Capítulo 2.
-Luffy –Luego la paz de esfumo – No creo que debas de hacer mucho ruido.
-¿Por qué lo dices? –Silencio. Todos se miraban alarmados, había alguien con Luffy.
-Dudo que no haya nadie y estén esas luces encendidas –Silencio de nuevo.
-No te preocupes, mi hermano a veces las deja encendidas cuando no está; yo hago lo mismo –Todos miraron a Ace haciendo que este se apenara.
-Bueno, viniendo de ti… -Risas por parte de Luffy.
-¿Deseas pasar?
-No lo sé, ¿Es una invitación?
-Bueno, me podrías hacer compañía.
-¿Con que fin?
-Eres mi amigo –No muy clara la respuesta del menor.
-Deja que termine con este –Todos se miraron dudosos, ¿Qué “este”?
-Huele horrible.
-Ya me lo has dicho, pero aun así no te alejas de mí.
-Es que huele muy bien con tu colonia –Risas. Ace no dejaba de mirar impactado la puerta ¡¿Luffy estaba ligando?!
-Bueno, digo lo mismo –Se escuchó un golpe sordo en la puerta haciendo que respingaran todos –El olor a carne va muy bien en ti -¡¿Y el tipo le seguía el juego?!
-Estas muy cerca…
-¿Es malo? –Ace sentía como caía de rodillas imaginando lo que ocurría tras la puerta, Marco solo oía atentamente, Trafalgar no movía ningún musculo, Kidd solo miraba detenidamente la lámpara, Nami y Ussop tenían sus mejillas sonrojadas y la boca abierta, Zoro quien había abierto los ojos escuchaba con atención y con la mirada fija sobre la puerta.
-Solo decía… -Susurro su hermano menor y luego se oía otro golpe sordo. Silencio total –Tú…
-Solo abre la jodida puerta –Y así fue, rápidamente vieron como la puerta se abría y dejaba ver al menor de los D. quien ahora los miraba a todos perplejo.
-¿Qué sucede aquí?
-¡NOSOTROS DEBERÍAMOS PREGUNTAR ESO! –Exclamaron Nami, Ussop y Ace.
-Chicos que gusto verlos –Saludo haciendo que sus amigos se enojaran más.
-¿Luffy, se puede saber dónde has estado? –Nami no podía contener la rabia y nerviosismo por lo que acaba de escuchar hace poco.
-¿Yo? Afuera –La peli naranja le propino un golpe sobre su cabeza dejando al menor de los D. en el suelo quien se acariciaba el chichón recién hecho por su amiga.
-¡¿Por qué ha sido eso?! –Le grito.
-¡¿Tu qué crees?!
-¡No lo sé!
-¡Eres un irresponsable!
-¡¿Por qué?!
-¡Y aun lo preguntas!
-¿Estas bien? –Nami calló rápidamente mirando frente a ella una sombra delgada. Hasta ahora recordaba el acompañante de Luffy; sin más retrocedió y trago saliva; la sombra se aproximó a la luz tenue –Con permiso –Todos observaban de quien se trataba.
-Sí –Respondió el menor mirando a un joven rubio delgado y alto, que tenía uno de sus ojos azules tapados con unos mechones de su cabello, su piel era blanca como porcelana y tenía una ceja en forma de espiral un tanto llamativa – Sanji –El menor dijo su nombre y se dejó ayudar por este que lo tomaba del brazo levantándolo con delicadeza.
-Luffy, mira como estas –El rubio comenzó a sacudir el cabello de él para luego mirar a todos los presentes –Buenas noches –Saludo sonriéndoles. Todos se mantuvieron callados.
-¡¿Quién es él?! –Ace no se contuvo y salto dirigiéndose al rubio; pero Marco fue más rápido reteniendo contra su cuerpo -¡¿Qué le has hecho a Luffy?! ¡PERVERTIDO!
-¿Pervertido? –El rubio se señaló a sí mismo.
-¡Sí! –Grito Nami junto con Ussop y él se la quedó mirando haciendo que ella se sintiera incomoda.
-Discúlpeme hermosa señorita, por darle esa impresión –Ella quedo en silencio observando como él se excusaba de algo que cualquiera se enojaría, la palabra “pervertido” ofendía o hería a la gente.
-¿Quién eres? –Todos se quedaron en silencio mirando al peli verde que ahora estaba de pie observando con el ceño fruncido al intruso.
Observaron como el rubio buscaba dentro de sus pantalones algo, sacando una caja de cigarrillos que la llevo a su boca y la retiraba dejando uno sobre sus labios. Guardo la caja y miro a Luffy.
-¿Luffy? –El llamado lo miro.
-¿Sí?
-¿Aun tienes mi mechera? –El menor comenzó a buscar en sus pantalones encontrándola y levantándola hacia él. -Enciéndela por favor –Luffy comenzó a intentar encenderla pero cuando lo hacia la llama se extinguía, haciéndolo enojar; rápidamente el rubio puso su mano sobre la del menor encendiéndola con facilidad y se acercó a esta encendiendo el cigarrillo finalmente, cuando la llama se extinguió, no alejo la mano del menor ni tampoco su rostro que estaba peligrosamente cerca; el rubio con su otra mano alejo el cigarrillo de sus labios y exhalo el humo frente al rostro de Luffy haciendo que este estornudara y riera pícaramente. La escena dejaba sin habla a todos.
-¡PERVERTIDO! –Gritaron todos.
-Maldito gilipollas –Gruño Zoro al verse ignorado por aquel hombre.
-¿Eh? –El rubio ahora miro al aludido que tenía sus manos cerradas en puños.
-Lo que oíste, ¿Quién eres? –Inquirió.
-Tengo entendido que deberías de presentarte primero antes que preguntarme quien soy –Declaro el rubio como si fuera la cosa más obvia.
-Roronoa Zoro, cejitas afeminadas –Todos se quedaron en silencio al escuchar el cómo le había llamado el peliverde, excepto Luffy quien miraba cómico la escena. El rubio solo se congelo en su lugar y Zoro sonrío de lado al ver que le había dado en el clavo -¿Te ha comido la lengua los ratones, cejitas afeminadas? –El rubio puso una mano sobre su rostro inspirando profundamente.
-Kuroashi Sanji, marimo –Sonrió ampliamente el rubio ahora petrificando a todos, excepto Luffy. Desapareció la sonrisa de satisfacción en Zoro quien ahora tenía un aura oscura que cubría todo su ser –Acaso, esta vez ¿Te han comido la lengua los ratones a ti, marimo? –Comento burlón el rubio.
-¡¿A quién has llamado marimo, cejas de mierda?!
-¡¿Quién más parece un marimo de mierda?!
-¡CÁLLATE CEJAS AFEMINADAS!
-¡ALGA SIN CEREBRO!
-¡PERVERTIDO!
-¡CABRÓN!
-¡¿QUIERES PELEAR?!
-¡ADELANTE ALGA MARINA! ¡¿QUÉ ESPERAS?!
Zoro rápidamente llego en donde estaba el rubio y estuvo a punto de propinarle un golpe en todo su rostro, pero fue más la sorpresa de todos al ver solo como el rubio levantaba una de sus piernas y detenía el golpe del peliverde.
-No puede ser –Susurraron Nami y Ussop, los demás presentes solo pudieron observar sorprendidos la escena, los dos estaban en la misma posición. Zoro con su puño sobre la pierna de Sanji y este la mantenía firme frente a su cuerpo. Nadie en la vida había detenido un golpe proveniente del peliverde, por eso todos le respetaban y temían. Zoro sonrió en su interior, un adversario digno por fin había aparecido y él con gusto le demostraría lo que era meterse con Roronoa.
Comenzó a sonar un teléfono, haciendo que los dos se detuvieran y se alejaran. Todos los presentes comenzaron a buscar a sus pantalones sus respectivos teléfonos.
-¿Diga? –Era el del rubio que ahora sostenía en su mano un teléfono celular –Sí…No… ¿Ahora?...Joder…Vale…Con Luffy…Una escena bastante entretenida… ¿Pelea? …Iba a empezar…Ok… -Colgó –Debo retirarme –Comenzó a buscar un cenicero en aquel lugar pero solo encontró un plato que se encontraba en una mesilla de noche, no eran para nada pulcros. Aplasto su cigarrillo allí –Hasta luego, señorita –A Nami –Chicos –Kidd, Law, Marco, Ussop –Complejo de hermano –Ace –Luffy –Revolvió los cabellos de este –Y tú –Miro al peliverde –Ma-ri-mo –Y sin más se alejó de allí recibiendo palabrotas por parte de Zoro.
Todos observaban como Luffy movía su mano de despedida y el auto se ponía en marcha dejándolos atontados por lo recién ocurrido.
-Luffy –Llamo su hermano.
-¿Ace?
-Tenemos que hablar –Todos tomaron sus anteriores puestos observando al menor.
-¿Hablar?
-¿Quién es ese Kuroashi Sanji? –Pregunto su hermano mayor.