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Ophiuchus (El portador de la serpiente) por Seufzer

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Notas del capitulo:

ya estamos a un capitulo del final 

A la mañana siguiente el primero el despertar fue Shido, se encontraba abrazando al castaño que aun dormía profundamente, podía escuchar el suave respirar se quedó contemplando a su esposo mientras le deba suaves caricias en su cintura sin detenerse al ver como el menor empezaba a despertar – Buenos Días – le saludo dándole un suave beso. Haciendo sonreír al más bajo - ¿Cómo te sientes? – le pregunto ayudándolo a sentarse recargándolo en su pecho – adolorido – le respondió algo apenado pero sin quitar su sonrisa – no creo poder caminar bien por un tiempo – termino de decirle con una sonrisa ahora traviesa al saber que con ese comentario apenaría a la mayor – jejeje – rio bajito y se abrazó al mayor – te Amo tanto – le dijo besándolo – yo igual y jamás dejare de hacerlo – levantándolo de la cama en sus brazos – vamos a bañarnos y después desayunemos algo, aun no puedes mal pasarte de tus comida – comentaba entrando al baño y lo bajaba – no te muevas – le ordeno al menor que no tenía intenciones de hacerlo, abrió la llave para empezar a llenar la tina hasta que estuvo lista – vamos – volviendo a tomarlo para meterse en esta y sentarlo en sus piernas.

-          ¿Qué te gustaría que fuera? ¿niño o una niña? – pregunto Ban mientras tomaba una de las manos de Shido y la ponía en su vientre.

-          Eso es algo que no me importa mientras que nazcan saludables, ya sea un niño o una niña yo los amare por igual – contesto con una sonrisa mientras daba pequeños masajes.

-          A mí me gustaría que fuera una niña – le dijo con una pequeña sonrisa - pero sin importar que fuera yo la o lo amare con todo mi ser – confeso entrelazando sus manos.

Su baño no se prolongó demasiado, en cuanto bajaron al comedor Shido se adentró a la cocina saliendo con leche y cereales y frutas picada – supongo que solo estamos nosotros en la mansión – le comento Ban al no sentir ninguna otra presencia en el lugar.

-          Esperaba al más para nuestro primer día de casados – se burló el oji-azul al ver su desayuno.

-          Ya cállate serpiente tarada – le contesto dejando la charola en la mesa – si no te gusta ve y prepárate algo a tu gusto – le dijo molesto.

-          Lo haría, pero por alguien que no se controló en la noche ahora no puedo caminar – contraataco avergonzando al mayor que se en contaba ya a su lado sirviéndole el desayuno – pero aun que no sea un chef yo estaré a tu lado – termino de decirle para besarle.

En la tarde del siguiente día Shido fue quien salió de la mansión en busca de María – necesito que vengan rápido – les dijo a los mayores que se encontraban no muy lejos de ahí, lo llevo hasta el castaño que se veía muy adolorido en su cama – mi niño, déjame revisarte – pidió María, pasaron unos minutos desde que les dijo que esperaran afuera de la habitación hasta que salió la morena – no es nada grave – empezó a explicarles a los hombres que estaban afuera de la habitación – su cuerpo está terminando de adaptase a los cambios para tu hijo o hija que ya está desarrollándose dentro de Ban, en este momento ya paso lo peor pero ahora se encuentra dormido – termino de decirles con una sonriente cara, mientras veía como Shido iba a lado de su esposo.

-          Ahora vamos a preparar lo necesario para cuando llegue el día, por lo que pude sentir su niño se desarrolla demasiado rápido y eso es algo que me tiene preocupada.

-          Ban – llamo Fuyuki al menor mientras peinaba sus cabellos despejando su frente y este despertaba – es hora de cenar, has dormido toda la tarde – le informo con una sonrisa, lo ayudo a sentarse y le puso la bandeja donde se encontraba sus alimentos de los dos y así comenzaron a cenar ambos – María me dijo que nuestro niño se está desarrollando ya a gran velocidad – explico el mayor al oji-azul – por lo cual no debe exigirte demasiado – termino de decirle.

Como habían dicho, Ban ya presentaba un embarazo de 3 meses a pesar de que solo había pasado uno en realidad, cada mañana se levantaba con vómitos matutinos y nauseas – esto es horrible – se decía mientras salía del baño con ayuda de su esposo, esa tardes le tocaba su revisión con María – hola mi niño – saludo la mujer – ya sabes lo que tienes que hacer – el más joven fue hacia la habitación que habían equipado con todo aparatos e instrumentos necesarios para tratar al oji-azul – vamos hacerte un ultrasonido – informo la mujer – primero te presento a tu doctor – entro un joven de unos 25 años de cabellos rubios, ojos azules, piel clara no más alto que Shido – un placer majestad, mi nombre es Varick Goldfuss– se presentó – con su permiso desde hoy junto a la Señorita María estere a cargo de su Salud y su descendencia – le termino de decir. La revisión empezó en el ultrasonido se sorprendieron al ver que no se trataba de un bebe sino de dos pequeños - ¿desean saber el sexo de sus hijo? – Les pregunto a los futuros padres que no cabían de felicidad – Sí – contestaron al mismo tiempo – es un niño y una niña – les informo con entusiasmo el joven, después de la noticia Ban limpio él gel de su poco abultado vientre para ir a su cuarto a descansar un poco más acompañado de Shido.

-          Serán Dos – se decía el  menor – es una sorpresa jejeje – se reía bajito – no puedo creerlo todavía – todos se sorprenderán cuando lo sepan – refiriéndose a Ginji y sus amigos.

-          Sin duda alguna – concordó el mayor abrazándolo por la espalda gentilmente y besar su mejilla – vamos a que descanses –

-          No, quiero caminar aunque sea un poco – pidió – estoy cansado de estar todo el día acostado – le explico

-          De acuerdo – cumpliendo el deseo del menor Shido tomo su mano y salieron tranquilamente de la mansión para ver como el invierno estaba por acabar.

-          Como deseo regresar a Japón – comento el menor aunque yo sea su líder puedo sentir como algunos nos miran con desaprobación y eso es algo que odio – le decía con algo de amargura de repente el oji-azul se abrazó al mayor que lo recibió que se mantenía en silencio al saber que aun el menor quería hablar – pero si ellos los lastiman de alguna forma sé que sin miramientos yo los destruiría y eso es algo que me asusta – confeso.

-          Eso no sucederá porque yo ya lo habría hecho – contesto – yo siempre estaré a su lado, no te preocupes porque volveremos con los chicos, nadie impedirá que vayamos a casa – termino de decirle besándolo con suavidad y dulzura que solo le mostraba ahora al castaño menor.

Su paseo duro otros quince minutos al regresar ya era hora de almorzar – María quiero regresar a Japón – comento Ban – sé que ahora soy el rey de las brujas pero… - de detuvo – este no es tu hogar – completo la oración su protectora – solo podrás regresar a Japón si aprendes todo sobre tu pueblo, básicamente todo lo que hay en la biblioteca – informo Redmond que se encontraba a su lado. Desde ese día Ban leía enormes cantidades de libros de la gigantesca biblioteca como de otros lugares que eran traídos por las brujas como regalos y aportaciones a su aprendizaje, pasando otro mes y ahora mostraba un abdomen de seis meses haciéndolo sentir más pesado e incómodo – Ban descansa un poco – le dijo Shido tomando la mano de su esposo y quitarle el libro que estaba leyendo para ponerlo en la mesa – pero… - el mayor lo silencio poniendo un dedo en su boca – sé que quieres regresar lo más pronto posible, pero no te apresures tómalo con calma en este momento solo enfócate a cuidar de ti y nuestro hijo – le decía besando su frente – no quiero que les pase nada, yo siempre estaré junta a ustedes, ahora vamos a que cenes y descánsese como se debe – termino de decirle cargándolo aun con las protestas del menor.

_________________ Japón ______________________

-          Ya han pasado tres meses desde que se marcharon y solo nos han mandado dos cartas desde entonces – reclamo Ginji a recargado en la barra del Paul - ¿quiero saber de lo que no escriben? o saber en dónde enviarles cartas nosotros también – reclamo.

-          Tiene razón, lo único que nos dicen en las cartas es que Ban está bien y que se está recuperando con éxito, pero no nos dice cuando regresara, el único alivio seguro es que Shido está a su lado – término de decirles Himiko.

-          Vamos chicos anímense, seguramente ellos tendrán sus razones para no decirnos más detalles sobre su condición – les animo kazuki.

-          Chicos les traigo otro trabajo – decía feliz Heaven entrando a la cafetería.

_____________ Alemania ___________________

-          Nunca creí extrañar el poder trabajar – comento divertido Ban ya acostado en su cama haciendo reír a su esposo – no te rías – reclamo golpeando su brazo.

-          Es que nunca espere escuchar eso de ti – se defendió mientras se protegía de los golpes del menor con su almohada – jajaja lo siento ya no me reiré pero deja de golpearme jajaja – le decía agarrando las manos del menor y besarlo – ahora hay que dormir – abrazándolo se durmieron.

Conforme pasaban los días el embarazo de Ban avanzaba a pasos agigantados, con cada semana en abdomen de Ban crecía más hasta que ya no podía ni parase de la cama si no tenía ayuda esto desesperaba al menor por su falta de libertad en los últimos días de su embarazo – me duele la espalda – le aviso a Shido que estaba con él – ¿un poco mejor? – le pregunto al masajear la espalda del menor y acomodar sus almohadas – si – contesto volviendo a dormir, pero al poco tiempo se volvió a despertar – Shido – llamo a su esposo que se había dormido en el sillón de su habitación que se despertó de inmediato – me duele, creo que ya quieren nacer – aviso al sentir también como rompía fuente y mojaba la cama – voy a llamar a Redmond para que le avise a María y Varick. – le dijo a Ban que solo pudo asentir con la cabeza al sentir una contracción, Shido salió de la habitación y llamo al mayordomo que salió corriendo por los encargados del menor – Ban – llamo al menor sujetando su mano que enseguida fue apretada por el oji-azul al sentir otra contracción – Shido lleva a Ban al cuarto – le ordeno María refiriéndose al cuarto que habían preparado para ese momento, una vez ahí le dijeron a Shido que esperara afuera, con un rápido beso en la frente de Ban el salió a esperar. Los minuto le parecía eternos al maestro de bestias, el tictac del reloj pareciera que le taladraba la cabeza, dos, tres horas pasaron y no escuchaba nada de lo pasaba en ese cuarto donde se encontraba su todo otra hora más paso y nada – señor Shido por favor deje de ir a un lado a otro, mire que ya dejó un rastro en la alfombra – le dijo Redmond señalando la franja oscura por donde caminaba – eso es algo imposible en estos momentos – le respondió, en ese momento se abrió la puerta de donde salió María y fue hasta Shido – felicidades son unos hermoso bebes, pasa para que los veas – le dijo cediendo el paso al nuevo papá.

Fue hasta Ban que se veía exhausto por todo el esfuerzo, pero con una gran sonrisa mientras veía a sus pequeños – son hermosos – le dijo al estar a su lado y basándolo en los labios y cargando a la pequeña que dormía plácidamente mientras su hermano lo sostenía Ban - ¿y cómo se llamara? – Pregunto el médico – ya dejen de tenernos en suspenso – reclamo María. Ban sonrió – el pequeño es Sirhan (Lobo) – les dijo abrazándolo más a él – y nuestra pequeña – ahora hablo Shido – es Shihan (brillo) – le decía con una sonrisa acunando a su pequeña hija.

-          Son unos nombre muy bellos – felicito la mujer de ahí, abrazando a su pareja que apenas se aparecía con unos cuantos regalos.

-          Felicidades chicos – le dijo dejando los regalos a un lado para ir a verlos, esa noche Ban después de darles su primer alimento a sus hijos durmió tranquilamente como en días no lo había hecho.

Como si nada había pasado una semana desde el nacimiento de los pequeños de Ban y Shido, la mansión en ese tiempo había estado lleno de visitas por el nacimiento de los nuevos herederos del clan – estoy agotado – decía Ban mientras cargaba a su hija que empezaba a quedarse dormida para ponerla en la cuna junto a su hermano – todas esas visitas son agobiantes – se quejó sentándose en la cama – sí que lo son, pero al menos ya se terminaron – animo el mayor a su pareja sentándose a su lado – sabes ya estoy por terminar de leer todo lo que hay en la biblioteca, solo me faltan dos libros y podremos regresar a casa, pero tendré que regresar cada año a reforzar la barrera – comentaba recargándose en el hombro del mayor.

-          Yo te acompañare cada año, no pienso dejarte solo y seguro que nuestros hijos también querrán venir con nosotros – le decía con una sonrisa.

-          Eso espero jajaja – levantándose y estirándose – vamos a cenar muero de hambre – jalando al más alto para el comedor donde cenaron tranquilamente.

Al día siguiente Ban termino de leer y aprender todo los de la biblioteca y comprobándoles a su pueblo sus conocimientos dándole la aprobación de dejar la aldea – por fin mañana partiremos a Japón – celebraba mientras veía a sus hijos que lo veían con una sonrisa y miradas afiladas como la de él, mostrando su herencia como hijos de ellos – les encantara Japón – les platicaba a sus hijo de pocos días de nacido – como también de lo bien cuidado que estas aun cuando no tienes ni una semana de haber estado como globo aerostático – se burló Shido abrazándolo desde atrás.

-          Jajaja que gracioso – dijo algo molesto mientras era observado por sus hijos que solo rieron al ver a sus padres juntos – ¿ya tienes los boletas y los pasaportes? – pregunto

-          Sí, todo está listo, partimos mañana a primera hora – indico – vamos a dormirlos ya que mañana partimos muy temprano – termino de decirle dándole un beso rápido en sus labios antes de tomar a su hijo.

-          Ya escuchaste a su padre hora de dormir – le dijo a su hija que acomodo y empezaron a arrullar a sus hijos que no tardaron en dormirse para acostarlos en su cuna y e irse también ellos a descasar.

El primo en despertar fueron sus hijos que no tardaron en hacerlo notar con su llanto que enseguida despertaron para atenderlos, mientras Ban los alimentaba y alistaba Shido preparo y bajo la maletas – bueno Redmond gracias por cuidar de nosotros – agradeció Ban al viejo mayordomo que le sonrió y le hiso una reverencias dándole el paso para salir de la mansión, a sus pequeños los obligaron bien ya que aún reinaba la nieve en ese Ban aparte de cargar a sus niños llevaba una maleta en los hombros y Shido traía atrás dos – vamos o no alcanzaremos el tren – indico el castaño menor que para ese momento ya tenía más largo du cabello a un poco más abajo de los hombros amarrada en una coleta baja, dejando ver los pequeños talismanes rojos que usaba como pendientes dándole un porte más fino y elegante – no puedo creer que aun haga demasiado frio – se quejo al sentir el viento helado – no se supone que estamos ya en primavera, hasta que llega – se alegró al ver el tren que los llevarías. Después de unos días en el tren donde no tuvieron ningún problema como en el pasado tomaron un taxis para ir al aeropuerto y tomar su vuelo que los llevaría a Japón.

Notas finales:

gracias a todos lo que leen mi historia y tambien a arual venica por sus reviews 


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