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Imperium por wearkagain

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Notas del capitulo:

¡Hola mis bellezas!

¿Como estan? Espero que muy bien y he aquí el siguiente capitulo de este fic, llamado "El rubio y el marimo" obviamente de nuestra pareja ZoSan, espero os guste y no olviden comentar.

Aprovecho para deciros que si desean, pueden pasar a ver mi pagina de tumblr http://insanaysubnormal.tumblr.com/ en donde pueden venir a hacerme preguntas, mirar fotos y pues sobre todo por lo que quereis saber. 

Todos los personajes de One Piece le pertenecen a nuestro querido Eichiiro Oda-Sama.

Gracias y ¡A leer!

Capítulo 10.

Sanji resoplo y luego se mordió el labio, ¿Cómo se le había ocurrido invitar al marimo a que subiera a su auto?, lo miro cuidadosamente y estaba cruzados de brazos observando los autos pasar como un idiota. El rubio carraspeo y este le observo, luego alejo su mirada y siguió con lo suyo.

-Oye –Lo llamo – ¿No que querías seguir charlando? –Pregunto burlón y el peliverde puso su mirada sobre él.

-¿Este es un lugar donde podremos hablar con calma? –Le alzo una ceja y el rubio se contuvo de patearlo y sacarlo volando de su auto.

-Vale –Y callo mientras detenía su auto en un semáforo rojo. De nuevo el silencio prevaleció y Sanji no podía soportarlo más. Movió los botones de su radio y la encendió encontrándose con una sonata del reconocido Soul King; lo que le faltaba. Pero decidió dejarla. Busco rápidamente un cigarro y lo puso sobre sus labios, intento hacerlo con la misma rapidez con su mechera pero el semáforo se había puesto en verde –Mierda –Maldijo y arranco el auto –Marimo –Llamo de nuevo al peliverde. Lo miro de nuevo y lo ignoraba –Marimo –Nada –Marimo -Nada -Lechuga con patas.

-¡Deja de llamarme así! –Grito exasperado el peliverde -¿Acaso no puedes llamarme por mi nombre?

-¿Cómo dijiste que te llamabas? –Zoro lo miro indiferente, enojado y ofendido.

-Te lo dije la primera vez…

-Lo olvide –Dijo entre risillas y fingida inocencia el rubio, ganándose un golpe sobre su hombro -¡Eso dolió!

-Zoro –Murmuro el peliverde.

-Ok… Zoro, ¿podrías hacerme un favor? –Le pregunto con calma.

-¿Qué? –Rechisto el peliverde concentrándose en el pitillo que estaba en los labios del rubio.

-¿Podrías buscar la mechera por mí? –El rubio pasó el cambio a tercera. Zoro sin más abrió la guantera encontrándose con unos cuantos papeles en ella, la revolvió sin piedad.

-Allí no –Dijo Sanji, pero fue interrumpido por el sonido de su teléfono –Joder… Alcánzalo por mí –Zoro arrugo la cara.

-¿Por qué debo hacerlo?

-Porque estamos en vía abierta y sí llego a parar nos ganaremos insultos y otras mierdas –Murmuro obviamente Sanji –Y puede que la policía aparezca y no quiero una multa –Zoro suspiro frustrado y vio el teléfono del rubio al lado del freno de mano; de mala gana estiro su mano y miro a la pantalla, “Cabeza de Mierda”; Zoro parpadeo, ¿Qué clase de nombre era ese? -¿Quién es?

-Cabeza de mierda –Dijo el peliverde mostrándole la pantalla al rubio; este solo apretó los dientes.

-Mejor hagamos oídos sordos –Luego el teléfono dejo de sonar para volver a recibir la llamada. Estaba insistiendo.

-Parece importante.

-Créeme, si le conocieras no le contestarías por nada en el mundo –Murmuro el rubio comenzando a pasar el pitillo de un lado a otro en sus labios –Cierra la guantera, lechuga –Señalo con los ojos a la guantera.

-Me las vas a pagar, cocinero de mierda –Murmuro agriamente el peliverde cerrándola de golpe, claro habían caído tres papeles al suelo y Zoro se estiro para recogerlos. Más fue la sorpresa al ver que uno de ellos hablaba sobre el nuevo bar-disco que había sido inaugurado ya hace dos semanas –Vaya –Susurro para sí mismo el peliverde.

-¿Interesante no? –Pregunto Sanji –Oye necesito la mechera… -Le recordó. Zoro estaba a punto de decirle algo cuando de nuevo sonaba el jodido teléfono.

-Mierda –Mascullaron ambos.

-Contesta y ponlo en voz alta  –Sugirió ya irritado el rubio que ahora pasaba el cambio a cuarta aumentando la velocidad. Zoro sin más lo hizo y dejo el teléfono en medio de los dos.

-Diga.

-¡Candy-boy! –Zoro se impresiono ante aquella voz jocosa.

-Iva… -Susurro en saludo el rubio.

-¿Por qué no tomabas el teléfono mi querido? –Ok, Zoro le traumaba como esa voz se ponía melosa y sobretodo irritante. Rápidamente miro al rubio quien ahora estaba más pálido y con la mandíbula apretada.

-Habla de una maldita vez, ¿Qué quieres?

-Solo quería saludarte~

-Ivankov.

-Vale, ya mi dulce Candy-boy, solo quería saber si ya habías dejado ese paquete –El rubio redujo la velocidad y miro a la parte trasera de su auto.

-!¿Piensas matarnos?¡ –Grito el peliverde tomando la cabrilla y maniobrándola al lado derecho. El maldito cocinero había dejado de ver al frente y tenían a un auto que de seguro se lo llevarían por delante.

-Oh, escuche una voz~ -Sanji volvió a mirar al frente sintiendo su corazón en la garganta.

-Gracias marimo –Le dijo al peliverde a quien ahora le crecía una vena sobre su frente y no resistio más.

-Campanita –Le dijo y Sanji sintió como la ira lo consumía. Lo había llamado campanita...¡¿Acaso se parecía a la jodida hada de Peter Pan?!

-Sanji ¿Quién es el dueño de esa voz?

-Cállate Ivankov y tú –Miro fugazmente al peliverde y miro de nuevo al frente –No busques que te patee el culo y te mande volando con tus parientes al mar –Eso colmo la poca paciencia del peliverde.

-¡BASTARDO!

-¡MOLUSCO!

-¡CAMPANITA!

-¡LECHUGA DE MIERDA!

-¡COCINERO DE CUARTA!

-¡ESO NO DECÍAS MIENTRAS COMÍAS! ¡MA-RI-MO!

-¡TE REBANARE!

-¡SANJI! –Los dos jóvenes miraron de nuevo el teléfono –Deja de discutir y pon atención –Se quedaron en silencio, pero se dieron una mirada de odio mutuamente para luego volver a mirar hacía al frente.

-Por favor saca en encendedor que tengo en mi pantalón –Le dijo a Zoro quien rechinaba los dientes pero hizo caso sin siquiera mirar su rostro. Una vez que metió su mano en el bolsillo delantero del pantalón del rubio había jurado que este se había estremecido, pero no diría nada, podría ser su imaginación y si lo decía el rubio lo acusaría de ser algo que no era. Saco la mechera y la encendió, poniendo la llama en el pitillo que el rubio inhalaba y luego soltaba el humo por una de sus mejillas; Zoro refruño fastidiado por el olor –Gracias. Sigue Ivankov –En ningún momento se miraron, pero aquello se había sentido muy bien por parte del rubio.

-Lleva el paquete al destinario y tendras tu pago~ –Y cortó la llamada haciendo que el rubio suspirara frustrado.

-Esto será rápido –Dijo y giro por otra calle con velocidad ganándose unos cuantos cláxones como insulto –Lo siento –Saco su mano y levanto haciendo señas.

-¿A dónde coño vamos?

-Ya verás marimo.

-Come mierda.

-Gracias, pero no creo que sepa bien –Zoro gruño –Ya bestia; debo entregar ese paquete –Señalo en la parte trasera y Zoro miro, era una caja de gran tamaño de color azul -¿No tienes problema? –El peliverde alzo los hombros sin importancia.

-Solo quiero que aclaremos lo de Luffy –Dijo cortante y comenzó a relamer sus labios. Sanji hizo un berrinche y luego se quedaron en silencio durante un buen rato hasta que llegaron a lo que parecía el destino del rubio. Zoro se bajó y espero a que el rubio bajara la inmensa caja; mientras este lo hacía Zoro miro el lugar y su boca callo.

-Te va a gustar –Sintió un susurro cerca de su oreja y brinco de la impresión, el rubio estaba tras de él –Vamos –Sanji comenzó a caminar con la caja sobre sus manos. Zoro miro de nuevo el nombre del lugar, “Imperium”, el bar-disco que había visto en el folleto. 

Notas finales:

Espero les haya gustado, nos vemos el día de mañana con el siquiente cap. Besos mi bellezas.


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