Capitulo VI.
TURN
Quince.
03/Febrero.
Chanyeol había vuelto a su departamento el día anterior, y a partir la semana siguiente comenzaría a ayudar a su madre a cuidar del restaurante que ésta tenía. Su hermana lo había pateado fuera nuevamente diciendo “Chanyeol, socializa o morirás solo y nunca abandonaras este departamento; te quedarás conmigo hasta los sesenta años y tendrás veinte hurones y diez perros”; él considero que exageraba pero entonces, como siempre, su bella hermana le recordó la ultima vez que le rompieron el corazón, aquella vez que terminó llorando bajo la lluvia y comiendo el mejor espagueti de kimchi de su vida. De manera que ahora Chanyeol se encaminaba a hacer vida social, o al menos él le llamaba así a la acción de dirigirse al centro comercial y pasearse por las tiendas, comer algo en uno de los restaurantes y jugar en la sala de videojuegos; ese era el plan para hoy.
Caminaba alegremente mirando los escaparates cuando su enorme corporeidad se estrelló contra lo que su visión periférica clasificó como un pequeño duende. El pequeño duende cayó al suelo impactando sus asentaderas contra la fría loseta, provocando en estas un dolor estimablemente intenso a la vista ajena. Chanyeol se disculpó mil y un veces ayudando a que el duende se pusiera de pie, estaba tan nervioso que no notó que el pequeño duende era “ese” pequeño duende.
— ¡Idiota! —gritó molestó.
— ¡Baekhyun! —contestó Chanyeol abrazándolo alegremente cuando por fin lo reconoció.
—Me asfixias… —murmuró zafándose del poderoso agarre.
—Lo siento ¿Cuándo llegaste?
—Calma, estas muy animado —sonrió —Llegué hace como dos semanas.
— ¿Y por qué no me lo dijiste?
—No sería divertido.
— ¡Tienes razón! ¡Vamos por un café! —dijo emocionado, saltando y tirando de Baekhyun hacia una cafetería en el mismo piso del Mall.
Ambos tomaron asiento y ordenaron dispuestos a ponerse al día. Baekhyun le contó que cuando vio al bebé de Minseok por primera vez creyó que debería ponerle una etiqueta con su nombre para no confundirlo con su padre porque ambos eran idénticos, Minseok tenía cara de bebé después de todo y Chanyeol no podía estar más de acuerdo. Chanyeol le contó que durante el parto, Jongdae lloró por horas, primero de preocupación, luego de felicidad y al final de tristeza de sólo pensar en todo lo que gastaría en comida para Minseok y mini Minseok. También le dijo que tenía muchas canciones para él, y que se había vuelto un aficionado de la fotografía gracias a su regalo de la navidad ante pasada y ahora tenia varias cámaras y siempre tomaba fotos. Baekhyun le dijo que también había escrito una canción para él, y que dicha canción obtuvo la nota máxima en la clase de composición así que valía mucho. Le contó que ahora salía y vivía con Kris, y esperaba un poco de celos de parte del más alto tras todas las escenas románticas que interpretaron, pero el otro sólo se limitó a sonreír y pedirle que se lo presentara después.
No era que Chanyeol no sintiera celos; los sentía. Pero no tenía derecho a molestarse. Él y Baekhyun no tenían nada, y no podía pedirle que dejara a su novio por una fantasía. No podía esperar que después de un año sin verse, Baekhyun llegara y le dijera que lo quería y que debían casarse y tener diez bebés, un perro, un gato y un pez dorado. No se sentía mal porque Baekhyun seguiría siendo su amigo y tenerlo cerca era lo suficientemente bueno como para no pedir nada más.
Hablaron y hablaron por un par de horas mientras daban la vuelta por las tiendas del centro comercial hasta que notaron que era un poco tarde. Chanyeol le pidió a Baekhyun que se sacaran una foto juntos para mostrarle a su hermana que había hecho vida social como ella le exigía y luego cada uno se fue por su cuenta con una gran sonrisa pintada en el rostro.
Baekhyun tenía una pequeña hormiga, llamada arrepentimiento, caminando por todo su cuerpo; una muy, muy diminuta hormiguita, pero ya estaba ahí, instalando una colonia de hormigas que sabia que no tardarían en extenderse y recorrerlo por completo.
Baekhyun se arrepentía, un tanto inconscientemente, de salir con Kris. No por Kris, porque él era un gran chico y su relación casi idílica, si no porque ya lo estaba sintiendo de nuevo. La magia, la chispa, la fuerza mística, la mano de Dios, el destino…
Baekhyun sentía, de nuevo, “eso” que había dejado de sentir mientras no tuvo a Chanyeol enfrente, y toda su determinación de atesorarlo por siempre como un amigo estaba por irse a la mierda desde el simple instante en que chocó contra él ¿Debería dejar a su novio y correr tras Chanyeol? Sí, debería. Sabía que debía hacerlo.
…pero Kris no merecía eso.
Dieciséis.
7/Febrero
Baekhyun tenía un debate interno desde varios días atrás sobre si debía terminar o no con Kris, por varias razones, ya que Yifan era alguien muy importante en su vida y siempre hubo algo lindo entre ellos. No discutían, y tenían demasiado en común por lo que siempre o al menos nueve de cada diez ocasiones estaban de acuerdo en cada cosa. Eran muchos años de convivencia y se conocían de principio a fin, incluyendo cada rincón del cuerpo del otro, cada espacio de su alma y de su mente. Era muy especial, sí, pero no era amor.
Tampoco podía asegurar que lo que sentía por Chanyeol fuese o no amor, pero era muy diferente. No sabia gran cosa de él, es decir, lo sabia porque el más alto se lo había contado por mensajes de texto, pero no conocía aspectos de su vida por sí mismo, no había convivido tanto con él, se habían visto unas quince veces en aproximadamente año y medio de conocerlo, nunca había pasado de un beso con él, y sólo hubo un beso que podía considerarse “real”: el de despedida, cuando subió a ese avión.
Baekhyun estaba en esa encrucijada y sólo sabía que comprar regalos para sus amigos, familia, novio y su no-novio (Chanyeol) serviría como terapia momentánea, porque a todo el mundo le gusta comprar para desahogarse. Quiso simplificar su vida un poco y decidió comprar libros para todos, ya que a la mayoría le gustaba leer, y a otros simplemente les hacia falta (por incultos). No era tan necesario porque algunos no festejaban el catorce de febrero pero él no tenia nada mejor en que gastar su tiempo y dinero por ahora.
Pensó automáticamente en ir a esa hermosa librería-cafetería a la que Chanyeol lo había llevado cuando se encontraron una de las primeras veces. Recordó que el gigante había sido todo un caballero, muy atento ¿Siempre fue así de perfecto? ¿Por qué no lo notó desde el principio? Sonrió ampliamente al remembrar todos esos pequeños detalles mientras entraba a la librería con ese adorable olor a madera y granos de café. Perfecto. Todo en torno a Chanyeol era perfecto.
Se paseó por la sección de cocina porque sabia que Kyungsoo nunca tenia suficientes libros de gastronomía y recetarios, aun sin elegir nada, viajó hasta la zona de moda y estilo, había muchos libros interesantes ahí, es decir, interesantes si tu nombre era Tao o Kris, esos dos eran imparables cuando comenzaban a hablar de moda tanto que Baekhyun abandonaba la conversación y los dejaba hablar entre ellos sobre Alexander McQueen y Louis Vuitton. Eligió un par de copias del mismo ejemplar sobre los diseños del último desfile de la semana de la moda en Milán y volvió por un libro de repostería para Kyungsoo y otro para Minseok, que se había vuelto tan adicto a los pastelillos que aprendió a preparar varios postres para luego comérselos todos.
Jongdae era algo más complicado, pero sabia que su debilidad era el terror, así que por más iletrado que fuese, no sería capaz de resistirse a una buena novela de horror. Otro analfabeto era Kai, el sexy novio de Kyungsoo, o eso decían todos, ya que el chico no leía gran cosa y aseguraba que si tenia que volver a leer, tras terminar la tesis que comenzaría a escribir dentro de poco, se mataría lanzándose desde un decimo piso, así que a él le consiguió la versión en audio libro del mismo libro de terror que compró para Chen.
Sehun y Luhan eran raros así que se limitaría a comprarles “La Divina Comedia” y “Romeo y Julieta”, ambos versión historieta, porque bueno, eran como niños esos dos. Luego estaban Lay y Suho, que eran aun más raros, así que les compró la película “Titanic” y más comics. Para sus padres y hermano llevaría la colección de tragedias de Shakespeare y para la amable diosa de la comida llevaría el Fausto de Goethe, sí, esa mujer era culta.
¿Qué libro leería Chanyeol?
Espera, ese de ahí… Chanyeol. Chanyeol. Chanyeol… ¡Chanyeol!
— ¿Chanyeol? —llamó una voz femenina tras él justo cuando él iba a saludar al susodicho frente a su cara.
—Hola, Dara —respondió secamente para luego sonreírle a Baekhyun a modo de saludo.
Baekhyun giró hacia la chica, delgada y bonita, sostenía al igual que él un canastilla con un par de libros, no como él que llevaba media librería y apenas podía sujetar la cesta. Chanyeol y la chica, nombrada Dara, se aproximaron por ambos lados de modo que él quedó en medio. Chanyeol tomó la canastilla de Baekhyun con facilidad y Baekhyun se sintió como todo un debilucho, la chica sonrió ampliamente mientras hablaba un poco con el gigante.
Baekhyun aprovechó la distracción para conseguir los libros que le daría a Chanyeol y los depositó secretamente dentro de la canasta que el más alto sostenía. Dara le sonrió simpáticamente por la acción en tanto le explicaba a Chanyeol algo de un novio y una cena de compromiso señalando en dirección a un hombre. Chanyeol se limitaba a felicitarla y sonreír falsamente mientras los tres caminaban hacia la caja registradora. Baekhyun colocó su canastilla en manos de la cajera para que esta le cobrase y todo eso. Dara contaba una historia sobre como conoció su novio o algo así. Chanyeol lucía incomodo, y suspiró pesadamente tras asegurarse de que Baekhyun tenia sus bolsas de compras; le ayudo tomando una de ellas, quería salir pronto de ese lugar.
Dara se quedó tras pagar por sus libros, pues debía ir por su prometido y comprar un café, había explicado. Preguntó brevemente por Baekhyun, él sólo se presentó como amigo de Chanyeol, porque lo era, y tan pronto como la chica se volteó para ir por su novio, Chanyeol tiró de Baekhyun hacia fuera del establecimiento. Baekhyun creyó que seguro el más alto había enloquecido porque afuera estaba lloviendo un poco fuerte, sin embargo a Chanyeol parecía no importarle el clima porque continuó arrastrándolo por varias calles hasta llegar a un parque, cerca de una fuente. Afortunadamente la compra de Baekhyun se encontraba en aparente buen estado porque los libros estaban recubiertos de plástico protector y las bolsas eran plásticas también.
— ¿Qué rayos fue eso? —preguntó Baekhyun mirando como él y Chanyeol estaban ahora bastante mojados.
Una ancianita pasaba por ahí y los miraba negando con la cabeza; esos jóvenes de hoy en día, no se cubren de lluvia ¡Se van a resfriar!
—Chicos, cúbranse de la lluvia —recomendó.
—Gracias, abuela. Lo haremos —respondió Baekhyun sonriéndole a la venerable mujer de avanzada edad.
—Es mi ex novia —habló Chanyeol.
Baekhyun se asomó a mirar a la viejecita ¿A Chanyeol le gustaban las ancianas?
— ¿No es un poco mayor?
—Dara, la chica de hace un momento en la librería —aclaró con seriedad y algo de fastidio —, es mi ex novia.
—Aun la quieres… —murmuró, afirmando. De no ser así, Chanyeol no hubiese reaccionado de tal manera, tan molesto.
—No.
Baekhyun puso cara de no entender una mierda ¿Habría entonces otra razón para enojarse? Chanyeol tenia que ser más claro, si había empezado a contarle debía decirle la historia completa.
—Sólo… creo que estoy molesto con ella. Con todo.
—No te entiendo ¿Terminaron mal? ¿Discutieron o algo así? —Baekhyun cuestionó usando un tono apacible. Esta escena le recordaba a esa vez que encontró a Chanyeol llorando bajo la lluvia, principalmente porque ahora estaban bajo la lluvia y estaban tocando un tema que era algo difícil, suponía él.
Chanyeol tomó aire. Realmente debía decírselo, eran amigos después de todo, y él le debía explicaciones de varias cosas.
—No discutimos, sólo que ella no me quería lo suficiente, no tanto como para quedarse el resto de su vida conmigo.
Baekhyun asintió instándole a continuar. La lluvia no era abundante, sino fina, acompañada de una brisa, así que no hacía demasiado ruido al caer y no parecía molestarles por lo que no se habían movido de su sitio junto a la fuente en el parque.
—Nosotros habíamos salido por más de tres años. Era algo bastante estable. Cuando tú y yo nos conocimos aun salía con ella. En septiembre del año ante pasado reuní todo el valor que podía y le pedí matrimonio. Pero Dara no estaba lista para algo así, yo lo entendí; dije que podíamos esperar el tiempo que fuera necesario.
Baekhyun se molestó un poco… o mucho. No, no eran celos. No le molestó que Chanyeol estuviera cerca de casarse, le molestó que esa chica se atreviera rechazar a alguien así de perfecto ¿Acaso era estúpida? Si Chanyeol le propusiese matrimonio a él, aceptaría sin pensarlo ni medio segundo, pero claro, eso no iba a pasar; no de nuevo… porque si su memoria no fallaba —y no lo hacía nunca si tenía que ver con el gigante —ya le había pedido matrimonio una vez, la Navidad que pasaron atrapados en el auto comiendo panquecitos. Sí, no contaba, porque había sido broma. Pero recordarlo lo hacía feliz.
—Dara siempre fue sincera y dulce pero directa, así que dejo claro que no debía contar con que ella aceptara ni en ese momento ni el futuro. Ella no fue cruel, pero supongo que eso lo hizo más doloroso ya que continuó siendo la excelente persona de siempre. Ella me quería, estoy seguro, pero no me amaba como yo lo hacía.
—Estás molesto porque ella se va a casar —aseguró y Chanyeol negó, él ya no sentía nada por Dara —. No dije que estés celoso, dije que estas molesto porque ella dijo que no estaba lista para casarse. Pero sólo no estaba lista para casarse contigo y tu orgullo esta herido.
Chanyeol sonrió. Esa era probablemente la situación.
—El veintidós de Septiembre, Baekhyun, fue ese día —dijo. Baekhyun parecía buscar algo respecto a un veintidós de septiembre, la respuesta se formó en su mente mientras Chanyeol continuaba con su explicación —Terminamos por acuerdo mutuo, pero yo realmente deseaba pasar el resto de mi vida con ella en ese momento. Sólo salí a la calle y caminé por horas sin ningún rumbo mientras llovía.
—Ese día, él día que te encontré tirado en calle…
—Gracias.
— ¿Por qué cosa? —Baekhyun recordaba que a la mañana siguiente de aquel día Chanyeol también le agradeció. Por la comida, por ayudarlo, por la ropa seca.
— Por todo. Por recogerme de ese lugar. Por sanar mi corazón.
El pulso de Baekhyun aumento su ritmo tras las palabras del otro. Se perdió cinco segundos en la mirada de Chanyeol, reaccionando al oír un trueno y después el sonido de la lluvia aumentando de volumen junto con la cantidad de agua que ahora descendía. Seguía sin importar cuan empapados estuviesen, con la ropa pegada al cuerpo y el cabello escurriendo. No importaba eso, ni ninguna otra cosa en este momento, lo único importante era que Chanyeol ahora tomaba posesivamente a Baekhyun, acercándolo hasta agotar el espacio entre ellos, respirando demasiado cerca de su rostro y luego besándolo apasionada y amorosamente.
No importaba.
Pero empezó a importar en cuanto Baekhyun recordó que no era propio besar a otro hombre, por mucho que lo desees, cuando tienes una relación amorosa con alguien más. Notó que sus manos habían viajado hasta los costados del abrigo de Chanyeol, sujetándolo con firmeza. Aun lo besaba, y sabía que estaba mal hacerlo, pero antes de separarse metió sus manos en los bolsillos del abrigo del otro en busca de algo.
—No podemos —anunció Baekhyun tras separarse.
—Termina con él —ordenó Chanyeol sorprendiéndose incluso a sí mismo ante la exigencia.
—No.
¿Qué cosa?
—Baek…
—No voy a terminar con Kris. No ahora. Yo… estoy demasiado confundido, Chanyeol. Tengo que pensar las cosas.
Chanyeol suspiró y sonrió asintiendo. Por ahora estaba bien, podía esperar.
Baekhyun recordó lo que había tomado del abrigo del otro y rio con malicia.
—Se te perdió esto —dijo Baekhyun mostrando el teléfono móvil del más alto.
— Cuándo… ¡Baekhyun! —gritó Chanyeol viendo como el pequeño lanzaba su propio teléfono a la fuente junto con el suyo.
—No es divertido de esta forma. Ya estamos aquí los dos. No necesitas un celular.
—Si necesito uno. Baekhyun, por qué el mío también.
Baekhyun sólo rio escandalosamente. Tomó sus bolsas de compras huyendo de Chanyeol, quien no tardó en perseguirlo por un par de calles. Baekhyun encontró su camioneta y subió a toda velocidad dejando a Chanyeol botado a media calle, arrancó en motor y pisó el acelerador. Chanyeol sacudía su puño en el aire, gritando improperios y promesas de venganza. Baekhyun dio vuelta en “U” pasando a un lado de Chanyeol de nuevo, se detuvo un momento.
—Ten tu regalo, perdedor —Baekhyun lanzó un par de libros a la cara del más alto —. De verdad, voy a pensar las cosas —añadió para luego arrancar a toda velocidad.
Chanyeol sonrió. Se enamoró como un completo idiota, de otro completo idiota. Miró los libros que Baekhyun cariñosamente le arrojó en el rostro. Un libro sobre fotografía, el cuento de “Juan y las habichuelas mágicas”, y aquella famosa novela romántica que hablaba sobre un amor único que duró toda la vida “La casa del propósito especial”.
Sí, su obligación era amar a ese pequeño demonio.
Diecisiete.
14/Febrero.
Eran más o menos las seis de la tarde y Chanyeol ya se encontraba frustrado con la vida. Su hermana, su hermosa, dulce y amable hermana, Yoora “la peleada con la felicidad de su hermano” Park, tenia casi doce horas continuas molestándolo, porque moriría solo y con cuarenta gatos, porque no salía a divertirse como joven de su edad, porque era muy alto y eso intimida a la gente y por eso no hacía amigos. Él tiene amigos, la mayoría de ellos son duendecillos —según él, pero la culpa suya por ser tan alto —, y se lo explica mil veces a su hermana, pero eso a ella no le importa porque él sin duda es un solterón. Su madre trata de defenderlo diciendo que “si tiene menos de veinticinco no cuenta como solterón”, pero eso a Yoora no le importa tampoco, porque aunque la solterona es la chica, prefiere creer que no hay nadie tan perfecto para ella y por eso se hace compañía a sí misma y descarga su frustración amorosa en su pobre hermano menor, cuyo único error en la vida fue mudarse con su hermana y aceptar ayudar a su madre en el restaurante porque ahora tiene soportarla todo el día, sin descanso.
—Chanyeol ¿No es el enano de allá el chico de las fotos? —señala Yoora. Sí, Chanyeol tiene varias fotos del “enano de allá” y su hermana siempre se burla diciendo que dicho enano lo envió a la friendzone.
—Creo que sí.
—Pues te lo están quitando. Y el que te lo quita esta más bueno que el postre del día —dice la chica, mujer solterona, mientras babea por el ejemplar de hombre que acompaña al enano de las fotos de su hermano acosador futuro solterón amante de los gatos —Anda ve, o se comen lo que es tuyo.
Chanyeol es empujado por Yoora hacia la mesa de Baekhyun y su acompañante “más bueno que el postre del día” sin ningún propósito, ya que ellos ya se encuentran terminando su comida, así que no puede decir que viene a tomar su orden. No los había notado porque llevaba unas tres horas metido en la cocina para tratar de librarse de la loca de su hermana.
— H-hola…
— ¿Qué haces aquí? —pregunta Baekhyun, no a modo de reclamo, si no que esta algo sorprendido. Tenia entendido que el restaurante era un lugar poco conocido, discreto y pequeño, como a el le gustaba que fuese, aunque Kris había insistido en llevarlo a uno lujoso, él no creía que hiciera falta.
—Mi madre es la dueña. Le estoy ayudando ¿Recuerdas? —Chanyeol le había contado que trabajaría un tiempo con su madre en un restaurante, mas no dijo el nombre de éste.
—Oh, bueno… Chanyeol, este es Kris. Kris, Chanyeol— los presentó.
Chanyeol saludo con una sonrisa, pero por dentro sentía algo de tristeza por la situación. Se planteó volver a la cocina y picar unos vegetales para desahogarse. Las zanahorias y los tomates parecían comprenderlo.
—El futuro esposo —habló Kris riendo un poco.
¿Futuro esposo?
— ¿Se van a casar? —preguntó Chanyeol desesperanzado y en ligero estado de shock.
— ¿Qué? ¡No! —gritó Baekhyun.
Kris rió más.
—No. Hablo de ti —apuntó Yifan —Baekhyun no dejaba de decir “Chanyeol es mi futuro esposo, déjame en paz, estoy hablando con él” —imitó la vocecilla del más bajo.
—Wu Yifan, trágate tu comida y cállate.
Chanyeol iluminó su semblante de nuevo. Claro, recordó que una vez le llamó a Baekhyun cuando tenia apenas dos semanas de haberse ido a Boston y lo escuchó gritando incoherencias sobre “hablar con el futuro padre de mis hijos es más importante que repasar ingles contigo, Kris”.
*
Kris no para de reír. Un punto malditamente bueno de ese hombre eran sus casi nulos celos y su sentido del humor. Chanyeol sonrió, porque parecía que Yifan era una buena persona, porque lo era y lo comprobó cuando éste lo invito a sentarse y conversar, se encontraron intercambiando números telefónicos y hablando sobre sus similares gustos musicales y su masculinidad o algo de eso. Baekhyun era ahora el único celoso, porque su novio y su no-novio-pero-futuro-esposo no dejaban de reír y llevarse como si se conocieran de años ¿Por qué Kris siempre roba a sus amigos? Tao, la mujer del puesto callejero de comida, Chanyeol, el portero del edificio donde vivía con Kyungsoo. Maldito usurpador.
Ahora bien, Baekhyun ya no sabe si esta celoso porque Kris no deja de elogiar a Chanyeol o porque Chanyeol no deja de alabar a Kris. Así que simplemente se levanta para ir al baño para no tener que verlos más, aunque teme que si los deja solos mucho tiempo terminen besándose en su cara o algo así y decidan amarse y dejarlo a un lado por no decidirse por ninguno de los dos. De camino a su mesa, una vez terminadas sus necesidades biológicas urgentes se encuentra con lo que su subconsciente define como “Chanyeol vestido de mujer con unos veinte centímetros menos de estatura”
— Oh, pero si de cerca y en persona eres más bonito —dice la copia femenina de Chanyeol —. Con razón mi hermano esta como idiota por ti.
— Yo… es… quién…
— Ay pero que tonta soy —dice limpiando mano en su delantal rojo con el logotipo de “Viva Polo” para luego extendérsela a Baekhyun quien la toma con algo de recelo — Soy Yoora, Park Yoora, hermana del chico que enviaste a la friendzone, alias Chanyeol, futuro ermitaño protector de gatos. Estamos ayudando a mamá por un tiempo, es más relajante que la horrible vida de oficina.
*
Baekhyun no entendía por qué motivo llevaba media hora escuchando la vida de su autoproclamada cuñada y madrina del pastel para la supuesta boda, pero era bastante entretenido. Chanyeol había dicho que su hermana era una especie de monstruo alienígena letal, y él solo podía ver a una agradable chica, un poco rara.
Su opinión cambio bastante cuando Yoora le contó del día que Chanyeol perdió el folder de color chillante en el taxi, él estuvo ahí y se burlo mucho, pero todo indicaba que Chanyeol no rió nada porque su hermana casi lo lanza desde la azotea del edificio y lo dejó afuera de su apartamento dos noches seguidas, no le habló en un mes y lo hizo comer sobras de comida enlatada de dudosa procedencia hasta que él le rogo implorando perdón y tuvo que ser esclavo una semana para que finalmente todo volviera a la normalidad: Yoora gritándole que morirá solo y sin perro que le ladre, todo porque su ruptura con Dara era reciente en aquel entonces y ella era tan buena que lo golpeaba con la realidad cada que tenia oportunidad.
Pasadas las nueve de la noche, Yoora se dignó a callarse la boca y Kris dejo de amistar con su futuro esposo (Chanyeol), y él no duda en largarse arrastrándolo lejos del restaurante. Nada más incomodo que encontrarte un San Valentín con tu novio, tu amor platónico, la hermana loca de tu amor platónico —que coquetea con tu novio —y una mujer gorda que alega que eres su hija perdida por una hora hasta que le “demuestras” que eres hombrecito, sí, una excelente velada.
Chanyeol mira a Baekhyun retirarse con Kris, y de alguna manera su corazón descansa porque Yifan es una gran persona y sabe que su pequeño estará bien con él. Siente un poco de culpa por hacer que Baekhyun prácticamente le fuera infiel, aunque solo fuese un beso, y por pedirle que termine con él. Entiende por qué Baekhyun se siente confundido porque incluso él caería por una persona como Kris, de hecho casi lo hace. Su corazón descansa porque no le molesta esperar a Baekhyun si durante la espera hay alguien como Yifan cuidándolo.
Chanyeol suspira. Yoora lo llama perdedor novecientas veces por dejar ir a su cuñado y le avisa de una vez que ella será madrina del pastel y dama de honor porque así lo manda ella y así será. También asegura que ella se casará con ese Kris. Chanyeol ríe porque su hermana esta loca y desea fervientemente que ella pueda ser dama de honor en su boda con Baekhyun y hay algo que le dice que algo bueno y malo a la vez esta por ocurrir pronto.
Algo malo y también bueno que involucra un corazón roto, sentimientos encontrados y un pequeño gran desliz. Lo presiente.
Y muere por saber qué es.