Capitulo VIII.
WHO
Veintiuno.
08/Diciembre.
Las manecillas no dejaban de avanzar, pero Baekhyun podía jurar que por más que caminaban el tiempo no transcurría porque los diez minutos que llevaba esperando eran bastante más parecidos a tres horas. Tao no dejaba enviarle amenazas a su teléfono sobre los resultados de las pruebas, ya que si daban negativo lo golpearía por engañar a Kris, claro que no engañó a Kris porque anduvo de zorra cuando ya había terminado con él, sólo que Tao no sabía esa parte de la historia, claro, y tampoco la parte en que hizo el amor con Chanyeol, eso nadie, salvo ellos dos, lo sabía y en teoría eso si había sido un engaño, pero a él no le parecía de ese modo porque no siente culpa alguna ya que lo deseaba con todo su ser. Aun así Tao no quiso ni acompañarlo a recoger los estudios médicos porque si resultaba que Kris no era el padre, cosa poco probable, lo mataría y no quería ser encarcelado por matar a un chico embarazado. Kris por su lado estaba tan nervioso que no entró al hospital y lo esperaba afuera, de manera que ahora Baekhyun estaba dentro de ese consultorio aguardando a que la enfermera trajera sus resultados y la desgraciada parecía querer torturarlo porque estaba tardando demasiado para su gusto.
—Señor Byun —por fin se había aparecido la maldita. Baekhyun se puso de pie lo más rápido que su condición le permitía (no muy rápido, en realidad) y le arrebató el sobre con los resultados a la mujer quien, espantada, se retiró.
Baekhyun salió del consultorio mientras abría el sobre y caminaba rumbo a la salida. Miró hacia la sala de espera, tenía mucha ansiedad así que le pediría a algún paciente que leyera el resultado y se lo dijera. Pudo pedírselo a la enfermera pero a ella la odiaba por hacerlo esperar tanto tiempo, sí, diez minutos tortuosos que se sintieron como un mes. Sus ojos brillaron cuando vio a una persona conocida y que por alguna razón extraña deseaba ver.
—Yoora-noona —llamó acercándose a la chica.
— ¡Baekhyun! —grito emocionada al ver que su hermano no mentía cuando dijo que Baekhyun tendría un bebé.
— ¿Puedo pedirte un favor? —preguntó.
Yoora asintió y Baekhyun le extendió la hoja con los resultados que ya había sacado del sobre pero no se atrevía a leer por temor a alguna cosa, no estaba seguro de que era exactamente. La chica tomó la hoja de papel con cuidado y notó que las manos de Baekhyun temblaban.
— ¿Puedes leerlos para mi? Estoy algo nervioso.
—Claro. Veamos —comenzó ella leyendo las primeras líneas que tenían datos básicos como edad, nombre, teléfono y dirección —.Wu Yifan… nanana… Tejidos y ADN… —balbuceaba pues suponía que eso no era relevante para Baekhyun —. Ammmh… concluyentemente… Es… Negativo. Negativo, Baekhyun.
Yoora creyó que eso era algo malo cuando vio a Baekhyun derramando un par de lágrimas y lo abrazó de lado ya que su barriga no dejaría hacerlo de otra forma, acarició su espalda y susurraba varios “esta bien” y “no te preocupes” acompañados de más caricias en el vientre y rostro, sin embargo Baekhyun sólo lloraba más y más.
— ¿Baekhyun? —murmuró Chanyeol, mirando como su hermana parecía consolarlo. Venía de la cafetería del hospital cargando un par de cafés, los cuales dejo en una silla para abrazar a Baekhyun también.
—Baekhyunnie está así por que su prueba de paternidad dio negativo para… —explicó posando su vista en la hoja que aun sostenía para leer de nuevo el nombre del chico — Wu Yifan.
Chanyeol se sorprendió porque parecía bastante obvio que Kris era el padre del bebé de Baekhyun, aunque Tao mencionó que podría ser de algún otro, él quería que creer que su Baekhyun no era la clase de persona que se acostaría con medio mundo, a pesar de que lo sabía claramente por conversaciones que había tenido con sus amigos y porque Baekhyun mismo se lo había dicho en algún momento mientras le contaba su vida por mensajes de texto.
—Ya, cariño, no estés triste —musitó Yoora con dulzura.
—No… no estoy triste —habló Baekhyun limpiando sus lagrimas y poniendo su mejor sonrisa —. Estoy… estoy feliz.
— ¿Qué?
— ¡Sí! Quiero decir, es negativo —contestó leyendo ahora los resultados por si mismo. Sus ojos brillaban — ¡Negativo!
— ¿Eso es bueno? —cuestionó la chica mientras Chanyeol reía por las reacciones de Baekhyun y su hermana, de cierto modo la noticia también lo alegraba… un poco.
— ¿Bueno? ¡Es excelente! Es la mejor noticia que recibido en mucho tiempo.
Baekhyun saltó un poco, lo que su enorme cuerpo le dejaba, abrazado fuertemente a Yoora y Chanyeol, ambos hermanos correspondieron con delicadeza porque no querían dañar a Baekhyun, pero a él eso no le interesaba porque estaba muy pero muy feliz.
—Me tengo que ir —avisó desbordante de alegría, plantando un par de besos en las mejillas de Chanyeol y su hermana.
Salió caminando lo más rápido posible rumbo a su auto, dónde lo esperaba Kris jugando Angry Birds con su celular. Kris desvió su mirada del juego y se centró en Baekhyun, expectante. Baekhyun sonrió subiendo a la camioneta y colocándose su cinturón de seguridad. Kris se estaba quedando sin respiración hasta que Baekhyun le entregó la hoja de resultados. Leyó la información cerca de veinte veces antes de mirar de nuevo a Baekhyun, quien le sonreía aun mas ampliamente, Kris devolvió la sonrisa.
—No veo por qué estás tan radiante —comentó Kris, arrancando el auto para volver a casa. Baekhyun lo miró confundido, era obvio que debía estar así de contento —. Nadie debería ser tan feliz cuando esta a punto de morir a manos de un panda ninja.
El alma de Baekhyun abandonó su cuerpo. Lo había olvidado por completo.
Tao lo mataría.
Veintidós.
18/Diciembre.
—Eso es todo, señor Byun. Le entregaremos las llaves dentro de dos días —decía un hombre de edad más o menos avanzada.
Baekhyun agradeció y tomó sus documentos. Salió del lugar y abordó la puerta del copiloto de su camioneta. Tao, quien era el piloto, lo miró.
— ¿Estas seguro de que es bueno mudarte en tu estado?
—Sí, Tao. Es tonto quedarme viviendo con Kris cuando el no es el padre de mi bebé.
—Pero él dijo que te ayudaría de todos modos, y se ve que te quiere tanto…
Baekhyun rió porque esto le resultaba muy irónico. Estaba segurísimo de que Tao tenía sentimientos por Kris porque bueno, sólo un ciego, sordo y tonto no los tendría, pero a pesar de ello continuaba pensando primero en Baekhyun.
—Eres un ángel, Tao. Pero no me siento cómodo… y Kris esta enamorado de alguien más.
Tao asintió resignado. Baekhyun ya le había explicado eso varias veces pero el no quería que Baekhyun criara solo a su bebé y sabia que Kris lo quería mucho. Eran tan lindos juntos. Suspiró y puso en auto en marcha.
Baekhyun le pidió que lo dejara en el centro comercial. Quería comprar un par de cosas para su bebé, pese a que ya tenía casi todo listo. Tao lo obedeció de mala gana porque no le gustaba dejarlo sólo pero Baekhyun le pidió que fuera lindo, y mejor lo ayudara a guardar sus cosas que aun estaban en casa de Kris en cajas para su mudanza. Tao lo dejó con la condición de que lo llamara cada veinte minutos y Baekhyun giró los ojos porque él se sentía bien y no necesitaba tantos cuidados gracias a que su embarazo era normal y él no se cansaba tanto.
*
No podía evitarlo, por más que quisiera, Baekhyun sabia que tendría un niño pero no podía impedirse mirar con cariño la ropa de niña. Él quería una niña, pero no se sintió mal cuando supo que no tendría una, estaba feliz de que su hijo estaba muy sano y si era niña o no era lo de menos. Si debía ser sincero, el siempre estuvo emocionado, desde que tenia los primeros síntomas y sospechaba de su embarazo, siempre había querido tener un bebé, pero estaba asustado por la situación general y molesto porque su deseo de tener hijos venia acompañado de su deseo de casarse y ambos deseos sólo podían venir acompañados de una persona, el único hombre en que Baekhyun pensó para formar una familia, Chanyeol.
Resultaba estúpido para si mismo como todo había tomado ese horrible rumbo mayormente por su culpa e indecisión, cuando desde de el principio él pudo haber sido feliz junto con el hombre más perfecto que había podido encontrar. Se regañaba mentalmente de nuevo, como venía haciendo desde hacía meses por no escuchar al sabio Chen cuando le dijo que amarrará a Chanyeol y lo hiciera suyo, ni al aun más sabio Kyungsoo que le sugería casarse con él y vivir felices por siempre, se sintió estúpido y terriblemente mal por que sabía que por su culpa la persona que tanto quería estaba sintiéndose mal, y sufriendo tanto.
Refunfuñaba internamente mientras veía esos lindos y pequeños vestidos, rosados en su mayoría. Tal vez Chanyeol, dentro de su gran perfección, podría aceptarlo aun con un hijo. Tal vez podrían casarse y tener más hijos y vivir felices para siempre porque sabía que Chanyeol era una excelente persona. Pero no podía obligar a Chanyeol a criar a un hijo que no era suyo, sería egoísta de su parte. Suspiró un poco derrotado. Lo pensaría un poco. Probablemente después del nacimiento hablaría con Chanyeol y le propondría salir con él. Lo intentaría.
—Creí que era niño ¿No me digas que ahora debo cambiar todo esto por trajes rosas? —habló la grave voz que Baekhyun más amaba justo a sus espaldas.
—Chanyeol… —susurró, mirando que el otro traía consigo varias bolsas de compras, todas ellas de tiendas de ropa para bebé —No. Yo sólo miraba esto porque me gustan las niñas, ya sabes… ¿Compraste eso para mi?
—No —dijo riendo —. No creo que te queden a ti, son para tú bebé.
—Idiota.
—Tu hijo será un grosero si dices malas palabras. ¿No es poco recomendable que salgas cuando falta poco tiempo para que el bebé nazca? —regañó.
—No falta tan poco, aun faltan casi tres semanas.
Baekhyun sonrió porque sabia de antemano que su sonrisa era bonita y sabia Chanyeol estaba enamorado de él, tanto como Baekhyun lo estaba de Chanyeol, y también sabia que nadie en este mundo se resiste a su sonrisa de suplica, por ello puso dicha sonrisa para luego obligar a Chanyeol seguirlo por varias tiendas, y como Baekhyun estaba esperando un niño y Chanyeol era todo un caballero, era obvio quien de ambos terminó cargando todas las bolsas de compras.
Baekhyun llamaba a Tao cada veinte minutos tal como prometió. En cuanto le dijo que estaba con Chanyeol se quedó mucho más tranquilo y dejo de enviarle mensajes preguntando por su estado y ubicación. Chanyeol le ofreció llevarlo a casa y Baekhyun tuvo que aceptar porque había comprado muchas cosas y ya era un poco tarde. Chanyeol condujo siguiendo las instrucciones del mayor. Baekhyun pensaba que no era tan buena idea que Chanyeol lo llevara pero no era como si tuviera el humor y las condiciones para seguir jugando al hilo rojo o algo como eso, por otra parte se iba a mudar a otro lugar de todas formas.
Kris los recibió con los ojos bien abiertos al ver la cantidad de cosas que cargaba Chanyeol. Tao creía que era de lo más divertida la cara de frustración del chico alto por el peso que había tenido que aguantar. Kris le reclamó como madre autoritaria por comprar tanto cuando ya tenia tantas cosas pero se excusó diciendo improperios y frases sobre que su dinero era de él por algo y que podía hacer con éste lo que le viniera en gana, luego culpó a Chanyeol porque él también compro muchas cosas.
Chanyeol salió del lugar un par de horas más tarde, después de que Baekhyun lo obligara a ayudar a empacar cajas y cajas de cosas. Tao y Kris se habían quedado dormidos sobre el piso entre trozos de cinta adhesiva y plástico de burbujas. Ser esclavo de Byun Baekhyun no era cosa sencilla.
Baekhyun suspiró exhausto y pasando por encima de los cadáveres vivientes de sus amigos, se tiro en su cama para ponerse a soñar con Chanyeol y sus veinte futuros hijos.
VEINTITRÉS.
24-25/Diciembre.
Sabía que no debió esperar a ultima hora para preparar el postre navideño pero de verdad había tenido demasiadas ocupaciones en la mañana y ahora sólo contaba con unas cinco horas para tener listo ese pastel que la hacia famosa en la familia, no debería llevarle más de dos horas. Batía y batía esos huevos pero los malditos no esponjaban y se estaba frustrando demasiado ¿Y si compraba un pastel cualquiera en la repostería? No, no, eso sería deshonroso cuando toda su familia era buena cocinando. Además, por primera vez harían la fiesta en un salón grande en la ciudad e invitaron a todo el mundo. Habría mucha gente, más de la que normalmente cabría en la casa de la abuela y debía hacer el maldito pastel.
— ¡Chanyeol! ¡Estos huevos son defectuosos, llevo media hora tratando de esponjarlos!
— ¿Recordaste separar la clara de la yema? —se escuchó a lo lejos. Chanyeol estaba dentro de un armario buscando los gorritos de duende y reno tan adorables que su madre hacia que él y Yoora usaran si es que querían comer la deliciosa cena.
— ¿La clara y la yema? C-claro que s-si —respondió ella deshaciéndose de la evidencia. Sí, olvidó separarlas, como siempre.
Yoora comenzó a batir nuevamente porque su batidor eléctrico estaba descompuesto, sus brazos dolían pero ella no se iba a rendir, haría un pastel delicioso y todos la alabarían. Ya podía imaginar los abrazos y felicitaciones diciendo que nadie preparaba tan bien ese postre como ella.
Batir, batir, batir… Saltar del susto y tirar la mezcla….
Un ruido horrible afuera la había sobresaltado.
Se suponía que el día anterior se había mudado alguien a lado, pero quizá aun le faltaban cosas porque podía escuchar golpeteos y voces de varios hombres. Habrían, seguramente, dejado caer un objeto muy pesado porque ese ruido si que la asustó. Que poco cuidado tenían de cualquier modo, pudo lastimarse alguien ahí afuera.
Yoora recogió el tazón dónde batía. Estaba molesta, el mundo se volvió en contra suya. Limpio el suelo antes de suspirar con resignación. Iría a pedir un batidor a la vecina y se ahorraría tiempo y esfuerzo. Justo lo que debía haber desde el principio.
— ¡Noona! ¿Dónde esta el suéter que tejió la abuela? Si no los usamos no tendremos obsequios… ¿Yoora? —gritó Chanyeol, saliendo del armario, en la forma más literal.
Chanyeol buscó a su hermana en la cocina pero ella se había esfumado del lugar. Notó que la puerta del apartamento estaba abierta y podía escuchar a su hermana gritando como loca desde el pasillo. Pobre del nuevo vecino, apenas y llegó y su tonta hermana ya le esta reclamando por algo, pensó. Otra opción es que fuese un hombre y su hermana estaría como desesperada rogándole que le diera su número y luego intentaría conquistarlo por cualquier medio y terminaría con una orden de restricción por parte del pobre vecino.
—Yoora, te estoy...
— ¡Oh Dios, Baekhyunnie! ¡Esto es genial! —gritaba Yoora mientras saltaba emocionada alrededor del mencionado.
— ¿Baekhyun?
Baekhyun sólo sonreía alegremente mientras trataba de no matar al hombre que había dejado caer una caja con sus pertenencias.
— ¡Baekhyunnie se mudó al departamento de a lado! ¿No es eso perfecto?
—Perfecto… —murmuró Chanyeol sonriendo.
*
—Pero hyung, tus padres no me quieren, seguro es una trampa para matarme y deshacerse de mi por siempre —se quejó Jongin. Levaba unas tres horas así, suplicando— ¿Por qué otra razón me invitarían si no?
—Tal vez quieren conocerte mejor y darte la bienvenida a la familia, yo que sé Jongin. Vamos a ir, les mostraras lo fabuloso que eres, te amarán y volveremos a casa para una sesión de sexo. Punto.
Jongin pataleó. No había jodida forma de ganar una discusión contra Kyungsoo y menos si la palabra “sexo” estaba de por medio. Terminó de arreglarse adecuadamente para dejar una buena impresión, no sabía por qué esa familia no terminaba de aceptarlo, no recuerda haber hecho ofensivo ni nada. Luego piensa con cuidado sobre la primera vez que los visitó… bien, entiende ahora, entrar a la cocina casualmente y encontrar a tu amado hijo siendo manoseado sobre la barra de alimentos por su novio durante la cena de año nuevo debe ser la causa.
El teléfono de Kyungsoo timbra mientras este se encuentra en el baño. Suena insistentemente y Kai esta por lanzarlo al triturador de basura hasta que su hyung sale y contesta mirando mal a Jongin ¿Qué acaso no podía contestarlo él? No. Jongin respeta su privacidad, o esa es su excusa barata.
El rostro de Kyungsoo cambia a uno de sorpresa y preocupación. Jongin pregunta con la mirada lo que ocurre mientras su novio dice algo sobre “ir en seguida” y “en qué lugar están”.
—Jongin, ve a encender el auto mientras llamo a mi madre.
Kai obedece sin siquiera estar enterado, ya se imagina de que se trata. Kyungsoo llama a casa de su familia desde su teléfono local para explicarles que no podrá llegar a la cena de Navidad.
*
Desabrochar, toallita húmeda, limpiar, talco, pañal nuevo, listo. Una Sohee limpia y perfumada. Chen se felicita porque de tanto que su esposo lo ha obligado a cambiar pañales se ha vuelto un maestro en el arte de la limpieza de bebés. La pequeña ríe, hace poco cumplió un año y ahora puede decir varias palabras y frases, es muy inteligente y avanzada. El mal olor se ha esfumado y ahora sólo puede oler es dulce aroma del postre que esté preparando Minseok en la cocina, sonríe porque muere por comer lo que sea que su esposo cocine.
Jongdae se aproximó a su amado con todo y bebé en brazos, tomándolo por detrás para depositar pequeños besos por su cabeza, cuello y hombro. Minseok rió por las cosquillas que esto le provocaba y a Sohee le parecía igual de divertido porque reía sin motivo aparente. Ambos se miraron sonrientes, podían decir que eran realmente felices con su pequeña, su matrimonio, y su vida en general. Estaban de verdad perdidos en la mirada uno del otro hasta que su hija comenzó a tironear de sus ropa para que le hicieran caso.
— ¡Papá, fono! —gritó la niña. “Fono” era el teléfono, sabían ambos. Éste sonaba desde hace unos segundos pero no lo notaron porque estaban perdidos en su pequeño mundo rosa y confitado.
— ¿Aló? —respondió Minseok saliendo de su ensoñación.
— ¿Quién es? —murmuró Chen. Minseok lo miro haciendo señas de “aguarda un momento”.
—Sí ¿Su hermana? Ya veo… ¿En qué lugar están? Lo conozco, allí estaremos, gracias —decía Minseok.
— ¿Pasó algo?
—Andando. Ve al auto, voy por las cosas de Sohee —Chen iba a reclamar —No. Obedece, te explico en el camino.
Jongdae suspiro y tomo las llaves, billetera, abrigos y bebé. Minseok apagó todo en la cocina y guardo pañales, leche y juguetes en una mochila. Chen presintió que no irían a la cena de Navidad en casa de sus padres así que les llamo para avisarles sobre un inconveniente. Minseok no era tonto, si le decía a Chen la razón para salir a toda prisa seguro entraría en estado de pánico y se haría bolita en un rincón.
*
Sehun y Suho miraban infelices hacia la nada. Tenían como dos horas escuchando balbuceos chinos que no lograban entender fuera de las dos palabras que conocían y recordaban de sus clases de chino básico. Todo era culpa de Luhan que por casualidad se encontró con Kris en el supermercado junto con Tao, haciendo las compras de Navidad, ya que estarían tristes y solos —o eso decía Luhan porque ellos parecían bastante alegres en compañía del otro —los invitó a pasarla con él. Luego llamó a Lay, porque tenia que contarle el chisme sobre que Tao y Kris se conocían y entonces Lay arrastró a Suho con él, Suho conocía a todos ellos y bueno, en realidad ahora todos se conocían de alguna manera, como si estuviese labrado en piedra por una dama llamada suerte o destino.
Lay, Luhan, Tao y Kris hablaban y hablaban en su idioma natal durante lo que Joonmyun y Sehun denominaron “Reunión anual de chinos extraños” una probable ONG centrada en la socialización de especímenes raros oriundos de China con trastornos peculiares y repentinos cambios de humor, luego de su rehabilitación, los sujetos de prueba son liberados en un hábitat confortable para que así puedan integrarse a la sociedad común; pueden tener posibles secuelas y continuar siendo raros a pesar de todo.
Sehun y Suho iluminaron sus rostros cuando los teléfonos de ambos, junto con los de Tao y Kris sonaron casi al mismo tiempo. Todos respondieron, todos pusieron el mismo rostro, todos colgaron y corrieron por sus llaves y se encaminaron hacia sus respectivos vehículos.
Luhan y Lay no entendían pero aun así siguieron al resto porque parecía importante, o bueno, a Luhan le parecía importante, Lay creía que irían a una aventura y se emocionó de más.
*
—Sehun y Luhan ya vienen —avisó Jongin tras colgar su teléfono.
—También Lay y Suho —confirmó Kyungsoo. Jongin miró con odio, Suho no le agradaba, bien, sí le agradaba, era buen tipo, pero era el buen tipo que fue novio de Kyungsoo en el pasado y eso le enojaba como a todo hombre celoso.
—Ya llamé a Tao y Jongdae llamó a Kris —completó Minseok con su pequeña en brazos. Chen había ido por café para todos.
Yoora se comía las uñas de las manos antes de dar un salto y correr hacia las tres personas que se acercaban por el pasillo contándoles con todo detalle lo que ocurría. Se trataba de la familia Byun. Detrás de estos, unos minutos después, llegaron los cuatro chinos de “chinos locos anónimos” junto con las respectivas parejas de dos de ellos. Lay ya no creía que era una aventura pero igual estaba feliz. Luhan corrió a saludar a Minseok y la pequeña Sohee le hizo gestos y berrinches para que no se le acercara ni un centímetro más, Chen —quien regresaba con muchos cafés —amaba a esa niña, sin duda.
— ¿Quién está con él? —preguntó el chico clasificado, tras la presentaciones, como hermano mayor de Baekhyun, Byun Baekbom.
—Oh… mi hermano, Chanyeol —respondió Yoora mirando a los padres de Baekhyun.
*
Chanyeol sostenía la mano de Baekhyun quien decía incoherencias sobre si su hijo sería parecido al barman, al bombero, al asistente o al hermano menor de la mujer diosa de la comida. Chanyeol se reía porque a pesar de lo que pudiese dolerle la situación era bastante gracioso todo lo que el mayor contaba. Los médicos procedían con lo suyo cortando a Baekhyun, según él, por la mitad.
Cuando Baekhyun se quejó diciendo que se suponía que su niño naciera en dos semanas los médicos respondieron que no, que tan sólo se había adelantado dos días cuando mucho, Baekhyun entonces hizo cuantas mentales hacía atrás y descubrió algo bastante ¿Curioso?
*
Chanyeol y Baekhyun ya habían agotado casi todos los temas de conversación que hacían reír incluso a las asistentes que por suerte podían mantener la calma y no abrirlo mal y causar su muerte, ahora hablaban de “Juan y las habichuelas mágicas” y la razón del mayor para comprarlo, claro, porque había gigantes en el cuento, explicaba Baekhyun como si fuese lo más obvio del mundo. Un llanto bajito los distrajo por un instante antes de que la enfermera anunciara que tenía un pequeño de apariencia saludable, tras pesarlo, medirlo, limpiarlo y envolverlo, la chica lo entregó a Chanyeol.
Park Chanyeol miró a la pequeña cosita entre sus brazos con tanta alegría que unas cuantas lágrimas de felicidad salieron de sus ojos, analizó cuidadosamente cada uno de sus rasgos faciales mientras los doctores aseaban y cerraban a Baekhyun. Ese bebé era tan bonito. Aun llorando —él, no el bebé, porque ese bebé estaba calladito —, Chanyeol le mostró el bebé a un agotado Baekhyun. Baekhyun lo tomo en brazos y lo miro sonriente, hasta que…
—Byun Baekhyun, eres un idiota —murmuró Chanyeol en tono sombrío —. Te odio demasiado.
—Yo… yo… yo…
— Explícate, ahora.
—Es que… pues… ¿Me perdonas? —rogó haciendo su mejor cara de cachorrito.
El gigante suspiró derrotado, no podía con esa cara de perrito mojado. Asintió aun derramando un par de lágrimas y sonrió ampliamente.
Estaba por salir del quirófano para que los médicos pudiesen continuar con lo suyo cuando Baekhyun lo llamó con un suave: Feliz Navidad.
Maldito enano.
*
Los rostros de todos se giraron hacia el pasillo por el que Chanyeol caminaba. Yoora comenzó a saltar a su alrededor exigiendo saber todo sobre Baekhyun y el bebé. Chanyeol saludó a todos, en especial a los padres y hermano de su pequeño demonio, todos habían esperado por horas y horas, ya inclusive se habían deseado felices fiestas entre ellos e incluso habían comido en la cafetería unos cuantos pastelillos, nunca tan buenos como los de Minseok o Kyungsoo, pero algo era algo. Los padres preguntaron por el peso y la talla, cosas básicas y Chanyeol respondía con voz suave porque estaba cansado y algo molesto, molesto y feliz.
— ¿Y quien se parece? ¿Luce como su padre? —preguntó Tao. Oh sí, iría tras el bombero o asistente empresarial que fuera el desgraciado y lo cercenaría vivo.
Todos miraron expectantes. Chanyeol asintió, pues sí, se parecía bastante a su padre… a sus dos padres.
—Oh, bueno eso… tiene mucho de Baekhyun.
Varios asentían a manera de entendimiento mientras otros bebían sus cuartos, quintos o sextos cafés de la noche.
—Pero diría que se parece más a mi —completó.
El café abandonó ferozmente las bocas de los que estaban bebiéndolo. Yoora gritó de emoción. Lay no entendía. Luhan recibía dinero de apuestas hechas con Sehun y Jongin. Kyungsoo se estaba desmayando. Tao se desmayó. Kris se preguntó mentalmente ¿En qué puto momento pasó eso? Jongdae tenía cara de querer asesinar a Chanyeol. Minseok se recuperaba del atragantamiento. Suho no tenía el menor interés. Los padres y hermano de Baekhyun parecían sorprendidos, luego confundidos y finalmente satisfechos.
Las píldoras anticonceptivas a veces fallan, era un recordatorio que Baekhyun debía tener presente ahora.
Error al contar las semanas. No era el hijo del asistente médico ni el bailarín exótico de aquel bar. Este era claramente el hijo del guitarrista idiota.