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23 Encuentros +1 | Baekyeol/ChanBaek por Lannyssi

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Notas del capitulo:

Una Felicitación para Annie_Park  (Escritora de "Mirame") por su cumpleaños y gracias por tu apoyo.

Amor para MAII1820 (May, te amo comadre) y mucho mucho amor para  vale97 y Yop .

Nuevamente gracias a Baekyeol is real y a Kaisoo es real

ESTE CAPITULO ES MÁS LARGO!

MUY IMPORTANTE: 

Pongan mucha atención a las fechas que se mencionan en cada encuentro. 

 

 

Capitulo II.

HELP

 

 

 

Cinco.

 

05/Septiembre.

 

Baekhyun tenía mucha hambre, tanta que no se lo pensó dos veces cuando vio un interesante puesto callejero de comida. Él solía comer en casa, gracias a Kyungsoo —pero él había desaparecido muy temprano en la mañana y no había dejado comida preparada —o en algún restaurante más o menos decente, no era exigente, podía comer en un lugar lujoso, pero sabía que podía comer algo bueno en un lugar más barato, sólo debía tener buen sabor  y ser higiénico. Un puesto en la calle no era su idea perfecta de higiene pero por una vez que comiera ahí no se iba a morir, en cambio si no comía en ese instante si que moriría.

 

Caminó en dirección al puesto y de lejos olía bastante bien, su barriga gruño animada, un buen plato de lo que fuere que olía así de delicioso le haría muy feliz. Cuando iba a llegar, vio a cierto poste de luz de pie al otro lado de la calle, estaba con un chico guapo de piel morena. El amigo del gigante emprendió una huida extraña en su auto y él se quedo ahí gritando cosas inentendibles mientras agitaba las manos. Baekhyun se rió un poco y se acercó al árbol pelirrojo que se encontraba mirando al horizonte como su amigo arrancaba un auto y lo dejaba ahí botado. Tenía las manos en los bolsillos, resignado al abandono. Baekhyun pasó su mano por debajo del brazo del  gigante  y se engancho a él.

 

—Hola, chico guapo.

 

— ¿Me sigues o algo así? —preguntó Chanyeol con un leve sonrojo por el cumplido.

 

—No. Vi como tu amigo te abandonó y sentí lastima. ¿Quieres ir a comer?

 

— ¿Comer? —sus ojos brillaron.

 

—Claro, vamos a un lugar súper exclusivo. Ven conmigo, yo invito —tiró del alto hasta el puesto de comida.

 

—Un lugar muy exclusivo ¿No? —dijo Chanyeol divertido.

 

— ¿Has comido en lugar así antes?

 

—Nunca.

 

—Entonces es un lugar exclusivo. No todos los días comes en estos lugares ¿No? ¿Será que la reservación es difícil de conseguir? —preguntó Baekhyun, empleando un tono un tanto exagerado para enfatizar lo dicho.

 

—Probablemente. Dicen que hay una lista de espera de un año —rió el más alto siguiendo el juego del pequeño.

 

—Pues… conseguimos lugar —indicó sonriendo, señalando un par de sillas de plástico —. Somos importantes. Me alegra ver que tu hermana no te asesinó.

 

Ambos ordenaron una gran cantidad de comida. Era muy buena, tal como Baekhyun pensó, y conversaron sobre la triste historia de Chanyeol, sobre como su mejor amigo la había abandonado para irse a una premier de cine con alguien por ahí. En venganza se burló de él contándole al pequeño que Jongin bailaba ballet y usaba vestidos, cosa que no era cierta, pero él lo abandono y lo haría quedar como un travestí bailarín traicionero ante un chico bajito que apenas conocía, del cual no sabia ni su nombre y que no estaba seguro si vería de nuevo. Baekhyun rió tanto por las estupideces que le decía el otro que se tiro la sopa encima, pero poco le importo, porque más tarde se volvió a reír y se derramo el soju también.

 

Baekhyun pago la cuenta, que era más barata que si hubiese ido a uno de esos lugares de gente rica y pretenciosa, y apostaba a que el sabor era mejor aquí con la amable señora que atendía el puesto que allá con esos camareros vestidos como pingüinos. Decidió pedir más comida para llevar, seguro a Jongdae le gustaría, y era mejor que la comida rápida y los fideos instantáneos. Podría acostumbrarse a comer esto, y así dejaría de depender tan enormemente de Kyungsoo.

 

Chanyeol recibió un mensaje de texto de su padre y se despidió de Baekhyun. Una costumbre… se había hecho un hábito desaparecer cada quien hacia un lugar diferente sin apenas intercambiar números.

 

Seis.

 

19/Septiembre.

 

Kyungsoo se había enojado con Baekhyun por rechazar su comida las últimas dos semanas y por decirle cuan mejor era la comida de la señora del puesto a tres cuadras de su casa. Jongdae no quiso meterse y acabo golpeado por ambos chicos.  Ahora conducía a un rumbo indefinido con Baekhyun como copiloto. Llegaron a una zona de la ciudad que Baekhyun no conocía, pero Kyungsoo le indicó que bajara y comprara algo en una tiendita. Baekhyun obedeció porque quería que Kyungsoo lo perdonara y preparara espagueti de kimchi para el. Grave error.

 

Cuando Baekhyun salió de la tienda se encontró con que su mejor amigo lo había dejado en ese lugar apartado y desconocido, completamente solo. Recibió un mensaje.

 

«De: Kyunggie

 

16:30 hrs.

 

 Si consigues volver a casa desde ahí podrás comer espagueti de kimchi.

 

Pd: Date prisa, necesito los condimentos que compraste. »

 

Baekhyun no podía creer que su esponjoso amigo le hiciera eso, sabia que tenía un temperamento terrible pero no imaginó que por decirle que la mujer del puesto era una diosa de la comida él se pondría así de molesto. Tan sólo llamaría un taxi y llegaría en menos de una hora.

 

«De: Kyunggie

 

16:32 hrs.

 

Olvide mencionar que tengo tu billetera, solo te queda el cambio de lo que te envié a comprar… También me encargue de gastar el crédito de tu teléfono. Lo planee con cuidado.

 

Diviértete en el metro. »

 

¿El Metro? Veía una estación de metro por ahí. Preguntó a una señora por una parada de autobús. Ella rió y dijo que no pasaban autobuses por la zona, tendría que caminar unos tres kilómetros y luego esperar una hora a que pasara uno. El metro era la única alternativa. Kyungsoo lo planeó ciertamente. Baekhyun nunca había viajado en metro, pero no podía ser tan difícil ¿O sí?

 

La estación era subterránea por lo que tuvo que bajar las escaleras. Ni siquiera sabia como demonios se llamaba la estación que estaba cerca de su casa, si es que había una. Revisó unas mil veces el dibujo de las líneas del metro, si su inteligencia no lo estaba traicionando, él estaba al otro lado de la ciudad, y tenia que cambiar de línea unas dos o tres veces para llegar a su casa. Rebuscó en su mochila una libreta y tomó nota de las estaciones en que tenía que bajar para hacer el cambio y se dispuso a adquirir una de esas tarjetas de viaje y recargarla con el poco dinero que Kyungsoo le había dejado. Odiaba su existencia.

 

*

 

Había pasado casi una hora y juraba que a pesar de todo no era un día tan terrible. Según sus cálculos le faltaban unas seis o siete estaciones para llegar a casa. Se puso de pie para darle su asiento a una mujer de edad avanzada y se distrajo un poco en su teléfono. Jongdae le había mandado cerca de veinte mensajes burlándose de su situación. Kris lo había llamado dos veces para preguntar si no se había perdido y Kyungsoo le mandó varias fotos de los preparativos de la comida, sólo para molestar. Tenía que cambiar de amistades.

 

Estaba tan inmerso en las burlas y chistes malos de Jongdae, que apenas notó que su mochila era arrebatada. Se giró y vio un hombrecillo extraño corriendo… con un objeto que le parecía conocido, procesó finalmente la escena y emprendió una persecución. No tenía su billetera porque Kyungsoo la robó previamente y su teléfono estaba en su bolsillo, podía comprar los libros de la universidad de nuevo, pero había algo que lo impulsó a seguir al ladrón: Los condimentos. Si llegaba a casa sin los condimentos para la comida Kyungsoo no lo alimentaria y lo cortaría en pedacitos muy pequeños. No se iba a rendir cuando le faltaba apenas una estación para llegar.

 

— ¡Oye, idiota, devuélveme mis condimentos! —gritaba mientras lo perseguía por los andenes. El hombre sólo corría y reía como un loco enfermo.

 

— ¡Nunca! ¡Nunca! —decía el ladrón entre risas malignas.

 

—Si te atrapo, morirás —amenazó. Mientras corría, un conocido enorme se cruzo en su campo de visión. Estaba un poco más adelante y el ladrón estaba por pasar a su lado — ¡Grandote! — llamó y él mencionado lo miró con una sonrisa divertida al verlo correr — ¡Atrapa a ese hombre!

 

— ¿Qué? — preguntó uniéndose a la alegre carrera de Baekhyun, trotando a su lado — ¿Por que persigues a ese sujeto?

 

— Me robo… mi mochila… condimentos —explicaba Baekhyun de forma extraña debido a la falta de aire — ¡Ayúdame!

 

Chanyeol rió, y se separó de Baekhyun para rodear una pared. Baekhyun comprendió que el gigante atraparía al ladronzuelo por el otro lado. Baekhyun corrió y corrió haciendo que inevitablemente el hombre girara hacia donde Chanyeol venia corriendo. Chanyeol lo sujetó y el hombre se retorció como una lombriz. Baekhyun tomó su mochila dándole un golpecito en las manos al ladón. El hombre se escabulló y huyó lejos, riendo como un demente.

 

— Haré que Kyungsoo haga espagueti de kimchi toda la semana como premio por esto —se dijo.

 

— ¿Espagueti de Kimchi?

 

—Es delicioso, dejaré que lo pruebes un día de estos —aseguró Baekhyun, mirando su reloj — ¡Mierda! Tengo que darme prisa o me quedaré sin comer y dormiré en la calle.

 

— ¡Espera! Yo te ayude con tus condimentos ¿No merezco un premio también? —pidió Chanyeol.

 

— Ammmh —lo pensó un par de segundos para luego sonreír pícaramente—Si te veo, la próxima vez haré algo por ti.

 

— ¿Algo?  ¿Qué es algo? —preguntó confundido.

 

— Algo… —finalizó guiñando un ojo — Algo muy bueno.

 

Chanyeol sonrió y giró los ojos negando con la cabeza mientras veía a Baekhyun alejarse. Baekhyun subió al tren que lo llevó una estación más, bajó y corrió hacia la salida. Su intuición no falló. Reconocía esa calle. Su casa estaba a unas dos manzanas. Se apresuró y al llegar lanzó la mochila contra Kyungsoo. Este lo miró de pies a cabeza, estaba sudoroso y despeinado, tenía una sonrisa estúpida pintada en el rostro.

 

— ¿Pasó algo? —preguntó Jongdae al ver el estado de Baekhyun.

 

—Nada. Lo de siempre, ya sabes —rio —Un loco me robó el bolso y lo perseguí hasta recuperarlo con ayuda de un conocido. Ahora le debo un premio, y Kyungsoo me debe espagueti de kimchi,  para toda la semana.

 

Kyungsoo sonrió y puso frente a él un plato humeante del platillo que Baekhyun había saboreado mentalmente todo el día. Baekhyun lo devoró y comió otros dos platos más. Kyungsoo se sintió satisfecho de recuperar su lugar como el único amor culinario en el corazón de Baekhyun. Esa mujer del puesto callejero no era nada contra él. Y por supuesto le cocinaría espagueti de kimchi toda la semana. Jongdae rodó los ojos y se burló un millón de veces. Kris llamó de nuevo para preguntar si ya había llegado pues dudaba de su capacidad para llegar por si mismo. Definitivamente iba a cambiar de amistades un día de estos.

 

Siete

 

22/Septiembre.

 

— Jongdae, ve a comprar soju —ordenó Kyungsoo.

 

—Estás enfermo ¿Ya viste el clima? ¡Hay un puto diluvio allá afuera!

 

—Baekhyun, ve a comprarlo tú —ordenó nuevamente.

 

— ¿Qué? ¿Para qué mierda necesitamos soju? Yo soy el festejado aquí —se quejó.

 

— ¡Ve por el maldito soju! Yo voy a calentar la cena.

 

—Doble porción para mi —pidió Baekhyun mientras se arrastraba hacia la salida con resignación, cubriéndose con un abrigo. Miró por la ventana, llovía demasiado. Dos abrigos eran mejor idea, el suyo, y encima el abrigo enorme del gigante. Rebuscó el paraguas más grande entre el montón de paraguas —. Odio a todo el mundo.

 

Baekhyun salió del edificio y se encaminó a la vinatería más cercana corriendo entre la multitud de gente que trataba de escapar de la lluvia o refugiarse bajo el toldo de algún establecimiento. Entró en la licorería y compró varias botellas de soju porque sabía que Kyungsoo querría que fuera por más si se llegaba a acabar de pronto. Pagó por todo y marchó de regreso, en el camino había una pequeña tienda, pasó ahí y compró algunos dulces y botanas, por sí a Kyungsoo se le ocurría que quería ver una película y decidía mandarlo a comprar aperitivos. Porque esa clase de dictador bonito era Kyungsoo. Nadie que lo viera por primera vez diría que detrás de esa hermosa cara de ángel inocente se escondía un verdadero verdugo. Tenía un carácter horrible y ordenaba que todos hicieran esto o aquello. Era un verdadero tirano, uno con un don para la cocina, bonita voz y aspecto de niño adorable. Y estos días… parecía como si sus hormonas estuviesen alborotadas ¿Pubertad? Ya estaba superada, ¿Embarazo? Podía ser, ¿Climaterio? ¿Senectud? No era tan viejo ¿O si? Baekhyun no sabía, él simplemente no se iba a arriesgar.

 

Salió cargado con varias bolsas, tuvo que sujetarlo todo con una sola mano para poder cubrirse con el paraguas. Estaba llegando a su edifico cuando al final de calle vio un hombre sentado en suelo con espalda pegada la pared, no estaba abrigado, sólo tenia una camisa blanca que estaba empapada por la lluvia torrencial, incluso Baekhyun que tenia dos abrigos y un paraguas estaba bastante mojado. Así que seguramente el hombre lo estaría mucho, pero mucho más. Se preguntó por qué habría un hombre ahí. No parecía un vagabundo y aunque no lo distinguía por la cortina de lluvia, intuía que no era viejo ¿Estaría ebrio? No importaba, porque no lo iba a dejar ahí para que le diera una pulmonía.

 

Ya que ese hombre no estaba muy lejos, Baekhyun pensó que no sería malo darle su paraguas. Se lo daría y luego correría de vuelta, el podía entrar y secarse, y el hombre no se mojaría más, parecía un poco absurdo porque el hombre estaba ya muy mojado así poco importaba si continuaba mojándose. Luego pensó en darle uno de sus abrigos, aunque en realidad uno de ellos no era suyo. Como quiera que fuese ya estaba llegando hacia él. Se paró frente a él y el hombre tenia el cabello totalmente pegado a su frente por el agua. Esas inconfundibles orejas.

 

Se agachó dejando sus bolsas en el piso, acuclillándose para mirar al chico alto de cerca. Sus ojos estaban un poco hinchados así que dedujo que había estado llorando. El gigante sólo lo miraba sorprendido, sin decir ni una sola palabra. Sin duda no esperaba encontrárselo de nuevo, no en esas condiciones. Ninguno lo esperaba. Baekhyun se puso de pie de nuevo con la mirada fija en el otro, se quedó pensativo por un momento. Tomó una decisión; no podía dejarlo ahí tirado simplemente. Extendió su mano hacia el grandulón mojado. Él se lo pensó un instante, pero accedió a tomar la mano de Baekhyun, incorporándose.

 

—Sujétalo —pidió Baekhyun, entregándole el paraguas al más alto. Chanyeol lo tomó mientras Baekhyun recogía las bolsas del suelo. Lo analizó cuidadosamente ¿Se suponía que ese chico de verdad estaba ahí? De todas las personas que lo pudieron encontrar en ese estado fue ese pequeño.

 

— ¿Ese es mi abrigo? —habló por fin, no ocurriéndosele otra cosa que decir.

 

—Lo es — dijo con simpleza tomando la mano de Chanyeol para comenzar a caminar — Ven conmigo.

 

Chanyeol dejó que el pequeño lo arrastrara hasta aquel edificio. Entonces él vivía en ese lugar, pensó. Su mente estaba en blanco y su cuerpo sólo actuaba acatando las órdenes del enano. Baekhyun deslizó una tarjeta en una ranura y la puerta se abrió. Había una recepción grande y elegante. Chanyeol repasó el lugar con la mirada, era muy bonito, pero el no estaba de humor para apreciar la decoración. Baekhyun lo soltó y camino delante de él. Chanyeol sólo lo siguió en silencio dentro del ascensor. Ninguno dijo nada, por más que Baekhyun quería preguntar por la razón que había llevado al más alto a tirarse en la calle bajo la lluvia, sabia que seguro era algo que no debía preguntar y él apenas lo conocía, así que no era asunto suyo.

 

 Llegaron al piso de Baekhyun y este tecleó la clave del departamento. Chanyeol no decía nada, seguía dentro de su propia cabeza. Baekhyun empujó al otro dentro al ver que no movía ni un músculo. Se deshizo de la ropa extra, tanto de la suya como de la de Chanyeol, que no era mucha; sólo le quito la camisa y los zapatos para evitar que su amado e irascible amigo, Kyungsoo, armara una escena por mojar todo el suelo y tiró del gigante hasta la sala. Lo empujó contra una silla para hacer que sentara, el otro lo hizo; seguía perdido en sus pensamientos.

 

 Kyungsoo miró extrañado al chico, pero no hizo ningún comentario al respecto. No es como si le importara a quien traía Baekhyun a casa y finalmente y como él mismo había dicho, Baekhyun era el festejado y también el dueño de su vida, así que no era su problema nada de lo que hiciera. Aunque claro, es raro que tu mejor amigo llegue de la tienda con un muchacho bañado por la lluvia ¿Los venden en esa tienda? Sí era así no le haría mal uno de esos.

 

— ¿Por qué te tardaste tanto?

 

—Había mucha gente en la vinatería. Traje galletas y papitas —respondió dejando todo sobre la mesa. Kyungsoo lo miró esperando a que le explicara por qué había un enorme sujeto empapado en su casa. Baekhyun captó el mensaje — Él es… es…

 

Baekhyun cayó en la cuenta de que nunca le había preguntado su nombre. No lo hizo la primera vez porque estaba molesto y no le interesaba, no lo hizo la segunda vez porque estaba asustado y tampoco le interesaba, la tercera vez no se le ocurrió preguntar, mucho menos la cuarta o quinta, porque sintió como si ya lo conociera y sobrara preguntar. Aquella vez del metro no tuvo tiempo de hacerlo, y ahora estaba un poco fuera de lugar tras verlo mojado y lloroso.

 

— ¿Baekhyun? ¿Trajiste de esas gomitas que…? ¿Quién es él? —dijo Jongdae apareciendo por la puerta del baño, señalando al tipo hecho sopa.

 

— El es un conocido, el que me ayudo antes con aquel ladrón ¿Cuál era tu nombre? —preguntó.

 

—Chanyeol… —murmuró antes de volver a su mundo mental.

 

— ¡Byun Baekhyun! ¿Qué te hemos dicho de traer desconocidos a casa? Ni siquiera sabes su nombre y… no quiero estar escuchando tus gritos de perra en celo a media noche, me voy por ahí —regañó Jongdae caminando hacia la salida.

 

— ¿Qué? ¡No! No es eso, yo…

 

—Me voy a dormir —anunció Kyungsoo —No hagan mucho ruido. La comida esta en la cocina. Y los condones en el segundo cajón del baño. Diviértanse.

 

Baekhyun se sintió ofendido; no solía llevar desconocidos a casa… no muy seguido. Prefería ir a hoteles, pero ese no era el punto. Sus amigos creyeron que llevó a un chico empapado para tirárselo. No se pudieron imaginar que era alguien caritativo y con un buen corazón que quiso ayudar a una pobre alma en desgracia. No. Era una “perra en celo”. Ya se vengaría después. Volteó hacia el gigante para ver su expresión, esperaba que no se hubiese sentido incomodo con los comentarios de Jongdae y Kyungsoo. Él sí se sentía avergonzado, pero el otro pareció ignorarlo.

 

Chanyeol se quedo callado mirando hacia un punto fijo en la habitación. Escuchó lo que los amigos del pequeño decían, pero no les dio importancia. No era nadie para juzgar a ninguna persona y menos a alguien que no conocía a fondo. Baekhyun lo jaló hacia el baño y encendió la ducha. Le ordenó que se bañara y él accedió sin más porque ciertamente estaba comenzando a temblar de frio y un baño no le hace mal a nadie. Cuando terminó había en la encimera una muda de ropa limpia y varias toallas. Por extraño que pareciese la ropa le quedaba adecuadamente, seguramente no era del pequeño, él usaría varias tallas menos que él, también ese “Kris” escrito en la camiseta con letras grandes le daba una pista de que no era de Baekhyun. Al salir del baño el más bajo lo esperaba con un plato de lo que según le dijo era espagueti de kimchi. Se acercó y el enano le apunto con los palillos para que se diera prisa y se sentara a comer.

 

— Lo prometí.

 

—Qué cosa —dijo Chanyeol llevándose una porción del extraño platillo a la boca. Era realmente bueno. Sonrió y comió más.

 

— ¿Esta bueno, no?

 

—Muy bueno.

 

—Lo prometí —repitió —. Que la siguiente ves que te viera te daría algo bueno. Ahí tienes, un muy buen plato de la especialidad de la casa.

 

 Chanyeol asintió contento. No parecía el mismo de minutos antes. A Baekhyun le alegró ver la sonrisa boba de siempre.

 

 — ¿Traes a tu casa a muchos desconocidos? ¿Qué pasa si resulto ser un asesino o algo así? Ahora sé donde vives.

 

—Pero no lo eres, ni un descocido ni un asesino. Y de cualquier forma me voy a mudar pasado mañana. Estaré a salvo de tus intentos de homicidio.

 

—Bien, entonces… ¿Baekhyun? —dijo tentativamente recordando haber oído el nombre del chico en labios de sus amigos.

 

—Si ¿Chanyeol?

 

—Gracias por todo. Por ayudarme y por la ropa, por la comida, por tu tiempo… Creo que debería irme ahora, enviaré luego la ropa que me prestaste y no hace falta que me des la mía —dijo poniéndose de pie.

 

— Quédate… —susurró. Chanyeol lo miró curioso —. Esta lloviendo todavía, puedes quedarte hasta mañana.

 

De alguna manera Baekhyun convenció a Chanyeol de quedarse. Le dio su habitación. Ya tenía todo empacado en cajas para su mudanza. Él se dormiría en el cuarto de Jongdae porque probablemente el no volvería para —según él —no escucharlo gritar, siendo que seguramente estaría en los brazos de su novio, quien vivía en edificio de enfrente. Tenía un par de argumentos a su favor, no habría sido la primera vez que pasara, si es que hubiese pasado, pero no iba a pasar. Aunque en esta ocasión no era nada de eso, no podía culparlo, le había dado razones en el pasado para pensar mal de él.

 

*

 

Al llegar la mañana Kyungsoo preparó desayuno para cuatro. Y su intuición no fallaba porque apenas había terminado de servir, Jongdae se apareció haciendo un escándalo despertando a los dos que aun dormían. Baekhyun salió tallándose los ojos del cuarto de Chen y él lo miró reprobatoriamente, creyendo seguramente que había decidido tener su noche apasionada en SU cuarto. Eso pensó, hasta que vio a la supuesta conquista de Baekhyun salir de la habitación del mismo. Se quedó pensativo. Ese sujeto era definitivamente el tipo de Baekhyun, pero por alguna razón no parecía haber dormido con él. O tal vez habían peleado a media noche. Nunca se sabe.

 

—Buenos días —saludó Chanyeol. Recibiendo tres “buenos días” en respuesta.

 

—Baek ¿Tu noviecillo te hizo enojar y lo dejaste botado en tu cuarto? —preguntó tomando asiento. Los otros tres imitaron la acción.

 

— ¿Qué? ¡No! ¡Basta! Chanyeol estaba ahí, y lo traje porque llovía mucho.

 

— ¿Dónde es “ahí”?

 

—Ahí, en la calle. Come y no fastidies, Jongdae.

 

— Y… ¿Desde cuando salen? —preguntó ahora Kyungsoo. Chanyeol sonreía divertido, esto parecía uno de esos interrogatorios que te hacen los padres de la chica que te gusta con el fin de ver si eres digno de ella.

 

—No salimos. Te dije que es un conocido.

 

— ¿Y si apenas lo conoces porque lo dejaste quedarse? —cuestionó Chen.

 

— ¡Por que estaba lloviendo!

 

—Pudiste llamar un taxi… —intervino de nuevo Kyungsoo. Chanyeol comenzó a reír. Esos chicos eran divertidos.

 

—Pero no lo hice. Ahora dejen de preguntarme cosas. No son mis padres, esto no es un interrogatorio y él no es mi novio.

 

Chanyeol amplió su sonrisa aun más. Baekhyun había pensado lo mismo que él sobre el interrogatorio.

 

—Bien… y… ¿Desde cuando se conocen?

 

— ¡Kyungsoo!

 

—Sólo tengo curiosidad…

 

— Yo que sé. Hace un mes o dos.

 

Chanyeol se aclaro la voz:

 

— El ocho de Julio.

 

— ¡Oh, pero que dulce! Tu novio recuerda la fecha exacta —canturreo Jongdae.

 

— ¡No es mi maldito novio!

 

—Jaja, no podría olvidarlo —dijo Chanyeol ignorando los gritos de Baekhyun —Ese día Baekhyun casi me mata por tomar el videojuego que él quería. Al final él se lo llevó porque olvidé mi tarjeta          de crédito. Lo marqué en mi calendario como el día que un enfermo mental me gritó en un supermercado.

 

Kyungsoo y Jongdae se soltaron a reír como hienas drogadas. Ese día Baekhyun llegó auto alabándose por ganarle el juego a “un mastodonte gigantesco” según dijo. Ellos tampoco lo olvidarían. Chanyeol les contó detalladamente el resto de sus extraños encuentros y no podían creer como es que en todos ellos alguno de los dos había quedado como un idiota sin remedio. Les dijo que Baekhyun le prometió “algo muy bueno” y sólo le había dado espagueti de kimchi, que ciertamente era muy bueno, pero no era lo que esperaba. Baekhyun se atragantó con su desayuno cuando Chanyeol contó que cuando le prometió ese “algo” tan bueno, se le insinuó descaradamente. No era mentira que se había insinuado, pero era una broma. Ni siquiera esperaba que lo recordara.

 

Pasaron toda la mañana entre risas y conversaciones tontas hasta que Chanyeol anunció que debía irse, pues su amigo “el bailarín travesti” lo esperaba en algún sitio. Baekhyun lo acompañó hasta la puerta de la recepción tras entregarle su ropa limpia y seca junto con su abrigo que ya llevaba mucho tiempo en su poder, mientras le explicaba que había ganado una beca para estudiar en el extranjero, pero antes debía transferirse a otra universidad que quedaba a unas tres o cuatro horas de Seúl y terminar ahí el semestre, por ello se mudaría a los dormitorios de la escuela. Chanyeol se despidió abrazando a Baekhyun con mucha fuerza, acariciando su cabello con cariño, le dio las gracias de nuevo y se dispuso a retirarse.

 

Ninguno intercambió su número telefónico ni sus correos electrónicos. Baekhyun no le dijo a que ciudad iría. No le dijo el nombre de su nueva escuela ni a que país iría después de terminar el semestre; le dijo que estudiaba canto, simplemente. Lo otro no importaba. No pensaron en ello, no importó, no les cruzó por la mente, y nuevamente cada uno iría por su propio camino. Era bastante improbable que se encontraran de nuevo ¿O no?

Notas finales:

INPORTANTE:

En el próximo capítulo el encuentro siguiente, es decir el número OCHO tiene una difrencia de TRES MESES, por eso, ponga muuucha atención a las fechas. 

[ASK]

Otras Redes en mi perfil. Gracias.

No olviden comentar, aun si es algo negativo, ya que me ayuda a crecer como persona y como la mediocridad de escritora que soy. 

-Lanny GO.

Pandicornios Voladores Lanzallamas&Too Much Love.


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