CAP.2 EL ÁNGEL
- ¡Masamune! Como es que volviste a bajar a mundo humano – Siento un golpe en mi cabeza
- Que ¿No te han enseñado a saludar antes de golpear a alguien? – Reprocho ante el acto que hizo mi amigo, vuelvo a recostarme en donde estaba
- Deja eso aún lado, como es posible que volvieras a bajar al mundo humano
- Estaba aburrido y decidí bajar, no tiene nada de malo Yokosawa
- ¿Cómo que no tiene nada de malo? Sabes que puede pasar si te descubren
- Si, lo sé - Respondo – Pero no me importa
- Tal vez a ti no pero a mi si me importa, Masamune no quiero que te pase algo
- Si te digo que no lo vuelvo hacer ¿Dejaras de molestarme?
- Tal vez
- No lo vuelvo hacer – Termino diciendo, suena la campana de la escuela, anunciando que tenemos que volver a las clases
- Es hora de irnos
- Vamos
Entramos a clase, por suerte íbamos en diferentes salones, soy Takano Masamune un ángel, literalmente lo soy pero soy muy diferente a todos los demás siempre me ha gustado hacer lo que yo quiero es muy rara la vez que sigo alguna regla, antes no era así siempre obedecía a mis padres pero ahora ya no están conmigo, ellos se convirtieron en demonios, yo tenía 8 años cuando fueron ejecutados por el ángel supremo Hibril, desde entonces vivo con Gabriel, él podría decirse que es mi padre adoptivo aunque yo nunca lo eh visto así, siempre le eh dado dolores de cabeza, incluso cuando apenas era un niño, ahora soy estudiante en la academia para los ángeles guardianes de las ocho puertas al paraíso, “Un nombre demasiado largo para una escuela”, no me gusta asistir pero lo hago para qué Gabriel no me moleste.
Yokosawa ha sido mi amigo desde que llegue a vivir con Gabriel, siempre se ha preocupado por mí eh incluso sé que tiene ciertos sentimientos por mí pero yo no lo puedo ver más que como un amigo, tal vez suene cruel pero nadie dijo que los ángeles eran siempre buenos.
El cielo no es como los humanos lo describen, todos piensan que los ángeles son como bebes, traen sus arpas o algún instrumento, pero es completamente diferente cada ángel tiene un arma prácticamente “nace” con ella pero está dentro de una caja la cual se llama “Caja de pandora” solo lo abren los ángeles que se vuelven demonios, mis padres abrieron la suya por eso se terminaron de convertir en unos demonios, antes de que se dieran cuenta yo me quede con el arma de mi padre la cual es una pistola color blanca
Finalmente llega la tarde, y las clases termina, vuelo rumbo a casa, al llegar no hay nadie, solo encuentro un recado sobre la mesa
“Masamune hoy no llegare a casa, no me esperes despierto, la cena está en el refrigerador solo caliéntala duerme temprano
Att: Gabriel
No te metas en más problemas por favor”
Meterme en problemas, sí que me conoce bastante bien, dejo mi mochila sobre el sofá y como, luego subo a mi cuarto, me aviento sobre la cama y tomo un libro, comienzo a ojearlo, pierdo la noción del tiempo, estaba demasiado centrado en el libro hasta que el timbre sonó, me levanto y bajo abrir, no me sorprende que él llegara hacerme compañía.
- Mi padre me dijo que hoy estarías solo, no te molesta que haiga venido verdad
- En lo absoluto Yokosawa – Sonrió
- Traje un refrigerio – Dice mostrando unas bolsas
- Sí que piensas en todo, pasa estaremos en mi cuarto
Yokosawa entra le diga que suba a mi cuarto mientras yo voy por algo de tomar, pienso en subir un poco de jugo pero voy por algo mejor, entro al estudio de Gabriel y busco entre sus cosas hasta que encuentro lo que buscaba, salgo y subo corriendo a mi cuarto
- Masamune que trajiste de…
- Mira – Digo mostrando la botella – Gabriel lo guarda con mucho recelo tal vez sepa bien
- Pero no deberías
- Yokosawa no te preocupes no creo que no la acabemos
- Pero Masamune… Gabriel se puede molestar
- No me importa – Digo sin importancia – Anda tomemos o ¿Tienes miedo?
Sin decirle una palabra más comenzamos a tomar, no me importaba si Gabriel se enojaba era algo a lo que no le daba mucha importancia, la noche avanzaba y el líquido de la botella se iba acabando
- ¿Por qué eres así con Gabriel? – Pregunta Yokosawa él estaba más consiente que yo era normal el casi no ha tomado en cambio yo era todo lo contrario
- Grabriel… nunca me ha… querido
- Eso no es cierto, mi padre siempre me ha dicho que él te quiere mucho
- ¡Eso es mentira! – Grito – Él jamás me ha querido…… él siempre ha… tenido miedo de que… yo me vuelva… un demonio como fueron mis padres
- Eso no puede ser cierto
- Claro que… lo es – Respondo y me sirvo más liquido – Él mismo lo dijo
- Pero…
- Ya no quiero… hablar
Nos quedamos callados Yokosawa ya no me dijo nada y yo seguí tomando, finalmente mi cuerpo ya no aguanto y caí dormido, ya no supe si Yokosawa también se había dormido.
Desperté y ya había amanecido, me duele la cabeza ciento que me fuera a explotar. Empiezo a buscar a Yokosawa pero no esta
- ¿Masamune? – Es Gabriel – Abre la puerta
- No molestes – Grito
- Masamune tenemos que hablar – Responde, se escucha enojado
- Que sea más tarde, no me siento bien – Tal parece que mi respuesta no le gusta ya que termino tirando la puerta – ¡¿Qué quieres?!
- Te dije que tenemos que hablar – No le dio nada solo dejo que hable - que es lo que quieres Masamune, quieres que te encierren por romper las reglas
- ¿De que estas hablando? – Pregunto molesto, el dolor aumenta
- Sabes perfectamente de que estoy hablando, Hibril-sama me dijo que volviste a bajar al mundo humano
- Hablas de eso – Respondo sin preocupación
- Si hablo de eso y no es para que lo tomes con calma – Dice - Que no piensas, que hubiera pasado si uno te hubiera visto
- No es la primera vez que lo hago y hasta ahora nadie me ha visto – Respondo
- Si, sé muy bien que no es la primera vez que lo has hecho, pero quiero que me respondas ¿A qué quieres llegar haciendo esto? Acaso no piensas en lo que siento - Un enojo despierta en mi
- ¿Lo que sientes? ¡Claro que pienso en lo que sientes, te sentirás mejor si desaparezco de tu vida! – Grito y sé que no me podré detener - ¡Así ya no te preocuparas por si algún día me vuelvo un demonio como lo fue con mi padres! – Termino de gritar, por alguna razón me arrepiento de lo que dije
- Masamune… de donde sacaste eso – Su mirada mostraba miedo y frustración
- Te escuche – Digo – Lo dijiste cuando recién llegue a vivir contigo, aún recuerdo tus exactas palabras
“Los padres de este niño se volvieron unos demonios, lo más seguro es que él también se vuelva uno, tengo miedo a que pase eso, tal vez sería mejor que estuviera bajo la custodia de Hibril-sama eso sería lo mejor”
- Masamune yo…
- No tienes por qué explicarme nada, sé muy bien que tu jamás quisiste cuidarme, solo lo hiciste por que fue una orden de Hibril-sama y por lastima
- No eso no es cierto
- Claro que lo fue, pero no te preocupes, ya no te daré más lastima
Antes de que pudiera decirme una cosa más, salgo de la casa sin importarme nada, escucho como me grita pero no le hago caso, vuelo lo más rápido que puedo, no sé si me siga pero sería preferible de que no lo hiciera, vuelo sin rumbo llego hasta una parte boscosa, me introduzco para poder calmarme, sé que si me siento no lo lograre así que caminare, inicio mi caminata, no miro asía donde camino, me detengo hasta que llego a donde hay una reja, me sorprende ver una en este lugar.
Me acerco y miro a otro lado se puede ver un cielo rojo, también se ven escombros y logro escuchar unos cuantos gritos, algo no me gusta de este lugar
- Vaya, vaya, vaya miren lo que llego por aquí – Escucho una voz la cual hace que un escalofrío recorra mi columna - Parece que un ángel se perdió de su camino
- Yo… yo no me perdí – Intento no sonar nervioso
- ¿Oh en verdad? Pues me sorprende que un ángel este por estos rumbos – Sigo escuchando la voz, no logro vele su rostro lo único que se ve son sus ojos lo cuales esta rojos como la sangre – Hola me llamo Akira – Extiende su mano pero no la tomo
- ……
- Mmmm, creo que sé que pregunta te estás haciendo ¿Qué eres? veamos ¿Qué soy? Buena pregunta… - Se queda en silencio unos segundos y después empieza hablar nuevamente – Pues no soy ni un ángel ni un demonio
- ¿Entonces?
- Digamos que soy “nada” aún – No logro entender y el miedo aumenta – Espero pronto ser un demonio – al escuchar esa palabra recuerdo a mis padres y tengo pánico, se cómo son los demonios mis padres estuvieron a punto de matarme, cuando se volvieron demonios, por instinto doy pasos hacia atrás pero Akira logra detenerme, siento sus uñas enterrarse en mi brazo, forcejeo pero es inútil de alguna manera termino pegado a la reja de espaldas y Akira me sujeta también de mis costado derecho, de igual manera siento como me entierra sus uñas – ¿Sabes? Me encanta el sabor del miedo en la sangre, le da un sabor excitante
- Suel… tame – Saco la pistola de mi padre y le disparo, me suelta lo miro y está lamiendo la sangre, mi sangre de sus dedos, salgo de ese lugar, escucho su risa la cual se graba en mi mente, vuelo hasta que encuentro un cueva me introduzco para esconderme pero caigo, no sé dónde cierro mis ojos, solo siento un golpe y escucho a alguien gritar
- ¡Pero que! – ¿Un chico? No reconozco esa voz siento como me toca y me levanto para defenderme, apunto con el arma que tengo en las manos, solo lo veo como cae al piso, nunca lo había visto, tiene ropa extraña, lo miro bien y me doy cuenta de que es un humano, un humano… un humano… me ha visto… sabe lo que soy… que me ocurrirá ahora… perdóname Gabriel
Continuara……..