Limpié el espejo del baño que quedo empañado después de darme una ducha, me miré fijamente y me sorprendió ver cómo había cambiado mi cuerpo en una noche, bueno tampoco era un cambio exageradamente grande, mis típicas y ya muy comunes ojeras había disminuido lo suficiente para pasar desapercibidas, mi cuerpo estaba diferente, aun era delgado, siempre eh sido delgado y supongo que así será en el futuro pero ahora mis músculos están un poco más definidos además de que ya no me veo tan pálido como cuando sufría de pesadillas e insomnio.
Regreso a mi habitación y empiezo a rebuscar en el armario la ropa que me pondré, siempre escojo lo primero que encuentro pero esta vez veo algunas prendas que recientemente mi padre me compró en una de nuestras incómodas salidas al centro comercial para forjar lazos, son un par de jeans negros entallados al igual que una chaqueta de cuero muy parecida a las que suele usar Derek. Nunca me las había puesto pues siempre creí que me vería ridículo en ellas pero ahora que mi vida ha dado un giro realmente monumental, creo que no me haría daño empezar desde cero con algunas pequeñas cosas.
Cojo mi mochila y guardo un par de libros más en ella, hoy comienzan los exámenes finales lo que indica que el fin de curso y las vacaciones de verano se acercan rápidamente. Tomo unas gafas negras y las guardo también en la mochila, aun estoy controlando mis nuevas habilidades y como al parecer los ojos pueden cambiar de color en cualquier momento será mejor prevenir.
Bajo las escaleras con la mochila en la espalda y camino hasta la puerta tomando las llaves de mi jeep de una mesita cercana.
- Alto ahí -escucho decir a mi padre detrás de mi.
- Papá ¿Sucede algo?
- Tu dimelo a mi, ¿a donde vas con esa ropa?
- ¿A la escuela? tu sabes, ese horrible lugar donde nos enseñan cosas que nunca usaremos en nuestra vida y al que nos obligan a ir de lunes a viernes. ¿Porque, acaso me veo mal?
- No hijo de hecho me sorprende verte así, luces… diferente.
Hago una mueca soltando un bufido. No lo dudo vengo casi por completo de negro, los jeans la chaqueta, los converse, ha excepción de la playera blanca, algo para no parecer que voy a un funeral.
- En un buen sentido.
- Gracias papá, te veré en la comisaría para almorzar en la tarde. Nos vemos.
Camino hasta mi auto con una sonrisa en la cara satisfecho de que la primera persona que me ve le haya gustado el aspecto del “Nuevo Stiles” aunque esa persona fuera mi padre y es su obligación haberme dicho eso, sintiéndome un poco patético arranco el jeep y me pongo en marcha.
Anoche Scott me mandó un mensaje diciendo que hoy iría a la escuela junto con Kira así que hoy el trayecto es más corto y directo, en el camino me pongo a pensar sobre algunas cosas que Noshiko me advirtió podrían ocurrir como Kitsune novato. Ella dijo que al no tener una representación física de las colas estas se manifestarán de diferentes formas, principalmente en los ojos, además tendré que controlar bien la fuerza que aplicó en las cosas; por suerte a diferencia de los lobos a los Kitsunes no les salen garras y colmillos o tienen cambios físicamente notorios, de cierto modo somos más humanos así que no tendré que preocuparme por eso, solo por mis ojos. Oh y menciono otro más, bueno lo hizo a medias pues solo dijo que yo lo descubriría por mi cuenta mientras trataba de ocultar una sonrisa para nada indiscreta.
Me estaciono frente a la escuela tomo mi mochila y antes de bajar me veo en el espejo, ahí me doy cuenta de que mis ojos han cambiado. Suspiro y los cierro tratando de hacerlos cambiar de nuevo, pero ese tono verde-azul no se va, los miro con más detenimiento y parece que es más un color turquesa claro, como el color del agua de las playas más hermosas que puedas imaginar.
Frustrado saco las gafas de mi mochila y me las coloco, es eso o perder la primer hora lo que significa perder la prueba lo que significa reprobar la materia lo que significa mi muerte a manos de mi padre. Vaya en menos de cinco segundos conseguí que mi cabeza diera vueltas.
Salgo del auto y camino hacía la entrada pero apenas cruzo las puertas de la escuela un fenómeno extraño sucede, todos me miran y abriendo paso se quitan de mi camino. Escucho como los chicos murmuran a mi espalda y como las chicas ríen entre ellas tímidamente mientras me lanzan miradas que en años nunca había recibido, por un momento pienso que traigo la ropa interior por fuera entonces me doy cuenta de que es mi nuevo aspecto, sonrío caminando con más confianza y preguntándome si Jackson se sentía así todos los días de su vida, justo ahora me siento sexy, siento que podría hacer que cualquiera me deseara incluso el lobo amargado de Derek… perdón, ex-lobo. Pero eso jamás sucedería, a Derek le gustan las chicas no los chicos, y mucho menos le gustaría yo; además a mi también me gustan las chicas no los chicos, me gustan las chicas, me digo a mi mismo para tratar de convencerme con esas palabras, pero recientemente comencé a pensar en Hale de maneras que antes ni en mis más locos sueños podría llegar a pensar, y todos saben que mis sueños pueden ser bastante locos... Siento calor.
Camino hasta mi casillero donde a un lado se encuentran Scott y Liam conversando, cuando el beta me ve venir le da un codazo al latino, sorprendido a este se le cae la mandíbula de la impresión.
- Stiles amigo, te ves... -comienza Scott pero al parecer no encuentra las palabras- ¿recuerdas esa ocasión en donde sugeriste liarnos un poco para ver que sentíamos? creo que ahora aceptaría sin dudarlo.
- ¿Quien es la chica sexy ahora?
Ambos reímos por nuestras bromas mientras el pequeño nos mira confundido por nuestro extraño sentido del humor.
- ¿Por qué las gafas? -pregunta el moreno ya un poco más serio.
- Son los ojos, aun no puedo controlar de todo el cambio en ellos -bajo un poco la vista para que vean el color turquesa- por cierto ¿acaso alguien más tiene calor?
Agito un poco la chaqueta para ventilar mi torso y escucho pequeños gritos de unas chicas que están cerca. Raro.
- No son sólo los ojos, Scott miralo bien -dice Liam.
- ¿Qué quieres decir?
- Miralo… bien -repite este pero haciendo brillar sus ojos en esta ocasión.
El alpha voltea a ver a nuestro alrededor pero al percatarse que somos el centro de atención nos lleva a los vestidores que a esta hora de la mañana se encuentran vacíos. Ahí dentro me escruta con sus rojas pupilas.
- Tu… “aura” -dice al no encontrar una palabra más apropiada- esta mas fuerte que antes, pero ahora es como si irradiaras excitación, como si hubiera una fiesta de testosterona y feromonas a tu alrededor.
- Eso explica la reacción de todos - respondo chasqueando los dedos- no es la ropa, son mis nuevos poderes de zorro, o debería llamarlos beneficios de zorro -digo guiñando un ojo a ambos. Ninguno ríe.
- ¿Recuerdas la historia de la madre de Kira? como los espíritus de los zorros se convierten en hermosas jóvenes y enamoraban a los hombres, creo que algo similar te esta ocurriendo -comenta el beta.
- ¿Entonces estás diciendo que me acostaré con todos los chicos de la escuela?
- Bueno, no solo chicos, evidentemente con algunas chicas también. Así mantendrás la diversidad con ambos.
- Muy gracioso Scott -digo haciendo una mueca boba.
- ¿Acaso la madre de Kira no te advirtió sobre esto?
- ¡No!... si, bueno algo así, dijo que lo descubriría por mi cuenta. Supongo que ha esto se refería.
Por suerte la reacción de las chicas de la manada fue diferente, Lydia literalmente dijo: “Ya era hora que te deshicieras de las camisas de cuadros” Kira simplemente aportó un “luces fabuloso Stiles” y Malia, Malia era simplemente Malia, fue la única que se dio cuenta de mi cóctel de hormonas a mi alrededor pero no dijo ni hizo nada fuera de lo común. El resto de las chicas y varios de los chicos del salón de clases seguía actuando de manera extraña.
- ¡Stilinski! ¿Acaso perdiste un ojo? -grita Finstock asustandome un poco.
- No, entrenador.
- ¿O tal vez traes una horrible resaca?
- No, entrenador.
- ¡¿Entonces porque las gafas?! -dice gritando de nuevo.
‘Mierda, hubiera dicho que sí a lo de la resaca’, pienso arrepentido.
- Bueno verá entrenador, es que hoy usted luce tan radiante que hace que mis humildes y mortales ojos se hagan pequeños ante su… magnificencia.
Escucho varias risas al fondo del aula.
- Hm… fuera gafas.
- Pero…
- Stilinski si no te quitas esas gafas haré que corras alrededor del campo por dos días
- Pero…
- ¡Ahora!
- ¡Bien! -grito molesto quitandolas rápidamente. Espero reacciones de asombro y murmullos, pero todo parece normal.
Scott me mira y asiente aliviado. Mis ojos marrones han vuelto. Sonrío aliviado lo que provoca otra ronda de suspiros en los adolescentes de mi clase.
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¡¿Como se le ocurre salir vestido así?! Derek hervía de furia desde dentro de su auto el cual estaba estacionado frente a la escuela, no le molestaba el hecho de que Stiles hubiera cambiado de apariencia pues a decir verdad no se veía tan mal. Lo que en verdad le molestaba era que todos esos adolescentes se lo quedaban viendo como un pedazo de carne y que cualquiera de ellos tenía más oportunidad con el nuevo zorro que él. Todo esto aún era nuevo para Derek, aun no terminaba de comprender cómo había terminado en esta situación, un día simplemente no podía quitarse a Stiles de la cabeza, pensaba en él, lo vigilaba por las noches mientras dormía y lo seguía a todas partes hasta que se dio cuenta de que lo estaba protegiendo, primero pensó que era porque el chico era el único humano de la manada pero dados los acontecimientos que sucedieron después con sus poderes se dio cuenta que siendo un humano al igual que él, o al menos cuando ambos eran humanos, ese sentimiento de protección había cambiado, ahora era algo más. Pero Hale no era estúpido, sabía que nada podría suceder pues el era hetero y el hijo del Sheriff también, al final concluyó de que Stiles era solo un capricho, nada mas. Y como capricho lo quería solo para él, pues ser posesivo era algo que incluso sin ser lobo el tenía y reclamaba a Stiles como de su propiedad.
Durante medio día estuvo vigilando la escuela, observando ocasionalmente al pequeño zorro y el extraño comportamiento de las personas a su alrededor, de haber tenido sus poderes hubiera podido ver que era algo totalmente independiente de los sentimientos del chico, pero ahora era común y simplemente tenía que reprimir las ganas de poder oírlo y saber que sentía.
- ¿Te importaría decirme qué es lo que haces?
Derek no pudo evitar soltar un pequeño grito que de haber estado el resto de la manada lo hubiera avergonzado.
Volteó a su derecha y en el asiento del copiloto se encontraba sentado el ayudante del Sheriff.
- Mierda Jordan, ¿como entraste?
- La puerta estaba abierta.
Esto desconcertó un poco al propietario del auto, no se había dado cuenta de eso, sumado de que estaba bastante entretenido vigilando al cachorro nunca lo hubiera imaginado. Se estaba volviendo descuidado. No, Stiles lo estaba volviendo descuidado.
- ¿Qué haces aquí? -pregunto Derek molesto.
- Yo pregunte eso primero, recibimos un par de llamadas diciendo que un sujeto en una camioneta negra había estado vigilando la escuela toda la mañana. Apenas escuche la descripción del presunto acusado supe que eras tú.
- Nada, no hago nada.
- Por favor Derek, ni siquiera tú pasarías tanto tiempo precisamente aquí sin hacer “nada” -dice Parrish haciendo énfasis en la palabra- vamos, dímelo, puedes confiar en mi. Después de todo yo lo hice luego de no morir calcinado.
Hale gruño molesto al saber que el joven deputy tenía razón.
- Pues si tienes que saberlo…
Entonces Derek le contó sobre la nueva naturaleza de Stiles y de como lo vigilaba para estar seguro de que no se saldría de control en cualquier segundo. Jordan parece habérselo creído todo, o eso le hizo pensar a el trigueño.
- Entiendo, vaya, es extraño pensar en Stiles como un ser poderoso -comenta el primero con una sonrisa- desde que lo conocí para mi siempre a sido el delgaducho y gracioso Stiles. ¿Donde se encuentra ahora?
- Justo ahí -dice Derek señalando una mesa donde se encontraba sentado con el resto de sus amigos.
- No lo veo -Jordan se acerca un poco más a la ventana del conductor para poder tener una mejor vista.
- Es el chico de negro.
- ¡Woah! ¿Ese es Stiles? se ve diferente, luce genial.
Derek se queda con la boca abierta al ver la reacción de Parrish, a pesar de que es un par de años mas grande que él actúa como si fuera un adolescente.
- Es una lastima que siga siendo menor de edad…
- Es el hijo de tu jefe de quien estas hablando.
- Vamos Derek, no seas tan serio solo bromeo. Además simplemente no puedes negar que se ve bastante bien, ¿si no porque lo hubieras estado vigilando medio día?
- Ya te dije que era para ver que mantenía el control sobre sí mismo -se defiende este indignado.
- Si claro… entonces, no te estreses yo también lo vigilaré en mis ratos libres -dicho esto Jordan bajó del auto.
- Yo no te pedí eso.
- Y yo no te estoy pidiendo permiso... ah ¿y Derek?
- ¿Si? -dice alargado la letra, estaba molesto, Hale estaba muy molesto.
- Largo de aquí, si recibimos más llamadas tendré que arrestarte.
En un abrir y cerrar de ojos el auto negro desapareció.
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Tres de la tarde en punto, nuevamente el auto de Derek toma rumbo hacia la escuela pues ya era la hora de la salida, estuvo estacionado esperando a que Stiles saliera pero un poco más discretamente esta vez. Veinte minutos más tarde lo vio caminar hacía su jeep, Derek no pudo evitar sentirse excitado al verlo, con esos jeans tan entallados que levantaban discretamente su trasero esa chaqueta y esas gafas negras… Ok Stiles lucía sexy, lo admitía. Observó como el chico entraba al auto y trata de encenderlo, pero este no lo hacía, intentó un par de veces más y la vieja nave no respondió, entonces Stiles bajo y levantó la tapa del cofre para ver qué sucedía.
Derek puso en marcha su auto y como si casualmente pasaba por allí se acerco a el jeep azul.
- ¿Stiles, todo bien? -preguntó bajando la ventana para poder verlo.
- Oh dios -reaccionó el chico saltando del susto- mierda Derek un día de estos conseguirás que muera de un infarto.
- No seas exagerado.
- Es en serio, primero en mi habitación y ahora aquí. ¿Acaso para no aburrirte te dedicas a vigilarme y asustarme?
- Solo vine a ver si necesitabas ayuda, si no es así entonces me voy.
- ¡No espera! -Derek se sintió complacido-. Es el auto, no se que le ocurre pero no arranca.
- Déjame darle un vistazo.
El trigueño bajó del auto y se acercó al chico, revisó el motor y con ojo experto dijo.
- Te robaron una pieza, sin ella no podrás lograr que se ponga en marcha.
- Seguro fueron los chicos de la escuela, hoy todos se comportaron extraño.
- ¿Necesitas que te lleve?
- No quiero molestar -respondió tímidamente el cachorro.
- No lo haces -sin cambiar su semblante de seriedad Derek agregó- me voy así que sube ahora o disfruta la caminata hasta tu casa.
- Esta bien, de acuerdo.
El camino fue tranquilo y callado, cosa extraña tratándose de Stiles, el chico se movía inquieto en el asiento del auto, ocasionalmente miraba por la ventana o comenzaba a morderse las uñas.
- ¿Podrías detenerte? harás que te arroje al camino.
- Lo siento, es que, me siento extraño.
Derek no necesitaba sus poderes de lobo para darse cuenta, el chico irradiaba cierto calor reconfortante y a la vez salvaje y de deseo, le estaba costando mucho no hacer algo indebido.
- ¿Estás teniendo problemas con tu nueva, situación?
- No tantos como esperaba.
- Tranquilo, te acostumbraras.
- ¿Cómo podrías saberlo? Tu naciste siendo un lobo, nunca supiste cómo era ser normal hasta ahora.
Sin inmutarse Derek lo miró con su típico rostro, serio y a la vez un poco molesto.
- Lo siento, no era mi intención. Hoy no me tome el adderall y me siento extraño.
- No te preocupes.
Diez minutos de silencio incómodo.
- Hmm ¿Derek?
- Que.
- ¿Podrías detenerte en ese sitio de hamburguesas? debo comprar el almuerzo de mi padre.
- ¿Le comprarás a tu padre una hamburguesa como almuerzo? -pregunta con extrañes a Stiles mientras estaciona el auto frente al sitio donde este le indico.
- Relájate, siempre le compro vegetarianas -una curiosa sonrisa malvada se asoma en el rostro del muchacho- me preguntó si también debería llevarle una a Jordan…
- Por qué habrías de llevarle una a, él -aun molesto por lo sucedido en la mañana con el deputy Derek no se sentía cómodo al saber que Stiles estaría con él.
- Me agrada, cuando no esta trabajando es muy divertido. Además creo que le debemos una por haberlo metido a este extraño mundo donde coyotes se transforman en chicas y zorros expertos en katanas.
- El se metió por su cuenta, no es nuestra culpa que sea… lo que sea.
- Vamos Derek no seas gruñón. O, ¿no será que estas celoso porque a él le llevaré algo y no a tí?
- Para nada.
- Pues que bueno, desde que dejaste de ser un lobo no se si tu comida la sigues comiendo cruda o ahora ya descubriste el uso del fuego -bromeando Stiles se baja del auto mientras observa la cara de perro castigado de Derek.
Quince minutos más tarde, el chico vuelve sonriente con varias bolsas algunas sodas y un par de conos de helado.
- Toma, para tí -dice extendiendo uno de los conos, al ver que el conductor abría la boca para decir algo, este añade- y ahorrate el pretexto que acabas de inventar para no aceptarlo, es mi forma de agradecerte el que me hayas recogido hoy.
- Stiles yo…
- Solo tomalo Derek -insiste el chico acercando más el helado.
Sin encontrar motivos para negarse, el trigueño acerca su mano para tomarlo pero en un enredo de dedos este cae en su entrepierna manchando su pantalón y el asiento del auto.
- Oh dios lo siento mucho Derek -rápidamente Stiles retira el cono de la entrepierna de Derek sin dejar de disculparse repetidas veces.
- Stiles…
- Descuida, lo limpiare enseguida -y tomando varias servilletas comienza a frotar sobre el pantalón del otro tratando de quitar la mancha.
- Stiles…
- Espera ya casi sale...
- ¡Stiles!
- ¡¿Que?!
- No estas ayudando.
- ¿A qué te refieres?
Derek indirectamente lo obliga a mirar el sitio donde el chico estaba frotando entonces nota el bulto que se ha formado en la entrepierna del trigueño.
- Oh dios, y..yo -como si hubiera sido bañado en pintura, todo el rostro de Stiles se pone rojo.
- Descuida, suele pasar.
El auto se puso en marcha y en pocos minutos se detuvo de nuevo frente a la comisaría. Sin decir nada al igual que en el resto del camino el chico sale del auto y sin ver a Derek camina hacía la puerta.
- Stiles -lo llama este bajando la ventana del auto. El chico voltea sin verlo a los ojos y aun rojo.
- Respecto a la pieza de tu auto me encargaré en conseguirla.
- No te molestes Derek yo…
- Insisto -responde interrumpiendo al muchacho, y sin decir más pone el auto en marcha.
Por supuesto que no iba a ser molestia, después de todo la pieza que "alguien" le habían quitado al motor del jeep de Stiles, él la traía en la cajuela de su auto.