Cambio de roles
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—¡Yuuri! —se quejó Wolfram entrando en la habitación real. Al ver que la persona que buscaba estaba cambiándose a sus ropas de dormir se enojó más—. ¡¿Por qué me dejaste en el pueblo solo?!
—¿Qué? —El rey se sorprendió y tardó un momento en poner una excusa—. Pero le dejé dicho a uno de tus soldados que volvía al castillo para que te avisara.
—¡Eso no importa!
Estaba tan enojado. No solo no lo esperó para volver, sino que tampoco lo esperó para prepararse para ir a dormir juntos. Wolfram estaba indignado completamente por su falta de consideración durante todo el día.
—Pero pensé que te estabas divirtiendo, estabas revisando tus cosas… No tenía por qué arrastrarte a volver solo porque ya estaba cansado.
—No trates de arreglarlo ahora. Estoy harto de que seas tan insensible, ¿podrías recordar alguna vez que soy tu prometido? Seria lindo que tuvieras al menos un mínimo de consideración conmigo.
Yuuri se terminó de abrochar el pijama y se acercó un poco a él, estaba descalzo y con el cabello desalineado. Su apariencia era algo encantadora, pero Wolfram no se sintió afectado para nada.
—¿Por qué estás tan enojado? —Preguntó apenado—, no pensé que fuera para tanto.
—Pues lo es. Estoy comenzando a cansarme enserio de esto.
Wolfram se puso serio y lo miro severo con las manos en las caderas.
—No hay nada que puedas decir ahora para arreglarlo, solo necesitas pensar en lo que ya me he cansado de decirte. No creas que por ser bien parecido, o porque estamos comprometidos, tienes asegurado que te perdone todo. Te he dejado tomar las riendas de esta relación y decidir cuando quieres concretarla, pero si vas a jugar con el límite de mi paciencia es mejor que sepas que tus palabras bonitas no bastan. No voy a estar esperando para siempre, y estoy empezando a considerar seriamente dejarte si piensas seguir comportándote como un niño.
Yuuri se quedó sin palabras, cosa que en realidad ya había imaginado que pasaría. No necesitaba ninguna respuesta en este momento, así que se dio media vuelta y antes de irse le dijo:
—Dormiré solo esta noche.
Dejó la habitación sin remordimientos y fue directamente al segundo lugar que tenía para dormir en ese castillo. Su verdadera habitación era mucho más acogedora que la suit real, últimamente había aprendido a apreciar más este espacio personal para él solo. Fue directo al cambiador y al ir hasta su cama soltó el cortinado del dosel antes de entrar porque hacia frio. Apenas cuando se estaba acomodando escuchó el ruido de la puerta y entró Yuuri.
—Wolf —le llamó mientras se apresuró hasta la cama y por el ruido de los pasos se dio cuenta que estaba descalzo—, no quiero que te quedes enojado conmigo. ¿No quieres hablar para que lo arreglemos?
—No —le dijo sentado dentro de las sabanas. Yuuri se sentó en el borde con los pies sucios fuera de la cama—. Si no quieres verme enojado, entonces este no es el momento para que vengas aquí. Vete a tu cama, no estoy de humor para soportar tus cambios de ánimo.
—¿Por qué estas siendo tan duro conmigo, realmente hice algo tan malo como para que me digas cosas como esa? ¿Hay algo más que te molesta de mí?
Wolfram lo miró un momento y prefirió guardar silencio, le dio la espalda y se acomodó recostándose como para dormir. No quería continuar hablando para no tener que admitir que había comenzado a dudar si Yuuri aún le gustaba o sus ilusiones se habían desvanecido por completo. Sintió el movimiento de su cuerpo más cerca, pero Yuuri no lo tocó.
—¿Estás enojado por alguna otra cosa? —preguntó Yuuri. Wolfram no respondió nada y hubo un rato de silencio—. ¿De verdad no hay nada?
Wolfram no hizo nada, solo ignorarlo y no responder de nuevo. Yuuri esperó y no quiso desistir.
—Puedo escuchar cualquier cosa que tengas para decir, de verdad. —Wolfram hizo un sonido entre un suspiro y un gruñido—. ¿Es eso un no de “me voy a dormir” o de “ya me estas hartando”?
La voz de Yuuri se ponía cada vez más triste y le hizo sentir un poco culpable, pero a la vez pensó que no debería haber venido a presionarle, por lo que tendría que ser él quien soportara su frialdad ahora. La mano de Yuuri le acaricio el brazo muy suavemente.
—¿No quieres hablar?
—No.
Hubo un gran silencio y la mano cálida desapareció. Esta vez la voz fue aún más triste.
—Está bien.
Cuando Yuuri se fue le costó conciliar el sueño. No quería pensar en nada, pero el tiempo parecía eterno. No se dio cuanta cuando fue exactamente que se quedó dormido.
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A la mañana siguiente Wolfram despertó con un cuerpo encima suyo, la mata de cabellos negros que vio al abrir los ojos era única y muy conocida. Yuuri dormía acurrucado sobre las sabanas. Se llevó una mano al rostro para restregarse los ojos un poco y acomodarse los cabellos. Miró las cortinas del dosel cerradas que formaban una cálida habitación blanca alrededor de la cama inundada por la luz de la mañana, era un espacio sumamente acogedor para los dos. Recordó de forma lejana la conversación de anoche y decidió que no quería pensar en eso.
Yuuri despertó por sus movimientos, Wolfram levantó un poco la cabeza y encontró su mirada, él sonrió ampliamente.
—Buenos días.
Wolfram volvió a apoyar la cabeza en la almohada y no respondió. Yuuri se estiró un poco pegándose todo a lo largo de su cuerpo y le abrazó, no podía sentir más que la contención cálida de las sabanas alrededor suyo. Cerró los ojos y se quedó un rato con él de esa manera hasta que Yuuri apoyó la cabeza sobre su pecho con una actitud cariñosa que pocas veces había sentido.
—Lo siento.
Wolfram entreabrió los ojos sin cambiar de ánimos, lo único que podía ver era más cabello negro. Lo pensó un momento y luego colocó una mano en su cabeza.
—Si crees que soy tan fácil de doblegar, lamento decepcionarte, pero no va a ser tan sencillo. No voy a dejarme llevar por tus actos de arrepentimiento. —Jugó con un pequeño mechón de su pelo que le llamaba la atención.
Sus ojos negros encontraron los suyos.
—No sé por qué piensas que soy así, pero jamás me he visto del modo en que tú me describes. No estoy pensando en que puedo dar lastima, engañarte actuando de ciertas maneras a propósito, o siendo insensible. La mayoría de las veces no estoy pensando en nada. Creo que ese es el problema, y es por lo único que me estoy disculpando.
Como ninguno dijo más nada, Yuuri volvió a apoyar la mejilla contra su pecho. Al poner una mano sobre su brazo lo sintió sumamente frio. “Es verdad, ha dormido fuera de la cama”. Se dio la vuelta y lo abrazó durante un largo rato sin invitarlo a entrar a su cama.
—Ya no sé qué es lo que quiero.
El sentimiento de incertidumbre se hizo más fuerte al decirlo en voz alta. Se sentía inseguro e inestable. Era irónico que le pasara esto cuando parecía que algo en Yuuri había cambiado.
—Está bien —dijo Yuuri mirándolo a los ojos y sonrió tenuemente—. Luego de tanto, creo que está bien que entiendas lo que es estar en mis zapatos. Y a cambio, yo tomaré tu lugar ahora.
Wolfram solo lo miró insatisfecho con la mejilla hundida en la almohada mullida. Rosó su rostro con los dedos, nunca había podido hacer esto antes. Yuuri no dejo de mirarlo a los ojos mientras le acariciaba, y casi sin separar su mirada le besó, tras unos segundos Wolfram cerró los ojos y le aceptó.
Yuuri se metió a su cama sin invitación y pasó su brazo por debajo de su cuello para abrazarlo cobijándolo contra su pecho, su espalda se sentía fría a diferencia del resto de su cuerpo caliente. Se acurrucó y Yuuri le acarició y acercó su rostro al suyo de manera cariñosa.
Volvió a sentirse cálido por dentro después de mucho tiempo. Tal vez podrían comenzar de cero.
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Fin