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No Regrets, Just Love. por ipen shidemiru

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Notas del capitulo:

Bueno... ya que ando un poco aburrida de las cosas que no puedo hacer con el internet de mi universidad me adelanto una semana~~

los problemas que tuve con w10 están solucionados (regresé a w8) y no hay dramas. 

Espero que los distrute,~~

La habitación de Takanori está abierta. Es la primera vez que la encuentro así. Por lo general está cerrada con seguro. Sin embargo, por alguna razón dejó la puerta entreabierta. Tampoco es que quiera ver dentro pero algo llama mi atención. La ventana deja pasar libremente el viento y a lo lejos puedo ver nubes muy oscuras. Tengo que entrar a cerrarla, no es que le tenga mucha consideración pero si alguien pudiera evitarme esa mala fortuna se lo agradecería.

            Entro.

No es precisamente lo que esperaba de él, pero lo entiendo. Todas las paredes son blancas con un paisaje de árboles secos. Las cortinas verde limón con cordones gris oscuro. Sus muebles y la base de la cama son color madera. La ropa de la cama es un tablero de ajedrez. Hay muchas fotografías de paisajes tanto a color como a blanco y negro pegadas alrededor de todo su armario. Sobre el espejo hay otras cuantas de personas que nunca he visto. No se parece en nada a la habitación suya en la que estuve antes cuando vi a Akira.

Fue de lo más extraño despertar en la casa de Takanori.

Ni siquiera cuando estuve ahí la primera vez supe dónde estaba. Tuve que dormir un par de veces y toparme con él para saberlo.

Cuando abrí los ojos por primera vez fue cuando me topé con Akira.

La siguiente vez Akira ya no estaba dormido a mí lado. Me sentía ligeramente mal pero no lo suficiente para quedarme sobre una cama desconocida. Bajé con cuidado, me hice con un par de pantuflas arrinconadas en una esquina de la cama y salí de la habitación.

Encontré a un chico rubio con un fuerte maquillaje en todo el rostro. Sus ojos eran color aguamarina. Comía un pie de manzana.

— No tengo nada especial para ti en este momento. Si gustas puedo compartirte mi pie.

— ¿Quién eres?

— Soy Takanori, el sobrino de Takashima. Nos conocimos hace un par de semanas pero no estaba maquillado.

— Ya… ¿Qué hago aquí?

— Fui por ti a tu departamento y te encontré desmayado así que te traje al mío.

— ¿Por qué irías a mi departamento?

— Takashima me pidió que fuera por ti.

— ¿Por qué no me llevaste al hospital?

— Un doctor te revisó aquí. No veo por qué preocuparse, si necesitas ser internado se te llevará a un lugar adecuado. Pero como lo único que necesitas es reposo te dejé la habitación para dormir. Sabes, tienes el sueño muy pesado. He entrado varias veces en los casi dos días que llevas aquí y no te has despertado ni cuando tomo un baño…

— ¿Vives solo?

— Sí, ¿por qué lo preguntas? ¿Acaso viste a alguien más? O ¿por qué?

— ¿En mi departamento había alguien más?

— Nou, sólo tú y las maletas que hiciste. ¿Esperabas a alguien?

— ¿Conoces a una persona llamada Suzuki Akira?

— Es un nombre muy común, podría nómbrate a varios en este momento.

— Rubio, ojos marrones, de unos treinta años, luce serio, suele usas una venda en la nariz…

— Lo he visto.

— ¡¿Dónde?!

— En una conferencia en la universidad… creo… esa estúpida cosa en la nariz no se olvida tan rápido. ¿Qué con él?

— ¿Él ha estado aquí? ¿Él vino a este lugar?

— Calma, Tanabe-san, no es bueno que te alteres tanto — se levantó de la silla —. Toma un pedazo de pie, en un momento te doy un plato y algo de leche.

— ¿Dónde está Suzuki?

— Tanabe-san, no me hagas repetírtelo, siéntate y come.

— Sí…

 

Aquella vez le pregunté a Takanori por Akira. Me dijo que lo conocía pero no fue más más allá.

Poco después Takanori se dio cuenta de que tenía fiebre, sin embargo, no fui remitido al hospital. Ya que no era nada grave Takanori preparó un remedio casero y dormí.

Luego de eso, y a excepción de la tarde en el parque, no hemos hablado nuevamente de Akira.

Por el momento mi cabeza no tiene en relevancia que este chico haya visto a Akira en una estúpida exposición que hizo mucho antes del verano pasado. Me importa más saber dónde está en este momento que qué hizo hace unos seis meses.

 

Cuando voy de salida encuentro el libro que Takanori escribe. Lo dejó simplemente sobre su almohada acompañado de un par de plumas doradas de raíces negras. Me pregunto si podré leer algo más de lo que haya escrito... por lo general no soy una persona que se inmiscuya en los asuntos de los demás –lo que hagan me viene valiendo lo mismo–, pero esto me importa. Es como tener un tomo inédito de una aventura más de Harry Potter o tener una novela erótica buena… quizá la última no.

Tomo asiento sobre su cama bien arropada y cojo el libro con la mano izquierda.

Lo primero que noto es que la pasta está desgastándose a mucha velocidad y el libro parece ser un poco más voluminoso. Reviso las hojas en busca de una señal de escritura… una fotografía doblada por la mitad es usada como separador. Retrocedo un poco los pies y chocan con algo debajo de la cama.

Curioseo debajo.

Takanori no regresará pronto. Por lo menos no en las siguientes horas. Le oí decir que iba al bosque… espero que se pierda.

Encuentro más plumas doradas y un pequeño cofre cuadrado no mayor al tamaño de mi mano. No tiene cerradura ni candado.

No sé por qué pero mi primera impresión es que me tragará y me llevará al país de las maravillas… claro, eso no sucederá a menos que consuma ciertas sustancias.

El cofre es nuevo o siquiera se le nota bien cuidado. Es de color barniz claro y falta la esquina inferior trasera. A lo mejor es algo que lleva varios años de vida y con algún descuido en ella. El barniz lo hace lucir mejor pero no creo que una caja pueda venderse sin una esquina.

Lo abro.

Por dentro está forrada de terciopelo rojo. Parece un alhajero.

En lugar de alhajas tiene papeles y fotografías.

¿Debería seguir esculcando?

No debería.

No tengo razón que justifique la acción. La curiosidad no está al tanto de la situación. ¿Sería adecuado llamarla? Takanori no es alguien que despierte curiosidad en mi persona, no como Takashima… de él quisiera saber algunas otras cosas, igual que de Akira.

¿Y si la caja contiene algo que tenga que ver con Takashima?

Esa posibilidad existe. Takanori dijo ser el sobrino de Takashima así que no sería extraño que guardase algo de él. Además, la ocasión en la que nos conocimos insinuó tener material de los amantes de Takashima.

La curiosidad aparece.

Bienvenida seas.

Saco los papeles de a poco. No quiero esparcirlos por la cama, que acaben revueltos y que luego me descubran. Primero saco las fotos que se arrinconan a las bisagras. No son fotos artísticas, son más bien de recuerdos. Hay una tomada a blanco y negro de Takanori riendo en un lo que parece un bar. Hay otra de él durmiendo en el pasto, se notan hojas secas así que supongo que es otoño. En otra está en un sillón durmiendo en los brazos de un chico pero la cara de su acompañante no logra verse. Muchas fotografías son de paisajes urbanos.

Hay otra que llama mi atención, hay mucha gente en las afueras de un edificio, todos posan así que no es simplemente un paisaje urbano. Detrás hay un cartel gigante que anuncia un recital de la sinfónica Alemana como final de los eventos a una cartelera cultural de hace unos siete años. Takanori está justo en medio vestido con rompevientos blanco y unos jeans oscuros y está tomado de la mano de otro chico con una chaqueta marrón y una mascada de tablero de ajedrez. Acerco la fotografía a mi rostro. Esto no puedo perdérmelo. Pero la suelto a penas reconozco al personaje que sostiene su mano.

Regreso a la foto conde dormía en los brazos de alguien. Esta vez logro reconocer a su acompañante…es Akira.

¿Qué significa esto? Según la fecha del cartel en el fondo de la fotografía fue tomada hace unos siete años, pero el Takanori en el papel luce exactamente igual al real y Akira parece más joven del que conocí…

Es una broma, ¿verdad? Es un fotomontaje de muy buena calidad que Takanori hizo en alguna clase o por gusto solamente para molestarme.

Sí, claro, es solo un montaje. No es real. Es imposible que Takanori viniera teniendo diecisiete años desde entonces…

Regreso las fotografías. Ya no quiero verlas.

Ahora tomo los papeles.

Hay firmas de personas famosas, algunas que me gustaría tener.

Hay cartas. También hay notas. Algunas dicen cosas como « Si la suerte te deja te mataré », « Un estúpido como tú no se merece lo que tiene », « De tener más años me los pasaría contigo », «Soy un imbécil » regreso a esa última nota puesto que le encuentro algo familiar. La leo por completo:«Soy un imbécil. No te tomes la molestia de pensarlo, ya lo sé. No debería irme después de hacer el amor contigo... Sabes, lo que siento por ti, en ese momento dudo que pudiera hacerlo real. Te lo diría directamente pero temo que te alejes de mí. Ni siquiera dejaré una excusa en el papel, si vas a odiarme lo harás con o sin excusa. Te veo dormir y no me pareces raro en lo absoluto, creo que eres perfecto aún con todos tus defectos.  Ese defecto del que tanto te quejas me parece realmente sensual... Llama para gritarme cuando quieras ».

Arrugo la nota.

Es claramente la forma de escribir de Akira.

¿Es que Takanori era el amante de Akira? ¿Es por eso que hizo el fotomontaje? Porque quería sentirse más cerca de él… ¿Es por eso que parece que me odia? No, Tanabe, espera, estas sacando conclusiones extrañas sin mirar desde otro ángulos.

Regreso los papeles. Estoy hartándome de esto.

Dejo el cofre donde lo tomé.

Regreso mi vista al libro por el que comencé a hurgar en todo esto. Rápidamente encuentro donde ha continuado el relato:

 

Aún no había despertado aquel día pero lo recuerdo. Era nublado y pronosticaban una nevada. Tomé un paraguas y fui directo a la escuela. Todo el peso de mis clases y mi trabajo era sostenido por un único tirante que atravesaba mi pecho, sin embargo, era feliz, adoraba mi empleo, adoraba mi carrera. Realmente me sentía realizado. Aunque solo tuviera veintiún años como humano. Sí, se dice fácil pero no lo es. Siendo esa personalidad me había creado una historia para poder vivir. Ya que técnicamente no nací, debía lograr que de alguna forma, la mente del sujeto que vivía por mí funcionara de forma adecuada y si le espetaba de la nada algo como « No existes, eres solo algo que creé para que perdiera el tiempo por mí mientras encontraba algo » no esperaría su futura respuesta.

Generalmente le habla en su subconsciente. Ahí solía hacerme caso.

Este chiquillo que llamaremos… Gedicht, era simpático, simple, audaz, inteligente… fue quien más se pareció a mí, sin embargo, era más allegado a la gente, mentía con facilidad pero le desagradaba hacerlo, enamoradizo y creativo hasta los huesos.

Esa mañana yo revoloteaba en el subconsciente de Gedicht, flotaba desinteresadamente esperando una oportunidad para salir. Porque el cuerpo no era del todo mío, si Gedicht se negaba a dármelo yo no podría tener control sobre él.  Esas son las cosas que aprendes con los años.

Gedicht corrió a la escuela a dos clases. Una clase extra sobre arte barroco que le daría a Gedicht créditos extras para que los menos afortunados de su clase se acurrucaran sobre el futón el posición fetal a querer morir. Y la otra que era de nivelación. No, claro que está no era para Gedicht sino que era él quien la daba a los pubertos que deseaban estudiar la misma carrera pero no demostraban tantas aptitudes… su última oportunidad. Gedicht lo disfrutaba, y como él es una parte mía significa que yo también lo hice en cierta medida.

Luego fue al trabajo. Realmente se esforzó mucho por ser el asistente del coordinador de eventos en la Casa de Arte. La paga era poca cuando inició como ayudante de tallerista a los quince años y fue subiendo de a poco conforme los años. En ese preciso momento él corría para llegar a una junta con su jefe para mostrarles unas ilustraciones que le fueron pedidas. Llevaba dos pinturas al óleo, dos a grafito, tres en pastel y una en acuarela.

Shiroge, su jefe, estaba por demás feliz del material que Gedicht le llevó y decidió hacer algo grande con ellos. Los usaría como la cara en la promoción de eventos culturales el próximo año.

— No me esperaba eso… — Gedicht permanecía sentado con los ojos como pelotas.

— Oh, pero sabes que son realmente bueno. Sólo era cuestión de esperar. Tú no lo sabes, pero en un par de días dejarás de ser mi asistente y te encargarás del área de publicidad. Esto es solo un previo.

— Muchas gracias.

Ese día comenzó la búsqueda de mis alas.

Aquello que, según, estaba destinado a matarme. Sí, las alas de un demonio pueden ser hermosas pero no cualquiera puede portarlas. Sólo unos cuantos las presumen y lo hacen bajo su propio riesgo ya que no son parte nuestra totalmente.

Quienes nacimos de arcángeles las tenemos como recordatorio de lo que fuimos pero manejarlas es difícil y por lo general acaba matándonos en lugar de beneficiarnos. Fue una razón por la que pudieron atacarme en un principio. Era débil como un joven primerizo.

Tardé en descubrir cómo tener las alas y sobrevivir. Aunque eso pasó antes de recuperarlas. Tiene que ver con una bebe que encontré durante un viaje. Apareció detrás de un contenedor de basura en una calle de Nueva York… no obstante, esa es una historia que narraré más adelante, cuando entre en contexto.

 

— Takanori…

La puerta abre. En un reflejo encierro el libro entre mis manos y mis muslos.

—… quería que… —Takashima entra distraído — ¿Tanabe? No deberías estar aquí.

— Takanori dejó la puerta entre abierta. Yo pasaba y vi nubes de lluvia así que entré a cerrar la ventana y me encontré con el libro…

— Aun así, es mejor que salgas de ahí.

— Creí que como dueños de la casa podíamos ir a donde quisiéramos.

Sonríe.

— Esa regla solo aplica cuando quiero entrar al lugar donde estás.

Notas finales:

Estoy planeando solo tener 20 capitulo... sí... hice muchos beta porque no había terminado de escribir el 19, pero hace unas semanas lo acabé así que puedo dedicarme al 20 (por fin!) y las otras 15 paginas de intentos se quedarán abandonadas.

En fin, hace unos días le presté el pc a mi novio para que me ayudara con una tarea y como andabamos usando chrome de la nada comenzó a reírse y me preguntó: "Cariño, ¿qué es amor yaoi?" yo también me reí, por eso no suelo prestar mi maquina... ¿qué hubiera dicho ustedes? oh, lo simplemente le dije "Es una pagina de historias, hay cosas interesantes pero casi no entro a leer" "¿yaoi?" "Sí. ¿algún problema?" "No, pero ¿yaoi?"

Para terminar les dejó el link de la pagina de fb que me animé a creer, si gustan darle like~ https://www.facebook.com/pages/Soy-Sixth-Guns/805890879459278


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