Capitulo IV.
DATE
Once.
24-25/Diciembre.
Sabía que había sido la peor idea del mundo ir a Seúl la tarde de Nochebuena para recoger los regalos que su torpe hermana había dejado en su oficina. Ahora eran las nueve de la noche y estaba nevando; no tenía mucha visibilidad y debía conducir lento si no quería derrapar gracias a la nieve. Le tomaría por lo menos otras dos horas llegar, seguramente lo lograría cuando ya todos hubiesen dicho “Feliz Navidad” y además se estaba perdiendo la cena. Estúpidos regalos de Navidad, estúpida nieve, estúpida hermana, estúpido teléfono que no paraba de sonar ¡Estaba conduciendo! No podía contestar y seguramente sería su idiota hermana para regañarlo por no estar ahí en la cena y eso le enojaba. Sonaba y sonaba. Chanyeol gruñó y se agachó un instante para tomar el teléfono. Miró la pantalla; era el imbécil de Jongin ¿Qué quería ahora? Bien, Chanyeol estaba muy molesto. Apagó el aparato telefónico y lo botó… por la ventana. Se lamentó, no era su intención lanzarlo con tanta fuerza y no sabia por qué llevaba la ventanilla abierta si hacia un frio espantoso, pero no iba a detenerse a mirar el teléfono si aún vivía; se compraría otro y listo, igual ya quería cambiarlo por uno más moderno.
Regresó su vista al frente y vio como se aproximaba a un árbol. Giró el volante rápidamente para evitar estrellarse con el árbol. Error. Se estampó contra una camioneta negra desviándola del camino. Ambos vehículos quedaron a la orilla de la carretera. Su hermoso deportivo estaba echando humo ¡Estúpido árbol!
— ¡Estúpido!
Exacto, estúpido; pensó Chanyeol a cerca del enorme roble. Oh, esa voz… La voz del dueño de la camioneta. Una muy bonita y brillante Jeep Grand Cherokee con una no tan bonita abolladura del tamaño del mundo.
— Yo… lo siento mucho. Pagaré los gasto y ¿Baekhyun?
—Esta vez si te mato…
—No. No. No. Espera… Yo te llevaré hasta dónde quieras.
— ¿En tu auto destruido o en tu espalda? —se burló.
—Está bien, tienes razón. Intenta ver si el tuyo arranca.
—A eso voy, inepto —dijo Baekhyun probando su camioneta. No arrancaba — ¡Te voy a matar! Y… ¡Chanyeol!
— ¿¡Qué!?
— ¡Se quema!
— ¿De qué hablas? —preguntó confundido. Baekhyun señaló su auto — ¡NO! Mi bebé…
—Espera. Tengo un extintor —el pequeño corrió hacia el portaequipajes sacando el aparato.
Chanyeol se lo arrebató y lo accionó apagando el fuego de su coche. Su vida era horrible. El fuego se apagó y el gigante suspiró aliviado. Baekhyun quiso llamar una grúa, a la policía o a quien fuera, pero tenía un pequeñísimo problema llamado “Batería muerta”.
—Grandote, usa tu teléfono para llamar a emergencias.
—Yo… verás… Lo lancé por la ventana de mi auto minutos antes de chocar.
— ¡Te voy a matar! —gritó lanzándose encima de este, derrumbándolo y manoteando.
— ¡Basta! Sólo tenemos que esperar que alguien pase por aquí —respondió quitándose al enano de encima y poniéndose de pie —Ahora, si me lo permites sacaré las cosas de mi auto y las pondré en el tuyo antes de que se incendie de nuevo y todo se queme.
Baekhyun suspiró molesto y miró la autopista. No había una sola alma. Claro, porque la gente normal estaba en casa festejando con su familia y no en medio de una carretera con esa cantidad nieve cayendo. Baekhyun tal vez era exagerado pero estaba segurísimo de que la nieve estaba empezando a caer más rápido y en mayor cantidad. Chanyeol traspasó todos sus regalos, una guitarra y una hielera con un par de botellas al auto de Baekhyun, mientras el otro encendía la radio para obtener un reporte del estado del tiempo; estaba convencido de que esa nieve no estaba cayendo como debería. Sintonizó un noticiero y daban indicaciones de carreteras cerradas y recomendaciones de invierno. El más alto terminó de acomodar sus pertenencias en la cajuela junto a las de Baekhyun y subió en el asiento del copiloto dejando su guitarra en el asiento de atrás. Baekhyun cerró con seguro las puertas y encendió la calefacción mientras en la radio decían la temperatura en diferentes puntos del país. Finalmente, lo que más temía se hizo verdad… Una tormenta… Una jodida tormenta de nieve se avecinaba. Apagó el radio muy molesto y miró con desprecio a Chanyeol.
*
Pasó alrededor de una hora y media cuando el estómago de Chanyeol comenzó a gruñir hambriento. Baekhyun dejó su Play Station portátil y lo miró divertido.
— ¿Tienes hambre, gigante?
— ¿Tú no?
—Bueno… Hay una buena noticia. Tengo galletas, cupcakes y leche con chocolate. Pero… están en el maletero ¿Te arriesgas?
— ¡Quita el seguro! —ordenó Chanyeol poniéndose su abrigo y su bufanda. Salió corriendo, sin éxito porque sus pies se enterraban en la nieve. Aun así llegó y Baekhyun abrió la cajuela con un interruptor dentro. Visualizó una caja de galletas, un galón de leche de chocolate y un recipiente grande con cupcakes caseros. Lo tomó todo y abrió la puerta trasera para dejarlo todo. Cerró la cajuela y se lanzó dentro del auto. Se acomodó nuevamente en asiento del copiloto.
—Estás todo cubierto de nieve —se burló Baekhyun pasándole un pañuelo para limpiarse.
— ¿Tu los hiciste? —preguntó tomando el recipiente de los panques, el otro asintió mientras sacaba una taza para servirse leche. Chanyeol tomó uno llevándoselo a la boca. Sus ojos brillaron y miró serio al pequeño que bebía su chocolate —Baekhyun… cásate conmigo.
Baekhyun escupió la leche chocolate que tenia en la boca sobre el tablero de su auto. Chanyeol rio frenéticamente viendo la cara espantada del mayor. Lamentó nuevamente haber lanzado su teléfono, necesitaba sacar una foto de Baekhyun. El más bajo tomó uno de los panques y lo empujo dentro de la boca del gigante con el fin de hacerlo callar.
—Son las… once. No creo que alguien salga con este clima; parece que nos vamos quedar aquí —dijo Chanyeol tras tragar el cupcake que Baekhyun “amablemente” le dio en la boca, como gesto de su gran “amor” por él.
—No… ¿En serio? Creí que alguien pensaría que el clima era perfecto para salir a trotar, tomar un baño de sol y dormir sobre los campos cubiertos de maldita helada nieve en medio de la tormenta y la fuerte ventisca, ya sabes, a todos les encanta tomar aire fresco. Es más, por qué no bajas y tomas un poco de ese fabuloso aire y duermes ahí —respondió Baekhyun expulsando todo el sarcasmo que podía, haciéndole una clara de invitación al otro de salir del auto y morir congelado.
Chanyeol puso su mejor cara de perrito abandonado y cuando vio a Baekhyun resoplar con resignación sonrió y continúo comiendo los celestiales panquecitos. Baekhyun volvió a su juego en la Play
Station mientras Chanyeol se trasladaba al asiento trasero para afinar su guitarra a falta de algo mejor que hacer. El tiempo pasaba lentamente, el más bajo encendió los limpia parabrisas pues ya estaban cubiertos de nieve y temió que el hielo se hiciera sólido en el exterior del auto y le fuera imposible abrir las puertas, quedando encerrado y sin oxigeno, sí, veía muchas películas pero aun era una posibilidad, así que abrió la puerta para probar, aun lo hacía correctamente.
Su juego portátil se había descargado y faltaban unos diez minutos para la media noche. Miró a Chanyeol concentrado en su instrumento musical y recordó vagamente que había algo… Eso… Un regalo. Había comprado un regalo de Navidad para Chanyeol con la esperanza de verlo pronto y dárselo; no pensó que pasaría Navidad con él pero no era tan malo ¿Dónde había puesto el artilugio ese? ¿En la guantera? ¿En su maleta? No recordaba si lo puso con el resto de cosas. Rebusco un poco en los compartimentos, pero era bastante ridículo, su regalo no era tan pequeño y él parecía querer encontrarlo debajo de la alfombra del auto ¿Le puso un envoltorio? Se lo puso… Un envoltorio con dibujos de notas musicales porque suponía que al grandote le gustaba la música, por algo tenia una guitarra. Entonces lo dejo en el maletero…
Se debatió internamente sobre si debía salir y traer el regalo para Chanyeol, tomando en cuenta que si salía se iba a congelar y que el gigante no se merecía nada. Pero, por otro lado, el lo salvo de aquel hombre de la tienda de antigüedades y de ese ebrio pervertido; le debía un premio, dos premios… Pero este era uno de ellos. No sabía muy bien por qué gastó más dinero en este regalo que en los otros, no es como si eso contara realmente, pero se tomo muchas molestias en escoger algo bonito. Tuvo que llamar a su madre para convencerla de hacerle un depósito anticipado a su cuenta bancaría. Tuvo que rogar al hombre de la tienda para que le diera un descuento en la reparación del aparato. Tuvo que ir a un millón de lugares y hacer un montón de llamadas para conseguir los complementos.
Suspiró y se envolvió con el abrigo del gigante encima del suyo y también la bufanda de este pues él no tenia la suya consigo. Chanyeol lo miró cuando notó que abría la puerta y se disponía a salir ¿Iría al baño? Lo dudaba. Asomo su cabeza abriendo la puerta trasera.
— ¿Qué haces?
— Notas musicales… notas musicales… notas… —murmuraba buscando el regalo. Compró muchas cosas y luego estaban los regalos del otro, y eso lo confundía más. Moría de frio; se apresuró y lo encontró en fondo— ¡Aquí esta!
Baekhyun tomó una caja mediana envuelta en papel decorado con notitas musicales. Azotó la cajuela y aprovechó que Chanyeol tenía la puerta de atrás abierta para meterse a toda velocidad, empujando al otro cerró la puerta. El mayor miró su reloj; dos minutos para la media noche. Chanyeol observó con curiosidad la caja pero no preguntó, aunque le gustaría saber si era más comida; eso sería maravilloso. Baekhyun se sacudió la nieve y lanzó hacia los asientos delanteros los abrigos. Tomó un par de galletas y más leche. Chanyeol rasgaba su guitarra, tocando villancicos provocando que el más bajo rodara los ojos con molestia. Los dos minutos pasaron.
—Feliz Navidad —dijo Baekhyun sonriente tras mirar el reloj. Extendió la caja hacía Chanyeol.
— ¿Para mi? —preguntó curioso. Baekhyun asintió. Él la tomó cuidadosamente — ¿A quién dejé sin regalo?
Baekhyun rió.
—A nadie. Lo compre para ti.
—Ya veo… tu plan era chocar contra mi para pasar la Navidad juntos y que me dieras un obsequio. Me siento afortunado.
—Gracioso, muy gracioso —se quejó Baekhyun —. Lo compré con la idea de que tarde o temprano te vería y te debo un par de premios ¿Recuerdas?
—Oh ¿Y qué es? —dijo agitando la caja.
— ¡No lo agites, idiota! ¡Me costó un ojo y medio de la cara!
Chanyeol lo miro sorprendido. Él tenía un regalo también… No le costó un ojo de la cara pero él lo hizo con… ¿Cariño? Bien, con dedicación. Con cuidado despegó el bonito envoltorio ¿Baekhyun lo envolvió o pagó para lo envolvieran? Logró apartarlo sin romperlo y Baekhyun lo aprecio porque tardó media hora envolviendo cada regalo como para que lo arrancaran sin consideración. Una vez el papel fuera, se concentró en despegar la cinta adhesiva de la caja. Abrió la caja y había mucho papel de colores; lo sacó con sumo cuidado y se encontró con “algo” envuelto en papel protector de burbujas. Era correcto tener tantos cuidados con un regalo que te costó un ojo de la cara ¿No? Colocó ese “lo que sea” a un lado y sacó un empaque de rollos Polaroid de apariencia extraña. Desenvolvió lo que ya suponía era una cámara; no esperaba que fuera esa encantadora cámara antigua. Chanyeol sonrió, esa cámara era una Polaroid de los cincuentas, había sido una de las primeras cámaras instantáneas, definitivamente costaba uno o dos ojos de la cara de alguien. Y los rollos… encontrar rollos para una cámara así no debió ser tarea fácil; y de hecho no había sido tarea fácil. Baekhyun tardó dos días en encontrarlos y condujo varias horas para ir por ellos.
Chanyeol sonrió dándole un abrazó a Baekhyun. Tomó su guitarra y comenzó a tocar algo al azar.
—Yo tengo este regalo —dijo comenzando a tocar la primera parte de una canción. Tras unos veinte segundos se detuvo debido a que la mano de Baekhyun se posó en el mástil de la guitarra.
—No hace falta que me devuelvas el regalo ¿Sabes?
—No es así. Yo la escribí… para ti —confesó. Giro hacia la funda de su instrumento para sacar de ahí unos partituras; las extendió hacía un Baekhyun atónito—. Tiene letra. Puedes leerla mientras toco. Dijiste que estudiabas canto y pensé que tal vez…
Baekhyun interrumpió aclarando su voz. Repasó un par de segundos las partituras, y se dispuso cantar las primeras líneas. Chanyeol sonrió; el pequeño tenía una hermosa voz. Comenzó a tocar para acompañarlo. Después de un minuto de la canción, Baekhyun cantaba alegremente. Chanyeol se detuvo y tomó su cámara. Baekhyun paró también y miró hacia el gigante.
El sonido obturador lo hizo reaccionar.
— ¡Ya! Chanyeol, esos rollos me costaron un riñón y fue muy difícil conseguirlos. No los desperdicies.
Chanyeol sonrió la ver como la fotografía iba apareciendo. La tomó y miró en ella la cara de cachorro de Baekhyun. Se veía tan adorable.
—Yo no creo que se un desperdicio —dijo mostrando el resultado. Baekhyun se sonrojó.
— ¡Dámela!
—No. Es mi cámara; es mi foto.
Baekhyun refunfuñó mientras leía el resto de la bonita canción que le hizo Chanyeol. Ahora sentía que su regalo era insuficiente a pesar de ser costoso y difícil de conseguir. Seguramente Chanyeol pasó mucho tiempo escribiéndola, haciendo arreglos y pensando en una buena letra ¿Cómo adivinó su registro vocal? Seguro sólo lo supuso en base a su voz al hablar, aunque no siempre sonaban igual en este caso era muy parecida.
Chanyeol contempló la instantánea y sonrió contento. Guardó la fotografía dentro de la funda de su guitarra y envolvió nuevamente la cámara en las burbujas; acomodó todo en la caja con cuidado y la colocó en asiento delantero al igual que la guitarra. Baekhyun guardó las partituras entre los documentos del auto en la guantera. Después las mandaría enmarcar o algo de eso. Tomó los abrigos pasándole el suyo a Chanyeol. Ahora… ¿Cómo se acomodarían para dormir? Podía reclinar los asientos y… un recuerdo lo invadió.
—Chanyeol… me siento estúpido —dijo cubriéndose el rostro con su abrigo.
— ¿Por qué?
—Yo… olvide que… el maletero… puede… puede abrirse desde dentro…
Chanyeol parpadeó incrédulo. Se giró hacia el portaequipajes; sujetó la cubierta y la levantó. Miró a Baekhyun y comenzó con un ataque de risa. Salieron del auto y se enfrentaron a ese frio cruel por nada, no hacía falta, pero la memoria de Baekhyun lo había traicionado.
— ¡No te rías! Ahora hay que cambiar los regalos de lugar y mover los asientos hacia el frente.
Chanyeol obedeció y cambio todo hacia los asientos delanteros. Baekhyun oprimió un par de interruptores y los asientos traseros se movieron al frente dejando aun más espacio en la amplia y ahora vacía cajuela. Baekhyun examinó una de sus maletas, sacando todo hasta encontrar una manta; fabuloso, por fin algo salía más o menos bien. Usó su ropa como almohadas para él y Chanyeol y se acomodó pegado a este cubriéndose con los abrigos y la manta. Aun si la calefacción estaba encendida hacia un poco de frio y no le importó abrazar a Chanyeol para recibir más calor. El más alto sonrió y se abrazó del pequeño igualmente. Baekhyun emitió unos adorables sonidos de cachorrito y se durmió en instantes. Chanyeol suspiró y cerró sus ojos acurrucándose con la barbilla sobre la cabeza de Baekhyun.
*
Baekhyun escuchó un sonido, algo como un golpeteo. Sintió una mano ajena sobre su cara y se removió apartándola. Abrió los ojos y se encontró con un gigante desparramado por la superficie de su auto. Se escuchó de nuevo el golpeteo y Baekhyun saltó aproximándose a la puerta. Trató de abrirla y tuvo que empujar fuertemente pues estaba atascada por la nieve en el exterior. Recargó todo su peso hasta que la puerta se abrió y él cayó sobre la fría nieve. Un hombre con uniforme policial lo miró preocupado y ligeramente divertido. Baekhyun se puso de pie como pudo y le explicó al policía que un idiota orejón había chocado contra su camioneta y que él era tan buen ser humano que lo dejó dormir en su auto con calefacción porque el coche del otro se había incendiado de la nada. El hombre dudo de la mayoría de los hechos pero era claro que habían tenido un accidente.
Baekhyun entró a despertar a Chanyeol mientras el policía llamaba una grúa. Lo palmeó un poco pero no reaccionaba, luego tomó un poco de nieve de afuera y la introdujo en la camiseta del más alto. Chanyeol abrió los ojos gritando por el frio y golpeó a Baekhyun débilmente para luego salir y explicarle al policía sobre su teléfono arrojado por la ventana, el árbol que apareció mágicamente en su camino y el auto en llamas. El hombre le dio todavía menos credibilidad que al pequeño y le entregó una bonita multa de transito por ser irresponsable al volante y eso fue todo, ya que Baekhyun fue la victima y no presentaría ninguna denuncia y los gastos correrían por parte de las aseguradoras de cada uno.
La grúa llegó media hora después y se llevó ambos autos. Ellos fueron a sentarse con el conductor del vehículo contándole sus muchas “aventuras” sobre mujeres diosas de la comida, ladrones de condimentos y jarrones de mal gusto rotos. El chofer no les creyó absolutamente nada pero se rio muchísimo con sus ocurrencias. En la estación de servicio, Chanyeol pudo llamar a su hermana y contarle sobre su accidente y Baekhyun habló con sus padres y Kyungsoo el sobre protector. Comieron. Bebieron. Esperaron por sus autos, y lo hicieron en vano porque estos debían quedarse un par de semanas en el taller. Sacaron todas sus cosas de los autos y llamaron dos taxis; uno para Chanyeol, camino a casa de su abuela; otro para Baekhyun, rumbo a Seúl, a casa de Kyungsoo.
Baekhyun esta ocasión realmente quería tener el número de teléfono de Chanyeol, por primera vez sentía que, por mucho que este raro destino los juntara una y otra vez, no quería arriesgarse. No quería dejarlo a la suerte. Quería tener la certeza completa de que lo volvería a ver. Pero… el teléfono de Chanyeol estaba tirado, probablemente destruido, en algún lugar de la carretera. Se sintió un poco derrotado cuando ambos terminaron de subir sus cosas a sus respectivos transportes. Se dieron un abrazo de despedida y cada vehículo arrancó dirigiéndose a direcciones opuestas.
Doce.
29/ Diciembre.
Así es. Tenía menos de cuatro de días sin verlo y se sentía estúpidamente vacio. Se revolvió mil veces en su cama pataleando. Tapándose. Destapándose. Envolviéndose. Lanzado todo. Jalando sus cabellos. Golpeando a Kyungsoo. Disculpándose con Kyungsoo bajo amenazas. Pateando a Jongdae. Burlándose de Jongdae. Dejando afuera de la casa a Jongdae. Llamando obeso al novio cachetón de Jongdae. Lanzándole bolas de papel a Jongdae. Recibiendo un castigo de cosquillas por parte de Jongdae. Implorándole misericordia a Jongdae. Llorando sin razón aparente, aparente porque si había razón; el delineador se secó. Maldiciendo a Kris por ser tan guapo y no ser soltero. Maldiciendo a la perra que provocó que Kris no sea soltero. Ingeniando un plan para que Kris sea soltero de nuevo. Pensando en un lugar al cual ir por la noche y no morir solitariamente mientras sus amigos tienen vidas sociales y salen con sus respectivas parejas y él no, porque no tiene y quiere una pero nadie llena sus expectativas y quien las llena no es soltero —Kris —o no esta seguro de dar un paso más y pedirle su maldito correo electrónico a cierto orejón y acosarlo o simplemente dejar que el destino siga con lo suyo. Así que se siente vacio y solo. Y se pone a meditar en la serie de lugares en que “casualmente” podría encontrarse con Chanyeol.
Él no esta desesperado.
De verdad no lo esta.
Sí. Lo esta… un poco.
— ¿Quieres dejar de hacer eso?
—No. Quiero un novio y una vida.
—Pues consigue ambas cosas y deja de ensuciar mi casa —exigió Kyungsoo al ver a Baekhyun rodeado de una montaña de bolas de papel que anteriormente le había lanzado a Chen.
—No es justo. Tú tienes a ese chico ardiente como el infierno y Chen tiene al chico cara de bebé regordete. Yo tenía un guapo compañero de copas con derecho a roce y ahora él tiene una novia. Puto Kris.
— ¿Y el vagabundo mojado? —intervino Jongdae.
— ¿De que mierda hablas? ¿Vagabundo mojado? ¿Chanyeol?
—Sí, ese. Era buen chico ¿No dijiste que te salvó de un borracho degenerado?
—Ajá… ¿Y?
— ¡Búscalo y hazlo tuyo! ¡Idiota! De lo único que hablas es de él. Chanyeol me salvó. Chanyeol tiró mi helado. Chanyeol me escribió una canción ¡Viola al maldito Chanyeol y deja de joder!
Baekhyun quedó en un shock momentáneo por las directas palabras de Jongdae. Sí, está bien. Chanyeol era lindo. Le agradaba… mucho. Y era guapo. Dulce. Amable. Alegre. Divertido. Detallista. Tenía esas bonitas orejas de elfo. Y esas grandes, grandes manos que podrían sujetar su trasero si… No. No. No. Chanyeol podía ser un ejemplar de hombre perfecto para Baekhyun, pero era precisamente eso lo que le impedía pensar románticamente sobre él. Una persona así, como era el gigante, es la clase de personas que debes atesorar y no simplemente violar cuando se te dé la gana. A el ni siquiera le había cruzado la idea por la mente hasta que Chen lo mencionó y saturó su cabeza de imágenes pecaminosas, pero no debía ser alarmante ya que tenía imágenes pecaminosas en su imaginación con medio mundo, incluido Chen, Kris, la hermosa madre de Kris, el ex novio de Kyungsoo, el novio actual de Kyungsoo, el amigo del novio de Kyungsoo, el novio del amigo del novio de Kyungsoo, el hermano mayor de Kyungsoo, Kyungsoo mismo y a veces con esa señora; la mujer diosa de la comida del puesto callejero.
Sí. Estaba muy, muy desesperado.
—Ve al cine. Kyungsoo iba solo al cine acompañado de su propia presencia y conoció al moreno salvaje. Y míralo, es feliz… cada noche.
—Ir al cine solo es patético, no quiero —refutó Baekhyun recibiendo un golpe por parte de Kyungsoo. Ir al cine solo no era patético. A él trajo grandes cosas. Muy, muy GRANDES cosas.
—Ve a un prostíbulo. De ahí sacó Chen a su novio gordo.
—Lo conocí en una cafetería y no esta gordo, es perfecto así y… —dijo Chen perdiéndose en sus pensamientos sobre lo hermoso que era su, para nada gordo, novio.
El teléfono de Baekhyun timbró.
«De: Kris ♥
15: 43 hrs.
Hola, bebé ¿Quieres ir conmigo a donde sea? ;) »
—Maldito degenerado —murmuró Kyungsoo leyendo el mensaje al quitarle el teléfono al Baekhyun —Vamos a darle su merecido —sentenció escribiendo una respuesta.
— ¿Qué? ¡No! Yo sí quiero ir a donde sea con él ¡Kyungsoo!
«Para: Kris ♥
15:45 hrs.
Ve tú sólo, directo a la mierda. .i. »
— ¡Nooo! ¡Kyungsoo! –chilló Baekhyun.
—Te hice un favor —declaró sacando su billetera —Ahora, te daré mi tarjeta de cliente preferente del cine y vas a volver con un hombre de bien de ese lugar. Me lo vas a presentar y serán muy felices para siempre.
—Nadie puede hacer eso con sólo ir al cine —se quejó amargamente leyendo la respuesta de Kris. Un muy poco agradable “Iré con alguien más entonces” Él quería ir.
—Yo lo hice. Tu también lo vas a hacer —ordenó convencido —. Ahora ponte decente y sal a conquistar.
Baekhyun no quería ponerse decente. Quería ir con Kris a ese “donde sea” que obviamente significaba “a mi cama”, porque estaba muy, pero muy desesperado. Pero su madre, Kyungsoo, tenia que arruinar su diversión ¿Cómo iba a encontrar un hombre de bien en un cine? ¡Nadie va solo al cine! Los perdedores solamente… Y Kyungsoo… Y el novio sensual de Kyungsoo. Daba igual porque al final terminó poniéndose bastante mejor que decente y Kyungsoo lo dejó en la entrada del cine para evitar que se fuera por ahí, posiblemente con Kris.
Se quedó viendo un buen rato la cartelera. Muchas películas de acción. La película de Angelina Jolie. Esa película de terror. La película rosa para chicas. Nada le llamaba la atención ¿Qué película vería Chanyeol? Definitivamente no vería esa película para niños de preescolar ¿O sí la vería? Tal vez. Se cubrió los ojos y seleccionó una película al azar en la pantalla táctil de la maquina dispensadora. Tomó su boleto que se imprimía y se fue a comprar una bebida y palomitas. Aparentemente eligió la película de terror y ya sabía que moriría de miedo y estaba solo, así que no tenia nadie lo protegiera del actor que hacia el papel de asesino en la película. Ya se estaba sintiendo como todo un perdedor.
Entró a la sala correspondiente y se dispuso a buscar su asiento. Muy bien, casi estaba ahí… ¡Oh por Dios! ¿Era él? ¿No era un sueño? ¡Gracias, Dios! Se apresuró a llegar hasta dónde lo vio. Se sentó a lado de él.
—Hola ¿Estas solo?
—Baekhyun… ¿Es en serio? —balbuceó sorprendido.
— ¿Qué cosa?
—Tu. Aquí.
— ¿Te molesta?
—Baek… Un bar. Una puesta de sol en una colina. Panquecitos caseros en navidad. Y ahora una película. Tú si que vas en serio conmigo ¿Deberíamos ir la rueda de fortuna la próxima vez? —se burló.
—Que divertido, Chanyeol –respondió Baekhyun girando sus ojos — ¿Qué haces por aquí?
—Mi mejor amigo, el travestí, me mando al cine a conseguir el amor porque el encontró a su novio en un cine. Yo le dije que era algo de perdedores ir al cine solo y el me golpeo y me trajo aquí.
— ¿Cuántas posibilidades hay de que mi mejor amigo me envié al mismo cine, el mismo día, con el mismo pretexto y que yo eligiera al azar la misma película, en la misma sala?
Chanyeol sonrió. Él también había elegido la película azar. Y al parecer tenían amigos similares.
Ambos continuaron hablando de sus amigos extraños y se encontraron con la clara posibilidad de que el novio del mejor amigo de Chanyeol fuese Kyungsoo. Otra “coincidencia” extraordinaria. Luego miraron la película abrazados como niñas gritonas tratando de hacerse los machos, fracasando miserablemente ante las escenas de sangre, muerte y mutilación. Al terminar la película acordaron ir a los videojuegos del centro comercial. Al salir Chanyeol se percató de lo bien que lucia Baekhyun; no lo había notado antes por la oscuridad de la sala del cine, y pronto se encontró mirándolo de arriba abajo todo el camino hacia la sala de juegos de video. Parecía un violador en potencia.
Pasaron varias horas jugando hasta que ya era un poco tarde. Baekhyun le ofreció ir a cenar a su casa, es decir, su ex casa. Chanyeol recordó el espagueti de kimchi de Kyungsoo y no pudo negarse, después de todo seguro lo que fuera que preparara sabría delicioso.
Cuando llegaron Chen y Kyungsoo discutían sobre la diferencia entre detergente y jabón líquido, cada uno tenia ventajas importantes. Baekhyun anuncio desde la entrada que había vuelto mientras se quitaba los zapatos.
— ¿Trajiste un hombre de bien? Si no lo hiciste vuelve por donde llegaste —habló Kyungsoo. Baekhyun apareció frente a él tirando del brazo de Chanyeol.
—Encontré a Chanyeol. Tenemos hambre.
Kyungsoo rodo los ojos con fastidio y se puso de pie para ir a la cocina a servirles algo de comer. Desde que Jongdae quemó la cocina no dejaba que las personas entraran ahí sin su supervisión.
— ¿Hoy si lo vas a montar? —cuestionó Chen con malicia.
— Kim Jongdae… Vuelve a hacer comentarios como ese y le digo a tu novio gordo que fuiste tu quien se comió todos sus chocolates.
— ¡NO! Yo… no diré nada de nada. Ya me voy.
Chen se encerró en su cuarto y atrancó la puerta con una silla mientras gritaba desde dentro que su novio no era gordo si no “hermosamente hermoso” y “sensualmente sensual”. Chanyeol estaba ruborizado e imaginando a Baekhyun montándolo (y lo sensual que podría o no ser el novio no-gordo de Chen). Algo estaba bastante mal con él. Apartó los pensamientos sucios y se dispuso a seguir a Baekhyun rumbo al comedor.
—Entonces… —habló Kyungsoo llegando con tres platos de alguna cosa deliciosa —. Te dije que fueras allá y consiguieras un novio, y tú lo trajiste a él.
—Bueno… Es que… ¡Ah! Es tu culpa. Yo quería ir con Kris a donde sea y tú le dijiste que se fuera a la mierda y soy una persona con necesidades afectivas y ahora no tendré lo que Kris me daría porque tú conseguiste un novio sexy y tu pececito murió.
Kyungsoo y Chanyeol parpadearon tratando de asimilar lo dicho por Baekhyun. Carecía de todo sentido. Jongdae abrió la puerta de habitación y grito desde allí cosas como “Amárralo a tu cama, viólalo y tengan bebés” y “Mi novio no es gordo, es apachurrable, y nuestros bebés serán más hermosos que los de ustedes” pero todos lo ignoraron. O al menos eso parecía porque Baekhyun estaba internamente tratando de recordar donde había dejado la cuerda para amarrar al gigante.
*
De alguna manera Kyungsoo y Jongdae se aliaron para molestar a Baekhyun por dos horas sobre temas sexuales y amorosos. Chanyeol simplemente se reía de las expresiones del pequeño. Baekhyun bufó frustrado y tomo a Chanyeol y lo empujó dentro de su habitación encerrándose con él. Chanyeol estaba un poco emocionado por lo que esperaba que viniera ahora.
Contrario a lo que Chen, Kyungsoo y el mismo Chanyeol pensaban, no lo violó. Sólo se lanzó sobre su cama y se tapó hasta la cabeza. Chanyeol se encogió de hombros y recostó a su lado. No era la primera vez que dormían uno a lado del otro. En esta ocasión no se abrazaron ni nada por el estilo. Y cuando amaneció Baekhyun ya no estaba en la habitación. Los tres amigos estaban desayunando cuando Chanyeol se apareció.
Tras una larga discusión entre Kyungsoo y Baekhyun sobre porque no se escuchó ruido alguno durante la noche en la cual Kyungsoo triunfó usando como argumento que seguramente Chanyeol lo había amordazado para que no gritara “como perra en celo”, Baekhyun salió disparado, tenía que ver sus padres y luego volver por sus cosas y regresar a los dormitorios de su escuela. Chanyeol también tenía que irse para ver a su madre. De modo que ambos se bañaron —por separado —y se fueron juntos. Chanyeol tenía que ir hacia el lado opuesto al que iba Baekhyun, así que se despidieron con un abrazo.
Antes de que Baekhyun subiera al auto que Kyungsoo le prestó tiró de Chanyeol para acercarlo. Le plantó un pequeño peso en la mejilla y subió al coche y arrancó antes de que pudiera sentir vergüenza o arrepentimiento, dejando al gigante de pie en la acera con una enorme sonrisa estúpida, más estúpida que nunca y su corazón latiendo como loco.