampoco estaría aquí._ Thorin no sabía si besarlo o golpearlo, opto por lo hacer lo primero mientras pensaba: “¿Enserio piensa que yo renunciaré a él por lo que puedan objetar los demás? ¡Más les vale que ni se atrevan a decir algo! ¡Mi único es este mediano y ni ebrio lo suelto!”


 


Thorin tienes obligaciones para con tu pueblo, y más ahora que has recuperado Érebor. Aun si el rey Thranduil y la gente del lago vienen por el oro, no podrán llevarse la montaña, tu reino y el de tu gente. Tu hogar… Yo no soy nadie, solo soy un simple hobbit y no tengo nada que ofrecerle a tu pueblo._ La mirada de Bilbo se volvió acuosa y lágrimas pesadas viajaban sin cesar por sus mejillas. “¡No puedo ser egoísta! No con él, lo amo demasiado, no seré una carga en su vida. No quiero dañarlo, no así, no dejaré que pierda su reino otra vez y menos por mí.” Y ya no pudo seguir sosteniéndole la mirada al testarudo enano.


 


¿Te has arrepentido, mi hermoso Bilbo, de lo que hemos hecho? Yo no sólo no estoy arrepentido, quiero dormir entre tus besos hasta el fin de mis días_ Thorin comenzó a recordar el eje de sus pesadillas. Aquellas en las que el mediano lo rechazaba y se alejaba de su lado. Comenzaba a creer que tal vez hubiese una maldición sobre él o su familia. Una maldición en la parecía que no tendría el derecho, jamás, de ser feliz.


 


No mi rey, me he entregado libremente a ti. Yo te amo como no he amado a ningún ser, en toda mi vida. Antes de ti no hubo nadie, solo tú has estado en mí. Pero no quiero dañarte, aunque tenga que colgar a mi corazón, yo no me interpondré entre tu corona y tu reino._ Bilbo le miro con tal intensidad, que el enano pensó que si fuesen llamas, estas le habrían consumido hasta los huesos.


 


Bilbo eres mi único… Nuestra raza sólo se enamora una vez. Te amo y si no es a tu lado, yo no seré rey al lado de nadie más._ Thorin estaba decidido, abrazó al mediano como si este pudiera ser arrebatado de su vida de un momento a otro. Tomo su rostro y lo beso con toda pasión, que su corazón le inspiraba. “Ya está decidido, junto a ti para siempre, o temo que el dolor me volverá loco…”


 


Bilbo estaba abrumado. No sabía nada sobre ser el único de un enano y mucho menos su significado. Pero ahora que lo sabía, no podía pedirle nada más a la vida. El era feliz. Más calmados los dos, fueron a desayunar con el resto de la compañía. El mediano trato de ser discreto, pero el rey enano tenía otros planes en mente... Al mínimo descuido y con la excusa de que debía hablar con Dwalin, se dirigió hacia su amigo, pero al pasar junto al hobbit, lo abrazo por la espalda y le plantó un beso en la mejilla. _Enseguida vuelvo, taerin… Eso fue todo lo que dijo y el efecto fue inmediato. Bilbo se encendió como una pira y se cubrió el rostro con las manos, mientras el resto de la compañía reía, coreaba y los felicitaba (luego del silencio de once segundos, que les tomó a todos procesar lo que estaba sucediendo). Cuando Bilbo saco la cara de entre sus manos, lo primero que vio fue a su amiga que le dedicaba una sonrisa y un guiño. El mediano le correspondió con un gesto, que la elfa sabía que significaba un “luego te cuento”.


 


Kili, contra todo pronóstico, se despertó antes que Tauriel. Vio a Fili aparecer y desaparecer, luego de que le pidiera cinco minutos más. Miro a la elfa por un segundo para luego, de manera casi desquiciada, besarla, abrazarla, morderla, lamerla, hacerle cosquillas y pellizcarle las caderas. Tauriel entre risas, logro zafarse de aquel ataque de cariño por parte del joven enano. Tomo su rostro y lo miro fijamente. Kili comenzó a sospechar que las cosas no estaban del todo bien al ver que su elfa se ponía seria.


 


Kili te doy hasta el medio día para que te lo pienses bien. Yo te amo y estoy dispuesta renunciar al bosque por ti. Esto es serio para mí. Ya han jugado conmigo, pero antes de que tu lo hagas yo me alejaré de ti. Yo no seré ni obediente ni sumisa, te lo advierto. Daré mi vida por ti y renunciare a vivir más allá de tu partida, sólo por ti. Pero si esto es un juego, o si no estás seguro, yo lo entenderé. Hay cosas que no conoces de mí y hay cosas que desconozco de ti. Sólo sé que te amo y por ahora, sólo eso me basta. Voy a ir a desayunar con el resto, y no quiero que hagas nada que denote lo que sucedió anoche. No hasta el medio día y luego de que me des tu respuesta. Piénsalo bien. Hasta luego._ Tauriel se levantó como una luz y elegantemente camino hasta el salón.


 


La elfa no le dirigió ni la palabra ni la mirada a Kili. En ningún momento demostró nerviosismo u otra emoción. Su rostro era inmutable. Apenas si le sonrió a Bilbo cuando Thorin lo besó. Tauriel estaba decidida. Amaba al descarado enano y le un importa poco y nada todo lo demás. Pero ella había sufrido bastante y tenía mucho que perder. Kili no reemplazaría a su padre mandando en su vida y tampoco sería uno de sus amantes. Ella deseaba cuidar de él, preocuparse por él, estar con él. Pero también quería que cuidara de ella, que se preocupara por ella y que en verdad quisiera estar a su lado para siempre.


 


Kili estaba aterrado. Tauriel iba en serio y aunque el también, nunca había estado en una situación así. Además del “detallito” de que era una elfa y que seguramente su madre pondría el grito en el cielo. Fueron las palabras de SU ELFA (“que bien le hacía sentir, el llamarla así”) las que le pegaron duro en la cabeza. El nunca había tenido la obligación de madurar, ya que Fili era el mayor. Él sólo se dedicaba a tontear, era el mimado de todos y sólo quiso ser tomado en serio cuando tocó ser entrenado para el combate. Allí él se sabía imponer, pero para todo lo demás no, y la culpa siempre había sido suya. Ahora, la situación era distinta. Su tío no era una opción, tenía muchos líos en la cabeza (y para su suerte, ahora el mediano no era un problema especialmente luego del espectáculo del desayuno), ¿quién otro sino su hermano para calmar sus dudas? Fue a la torre del vigía para hablar a solas con él.


 


¿Buena noche la de anoche?_ Fili no se volteo para ver quien se acercaba, sabía que era su hermano, ya que podía reconocer sus pasos en cualquier lugar.


 


Hermano tengo hasta el medio día para decidir qué hacer._ Kili suspiró cansado al llegar a su lado.


 


¡Explícate! No te entiendo._ Fili se volteo a ver a su hermano a la cara.


 


Tauriel va en serio. Me dijo que lo pensara. Yo también voy enserio, pero ella estaría renunciando a mucho, por mí. ¡Yo siempre lo echo a perder! Tengo miedo de lastimarla, de no estar a la altura de las circunstancias y en definitiva, de cometer un error que la haga llorar._ Kili hablaba casi sin respirar pero al terminar, sintió que se estaba sacando un gran peso de encima.


 


¿La amas?_ Fili hizo un esfuerzo titánico por no reírse y mostrarse serio en el proceso. “¡Por Mahal, Kili tiene miedo!”


 


Si._ Kili sin querer sonrió enamorado y fue la expresión más boba que hizo en toda su vida, para la gracia de Fili.


 


¿Entonces, para qué dudas?_ Ahora si, Fili se dio el lujo de sonreír. Trataba de darle ánimos a su hermano, pero ya no aguantaba las ganas de reírse a carcajadas. Primero por felicidad, ya que no deseaba otra cosa que su hermano fuese feliz, y en segundo lugar, de pura gracias que le hizo el sonrojo de Kili.


 


Bofur se había despertado sobresaltado. “¿Cuándo se quedo dormido?”. Terrible fue la desilusión que se llevó al saber que se había perdido el beso entre el saqueador de la compañía y su rey. El iba a esperar a que Kili y Thorin volvieran, pero se quedó dormido. Y ahora era evidente que se había perdido lo más interesante de la historia. “¡Me odio!” Pensó, y para colmo de males cuando quiso discretamente preguntar los detalles a Fili, y éste bufó molesto a modo de respuesta. También quiso probar suerte con Balin, pero el viejo enano solo elevo sus hombros dándole a entender que nada sabía. No obteniendo respuestas, se decidió por la vieja táctica de espiarlos, comenzando obviamente por Bilbo (ya que era a su entender el más obvio de los cuatro). Seguramente obtendría la información que andaba buscando de esa forma. Ya teniendo un plan a seguir el enano “curioso” fue rápidamente a donde su regordete primo para ayudarlo en la cocina, ya que se había perdido el desayuno, y no deseaba perderse también el almuerzo…


 


Mientras se preparaba el almuerzo, Bilbo y Tauriel, hicieron lo que mejor sabía hacer: desaparecerse sin que nadie los notara. Fue cosa de unos quince minutos, tiempo más que suficiente, para ponerse al corriente de lo que había sucedido en la noche. Felices y preocupados a la vez, el uno por el otro, se abrazaron. Al medio día la elfa le hizo una seña a Kili, quien la guió por unos pasillos, hasta un pequeño salón…


 


Tauriel: _Bueno, te escucho…


Kili: _Te diría que te amo y todo lo demás, pero antes debo darte una mala noticia…


Tauriel: _¿Cual?


Kili: _La puerta no tiene picaporte y me he dado cuenta, luego de cerrarla.


Tauriel: _¡¿QUE?!


Kili: _Estamos encerrados…


Tauriel: _Ay no…


 


Efectivamente estaban encerrados, y lo peor de todo, es que nadie podría escucharlos. Por más que gritaran y golpearan la puerta era inútil, ésta era de piedra y roble macizo…


 


La comida estaba lista, todos estaban en el salón dispuestos a comer, excepto Kili y Tauriel…


 


Thorin: _¿Donde está Kili?


Fili: _Fue a caminar por ahí.


Thorin: _Ve a buscarlo y de paso ve por la elfa también, la comida se enfría.


Fili: _Ya vendrán…


Thorin: _No seas flojo y ve a buscar a tu hermano, ¡ahora!.


Bilbo: _Espera Thorin, Fili tiene razón, ya vendrán...


Thorin: _Un momento… ¿Hay algo aquí de lo que me debería estar enterando?


Balin: _Thorin come tranquilo, yo iré a buscarlos…


Thorin: _No, ¡voy yo!


Fili: _¡Espera tío! Tienes razón, yo iré a buscarlos. Es que… ¡No me gusta comer frío!


Thorin: _¡Confirmado! Acá pasa algo y me quiero enterar, ¡ya!


Bilbo: _¡No pasa nada! Yo iré a buscarlos. ¡Siéntate a comer Fili!


Thorin: _¡Tú no vas a ningún lado!... A menos que sepas de qué va esto… Bilbo dime, ¿qué está pasando aquí?


Bilbo: _Eh… ¡nada! No sé de qué va esto, yo…


Thorin: _¡Ajá! ¡Lo sabía! ¡Ya mismo, tú y mi sobrino, me dicen que anda pasando por aquí! No me querrán ver enojado… Se los garantizo…


Balin: _Vamos Thorin, estás exagerando las cosas…


Thorin: _¿Por qué presiento, que también estás involucrado, en todo esto?


 


Todos habían dejado de comer. El rey de Érebor estaba totalmente encabritado, Fili y Bilbo no sabían qué hacer y Balin comenzó a rezar en su interior…


 


Mientras tanto, Kili y Tauriel, estaban sentados en el suelo. Llevaban más de dos horas encerrados y luego de contarse la vida, estaban aburridos.


 


Tauriel: _¿Crees que nos estarán buscando?


Kili: _No lo creo, Fili me cubre…


Tauriel: _Igual Bilbo a mi…


Kili: _Me alegro que estén juntos, ya sabes, Bilbo y mi tío.


Tauriel: _Yo también, Bilbo lo ama demasiado ¡Más le vale que no lo haga sufrir!


Kili: _¡Eso no sucederá! ¡Bilbo es el único de mi tío, en todo caso más le valdría a él no lastimar a mi tío, mi madre no lo toleraría!


Tauriel: _¿A qué te refieres con que es el “único” de tu tío?


Kili: _Mi bella elfa, nosotros los enanos, solo nos enamoramos una sola vez. De ahí que te digo que mi tío le será fiel, hasta el final.


Tauriel: _Eso no quita que puede cometer errores y dañarlo… Kili, ¿yo soy tu única?


Kili: _Por supuesto, aunque reconozco que me lo pensé bien, como me pediste… Yo te amo y no quiero estar con nadie más que contigo. Pero tienes razón, yo soy un idiota a veces y soy consciente que puedo lastimarte como mi tío puede lastimar a su hobbit…


Tauriel: _Te diré, que lo que nos ha lastimado a Bilbo y a mí estos últimos días son ¡los estúpidos celos! ¡Por Eru! ¿En verdad son así todo el tiempo, o sólo los del linaje de Durin?


Kili: _Toda nuestra raza es muy celosa, de todas sus cosas… Y el amor, sólo lo empeora…


Tauriel: _Lo tendré en cuenta… No quiero ni que tu tío me mate o que tú dañes a Bilbo…


Kili: _Yo te prometo que intentaré ser más tolerante con la amistad que comparten ustedes dos, pero agradecería y me ayudaría bastante, que no se bañen juntos…


Tauriel: _¡Wow! ¡Las paredes tienen ojos en Érebor!


Kili: _Y oídos…


Tauriel: _Lo dudo… Si hubiesen tenido oídos, nos hubiesen escuchado suspirar por ustedes… ¿O de que crees que conversamos Bilbo y yo?


Kili: _No sé... ¿De un pasado MUY DIVERTIDO, quizás?


Tauriel: _¡No tienes remedio! ¡Ya te lo he contado todo!


Kili: _¡No todo! Creo que hay “detalles” de sus salidas en la comarca que no me estás contando…


Tauriel: _¡Ah! Bueno, eso tiene una razón de ser…


Kili: _¿Cuál?


Tauriel: _¡Es más divertido si te lo cuento frente a Bilbo! ¡Adoro avergonzarlo! Tú espera, ¡ya te divertirás!


Kili: _Eso espero…


 


Thorin ordenó a todos a buscar a su sobrino y a la elfa. A todos, menos Fili, Balin y Bilbo…


 


Thorin: _Y bien… ¿Quién me dirá que está pasando aquí?


Balin: _Thorin necesito que te calmes. No sé porque actúas así.


Thorin: _Por que no confío en el criterio de mi sobrino y mucho menos confío en las intenciones de la elfa.


Bilbo: _Se llama Tauriel. ¡Y es mi amiga!


Thorin: _¡¿Ahora la defiendes?! ¡Ni se te ocurra que dejaré que se acerque a ti!


Bilbo: _¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?!


Balin: _¡Thorin no lo entiendes! ¡Esto sólo es un mal entendido!


Fili: _Mi hermano está enamorado de Tauriel y la elfa le corresponde… Sólo los estaba cubriendo porque Kili me pidió un tiempo a solas con ella…


Thorin: _¡¿Cómo?!


Bilbo: _¡Como lo oyes! ¡SE AMAN Y ESTAN JUNTOS!


 


El rostro de Thorin era como un lienzo pintado por orcos… Una cascada de agua de deshielo cayó sobre su cabeza, estaba avergonzado, sus celos siempre habían sido injustificados y de seguro que ahora (que todos estaban buscando a su sobrino), los encontrarían en una mala situación… Tenía que pensar rápido, y ver cómo hacer para que toda la compañía no se enterara de “ESA” manera. No quería avergonzar así a su sobrino y menos ahora, que Tauriel ya no tenía un cuello apeteciblemente estrangulable para él. Fili adivinando las cavilaciones de su tío, y con la cabeza más fría, pensó poniéndose en las botas de su hermano dónde se podría haber metido. Caminando por distintos pasillos y probando distintas puertas, lo encontró. Luego de liberar una sonora carcajada por toda la situación vivida, observó como su hermano hacía una mueca de disgusto y Tauriel lo miraba curiosa, sin entender a que se debía tal reacción.


 


Kili: _¿Por qué no me cuentas el chiste, a ver si me rio yo también?


Fili: _No tienes ni idea del lío que es allá afuera.


Tauriel: _¿Qué sucedió? ¿Gandalf y Légolas ya regresaron?


Fili: _No, digamos que mi tío “torció” un poco las cosas y ahora todos los están buscando…


Kili: _¿Y eso por qué?... ¡Fili dijiste que me cubrirías!


Fili: _¡Lo intente! ¡Bilbo y Balin también lo intentaron! Lo que sucedió es que tío Thorin no confía para nada en Tauriel.


Tauriel: _Me imagino por qué…


Fili: _¡Te lo imaginas bien! Lo bueno de todo esto que ahora ya no es así...


Kili: _¡¿Cómo?! ¡Hermano dilo todo de una vez, sólo nos estás dejando con mas intriga!


Fili: _Sucede que a nuestro tío no le molesta que estés con la elfa, porque significa que ya no debe temer de que le arrebaten a su adorado Bilbo. Y además, como hizo un escándalo recién. Un escándalo en el que nadie pudo comer, debo añadir. Se siente culpable… ¡Yo te apuesto lo que quieras a que te pedirá disculpas!


Kili: _¡Y yo te apuesto a que no sólo me pide disculpas a mí, sino a mi bella Tauriel también!


Tauriel: _ ¡ Y yo les apuesto a que es Bilbo, el que hará que nos pida disculpas!... ¿Y bien, cuánto o qué apostamos?...


 


Afuera de la montaña solitaria, las cosas de precipitaron de manera vertiginosa… Thranduil acordó con Gandalf y con Bardo, no reclamarle a Thorin ninguna joya (en compensación por faltar al acuerdo y no socorrer a Érebor luego del ataque de Smaug). Por otro lado, el mago engañó al gobernador, entregándole un cofre al que había hechizado, para que creyese que estaba repleto de oro. Este era, supuestamente, el pago en compensación por los destrozos que el dragón había perpetrado en la ciudad del lago. Ni lerdo ni perezoso, el codicioso gobernador, huyó con el cofre junto con sus secuaces. No llegó muy lejos al toparse de frente, con un ejército de orcos que se dirigía a Érebor. Uno de los secuaces del gobernador logró escapar, dando la alerta sobre el peligro que se avecinaba. Los hombres de la ciudad del lago, enterados de la traición del gobernador, juraron lealtad a Bardo. Junto con el rey elfo, el héroe de la destruida ciudad del algo, comenzó los preparativos para la batalla que venía en camino. El mago y Legolas se dirigieron entonces a la montaña solitaria, serían buenas y malas noticias las que llevarían... Ya no habría estado de sitio para Érebor, pero los orcos llegarían a más tardar mañana en la mañana. Los hombres necesitaban armas, cosa que Thorin podía proveer, pero a pesar de contar con el apoyo del ejército de Thranduil, la situación era apremiante ya que los hombres de la ciudad del lago eran mayoritariamente pescadores…


 


En Érebor, luego del rescate de Kili y Tauriel, se vivieron momentos agradables. Tauriel había ganado la apuesta a los príncipes. Bilbo había instado a que Thorin se disculpara con Kili y con Tauriel frente a toda la compañía. Para el final de la tarde, ya todos habían felicitado la relación del menor de los príncipes con la elfa. Las felicitaciones dieron paso a las conversaciones anecdóticas, y estas a las bromas. Bilbo y Tauriel, ya libres y en confianza con el resto de la compañía, se enfrascaron en sus habituales peleas, donde se echaban en cara las metidas de pata de su juventud en la comarca. Los celos de Kili y de Thorin no se hicieron esperar. Y, para deleite de Bofur; Fili y Dwalin salieron al rescate del mediano y de la elfa dando a conocer ciertas historias demasiado vergonzosas para rey enano y su sobrino menor. La risa colectiva estalló y ambos (Kili y Thorin) temerosos de las reacciones del hobbit y su amiga, tartamudearon excusas patéticas que solo hizo reír aun más al resto. Durante y después de la cena, continuó el desfile de historias escabrosas y risas. Incluso Bofur no salió bien parado de allí. Pero poco antes de la media noche, el mago y Légolas, cruzaron las puertas de Érebor… No había tiempo. Explicaron rápidamente la situación. Todos se abocaron a tomar las armas que harían falta. Las salas inferiores, aquellas que estaban al pie de la montaña, abrieron sus puertas dejando pasar al recientemente formado ejército de hombres y elfos comandados por Bardo y Thranduil. Se ultimaron detalles lo más rápido que podían. Los enanos también iban a pelear, pero antes, sellaron las puertas que conducían a las salas superiores donde además de encontrarse el oro, habían habitado los últimos días, dejando sólo una entrada escondida. Bilbo y Tauriel querían pelear como todos, pero Thorin y Kili se negaron. Fueron prácticamente obligados a quedarse, así como Ori a instancias de Dori y Nori. El pequeño enano sólo atinaba a llorar. Balin, por orden expresa de Thorin, debía quedarse para proteger las salas superiores. Pero él sabía que era una mentira que el rey enano había dicho para su adorado único, ya que en caso que los orcos llegaran hasta allí, Thorin le ordenó a que condujera al mediano, a la elfa y al pequeño Ori de manera segura fuera de Érebor. Todo estaba sucediendo muy rápido. Demasiado rápido para que Bilbo pudiese reaccionar. Fugaces despedidas y promesas de retorno se pronunciaron… Tauriel lejos de abrumarse, ya había decidido que iba a pelear, no por nada era una experimentada guerrera, y nada ni nadie se lo impedirían…


 


 


 

Notas finales:

faltan dos capitulos... gracias (insisto) por leer!!!


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