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Ophiuchus (El portador de la serpiente) por Seufzer

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Notas del capitulo:

por fin llegamos al final espero sea de su agrado

Llegaron a medio día a Japón nadie los esperaba como estaba planeado – vamos – Shido no tenía ningún problema llevando el equipaje, todos los presentes del aeropuerto se les quedaba viendo, Ban venia vestido de camisa de manga larga y cuello alto blanca, pantalones semirrectos café claro y cinturón de un café más oscuro y saco semi largo con bufanda, su cabello lo traía sin amarra haciéndolo ver delicado y de familia noble, en cuanto a Shido traía una camisa negra de manga larga de cuello en V un pantalón casual negro, con una chaqueta café oscura y su paliacate su cabello también estaba un poca más largo dejando algunos mechones sobre su rostro dándole un toque rebelde pero imponente que hacían que más de una chica suspirar – como extrañe el aire de Japón – dijo Ban mientras acomoda como podía la cobija que cubría a sus hijo siendo ayudado por su esposo – taxi – una vez que acomodaron su equipaje Ban le paso a Shido uno de sus hijos, el mayor le dio las indicaciones llevándolos a una casa con gran jardín delantero – desde hoy esta será nuestra casa – le dijo a Ban que inspeccionaba su nuevo hogar, era una casa tradicional japonesa, no estaba deteriorada y se veía limpia – Emishi me ha hecho el favor de cuidar de ella mientras no estaba – explico antes de que preguntara – al salir al patio trasero que de igual forma era amplio y vio que ahí se encontraba los animales que cuidaba su esposo que fue a verlos y mostrarle a sus hijos para que los protegieran – Shido – llamo el menor – vamos desempacar y ordenar el cuarto de los niños – le dijo parándose del piso de la puerta que daba hacia el patio trasero, no tardaron mucho en ordenar el cuarto ya que ahí no tenían ningún mueble aparte del pequeño closet – ahí que comprarles su cuna y otras cosa, hoy dormirán con nosotros – decía mientras le daba de comer a sus hijos y los acostaba en su cama que era lo suficiente grande para ellos – Ban vamos a comer nosotros también – Shido traía unas cajas de comida de algún lugar con servicio a domicilio, después de comer y desempacar también sus cosas de ellos aprovechando que sus hijos dormían – estoy rendido – expreso el mayor acostado viendo como Ban cambiaba a su hija el pañal – yo igual, cambia a Sirhan mientras le doy de comer a Shihan – pidió, Shido cambio a su pequeño lobo y lo dejo en la cama a su lado mientras veía como Ban amamantaba a su pequeña que al terminar se la dio a su padre para que la hiciera repetir mientras ahora alimentaba a su hijo cambiando de lado para darle de comer y hacerlo repetir para dormirlos – estoy muy cansado y me duele el pecho – dijo al referirse a sus pechos que estaban ligeramente más abultados por la leche e irritados por darle de comer a sus hijo al no poderles dar biberón por recomendación de su doctor – vamos a dormir – tomando la mano del menor se acomodaron cada uno en la orilla de cama dejando a sus niños en medio de ellos – que descanse – le deseo a su esposo que le sonrió antes de dormirse de inmediato que apago la luz.

Su día comenzó con el despertar de su hijo reclamando su desayuno seguido de su hermana, Ban los cambio y los volvió a dormir para empezar a arreglarse junto a Shido y alistar las cosas para salir a comprar lo requerido para sus hijo y de paso saludar a sus amigos que no tenían ni idea de que habían regresado – Ban – llamo al menor que volteo aprovechando para robarle un beso sonrojando a su joven pareja – ya llame a kazuki el reunirá a todos en el Honky Tonk después del mediodía, así que apresurémonos a comprarle las cosas a nuestro hijo para regresar temprano – dijo dándole otro beso más largo que disfrutaron ambos – vámonos ante de que se nos haga más tarde – al llegar a la zona de artículos para bebés fueron directamente hasta donde se encontraban las cunas, no tardaron en ver una que les gusto a ambos comprándola junto a otros muebles y artículos que les faltaban, durante su recorrido no pudieron pasar por desapercibido al resaltar por la apariencia que daban al cargar a sus pequeños.

-          Hola Paul – saludo entrando Ban y Shido dejando a todos pasmados por los pequeños bulto que cargaban entre su brazos cubiertos por una pequeña cobija – Ban no me digas que tu… ustedes… ustedes son pareja - señalaba a ambos muy sorprendido.

-          No somos pareja– negaron ambos aliviando al mayor – somos esposo – corrigieron sorprendiendo a todos e incluso Emishi como Ginji se desmayaron de la impresión.

-          Y estos pequeños son nuestros hijos Sirhan y Shihan – presento Ban a sus niños que ahora estaban despiertos viendo todo su alrededor.

-          Ban son tan lindo, no puedo creer que sean tuyos – le decía Himiko con burla, su pequeña ya mostraba su cabello azabaches como los de Shido y sus ojos azules como los de Ban haciendo resaltar la blancura de su piel y su hermano poseía los cabellos castaños como los de Ban, ojos oscuros como los de Shido y una piel clara como la de su hermana – Ban ¿para qué son estas pequeñas las vendas que tiene? – pregunto al verlas entre la ropa de la pequeña.

-          Son para sellar su Jagan por el momento – respondió  tomando asiento en una de las mesas de fondo, se desabrocho lo suficiente su camisa que traía y acomodo a su pequeña tapándola con su manta para darle de comer dejando de nuevo de seis a sus amigos -¿Qué? Es natural que les de pecho – dijo algo apenado al tener sus miradas sobre él – ya dejen de mirarme así sino quieren que les haga el Jagan sobre ustedes – amenazo molesto.

-          Ban-chan en verdad se convirtió en mamá – decía Ginji en forma chibi – y se casó con Shido por voluntad propia – eso quiere decir que… ¿Cómo es que aun puedes caminar?, después de que este mastodonte te quito tu vi… - no dijo más al ser golpeado por Shido dejándolo fuera de combate dejando a todos algo apenados y a Ban mas rojo que una cereza.

-          Idiota – pensó Ban desviando la mirada hacia su hija que ya había acabado de comer – pásame a  Sirhan – le dijo entregándole a su hija para que el ahora tomara a su hijo que acomodo del lado contrario, Shido se sentó a su lado.

-          Esos dos si se ven como un matrimonio y uno solido – decía kazuki desde la barra donde todos veían disimuladamente a sus amigos que estaban hablando.

-          Hola chicos tengo trabajo – entro la exuberante rubia agitando un sobre – ¡oh! Ban cuanto tiempo – saludo al castaño que en ese momento estaba haciendo que su hijo eructara – ¿pero qué demonios hiciste Ban? ¿Quién fue la desafortunada de dejarse tocar por ti – comento haciendo enojar a Shido por la burla a su esposo viéndola molesto – pobre creatura al tenerte como padre – siguió diciendo haciendo que el ambiente se tensara haciendo que Shihan empezara llorar en brazos de su padre que se levantó haciendo que la rubia viera a la pequeña y como esta estiraba sus bracitos a Ban y este la tomara y le diera a su hijo a Shido – no son uno sino dos, no me extraña que la madre huyera – volvió a comentar – sí que la has hecho espero que no sean como tú o estarán perdidos al no tener futuro jajaja – se rio en broma.

-          Heaven no digas nada más que involucren a mis hijo – pidió el castaño con molestia pero sin mostrar su mirar – no estoy solo con mi hijos para que lo sepas estoy casado – dijo sorprendiendo a la rubia que no sabía nada.

-          Será mejor irnos – Shido tomo la pañalera de sus hijo y la acomodo en su hombro – vámonos Ban – abrazo por la cintura al menor con su mano libre ya que llevaba a su pequeño que  todos jurarías que estaba matando a la rubia con su mirada – Ban no te exaltes o nuestras pequeña seguirá llorando – le dijo al más bajo que asintió con la cabeza y empezó a consolar su pequeña que seguía gimoteando – y Heaven no vuelvas a insulta a Ban – termino de decirle antes de salir de la cafetería molesto.

-          ¿pero que les pico? – pregunto a los presentes que la veían incriminadoramente.

-          Esta vez te has pasado por cinco ciudades – le hablo Himiko que estaba tomando un jugo – para que lo sepas esas pequeños son los hijos de Ban y Shido por lo que Shido es su esposo y Ban la madre biológica de esos bebitos y tú los acabas de insultar, sobre todo a Ban que aún no está muy estable de todo lo que le ha pasado en estos meses, Ban apenas ayer regreso de Alemania – termino de explicar la morena – solo espero que cuando María se entere no te maldiga por insultar a la familia de su hijo – le comento con algo de malicia.

-          Pues que ha pasado que no me he enterado de nada, explíqueme alguien – pidió desesperada a lo que Paul y Himiko empezaron a contarle todo lo sucedido – dios santo en la que me he metido – se dijo alarmada – será mejor comprar algo para disculparme.

Esa misma tarde la rubia fue a disculparse con Ban y Shido – lo siento chicos, no sabía nada de lo sucedido – les decía haciéndoles una reverencia – ok te perdonamos Heaven pero ya no te humilles así que la gente nos está viendo mal – decía Ban que estaba en la puerta de su casa, la negociadora se retiró momentos después aliviando al menor que regreso al interior de su hogar. María y Lucifer regresaron un mes más tarde, visitaban casi a diario a la familia Fuyuki.

Así rápidamente pasaron tres años – papás, papás – llamaban sus pequeños que saltaban en la cama despertándolos – ya es de mañana – le decía con risas haciendo que los adultos se pararan de su cómoda cama – ya nos paramos – dijo adormilado Ban y Shido solo bostezo, ese día llevarías a sus hijos al parque – vayan a bañarse mientras nos preparamos su padre y yo – les ordenó a sus hijos el oji-azul, cuando sus hijos llegaron al comedor ya estaba servido el desayuno. Una vez en el parque los niños empezaron a jugar con los animales de ahí hasta que escucharon que venían el carrito de helados - ¿nos compran un helado? Por favor – pedían.

-          De acuerdo – les dijo Ban – en un momento regreso – le aviso yendo hasta sus hijos que ya estaban pidiendo – buenos días – saludo para empezar también el a pedir

-          Shido ¿eres tú?- pregunto una suave voz que reconoció de inmediato volteándose hacia la persona dueña de esa dulce voz.

-          Madoka – menciono sorprendido al verla ahí – pensé que ya no regresarías a Japón – dijo ya más calmado – veo que te encuentras muy bien – termino de decirle

-          Por cómo te escuchas también te encuentras en perfectas condiciones – dijo con una cálida sonrisa - ¿puedo sentarme a lado tuyo? – pregunto cuando el mayor se paró para la tomar la mano para guiarla esta aprovecho para abrazarlo que por inercia correspondió, todo esto presenciado por el castaño menor que oculto su mirar con su flequillo

-          Sirhan, Shihan denle su helado a su padre y quédense a su lado, yo me adelantare a casa para hacer la comida – les dijo a sus pequeños que lo veían con preocupación se retiró a una velocidad increíble de ahí una vez que vio que sus hijo habían llegado con su padre

-          papi ¿porque abraza a esa señorita si no es mamá? -  preguntaron sacando de su shock notando la falta de su esposo –no sabía que tenías hijos y te habías casado – disculpo separándose de inmediato yéndose del lugar apenada con Mozart

-          ¿Dónde está su madre? – pregunto buscándolo con la vista

-          Dijo que se adelantaría a preparar la comida – dijeron los niños que seguían comiendo su helado rápidamente hasta que se lo acabaron – vamos con mamá se veía como si fuera a llorar – le dijo su hijo – vámonos – apuraba su hija.

Cuando llegaron hasta su casa encontraron las luces aparadas a excepción de la cocina donde se encontraba el menor de los adultos que constantemente se limpiaba una que otra lágrima – niños vayan arriba voy hablar con su madre – les ordenó a sus pequeños que de inmediato se fueron – Ban – lo llamo sorprendiéndolo haciendo que se cortara la mano – Auch – se quejó el castaño que sujetaba uno de sus dedos – déjame ver – el amo de las bestias tomo con cuidado la mano del menor que se dejaba curar por su cónyuge – Shido no nos dejes – esto lo sorprendió y más al ver como la mirada del poseedor de Jagan estaba enrojecida por estar llorando y empezaba a temblar – pero si tú ya no me amas y quieres regresar con Madoka no te detendré – termino de decirle con la vista gacha quitando sus mano de la de Shido.

-          Ban yo jamás los dejare y más aun te amo como no tienes idea y a nuestros hijo igual – empezó a decirle tomando sus manos llenándolas de cálidos besos – ahora deja de llorar, esas lagrimas no van contigo – le decía mientras secaba sus mejillas con cariño – si te vieran nuestros amigos seguros les da un paro cardiaco, Ginji no dejaría ni mis cenizas y María atormentaría mi alma – le dijo en broma haciendo reír a su esposo.

-          Eso sería poco – decía divertido abrazándose al más alto para besarlo – ahora déjame terminar la comida – pidió con una sonrisa

-          De acuerdo – concedió robándole un rápido beso antes de ir con sus hijos que ahora estaban en la sala viendo televisión.

Esa misma noche tocaron a su puerta yendo a abrir el amo de la bestia – Madoka – nombro a su visita que se veía algo apenada – hola Shido, yo venía a disculpar por lo ocurrido en el parque y también a invitarte a ti y tu esposa a mi concierto que daré en esta semana – le decía algo rápido – Madoka pasa adentro – le pidió a la chica que no sabía cómo actuar ante el más alto – una vez en la sala la chica escuchaba como Shido regresaba de la cocina con una charola con una taza de té y alguno dulces – toma, te cuidado esta caliente – dándole la taza con el té – ¿y tú hijos? – Pregunto al no escucharlos – están dormidos – contesto – también quiero felicitarte por tu matrimonio, aún estoy muy sorprendida – decía apenada – Shido ¿Quién era? – Escucho la peli-negra reconociendo la voz – ¿Ban eres tú? – Pregunto volteando hacia dirección de dónde provenía la voz – no sabía que te encontrabas aquí – dijo sorprendida – ¿acaso les ayuda a Shido y a su esposa con los niños? Y por cierto ¿Dónde se encuentra ella? – Preguntaba – Madoka estoy casado con Ban – contesto Shido a la chica que no sabía que decir – y los niños son nuestro, somos sus padres biológicos – ¿acaso retaron a las madres? – dijo en shock sorprendiendo a la pareja – no Madoka Ban los tuvo – respondió el mayor de ellos – eso es imposible un hombre no puede concebir, eso es algo anti-natural – decía alarmada parándose del sillón donde se encontraba – no puedo creerles – esa reacción no la esperaban por parte de ella que siempre fue una persona calmada – créelo así como yo puedo comunicarme con los animales, Ban es el líder del clan de las brujas y gracias a un hechizo junto a una droga que le dieron pudo tener a nuestro hijos – explicaba Shido a la alterada joven – saben es triste saber que perdí a la persona que amo y más al enterarme que fue ante un hombre que consideraba como un amigo, yo había regresado para regresar a tu lado – le confeso la joven – Shido ¿no hay posibilidad de que vengas conmigo? – esta vez los sorprendidos fueron ellos por la pregunta de la joven.

-          Lo siento Madoka pero Shido ahora es mi esposo y no pienso dejar que se valla de nuestro lado – le contesto Ban a la chica que le dirigía una mirada molesta

-          Cállate Ban – le grito al castaño – sé que Shido aún me ama y que regresar… - no termino al sentir como Mozart se pegó a sus pies.

-          Madoka – llamo Shido en un tono seco – no voy a dejar a mi familia por ti, lo nuestro se terminó hace tiempo. Ahora al único que amo y estoy orgulloso de eso es de Ban como de nuestro hijos, por esa razón no puedo permitir que le faltes el respeto a mi esposo, ahora por favor retirarte de nuestra casa – termino de decirle a la joven que lloraba sin cesar acompañándola hasta la salida donde ya la esperaba su chofer yéndose de la residencia de la familia Fuyuki.

-          No esperaba que ella reaccionara así – hablo Ban ya acostado en su cama junto a su pareja que lo abrazo.

-          Yo también me he sorprendido, pero eso no debe afectarnos – decía mientras acariciaba la espalda del castaño que disfrutaba de esas caricias – nunca los dejaría por alguien más y jamás dejare de amarlos  – término de decirle besando al menor.

-          Gracias por amarnos como yo lo hago – le respondió Ban abrazándose a él, siendo besado por el mayor con suavidad – te amo y siempre lo hare – le susurro entre sus labios.

-          Lo sé – dijo el mayor con una sonrisa de lado mientras peinaba el fleco del menor que se dejaba besar con más intensidad, siendo interrumpidos por el sonido de su puerta al abrirse.

-          Mami ¿podemos dormir con ustedes? – pregunto el pequeño que se asomó tímidamente esperando la respuesta de sus padres.

-          Venga – les dijo mientras se separaban para hacerles espacio a sus hijos que corrieron para subirse y acostarse junto a sus padres.

-          Ahora duérmase – les dijo Ban con una sonrisa mientras los tapaba con las cobijas – que descansen mis niños – les deseo para abrazarles.

-          Buenas noches hijos – les dijo Shido abrazando a sus pequeños y a su esposo que disfrutaba al máximo de esos momentos sabiendo que nadie destruiría su felicidad y la de su familia, ahora que ya no tenía por qué temer al saber que Shido siempre estaría a su lado junto a sus hijos, quedándose dormidos para disfrutar a la mañana siguiente de un día lleno de sorpresas junto a sus seres amados y amigos.

FIN.

Notas finales:

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