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Imperium por wearkagain

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Notas del capitulo:

Corazones, bebes, bellezas, buenas noches nuevamente. Se que me quereis matar, pero se que no lo harais, ok llendo al grano. Muchas excusas y menos fic ¡Coño! pero como vereis intento cumplir mi palabra aun que sea a esta hora (08:44 p.m). 

Os agradezco vuestros comentarios y apoyo, la verdad os agradezco y sin más me alegro de aquellos comentarios tan largos como cortos, que me hacen querer escribir cadea vez más.

Y sin más preambulos... El Plan II-MarAce.

(Todos los personajes de One Piece le pertenecen a Eiichiro Oda)

¡A Leer!

Capítulo 20.

 

Marco detuvo su camioneta frente a la casa de los D. y apago el motor; salió de un salto de su camioneta y se fijó en la casa; solo había una luz encendida en el primer piso; de seguro se trataba de Luffy.

Se dirigió a la parte trasera de su camioneta y abrió la puerta trasera, allí estaba el pecoso acurrucado en un ovillo. Ahora la cuestión era como sacarlo de allí sin despertarlo. Sin más remedio le jalo de sus tobillos hasta dejar sus piernas colgando fuera del auto; agarro su cintura con delicadeza y lo cargo sobre su hombro como si fuera un costal de papas.

Se alejó de su auto y cerró la puerta con una pierna. 

Comenzó a dar pasos hasta llegar a la puerta de la casa el pecoso y luego se dio cuenta de algo, ¿Cómo iba a abrir la puerta?, llamó a está esperando que el menor de los hermanos le abriera la puerta, pero conociendo a Ace que se dormía por nada era demasiado claro que el menor también durmiera a pierna suelta.

Espero por unos minutos y se rindió. Tendría que buscar entre los bolsillos del pecoso.

-¿Ace? –Lo llamo y solo escucho un jadeo por parte de él -¿Dónde están tus llaves? –Otro jadeo –No quiero congelarme –Otro jadeo.

Suspiro y en aquel preciso momento observo como la puerta se abría; el menor se estaba rascando un ojo adormilado.

-¿Chicos? –Bostezo Luffy mientras una baba le caía por la barbilla.

-Límpiate Luffy –Le dijo el mayor  y el menor solo paso su brazo por su barbilla -¿Puedo dejar a Ace en su habitación? –El menor solo asintió y les dejo pasar; Marco agradeció al menor y entro con cuidado de que no se callera de cara al suelo con el pecoso sobre él.

Llego hasta el pasillo en donde se encontraban las escaleras y las subió con lentitud; Ace pesaba como un verdadero costal de papas y su fuerza estaba totalmente en el suelo. Llego hasta los últimos tres calones casi a tropezones, pero por lo menos no había caído al suelo.

-Izquierda –Se sobresaltó al escuchar la voz de Luffy tras suyo, miro sobre su hombro y el pelinegro señalaba a la izquierda –Es el cuarto de Ace –Aviso y le sonrió ampliamente, de la misma manera en la que su hermano mayor, le gustaba aquella sonrisa.

-Gracias Luffy –Con una de sus manos despeino el cabello del menor mientras que este solo reía típicamente; vio como el menor salía al lado opuesto al que se encontraban, su habitación estaba a la derecha.

Camino con lentitud hasta llegar a una puerta de color vino tinto, la cual claramente tenía el nombre de Ace sobre ella. La abrió con cuidado y se encontró con un desorden que ni él mismo podría generar.

Tenía libros por todos lados, contando con ropa y unos cuantos zapatos sobre su cama… ¿Dónde demonios estaban las sabanas? Reparo entrando a la habitación descubriéndolas junto con un montón de ropa.

Debía de enseñarle a Ace sobre algo llamado: Aseo personal.

Llevo a Ace hasta su cama donde lo dejo con suavidad; al alejarse noto como el pecoso se acomodaba en aquel colchón y no dudo en sonreír al ver como este lucía sereno y tierno. Tomo los zapatos que estaban sobre el colchón y los lanzo al montón de ropa sucia; tomo asiento y se quedó allí observando el rostro de su amigo.

Ace le llamaba la atención, siempre le había parecido guapo y llamativo y así mismo era ante las mujeres; todas querían hablar con él y estar a su lado, aunque este no le gustara aquello lograba complacerlas con una que otra palabra y su sonrisa.

Esa sonrisa.

Estiro su brazo y acaricio la mejilla del pecoso, suave.

-Marco… -Alejo rápidamente aquel tacto y se sonrojo, lo había descubierto. Pero al ver el rostro de su pecoso, se dio cuenta de este seguía balbuceando en sueños. Se alivió y decidió que era mejor irse ya de allí.

Se levantó de la cama del pecoso y se dirigió a la puerta, agarro el pomo de esta y se dedicó a salir de allí.

-Marco… ¿Estás ahí? –Se detuvo en seco. Volvió su vista al cuerpo del pelinegro,  este aún tenía sus ojos cerrados ¿Estaría hablándole a él? ¿O estaba soñando con él? Se avergonzó al pensar en la segunda.

Regreso nuevamente al lado del pecoso, tomo asiento de nuevo y le agarro su mano.

-Aquí estoy –Le murmuro y vio como este sonreía.

-Tengo que… hacer… mi plan –De nuevo con ese plan.

-¿Qué plan? –Le pregunto; estaba demasiado curioso y todo lo que tuviera que ver con aquel pecoso le interesaba.

-De decirle a Marco –Murmuro y vio como este abría sus ojos y le dedicaba una sonrisa pequeña.

-¿Decirme? –Parpadeo y sintió la mano que agarraba sobre su mejilla.

-Que me gusta –Murmuro entre risillas.

Marco se congelo ante aquello, ¿Le gustaba al pecoso? ¿Estaba escuchando cosas? ¡Le estaba jugando una broma!

-Pero no le digas –Susurro el pecoso mirando a la nada.

-¿Por qué no quieres que sepa? –Trago saliva.

-Porque le disgustara… -Dijo con tristeza y decepción el pelinegro mirándolo nuevamente a los ojos.

Marco entorno su mirada, no estaba jodiendole.

-¿Estás seguro? –Lo agarro de la camiseta y Ace solo parpadeo y se río levemente.

-Sí.

-Te equivocas –Y beso sus labios; lo beso con delicadeza, los labios de ambos estaban unidos y Marco podía jurar sentir calor y fuego sobre los labios del menor; sus labios habían iniciado un baile lento y tímido que poco a poco fue intensificándose volviéndose pasional y curioso.

No lo vio venir, Ace había abierto su boca invitándolo a probarle, Marco no dudo en aceptar aquella invitación; unió sus lenguas y sintió como el cuerpo del pecoso se estremecía.

Marco se recostó sobre el cuerpo del pelinegro acariciando su cintura y cuello sintiendo como él se estremecía ante aquello, le fascinaba;  mientras que el pecoso llevaba sus brazos por la espalda del rubio y comenzaba a acariciarla con sus manos, rápidamente las llevo al cabello rubio de Marco comenzando a jalarlo y despeinarlo; lo que causo que Marco riera juguetonamente; se separara un poco del pelinegro.

Ace se encontraba respirando agitadamente sosteniendo el cuerpo del rubio aun sobre el de él. Atrajo el rostro del rubio y apego sus narices en un roce; beso sus labios de una manera más tierna y sin apuros. Para luego separarse y cerras sus ojos en una sonrisa.

 

Marco se quedó allí observándole nuevamente, igualmente se encontraba un tanto agitado por aquel beso suave y comprometedor, su corazón latía con fuerza; su pelinegro se había quedado nuevamente dormido y esta vez sí era enserio. Beso su nariz y se levantó de la cama con cuidado de no despertarle.

Y hasta ahora reparaba que le faltaba algo, ¿Dónde había dejado sus mochilas? Incluso, ¿Las había tomado antes de salir del local? Tendría que llamar a Zoro.

Tanteo uno de los bolsillos de su pantalón en busca de su teléfono celular; suspiro aliviado al encontrarlo en su lugar y lo saco fijándose en el montón de llamadas perdidas por parte de su padre. Sintió un escalofrío rozar toda su espina dorsal.

Salió de la habitación de su amado y cerró la puerta con delicadeza; camino hasta el pasillo que llevaba a la escalera, las bajo y llego a la entrada principal apagando la luz que aún se mantenía encendida. Giro el pomo y salió de la casa sintiendo como el aire frío le golpeaba en el cuerpo y le hacía estremecer.

-Joder –Dijo con molestia y camino hasta su camioneta a la cual no dudo en subirse rápidamente. Una vez dentro de ella, tomo su teléfono celular decidido a enviar un mensaje que de seguro su pecoso leería al otro día. Los tecleo y lo mando cerrando sus ojos, deseo que se pudiera cumplir aquel cometido.

Sin más encendió el motor y arranco, para luego alejarse en sentido contrario, a su casa.

Notas finales:

¿Corto? Sí joder, pero como sabeís es para desenvolver la historía y más adelante dejare tres apítulos seguidos de esta pareja como de las otras. Intentare mañana subir por lo menos el siguiente cap un poco más temprano ya que también estudio los sabados. 

Jodida universidad de mier**.

Os quiero, besos y chao chao.


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