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Imperium por wearkagain

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Notas del capitulo:

¡Hola mis querrubines! ¿Como estais? Espero que muy bien ya que es inicio de semana. 

Os traigo aquí el siguiente capitulo que esta exclusivamente dedicado a la pareja ZoSan. Se que muchos quereis que sea solo de esta pareja, pero por algo puse a las secundarias. Aun así espero que disfruten este cap.

Como os prometí hoy públicare dos capitulos, pero el siguiente lo subiere más tadre; ya que quiero que me dejeis comentarios y os mate el drama. Es con amor.

(Todos los personajes de One Piece le pertenecen a Eichiiro Oda)

¡A leer!

Capítulo 15.

-Venga chicos, será genial y además Sanji lo garantiza –Dijo su amigo Sabo quien no paraba de alardear acerca de él. Los amigos de Sabo reían felicitándolo y molestándolo de que no se metiera en problemas.

El rubio resoplo y poso su mirada sobre él. Sanji solo sonrío de lado y miro a la novia del chico quien bebía un zumo de naranja.

-Koala –La llamo y esta se dedicó a observarle.

-Dime Sanji –Dijo tiernamente está sonriéndole ampliamente.

-Será mejor que cuides tu comida de mi querida Bonney –Le aviso y esta miro rápidamente en donde se encontraba ella, sentada a su lado sin dejar de comer.

-¡Bonney, eso es de Sabo! –Grito la peli castaña quitándole el plato de postres que había pedido su novio.

-¡Pero están buenos! –Se molestó la pelirrosa al ver como alejaban aquel suculento dulce de sus manos; los amigos de Sabo suspiraron tiernamente.

-Puedo comprarte todos los dulces que quieras Bonney.

-No yo.

-Cállate tengo más dinero que tú.

-¡Señora! ¡Más comida para mí amada Bonney!

-¡Yo pagare todo lo que desee la sexy Bonney!

-Come y no engorda~

-Más carne, por favor.

Gritaban los muchachos que obviamente suspiraban enamorados de la pelirrosa quien no dejaba de comer ignorándolos completamente. Sanji suspiro y comenzó a beber de su cerveza lentamente.

-Sanji –Levanto la vista encontrándose con la de su amigo -¿Estas bien? No estas bebiendo casi nada –Sonaba preocupado.

-No te preocupes Sabo, sabes que no soy de beber –Aseguro con un tono tranquilo y esperanzado a que no se preocupara más. El otro rubio asintió y volvía a tratar de calmar a su novia que discutía con la pelirrosa por robar la comida de los demás.

Sanji solo río al ver como la pelirrosa definitivamente le recordaba a Luffy, su problema con comer demasiado y de robarle la comida a los demás descaradamente y aun así no subían para nada de peso.

-¡Chicos! –Escucho dos voces femeninas que llegaban al local y no dudo en ponerles el ojo encima. Como suponía, dos hermosas mujeres de cabello corto de color azul oscuro y sin importar donde uno las mirara, era simplemente iguales. Perfectas obras maestras; para Sanji todas las mujeres eran preciosas, hermosas y musas llenas de sentimientos y sorpresas.

-Gemelas –Susurro para sí mismo. Observo como las chicas se dirigían al otro extremo del local y sintió como su quijada caía. Frente a él estaban el complejo de hermano, una piña y por sí fuera poco, el jodido marimo.

Trago saliva, el peliverde se veía jodidamente bien ante sus ojos. Vestía un camisón de mangas largas color amarillo de líneas verticales que se apegaban a su pecho firme, hombros anchos y espalda ancha, un pantalón verde oscuro que detallaba perfectamente sus piernas gruesas y trabajadas, unas botas militares marrones que le daban estilo y su cabello verde estaba alborotado hacía atrás que lo hacía ver peligroso y seductor; no dejo pasar la extraña gasa que llevaba en su rostro… donde le había golpeado.

Sonrío ante aquello y luego arrugo la cara.

Mierda, se había excitado ante aquel chequeo; ese maldito marimo se hacía lucir.

-Sanji –Respingo al sentir la mano de su amigo Sabo sobre su hombro llamando su atención.

-¿Qué sucede? –Le pregunto agarrando su cerveza.

-¿Cómo dijiste que se llamaba ese club que van a remodelar?

-“Imperium” –Dijo secamente y vio como los amigos del rubio que estaban a su lado parloteaban entre ellos. Bebió su cerveza de un solo trago y al dejarla sobre su mesa sintió como le palmeaban la espalda, miro a su amigo Sabo quien asentía entre risas, no dudo en devolverle la sonrisa con picardía.

-Hecho asistiremos –Confirmo uno de los amigos de Sabo.

-Espero que vayan chicas sexys –Dijo otro.

-Soy feliz si va la hermosa y sexy Bonney –Comento otro.

-Iré pero con mi novio –Aseguro ella comiendo los postres que todos aquellos le habían comprado. Pocos de ellos se deprimieron lamentándose y llamando suertudo al novio de esta.

Bonney sabía cómo frenarles y estampar sus ilusiones contra el suelo.

-Drake es un hombre con suerte –Murmuro de broma Sabo ganándose un puchero por parte de su novia –Koala mi preciosa –Beso su frente y luego sus labios cariñosamente haciendo que esta sonriera –Te quiero –Le dijo mientras revolvía sus cabellos castaños.

-Te quiero –Le correspondió y lo abrazo fuertemente. Sanji contemplo callado las burlas que comenzaban a hacerse entre todos, no dudo en burlarse un poco de la suerte de su amigo Sabo por tener una novia tan posesiva.

Su mirada viajo fugazmente donde se encontraban las gemelas y los demás, ahora se daba cuenta que una de ellas usaba lentes, pero eso no le quitaba lo hermosa que se veía. Se dio cuenta como una de ellas tomaba del brazo a su hermana y la jalaba a lo que parecía los servicios. El rubio rápidamente se fijó en el marimo quien agarraba la mejilla del complejo de hermano y sintió como su vientre se apretaba. Necesitaba calmarse. Le sonrió por última vez al grupo.

-Iré al servicio –Aviso y se levantó de su asiento sin esperar la intervención de alguno de ellos. Se acomodó la camiseta negra que usaba y se encamino hasta el baño, que se encontraba en el fondo del  lugar.

Al llegar justo frente a la puerta del servicio masculino escucho una risilla proveniente del baño femenino y unos susurros un tanto divertidos y precavidos. Prefirió ignorar aquello, eran cosas de chicas y además, que tenía que atender rápidamente su tensión. Entro de mala gana y vio aquellos baños no sucios, pero lucían obviamente repulsivos por la manada de dibujos, grafitis y unas cuantas manchas de suciedad en el piso. Por alguna razón prefería la delicadeza de las mujeres y esa era una de las razones.

Sanji se apresuró a buscar un baño que fuera presentable y se decidió por el tercero, entro en el cubículo y cerró la puerta pasándole el seguro.  Busco dentro de sus pantalones sus cigarros y coloco uno sobre sus labios; repitió lo mismo con su mechera y al encender su pitillo lo aspiro profundamente sintiendo como el humo llegaba hasta su garganta y luego salía por un lado de su boca.

Olía mejor.

Se apresuró y se recargo contra la pared del baño en donde comenzó por soltar su cinturón y luego bajar un poco sus pantalones encontrándose con su miembro duro y tieso. Suspiro frustrado y calo un poco más de humo para luego expulsarlo a vapor. Llevo su mano por encima de su ropa interior y acaricio su dureza. Y vaya que necesitaba atención.

No estaba acostumbrado  a masturbarse en otros lugares que no fuese su casa; pero el alcohol que rápidamente se lo llevaba le hacía cometer idioteces de las cuales se reiría al final del día.

Metió su mano bajo la ropa y sintió su grosor palpitar; no dudo en comenzar a acariciarse con lentitud la cabeza de su miembro, gimió por lo bajo al sentir el placer que se daba así mismo. Calo de nuevo su cigarro y comenzó a mover su mano por toda su erección hasta llegar a su bolsa la cual apretó suavemente desgarrándole otro gemido.

Como deseaba que el que le tocara fuera ese pedazo de lechuga andante.

Comenzó a acariciar de arriba abajo su miembro con lentitud y al llegar a su cabeza, lo apretaba haciéndole gemir por lo bajo.

Un golpe lo interrumpió.

-Maldición –Susurro y dejo su erección, para luego acomodarse la ropa interior y los pantalones. Se apoyó contra la pared intentando calmarse y regular su respiración, ¡Solo quería masturbarse! Se mordió su labio y acomodo su erección bajo los pantalones para que no se notara; agarro su cinturón y lo acomodó en su lugar apropiadamente. Nada del otro mundo, solo una visita al baño.

Se despeino el cabello y escucho como otro cubículo cerraba su puerta, alguien bajaba su cremallera y un chasquido que caía al suelo. Luego orinaba.

-Maldito –Murmuro y salió del cubículo en el cual se encontraba acertando con que el intruso estaba en el cubículo de al lado. Se miró al espejo y se acomodó con más precisión la ropa, abrió el grifo y llevo sus manos al agua para lavarlas. Duro unos minutos en lavar sus manos y por lo visto también a su acompañante, ya que ahora escuchaba el crujido de  la cremallera.

Sanji sin más recordó como vestía aquel jodido marimo, sintió sus mejillas acalorase y su erección erguirse; metió su cabeza en el grifo y dejo que mojara todo lo que pudiera y sin importarle si mojaba su camiseta. Mientras hacía aquello,  el sonido de la puerta del cubículo crujió y escucho unos pasos. Levanto su cabeza aun con la mirada agachada y dejo que el agua escurriera por su cuello y su rostro.

Suspiro y comenzó a pensar en sus adoradas amigas, gente que no le parecía atractiva  y obviamente en Ivankov, que era lo que fácilmente hacía que perdiera su problemilla de allí abajo; cerro sus ojos ahora pensando en sus recetas de cocina, un puerco asado con aderezo o pato con salsa de ajonjolí o un postre de chocolate con crema batida y una cereza que lo adornaba y para el final un poco de vino blanco a la luz de la luna junto con una sonata tranquila y melancólica. Sí, se había relajado.

“Supongo que ya debió de haberse ido” pensó al ya no escuchar nada más que su respiración entre cortada. Solo el silencio absoluto junto con las gotas que caían en la lava manos.

Levanto su cabeza y comenzó a peinar una parte de su cabello hacía atrás y abrió sus ojos, espantándose. Tras de él estaba el marimo observándolo fijamente en el espejo con sus ropas revueltas y su cabello que resaltaba su ser.

No era su día y el karma le estaba pateando el culo.

-Cocinero –Le vio decir al reflejo en el espejo.

Trago saliva y parpadeo deseando que fuera un juego por parte de su imaginación; pero cuando cerraba sus ojos y volvía a abrirlos allí seguía el peliverde observándolo.

Por Dios

Notas finales:

¡Espero os haya agradado!

Nos leemos en unas horas.

Besos y chao chao.


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