Han pasado años, creo que ya he perdido la cuenta de cuantos han sido en total pero en todo este tiempo nunca me había detenido un instante para sentir el bosque, se que suena extraño y es aún más raro que decida hacerlo ahora pero no veo el porque no, volteo en todas direcciones pero el sitio conserva su relajante calma, el suave viento acaricia las ramas altas de los pinos provocando un sonido arrullador, el mismo sonido que me ayudó a conciliar el sueño cuando los recuerdos de una vida pasada me atormentaban; puedo escuchar a algunos animales cerca pero nada amenazador o al menos no para mi. Comienzo a caminar un poco, la tierra se ablanda con cada paso que doy dejando una estela de polvo dorado detrás de mí; entonces siento una energía recorrer mi cuerpo, miro hacia el cielo y la Luna se encuentra en todo su esplendor, agradecido por el poder de la diosa empiezo a correr, rápido más rápido a mi lado los arbustos parecen simples borrones, a mi lado los árboles no son más que varitas altas que puedo romper de un golpe si quiero, a mi lado no hay nada que se acerque tanto a la perfección como yo lo soy.
Unos minutos después llego a la orilla de un lago que se extiende kilómetros ante mis ojos, el agua es cristalina y sin movimiento alguno, este ha sido mi hogar en estos años de estadía en el bosque; hay algunos animales en la orilla bebiendo pero al verme llegar se retiran con la cabeza baja, permito que cualquiera beba de sus aguas pero cuando yo estoy aquí nadie se atreve a hacerlo en mi presencia. Con pasos lentos me acerco a la superficie del agua y veo mi reflejo… aun soy un zorro, el mismo zorro que tiempo atrás fue un muchacho, un muchacho que tenía una pequeña y rota familia pero familia después de todo, un muchacho que tenía amigos, que así como había sufrido había sonreído, un muchacho que tenía a alguien que tal vez...
En la clara superficie del agua veo mi imagen, los hipnotizantes ojos verde-azul, el blanco pelaje y el juego de colas detrás de mi, cuento cinco, cinco largas y delicadas colas con pequeños destellos de azul en las puntas. Mi imagen no ha cambiado con el paso de los años, tal vez gané un poco de tamaño pero mis rasgos son los mismos, hermosos, elegantes y salvajes.
Camino un poco mas y dejo que mis patas delanteras se mojen con el agua, hay luna llena, su luz ilumina todo el lago reflejando el cielo con todo su firmamento de estrellas, camino un poco más adentrándome en el lago y entonces al mirar hacia abajo veo un copia exacta del cielo que se encuentra allá arriba, estando allí de pie es como si estuviera en otro plano celestial.
Cierro los ojos y disfruto de este momento así como lo he hecho cada luna llena de todos y cada uno de los años que he pasado aquí; pero en esta ocasión hay algo me impide vivir este momento especial con la paz que deseo, es un olor desagradable como a perro mojado, sacudo mi hocico para tratar de alejarlo pero el aroma es penetrante. Giro sobre mis patas y me percato que alguien me esta vigilando, detrás del tronco de un árbol algo me observa con unos grandes ojos azules, alguien se ha atrevido a interrumpirme.
Por un momento pienso en ignorar la ofensa pero un gran instinto se apodera de mi, uno que hace mucho no sentía, una sensación que tenia enterrada en el pasado vuelve a mi como una corriente eléctrica, entonces siento lastima por la criatura que está escondida detrás de ese tronco, le gruño al extraño mostrando mis colmillos y erizando mis colas, este parece retroceder por un instante pero de nuevo planta con firmeza sus patas, sintiendo hervir mi sangre por el reto que el extraño me ha lanzado, salto en su dirección y es entonces cuando comienza a huir de mí; debería dejarlo en paz pero no puedo algo no me deja hacerlo así que comienzo a perseguirlo, sus patas son más grandes y fuertes por lo que sus zancadas son más largas y grandes, pero yo soy más rápido. Me muevo entre los árboles con la maestría obtenida a través de los años, salto sobre una roca y en un golpe de genialidad caigo sobre él, es un lobo, el asqueroso lupino me olfatea un poco y trata de acercar su hocico al mio pero yo respondo agresivamente al tratar de morder el suyo, él se contrae ante mi acto y comienza a gemir un poco. Miro con más detenimiento a mi presa y hay algo que llama mi atención, un recuerdo pasa por mi mente, fugaz como un cometa en el que viaja una imagen del mismo lobo, acostado y dormido con un guardia a su espalda velando su sueño, alguien muy parecido a mi.
Entonces el lobo debajo de mi se mueve interrumpiendo mi visión, sin previo aviso este cambia, pierde pelaje, esconde colmillos y garras y ahora bajo mis patas se encuentra un humano.
- ¿Acaso… eres tu?
Me dice en un susurro de voz.
Lo miro sin comprender lo que dice pues no trato mucho con humanos, no es que los odie de hecho de vez en cuando alguno se extravía en mi bosque y si su ser está limpio lo ayudo a encontrar la salida, pero este es diferente, no es un humano cualquiera además encontró mi lago y si lo dejo ir con el tiempo más de ellos llegarán a contaminarlo y destruirlo, por más bueno que sea este hombre, debo matarlo.
Abro mi hocico y gruñendo apunto a su cuello, una muerte rápida y sin dolor.
- Espera, por favor detente
Miro esos orbes verdes con los que me observa y algo se remueve en mi interior, alguien que abandonó hace tiempo y se entregó a mi. Sin embargo carece de confianza, ha pasado mucho tiempo desde que él dejó de ser él mismo.
Volviendo a apuntar hacia el cuello de mi presa me acerco amenazante.
- No lo hagas Stiles.
Entonces algo se enciende dentro de mí, él que abandonó comienza a abrirse camino desde el fondo de su reprimida parte. El humano que alguna vez respondió a ese nombre comienza a restablecer el equilibrio para volver a tomar control de su cuerpo y reprimirme a mi.
Sacudo mi cabeza tratando de evitarlo pero su voluntad es extremadamente fuerte, entonces restablece las fichas de su lado del tablero y toma el control de su cuerpo y mente; poco a poco levanto mis patas de su cuerpo, sin saber bien cómo reaccionar él humano se pone de pie y me observa con unos ojos que hace mucho no había visto, en ellos hay cariño hay alegría, hay amor.
Pero aun soy un zorro, podré haber recuperado mi identidad, mi memoria, pero aun no soy del todo yo. Sin previo aviso es cuando siento como una garras se clavan dentro de mi cuerpo, y con un rápido y desgarrador movimiento rompe mi piel dejándome al descubierto, dejándome libre. Grito de dolor al sentir como la piel que me acompañó por años me abandona dejando una más suave y delgada. De pie mis piernas fallan y caigo al suelo, las miro y han dejado de ser las fuertes patas que en algún momento lucharon por mi vida, ahora todo mi cuerpo ha vuelto a ser lo que era.
Él se aproxima a mi y me cubre con algo para tapar mi desnudez. Lo miro y se ve exactamente igual, como si el tiempo no le hubiera afectado en absoluto.
- Derek …-digo con un hilo de voz, una voz tan frágil pues casi había olvidado cómo hablar.
Con una sonrisa que antes había iluminado mi vida se acerca para abrazarme.
- Has vuelto -dice levemente en mi oído. Pero dudo que así sea.
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<< - ¿Como se encuentra?
- Físicamente no tiene ninguna herida, esta fuerte y sano. Sin embargo…
- ¿Que? ¿Sucede algo con él?
- No estoy seguro, está demasiado callado y al vernos a Melissa y a mi se mostró bastante sorprendido.
- Reaccionó del mismo modo al vernos a nosotros, parecía como, como si no debiéramos estar vivos pero de algún modo lo estamos.
- Tal vez no es nada, seguramente son secuelas de su condición. Además no podemos ignorar que estuvo un buen tiempo perdido en el bosque.
- Y lo hizo sin ser un humano…
- Es preferible dejarlo descansar por ahora, sería demasiado comenzar a agobiarlo con preguntas.
- Tienes razón, será mejor que todos nos vayamos. Podemos confiar en que Derek y el Sheriff cuidaran bien de él. >>
Por muy bajo que hablaran podía escuchar a la perfección todo lo que decían, me costaba un poco activar y mantener en control esta habilidad pues al ser un humano no fluye del mismo modo natural que al ser un zorro pero podía estar orgulloso de que incluso ahora, tenía un buen control. Momentos después de esas últimas palabras dejaron de oírse voces, una secuencia de pasos se dio y poco a poco las personas comenzar a dejar vacía la casa. Entonces mi padre se acercó a Derek y también salió de la casa no sin antes pedirle que me cuidara bien.
Estúpidos, yo no necesito que me cuiden.
Escucho como en la parte de abajo Derek comienza a caminar en círculos frente a las escaleras, indeciso si debe subir a verme o no. Momentos antes de que me provoque un dolor de cabeza se decide a subir, escucho como camina lentamente y cuando se que está por llegar a mi habitación me cubro con las mantas dándole la espalda a la puerta.
- ¿Stiles, estas despierto?
Pregunta mientras toca mi puerta, no se porque lo hace si sabe perfectamente que lo estoy. Al no escuchar respuesta alguna entra.
Siento su mirada clavarse en mi, da un par de pasos rodeando mi cama para poder verme el rostro pero yo evito su mirada y me encojo más en las mantas.
- ¿Te encuentras bien?
Molesto le doy la espalda sin responderle, estoy harto que todos me pregunten eso, es lo único que he escuchado desde hace horas.
Derek da un paso hacia mí, siento su calor corporal al extender su mano para tocarme pero se detiene antes de hacerlo. Con un leve suspiro que estoy seguro cree que no escuché camina hacia la puerta de nuevo.
- Yo… yo no quiero molestarte así que te dejare descansar, pero si necesitas algo por favor pídemelo.
Escucho como la puerta comienza a cerrarse lentamente, yo no se si deba pero quiero quitarme esta duda que tengo.
- Espera… -sin mirarlo aun escucho como la puerta se detiene momentos después de que mi ronca voz da la orden.
- Dime.
Sin mirarlo aun pregunto:
- ¿Cuanto, cuanto tiempo estuve… fuera?
- Seis meses.
Sorprendido abro los ojos, ¿seis meses? ¿cómo es eso posible? me pregunto sin poder creerlo aún.
- Duerme un poco -de nuevo escucho como la puerta trata de cerrarse pero antes de completar su camino es detenida de nuevo y fugaz y leve como una brisa de otoño escucho un delicado “Te amo”. Entonces la puerta se cierra al mismo tiempo que mi corazón se parte un poco más.
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- Derek, ¿todo en orden?
- Demasiado.
- ¿Ha habido algún progreso? ¿Te ha dicho algo?
- Nada importante, solo me ha preguntado cuánto tiempo estuvo fuera.
- Que extraño, él más que nadie debería saber eso.
Abro los ojos al escuchar voces en la parte de abajo, parece que Scott está aquí.
- Creo que subiré a hablar con él.
- Scott, no lo presiones. Él hablará cuando esté listo.
- ¿Que no lo presione? Estuvo perdido por meses dios sabrá donde y ahora que ha vuelto no ha mostrado emoción alguna, NECESITO hablar con él.
- ¿A qué te refieres? ¿Qué buscas en él?
- ¡¿Como sabes que es él en primer lugar?!
Escucho como la respiración de Scott comienza a ser más pesada y como sus latidos comienzan a acelerarse, parece que piensa que de nuevo soy un demonio.
- ¿Que insinúas Scott? ¿Que traje al chico equivocado a casa?
- ¡De lo único que estoy seguro es que ambos conocemos a Stiles a la perfección y eso que está allí arriba es todo lo opuesto a mi mejor amigo! Podría ser alguien más, podría ser algo más.
- No voy a permitir que lo molestes, podrás tener dudas pero eso es problema tuyo yo estoy completamente seguro que es él.
- De todas las personas tu eres la última que debería decir eso. ¿Acaso ya olvidaste lo que hiciste?
- Cierra la boca…
¿De que habla Scott? me siento en la cama al sentir algo extraño, el ambiente en la parte de abajo se a puesto denso y lleno de emociones pesadas. Cierro los ojos para mantener el control y seguir escuchando.
- ¡No olvides quién fue él que dudo y abandono Derek, no olvides quien fue el que se dio por vencido y prefirió dar por muerto a la persona que juraba amar así que ahora no me vengas con estupideces!
- ¡Te dije que te callaras!
Un fuerte golpe se escucha seguido de un crujido de huesos, pero no es eso lo que me inquieta… ¿Acaso Derek, acaso él? Oigo como alguien se pone de pie y al oír una risa de Scott me doy cuenta de que Derek lo golpeó.
- Muévete Derek.
- Obligame.
- He dicho, ¡que te quites!
Entonces una serie de golpes y caídas se oyen por toda la escalera así como uno que otro gruñido de parte de ambos lobos. Me cubro mi cabeza con ambas manos y cierro con fuerza los ojos, “Ya no puedo más”.
Aun alcanzo a escuchar como ambos entran estrepitosamente a mi habitación seguido de sus exclamaciones de sorpresa al encontrarla vacía.
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Siempre me había gustado esta vista y durante mucho tiempo me ayudaba a recordar quien era y a donde pertenecía, pero ahora que he vuelto me pregunto si sigo perteneciendo a este lugar. Camino descalzo sobre la lisa y enorme roca que sirve de mirador y aprecio un espectacular atardecer, los tonos de amarillo y naranja pintan el bosque de tonos rojizos y sombras maravillosas mientras que los últimos rayos de sol golpean con fuerza a la pequeña ciudad que está a unos kilómetros de donde me encuentro.
- Sabía que me encontrarías pero me sorprende que lo hicieras tan rápido.
- Esta vez no pienso dejarte ir, así tenga que atarte, pero no voy a permitir que te separes de mí, incluso si es contra tu voluntad.
- ¿Lo harías incluso si represento un peligro para todas esas personas?
Volteo para mirar a Derek, él se encuentra a un par de metros de mí con los puños cerrados con fuerza mirándome tan intensamente que no estoy seguro si es pasión o odio lo que veo en sus ojos.
Vuelvo mi mirada a Beacon Hills y cierro los ojos con tristeza cuando escucho lo que dice.
- No eres un monstruo Stiles.
- ¿Cómo estás tan seguro de eso?
- Nunca hubiera traído de vuelta a un demonio con tu rostro, te conozco mejor de lo que crees.
- No es necesario estar poseído para ser un monstruo.
Escucho como Derek camina en mi dirección y como con brusquedad me toma de un brazo y me jalonea en su dirección.
- ¡¿Que pasa contigo?! -molesto me sacude con ambas manos, sin expresión alguna yo evito su mirada pero eso lo hace enfurecer más- Mírame Stiles.
Sin embargo yo me rehúso a hacerlo.
- ¡Stiles! Mírame a los ojos.
- ¡No puedo! ¿De acuerdo? ¡No puedo hacerlo! ¿Como puedo mirar a la persona que abandoné sin sentirme lleno de culpa? -cierro los ojos tratando de evitar derramar las lágrimas que comienzan a formarse en mis rostro pero siento que es imposible, por más fuerte que lo intente siento que océanos de llanto están surgiendo- ¿Sabes porque te pregunte cuanto tiempo estuve fuera?
Derek me mira sin comprender mucho de lo que digo, entonces levemente baja la mirada y niega con la cabeza.
- Podrán haber sido seis meses los que estuve perdido pero para mi fue más tiempo, mucho más.
- ¿De qué hablas?
- Fueron seiscientos años Derek, para mí, yo estuve seiscientos años lejos.
- Eso es imposible.
- Lo mismo creí cuando me dijiste que solo fue medio año el que estuve perdido, yo creí que ya no te volvería a ver ni a ti ni a los demás, sin embargo cuando regrese allí estaban. Como si el tiempo los hubiera ignorado.
- ¿Como lo soportaste? ¿Cómo seguiste siendo tú después de tanto tiempo?
- No lo hice, trate de hacerlo pero el estar lejos me estaba matando. Con el paso de los años traté de mantenerme firme en mi decisión pues sabía que era lo mejor para ti y todos los demás pero era tan difícil -sin darme cuenta termine arrodillado en el suelo a sus pies, temblando y sollozando como un cachorro indefenso- Quería estar cerca de ti, quería volver; incluso hubo un par de ocasiones en las que casi permití que me encontraran pero desistí. Entonces los últimos cien años renuncié a mi ser, rompí el equilibrio y deje que mi lado salvaje y espiritual tomara todo el control. Yo deje de ser un humano y me escondí en un oscuro y desolado lugar dentro de mi mente, ignorando todo, siendo indiferente a todo. Abandonándote.
Arrodillándose frente a mi Derek sostuvo mis manos.
- Yo.. yo no comprendo por qué lo hiciste. Tu no eras peligroso, así que, ¿porque huiste?
- Te equivocas, yo era peligroso y aun lo soy -librándome de sus manos me aleje un poco de él, me sentía avergonzado y sucio por lo que estoy por decir- hay algo que nunca les dije, cuando estaba poseído por el Nogitsune yo tenía plena conciencia de todo lo que hacía y hubo un momento en el que me gustó, hubo un momento en el que me daba placer matar a todas esas personas, disfrutaba de todo ese poder a mi disposición pues ya no era el muchacho inútil y débil de siempre. Era alguien tan poderoso que cuando ese poder volvió a mí tuve miedo, aunque fingía que lo estaba controlando y que estaba bien también sentía grandes deseos de matar a alguien y esta vez era peor porque ninguna entidad malvada me obligaba a hacerlo, yo quería hacerlo porque sabía que podía. Pero tu simple presencia me detenía, el saber que me amabas el saber que TÚ me amabas reprimía esos instintos, entonces cuando tuvimos ese accidente y casi te perdí sentí miedo, ¿que iba a hacer si tu te ibas? si tu llegabas a morir nada podría evitar que desatara mi dolor en inocentes; así que justo después aproveche la oportunidad para irme, era mejor abandonar todo lo que yo mismo podía destruir a en verdad llegar a hacerlo. Me fui creyendo que era lo mejor para todos ustedes pues yo era demasiado inestable, dependía demasiado de ti.
Levante mi rostro para mirarlo a los ojos y entonces me di cuenta de que él también estaba llorando, por un momento creí que mis lágrimas me estaban engañando pues no era posible que Derek Hale estuviera llorando pero en verdad lo hacía, mantenía la vista baja presionando sus puños con fuerza en la piedra y por momentos podía notar leves temblores en su cuerpo.
- Dime Derek, después de todo lo que te he dicho ¿cómo es posible que no sea un monstruo? fui egoísta al irme sin pensar en cómo te sentirías, fui cruel al ocultar mi rastro para que no me encontraras.
- ¡YA BASTA! ¡DETENTE!
Solté un respingo cuando lo escuche gritar. Observe como levantaba su rostro con algunas lagrimas aun deslizándose por sus mejillas y su gesto, tan salvaje y a la vez tan tierno y lleno de amor.
- No vuelvas a decir tales cosas porque todas son mentiras.
- Derek… -iba a comenzar a replicar pero él me detuvo con tan solo una mirada, una mirada que robo mi aliento.
- Incluso si pudiesen ser ciertas no me importa, no me importa que lo hayas hecho. Puedes rasgarme, golpearme, usarme y luego desecharme y luego volverme a usar y no me importaría porque yo soy tuyo. Todo mi ser te pertenece Stiles, absolutamente todo mi cuerpo y mi alma es de tu pertenencia.
Entonces comencé a llorar como nunca lo había hecho desde la muerte de mi madre, lágrimas sin fin recorrían mi rostro, al igual que gritos y sollozos salían de mis labios. ¿Que he hecho? cubrí mi rostro con ambas manos y como un niño comencé a mecerme sobre mis pies sin dejar de llorar. Al verme Derek se aproximo y me abrazó con fuerza, aun podía sentir como sus lágrimas mojaban mi cabello y en ese momento comprendí que no lo merecía, podía vivir otros seiscientos años y aún no merecería un hombre como aquel, pero aun así estoy dispuesto a luchar para ganármelo.
Varios minutos después y ya más calmados ambos estábamos sentados uno junto al otro viendo el fin del atardecer sobre Beacon Hills.
- Sabes, durante el tiempo en que estábamos buscándote pensaba todas las razones por las que podrías haberte ido pero nunca imaginé lo que me acabas de decir, fuiste demasiado bueno al sacrificar todo lo que querías por un bien mayor.
- Ahora me doy cuenta de que fui un idiota, pude haber encontrado otra solución que no fuera tan extremista pero estaba demasiado ciego por el miedo.
- Stiles ¿puedo preguntarte algo?
Habló Derek después de varios minutos en silencio.
- Dime.
- ¿Cuantas colas perdiste?
Lo miré un poco sorprendido por la pregunta.
- ¿Acaso no lo sabes?
- Cuando desperté siendo un humano de nuevo estaba tan preocupado por ti que no me detuve a pensar en eso, entonces al preguntar qué había pasado cómo es que aún estaba vivo ellos me dijeron lo que hiciste. Le pedí a Noshiko que me entregara tus colas para cuidarlas y al mismo tiempo para saber cuantas habías sacrificado pues nadie había mencionado ese detalle pero ella se rehusó diciendo que debías ser tú quien me lo dijera.
- Entiendo… yo -dudando si debía decirle pues sospechaba la reacción que tendría tartamudee un poco- cinco, fueron cinco.
- ¡¿Cinco?! ¡¿Perdiste la mitad de tus colas?! ¡¿Acaso estas loco?!
Y si, justo esta era la reacción que esperaba, un Derek alterado y preocupándose primero por mi en vez de hacerlo por el mismo.
Me puse de pie imitándolo y lo mire a los ojos.
- No las perdí, yo te las di y estaba dispuesto a darte todas con tal de salvarte. Después de todo pasé toda mi vida siendo humano y volver a serlo no me hubiera importado con tal de verte vivo. Así que deja esa actitud y…
Pero fui interrumpido por sus labios, con un rápido movimiento tiró de mi ropa y me unió a él en un beso perfecto. Dejando a un lado mi sorpresa inhale con fuerza y crucé mi brazos por su cuello, tomándolo del pelo con fuerza comencé a besarlo con necesidad. Captando mi sed de deseo él acercó más nuestros cuerpos para frotarnos tanto como quisiéramos mientras sentía como sus grandes y fuertes manos recorrían mi cuerpo.
Hubiera deseado continuar así por horas, pero teníamos que separar nuestros labios para dejar entrar aire a nuestros pulmones, al separarnos ambos nos encontrábamos jadeando y con restos de saliva en las comisuras de nuestros labios, parece que nos excedimos un poco con nuestras lenguas.
- No tienes idea de cuanto necesitaba esto, esos meses sin tenerte fueron una tortura.
- Ahora imagina como fue el estar seiscientos años deseándote y sin poder sentir lo que sentí hace un momento.
Derek me miró con una divertida sonrisa y se acercó para darme un rápido beso en los labios, entonces bajo una de sus manos por mi espalda y la coloco en mi trasero presionando un poco.
- Descuida, aun nos queda toda la noche y puedo prometerte que te haré sentir mucho más.