Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No Regrets, Just Love. por ipen shidemiru

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La última vez que vi a Akira fue cuando nos despedimos para ir al trabajo. En ese momento hablábamos de la cena, ninguno quería tomar turno en la cocina así que planeamos otra cosa, yo llamaría a algún restaurante de camino a casa y pediría que lo quisiera. El servicio a domicilio nos salvaría. Pero, casualmente olvidé llamar antes de llegar a casa.

Abrí la puerta al mismo tiempo que buscaba el móvil en mis bolsillos. No había nada extraño dentro. Sólo la sensación de un incómodo miércoles solitario.

No recuerdo si llegué temprano o tarde. Las ventanas estaban cerradas y las cortinas cumplían su deber evitando la luz de fuera. Adentro, la electricidad reinó.

Lo llamé por su nombre. Tenía la vaga sensación de que estaría escondido en algún rincón esperando mi regreso y así darme una sorpresa. Sin embargo, todo se resumió a una sensación sin fundamentos. Akira no estaba en casa.

Ahí estaban sus cosas, todo lo que para el mundo era él...

Saqué el teléfono para pedir la cena. Esperaría que mi esposo regresara antes o después de la comida, lo importante en ese momento era mantener mi palabra.

Debajo de mi almohada.

Un mensaje instantáneo. ¿Quién no los odia? No dan en tiempo suficiente de notar el remitente y el contenido, es uno o es otro. Luego desaparecen sin dejar rastro. No supe más que andar a la cama, tirarme sobre ella y revisar las almohadas. No perdería algo, incluso si aquel mensaje no era para mí, ese tiempo perdido podría servir para que mi esposo rompiera el silencio de la habitación.

Primero revisé bajo mi almohada. Todo por mantener el suspenso. ¿Qué podría ser? ¿Era eso una sorpresa? ¿Algo que yo pudiera estar esperando? Moví la mano de un lado a otro sin quitar la almohada pero no encontré algo fuera de lo común. Entonces aventuré las manos bajo el lugar de Akira y, en lugar de notar la suavidad de las sábanas, descubrí lo liso del papel. ¿Alguna nota extraña de mi esposo? ¿Una petición de no hacer caso a mensajes de desconocidos?  ¿Una confección? ¿Algo que me interesase? Atraje el papal a mí.

Una hoja cualesquiera, de un lado porosa y del otro lisa. Blanca. Blanca y sin un solo error transparentado al exterior. Doblado en cuatro partes desde la mitad más larga y consiguiendo lo ancho perdurara. Una carta.

La abrí motivado por la curiosidad.

Lo primero que noté en ella fue la perfecta distribución de los caracteres y la tinta verde. Era para mí y solamente para mí. Akira lo había escrito en verde para que me diese cuenta.

 

 

Esto es completamente repentino. Sabes que escribir una carta no es mi estilo, me gustan esas cosas que tú consideras bobas y románticas pero sin dudar lo habría hecho en persona, hacerlo de esta forma hace que me sienta impotente respecto a algunas cosas... Pero no puedo hacer nada más.

En el momento en el que escribo esto estás tomando un baño. Recién regresamos del trabajo entraste a la ducha. No me importa lo que hayas hecho, si me permites estar contigo es más que suficiente. No lo escribiré tal cual, aunque sé que te darás cuanta sin pensarlo mucho. No es de mi incumbencia, tu vida está liada a la mía pero eso no dicta que deba hacer algo para detener tus acciones. Eres un adulto capaz, alguien que no se detiene solo porque sí. A decir verdad, te admiro por eso.

Tan solo quisiera que la razón por la que escribo esto fuera otra.

Sabes, durante mi vida he hecho muchas cosas, algunas que tú también has hecho y otras que ni idea debes tener siquiera que existen. Por ejemplo, lo que menciono arriba... Todo depende del punto de vista.

A decir verdad, espero que nunca tengas que leer esto. Sin embargo, ya que has decidido hacerlo comenzaré por lo más importante: no creo que nos volvamos a ver.

No es que quiera dejarte por un amor fugaz, no, eso nunca. Si mi corazón fuera tocado por alguien más te lo haría saber y serías la primera persona en conocer mis propósitos.

Es sólo que... Debo irme.

Es difícil de entender. Yo sigo comprendiéndolo.

Sé que vas a estar bien aunque yo no esté. Eres fuerte y no dependes de nadie... Pero, en cualquier caso, siempre hay personas que pueden ayudarte. Esto no significa que estés solo. Únicamente que debo partir.

Dentro de la caja de ese videojuego que nunca nos agradó hay una llave. La llave abre un cajón de mi escritorio. Ahí puedes buscar un folder del mismo color que la tinta. Todo lo que tienes que hacer es poner tu firma y tu apellido será nuevamente el que tus padres te dieron. También existe una tarjeta de contacto. Es del abogado que aceptó hacer los trámites de esta forma.

Además, sé que hay muchas cosas que quisiste hacer pero me tuviste como limitante, así que, por favor, hazlas.

Dile a nuestro hijo lo que creas conveniente. No puedo impedirte que lo hagas odiarme porque no podré verlo crecer. Estás en todo tu derecho.

Adiós, Tanabe, espero que mis mentiras no te sigan dañando después de esto.

 

Acepto que la despedida fue la línea más conmovedora que he leído en lo que llevo de vida.

Ni siquiera las películas más estúpidamente románticas han logrado llegar a esa emoción de un cuerpo sin alma, con la cabeza vacía y con un mínimo de cordura en el aire.

Es complicado hablar de eso.

No es que no quiera, lo que pasa es que no estoy seguro de qué pasó después.

Cuando reaccioné estaba en la cama con Takashima, desnudo. Él dormía una siesta.

No tengo la menor idea de cómo di a parar ahí, cómo llegué o qué hacía ahí. Todo indicaba que acababa de tener sexo con Takashima y descansaba a su lado. Mi cuerpo no estaba frustrado y mi mente estaba despejada. No había rastros de lágrimas —si es que en algún momento lloré —, y, de hecho, me sentí bien.

Limpié el cabello de mi rostro y miré alrededor.

Era la habitación el hotel en la que había estado antes. Nada había cambiado, excepto la bolsa con ropa que lograba ver a través de la puerta. Una bolsa de la que conocía la procedencia, algo que yo solía usar cuando salía a prisa.

Me puse de pie.

Sorpresivamente la cabeza no me daba vueltas. He de recalcar que me sentí realmente bien, de haberlo querido hubiera salido a correr un maratón en esa condición. Pero no anduve ni siquiera a la ventana cuando escuché la voz de Takashima.

— Vamos, recuéstate un rato. Puedes quedarte a dormir si gustas. No te preocupes por la comida, ni por la ropa, ni por el bebé, ni el alquiler, ni por el trabajo… no te preocupes de nada. Cuando llegaste prometí que iba a hacerme cargo de todo. Anda, ven, no quiero estar solo aquí.

Lo intenté, intenté preguntar qué hacía ahí pero nada pudo asomarse de mis labios. No tenía en mente que Akira me había abandonado. No lo recordaba. No parecía algo relevante.  

— Estoy bien. Gracias.

— No te hagas del rogar, descansa un poco más. En tu condición yo lo haría.

— Tengo hambre.

— Anda, recuéstate y mientras pediré servicio a la habitación. ¿Qué se te antoja comer? ¿Pato? ¿Cordero? ¿Conejo? ¿Algas? ¿Pulpo? ¿Pollo? ¿Verduras? ¿Caldo? ¿Pasta?

— Quiero duraznos en almíbar con chocolate amargo y galletas saladas.

— Es la primera vez que escucho que alguien quiere comer eso al mismo tiempo… deben ser los antojos, ¿algo más que quieras?

— Agua mineral.

— ¿Tus desayunos han sido tan únicos todo el tiempo?

— Está es la primera vez que por mi cabeza pasa mezclar esos sabores…

— Ya.

Takashima extendió la mano para atraerme a él mientas con la otra buscaba a tientas el teléfono para llamar a recepción.

Un servicio eficiente es aquel que te atiende en menos de treinta minutos. Y es mejor cuando lo hace en menos de diez ya que todo lo que pides no necesita cocción.

El desayuno de Takashima fue un café americano, una pieza de pan con relleno de frutas rojas, un vaso de jugo y un pequeño coctel de pastillas.

Notas finales:

Lemento decirles que quiza el fic se retrace un poco, actuzalice la pc a w10 y tengo problemas con los respaldos en la web, lo que hace mis mis archivos offline sigan como si no los hubiera movido... y lo que hice (aunque no fue mucho) desapareciera...

en fin, cuidense~ 

y de dejan review para animarme los amaré~~ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).