Cap. 4 Cuéntame de ti
Prov. Takano
Es curioso este chico, jamás pensé que quisiera ser mi amigo, aún seguimos con las manos unidas, siento su calidez emanar hacia la mía y por extraño que suene me agrada mucho. Miro como me sonríe y me agrada aún más, solo fueron unos segundos más y nos separamos
- Creo que será mejor que vuelvas a recostarte – Comienza a decir – No queremos que las heridas que tienes se habrán
- No te preocupes – Respondo – Mis heridas sanan rápido
- Es ¿verdad?
- Si en tres días ya no tendré nada
- Vaya…
- ¿Qué?
- No es solo que, es la primera vez que conozco alguien como tu
- ¿Alguien como yo? A que te refieres
- Me refiero a un ángel, yo jamás creí en ángeles hasta el día de hoy
- Yo jamás había hablado con un humano
- Tenemos algo en común – Dice y después bosteza – Bueno te dejare para que descanses, estaré en la habitación de alado por si necesitas algo
- Gracias
Onodera salió dejándome solo, regreso a la cama y me recuesto con cuidado, aunque mis heridas sanen rápido el dolor es muy intenso, dejo la pequeña lámpara encendida y dejo que el sueño me arrastre con él.
La pesadilla que viví regresa, esos ojos, su sonrisa enferma, y sobre todo el olor a sangre, también veo a Gabriel está a su lado, riéndose, señalándome, diciéndome demonio, abominación, también está Yokosawa al igual hace lo mismo, me levanto como puedo y salgo corriendo, no veo nada solo una inmensa obscuridad la cual no tiene fin, sin parar de correr veo algo una silueta yo la conozco, es mama
- ¡Mamá! – Grito y ella me sonríe como yo recuerdo
- Masamune hijo – Llego a ella y me abraza con mucha ternura
- Mamá tengo miedo
- Descuida hijo nadie te lastimara
- Mamá… - La miro a los ojos pero ya no son los mismo ahora son rojos, empiezo a dar pasos para alejarme de ella pero me toma del cuello – Ma… ma que… haces – Digo con esfuerzo
- Descuida hijo pronto estarás mejor
- Tu madre tiene razón hijo
- Pa… pa – Siento un fuerte dolor en mi vientre y cierro mis ojos
Vuelvo abrirlos y veo la luz del sol que entra por la ventana, estoy sudado es la primera vez que experimento este tipo de sueño, todos mis miedos se hicieron presentes. Cubro mi rostro con mis manos intentando calmarme, tocan la puerta y después entran, es una señora, no es muy joven pero tampoco es muy grande, parece amable.
- Buenos días joven – Saluda la señora y deja algo en la silla que hay a un costado del espejo
- Buenos días – Respondo a su saludo – ¿Qué hora es?
- Son casi las doce del día
- ¿Tan tarde es?
- Si, subí a verlo pero aún estaba dormido, El joven Ritsu me dijo que le dejara dormir – Dice la señora entrando a un cuarto continuo, escucho agua correr supongo que es el baño
- Se refiere a Onodera
- Si – Responde – Gusta que le suban su desayuno
- N… no gracias creo que bajare
- Esta seguro no ha pasado ni un día de recuperación
- Estoy bien este…
- Sara Elizabeth
- Sara-san…
- Entonces lo esperare abajo Joven Takano, su baño está listo
- Gracias
Sara-san sale de la habitación, me levanto como si nada, aún persiste el dolor pero Sara-san tiene razón no ha pasado ni un día de lo ocurrido es normal que me siga doliendo, entro al baño hay una tina lo suficientemente grande o al menos para que me pueda bañar, me quieto las vendas que tengo puestas, me miro en el espejo que hay dentro del baño y noto que las heridas están cerrando, e vuelvo y entro a la tina, dejo que el agua me relaje y lo logra, después de un rato termino de bañarme y salgo, me seco y me pongo la ropa que Sara-san me dejo en la silla, es una camisa blanca, un pantalón negro, una gabardina negra y unas botas negras, es raro que me queden, la ropa me queda un poco justa pero al menos no estaré desnudo. Salgo de la habitación y comienzo a caminar pero de la nada me pierdo, recorro varios pasillos y por más que intento encontrar las escaleras no lo hago.
Después de un rato de estar dando vueltas llego hasta lo que estaba buscando, las escaleras comienzo a bajarlas y miro el gran retrato que se encuentra colgado sobre el muro, es una mujer muy hermosa, carga a un pequeño y un hombre está a su lado
- ¿Me pregunto quiénes son? – Me digo a mi mismo
- Son mi padres – dice una voz a mis espaldas, miro para ver quiénes, Onodera sube las escaleras y se coloca aún lado mío
- ¿Ellos son tus padres?
- Si – Contesta sin dejar de ver el retrato
- Me gustaría conocerlos – Digo
- Eso será imposible – Dice – Ellos murieron hace ocho años
- Lo… lo siento
- No te preocupes – Voltea a verme y vuelve a sonreír – Vamos es hora de que comas algo no puedes estar sin comer
- Es verdad
Prov. Ritsu
Ya ha pasado una semana desde que “llego” Takano-san a mi vida, desde entonces no me siento solo, mi tío vino hoy de visita, en estos momentos nos encontramos en el jardín trasero, mientras Nowaki-san revisa a Takano-san.
- Dime Ritsu como has estado esta semana que no vine a verte
- Bien tío – Respondo cortando un pedazo de mi pastel que me trajo mi nana
- Me alegro
- Y tú ¿Qué estuviste haciendo esta semana? – Lo miro con detenimiento y veo que se sonroja – Que sucede tío
- No… no es nada
- Ya hemos terminado – Escucho la voz de Nowaki-san detrás de nosotros, mi tío se voltea hacia otro lado, al ver que se sienta junto a él, Takano-san hace lo mismo y se sienta junto a mí – Me sorprendo lo rápido que se curaron tus heridas Takano
- Yo también me sorprendo – Responde él
- Entonces eso significa que está bien – Digo
- Si Ritsu está en perfectas condiciones
- Me alegra escuchar eso
- Estoy igual de fuerte como un caballo– Dice Takano-san reímos un poco ante el comentario, hasta que Nowaki-san hablo
- Hiro-san me ha dicho que eres muy bueno en el esgrima Ritsu
- Eso no es verdad – Respondo
- Claro que lo es Ritsu – Dice mi tío – Por qué no hacemos un pequeño combate
- Hace mucho que no practico tío – Digo como pretexto
- No practicas o te da miedo – Takano-san me mira de manera desafiante
- Yo no tengo miedo de nada
- Entonces si no tienes miedo no te importara pelear contra mi
- ¿Sabes esgrima? – Pregunto nunca imagine que los ángeles supieran eso
- Por supuesto que lo se
- Aunque fuera así no peleo con gente que acaba de recuperarse
- Es una lástima – Responde sarcásticamente – Kamijou-san le parece si pelea contra mi
- No tengo ningún problema – Mi tío se levanta, entra a la casa y unos minutos después sale con dos espadas, le entrega una a Takano-san, ambos bajan las escalinatas y llegan al césped, cada uno se coloca en posición
- ¿Muy bien estas listo Takano? – Pregunta mi tío desafiante
- Lo estoy
- Esperen – Los interrumpo, bajo yo también y me acerco a mi tío – Yo peleare contra él
- Estas seguro Ritsu
- Si
- Bien - Mi tío me entrega la espada y me coloco en mi posición, me relajo antes de comenzar, respiro hondo y dejo que mi mente se relaje
- Pareces nervioso - Me dice Takano-san – Prepárate para que te gane
- Eso lo veremos – Lo miro fijamente a sus ojos
- ¡Comiencen!
Iniciamos nuestro combate, nuestros movimientos eras bastantes similares, aunque sus movimientos de Takano-san eran más sueltos que los míos, se movía con bastante facilidad, que pareciera que no siquiera tocaba el suelo, estaba empezando a cansarme, hace mucho que no hacía esto que ya me dificulta hacerlo.
Nuestras espadas chocaron a tal punto que nuestros rostros estaban a escasos centímetros, sentíamos nuestras respiraciones mutuamente, algo que provoco que me sonrojara, podía sentir el calor en mis mejillas, fijo mi vista en sus labio distracción que el aprovecho y termino por ganarme “Por qué vi sus labios” pienso molesto nunca me ha gustado perder
- Buena pelea – Takano-san me extiende su mano, la sujeto y me ayuda a levantarme, al tenerlo tan cerca mi corazón empezó acelerarse, suelto su mano, para evitar que sienta los latidos de mi corazón
- Lo… lo mismo digo – Miro sus ojos y me pierdo en ellos
- ¡Bravo! - Grita mi tío desde la mesa aplaudiendo junto con Nowaki-san – Hace mucho que no disfrutaba tanto un combate de esgrima, me sorprende que seas tan bueno Takano
- Hace mucho lo practique, aunque Ritsu también es muy bueno
- No tanto como tú – Respondo – Si fuera así de bueno te hubiera ganado
- Tal vez – Se acerca a mi oído y me susurra – Aunque yo me aproveche de una distracción – Me pongo nervioso, mi piel se eriza y una corriente recorre mi columna, me alejo un poco de él y subo las escalinatas, llego a la mesa y me siento en la silla
- Que te sucede Ritsu – Pregunta mi tío
- N… nada
- Disculpen la interrupción – Mi nana aparece – El señor Usami Akihiko está buscando al señor Kamijou
- Usami – Digo – También esta Misaki
- No el joven Misaki no vino
- Lastima
- Por favor Sara que pase aquí al jardín
- Si señor
Nana entra nuevamente a la casa después sale Usami-san, nos saluda a todos aunque se queda extrañado por Takano-san
- Hola Ritsu - Me saluda
- Usami-san – Estrecho su mano – ¿Cómo esta Misaki?
- En perfectas condiciones
- Me hubiera agradado mucho verle
- Estoy seguro que el también, pero ahora esta con estudiando por eso no vino
- Espero verle pronto, por cierto déjeme presentarle – Le hago señas a Takano para que se acerque – Él es Takano Masamune es un… amigo
- Es un placer – Dice Takano-san extendiendo su mano, a lo que Usami-san acepto estrechándola
- El placer es mío soy Usami Akihiko
- ¿Usami? – Takano-san parecía consternado, no despegaba la mirada de Usami-san y tampoco soltaba su mano
- ¿Takano-san?
- ¿Eh? Perdón – Se disculpa
- Que sucede – Le digo en un hilo de voz – ¿Por qué te quedaste así?
- Por nada… solo pensé que había escuchado ese nombre en algún lado – Responde – Pero creo que solo fue mi imaginación
- Estas seguro
- Si
Prov. Takano
Me sorprendo al escuchar ese nombre estoy seguro de que le eh escuchado en alguna parte pero no estoy seguro.
Usami-san se fue junto con el Kamijou-san dejándonos solos a nosotros tres.
- Takano-san – Escucho a Onodera hablarme
- Que sucede
- Cuéntame de ti
- ¿De mí?
- Si claro sino te molesta
- A mí también me da curiosidad de saber de ti, a pesar de que ha pasado una semana desde que llegaste no sabemos nada de ti – Termina de decir Nowaki-san
- Bueno – Tomo un poco de aire y empiezo a relatar – Yo soy hijo único, mis padres fueron asesinados hace ocho años, fui adoptado por Gabriel, él es mi “Padre” por circunstancias que no me atrevo a decir, no tuvimos la relación perfecta, no nos llevábamos bien, de hecho el día en el que me robaron, tuvimos una pelea
- Jamás intentaste llevarte bien con tu padre adoptivo – Me pregunta Nowaki-san
- Recuerdo que cuando era niño lo intente pero, él al principio me tenía miedo
- ¿Miedo?
- si
- Pero de…
- Perdón por hacerte recordar – Interrumpe Onodera
- No te preocupes
- Creo que es hora de que me vaya, por favor despídanme de Hiro-san
- Si
- Cuídense y por favor Takano no hagas mucho esfuerzo no te confíes de que ya estas mejor
- Claro
- Adiós
- Adiós – Respondimos en unísono
- Discúlpame
- ¿Eh? ¿Por qué?
- Por hacerte recordar cosas que tal vez no querías
- Tarde o temprano tendría que contarte
- Cierto
- Y ¿Qué piensas hacer hoy?
- Quiero que me acompañes
- ¿A dónde?
- Quiero que conozcas las plantíos
Continuara……