Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Distrito rojo. por -oOYUKI-NII-Oo

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

∞ Titulo: "Distrito rojo"

∞ Autor: YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

RantingNC17

∞ Pareja: SasuNaru

∞ N/ANaruto no me pertenece. Todo es de su gran autor, Kishimoto-Sensei

∞ Resumen: Sasuke va ahí, entre esas casas escondidas y personas recluidas. Sasuke va ahí, para encontrarse con un rayo de sol, para que le besen las heridas y le cuiden el corazón. Sasuke va ahí, porque es Naruto quien le espera, tras biombos casi trasparentes y kimonos resbalándole por la piel.

 

 

Yuiitsu shikaku wa futoshita kotoba no chikara `ichi kara

Yarinaosu' sore wa itsu ni naru? Itsu ni naru? Itsu ni naru?

Barenakya ī, iwanakya ī barenakya ītte omotterudeshou mienaito demo omotteru no?

Kienai Kotoba wa nokotteru yo

Irony- Daoko y Mflo

.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:. .:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.

Estación. 9

.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:. .:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.:.

 

Naruto está emocionado, brinca por el muelle y grita cada que ve como las gaviotas descienden al mar, sobre volando por las olas y planeando como si persiguieran a los rayos del sol, mamá le ha vestido como un trajecito color blanco marfil, Naruto que no encuentra la diferencia entre el color blanco perla que su madre ha pedido para que pinten las paredes del comedor y la de su ropa solo sabe que no debe de haber ninguna mancha en este  o la voz de la pelirroja incrementara sus decibeles hasta casi reventarle los tímpanos. Se ajusta el sombrero que le ha resbalado un poco, todo eso es para que su piel no se bronce más de lo que lo ha hecho ese verano, que se la ha pasado navegando con su abuelo y recolectando estrellas de mar junto a su prima Karin.

Mira la zona rocosa donde el faro esta, y aprieta fuerte el agarre de mano que tiene con  papá, sus ojos son dos gotas de lluvia que reflejan las luces de los vientos del oeste es lo que las amigas de mamá suelen decir cada vez que van a tomar el té en el saloncito especial donde papá le enseña la sonata de “estrellita ¿donde estas?”.

Trata de caminar mas rápido, un paso de papá son tres de sus pequeños pies, hay más gente alrededor. Señoras con grandes sombrillas y sombreros con flores y plumas. El humo del tabaco flota por encima de su cabeza ante la parte en donde hombres con traje y barba ríen estruendosamente ante la caída de un montacargas que no ha podido contra el peso del equipaje que debe trasladar. Todos ellos al igual que Naruto están ahí esperando para zarpar.

Van hacia la india, papá ha sido contratado como doctor para la clínica del distrito 2 que va asentarse en la parte sur de la colonia, esa donde en donde hay grandes manadas de elefantes y Genesha se erige en los templos de las montañas muy cerca de la selva, mirando a todos con esos ojos que son dos cuencas reflectantes de amor y pecado entre mezclados.

El silbato del barco de vapor suena por todo lo alto, le acelera el corazón de forma inmediata, Naruto no sabes de amores a sus seis años pero está seguro de lo que dicen sus amigos del colegio sobre que nunca funcionan y son prueba y error para crecer y casarte con una de las damas bonitas que viven cerca de  casa.

Sacude la cabeza tratando de mantener la calma y no salir corriendo, papá ha sido muy claro no debe de soltarle hasta que estén arriba del barco y preferentemente en su camarote, no quiere perderlo de vista entre tanta gente, Naruto que ha tenido demasiados maestros de educación y buenos modales los hace relucir solo frente a sus padres, ante todos los demás es un zorro travieso que suele salirse con la suya.

Un pequeño bribón diría el abuelo abrazándole alto y restregando su barba blanca contra la mejilla. Lo que nadie parece entender son las expectativas infantiles  que le nacen como mariposas en la panza, ese es su primer viaje y no quiere arruinarlo. Lo que Naruto no sabe es que esa será la última vez que vera no solo el puerto de Londres sino también la última en la que sostendrá la mano de papá.

Su cabeza rebota contra el pecho de mamá, hay una sirena que no deja de sonar, luces rojas, voces colándose por todos lados, Naruto se aferra a la tela del pijama de la pelirroja, que corre a través de los largos pasillos de los camarotes, toma una escalera, hay agua en el piso que le vuelve lenta su frenética carrera, Minato está en la cubierta tratando de mantener un lugar para ellos en los botes salvavidas.

Mamá lo ve venir, puede olerlo en el aire es por eso que toma a Naruto fuertemente y lo envuelve contra su cuerpo. Una explosión y una parte del barco se hunden hasta las entrañas del océano. A Naruto le retumban los oídos y ya ha empezado a llorar, trata de retirarse del pecho de la pelirroja, le esta apretando demasiado, no puede respirar, la nariz le pica y hay humo, hace mucho calor. Apoya su mano contra el suelo. Y alza el rostro. Hay llamas por todas partes y mamá ha cerrado los ojos.

Así que la sacude, no es momento para dormir, tienen que correr, el fuego es peligroso, lo sabe porque una vez trato de tocarlo, era una fogata en el jardín, papá le estaba enseñando como es que se hacía cuando fueran a cazar al bosque y tuvieran que acampar. “Toma dos rocas y frotas” le había murmurado, al mismo tiempo que chispas rebotaban hasta convertirse en una pequeña flama, Naruto había caminado deslumbrado, magia, eso es magia, había pensado. Estiro su mano antes de que padre pudiera retenerlo. Error.

Naruto tuvo sus deditos vendados con una pasta que olía a hierbas por semanas.

Es porque sabe cuánto duele, cuanto arde y aterra que sacude a mamá para que despierte, sonríe cuando los ojos verdes le enfocan. Mamá le acaricia la mejilla y le inspecciona pesadamente, cada movimiento parece ser un esfuerzo sobre humano y Naruto no entiende

r13; ¿Ves las escaleras Naruto?

r13;Si r13;. La voz constipada y los rastros de lágrimas, Kushina las limpia, la cabeza le da vueltas.

r13;Tienes que correr hacia ellas, cuando llegues arriba donde está el salón de juegos. ¿Recuerdas donde esta cariño?

r13;Si r13;Naruto esta temblando, y a mamá se le comprime el corazón.

r13;Bien, buscaras a papá, tienes que gritar fuerte, muy fuerte como esa vez que caíste por el sótano, grita hasta que papá llegue a ti. r13;Naruto gira viendo las escaleras iluminadas por el fuego, se escucha otro estruendo, todo se mueve, y él se encoge contra la pelirroja. r13;Deprisa, tienes que llegar arriba, no te detengas por nada. Corre, corre tan rápido como puedas Naruto.

r13;Encontrare a papá y vendremos por ti.

Mamá lo sabe, que es ese el final, pero la mirada determinada de su hijo cuando se pone en pie le hace sellar los labios, le toma de la mano fuerte y le inclina, besa su frente y le sonríe. Naruto aprieta los ojos, gira y comienza a correr. Naruto nunca pudo ver cómo es que en la espalda de mama había un trozo de madera clavado y como el suelo comienza a teñirse de rojo. Cuando el pequeño rubio ya no está más a la vista ella llora, llora porque no podrá cocinar mas para su esposo y su hijo, ya no habrá buenos días ni besos antes de ir a la cama, no habrá paseos por el jardín ni batallas a la hora del baño, no verá a la novia de Naruto y la odiara, no verá  a su hijo crecer, no mas cumpleaños, no mas desvelos a la hora en que haya pescado un resfriado. Se acabaron, los abrazos, los sueños, los te quiero.

Kushina espera y ora en silencio para que Naruto llegue a salvo a la cubierta. Las llamas le rodean.

Minato trata de bajar pero los marines se lo impiden, su esposa e hijo siguen abajo, y tras dos explosiones la espereza se le quiebra mas. El humo comienza escapar junto con toda esa gente que ha alcanzado a tomar las salidas de evacuación justo a tiempo. Minato grita para que la multitud no le ahogue la valentía y le mantenga firme, con la fe intacta de que en cualquier momento subirán. Las plegarias de su esposa entonces se unifican con su desesperación, Naruto sale en los brazos de un marino, solo balbucea papá una y otra vez, y tiene el pijama manchado, se ve desoriento.

Así que papá se empuja contra la gente, alzando el brazo, gritando su nombre, Naruto entonces le enfoca y estira sus brazos hasta él. Cuando Minato le alcanza la manita, agradece al marino, le dice que eso tan valioso que tiene entre sus brazos le pertenece y que le ha devuelto el alma al cuerpo. El marino solo asiente y lo entrega, regresa sobre sus pasos para tratar de sacar a más niños que siguen atrapados.

Naruto se comprime contra él, hipea y habla entre cortado. Cada una de sus palabras son como dagas entrando y saliendo. Porque entiende lo que ha ocurrido.

r13;Hay…hay que regresar por mamá, ella no podía levantarse, papá vamos por mamá.

Minato asiente, abrazándolo y cubriéndole con su cuerpo para volver a atravesar a toda esa gente en pánico, que empuja, que tumba y golpea, una marabunta de animales irracionales con el instinto de supervivencia encendido a la máxima potencia. Los barcos se terminan, Minato corre a través de la proa, uno tras otro bajan al mar, se van, como luces de lámparas que se extingue en la oscuridad, y Minato lo piensa rápido. Saca el reloj de su bolsillo y lo pone entre el pijama de Naruto que sigue gritando y pataleando para que den media vuelta, van en la dirección equivocada, porque ahí no está mamá.

r13;Escucha Naruto, tengo que ponerte en un bote, yo regresare por mamá r13;Naruto deja de gritar, lagrimas cayéndole del mentón y mira directamente a papá, está asustado, de los gritos, de la gente, de la noche y la oscuridad r13;. Tenemos que encontrar un bote para que estés ahí. Ves el reloj que acabo de guardarte en el bolsillo. Es el que tiene la brújula, ¿recuerdas como se usa? r13;Naruto asiente, cejas enarcadas y gansa de vomitar incluidas r13;Bien, ella te guiara a casa, solo tienes que seguir el norte.

Minato habla corriendo con su vida entre las manos hacia uno de los últimos botes lleno de mujeres y niños. Se cuela delante de una pareja de enamorados que no ha dejado de abrazarse y un par de hombres mayores sentados en el suelo que tienen la mirada puesta en el cielo, Naruto trata de mirar también, como es que las estrellas brillan más de lo usual.

Hay un marino comprimiendo a la gente del bote, creando espacio donde no existe, tiene una potente voz y le falta un ojo. Es grande, más que papá, no le gusta.

r13;Aun hay espacio, apresúrese y deje al niño.

Naruto se aferra hasta el último segundo en que sus pies tocan la base del pequeño barco. Está paralizado del terror. Una mano le toma de los hombros y le presiona para que se siente.

r13;Papá…

r13;Tienes que obedecer lo que el marino diga, todo estará bien Naruto. Te quiero.

Y duele, la mirada, la voz desgarrándose a medida que el bote va bajando y es él quien ayuda a tirar de las cuerdas para que llegue a salvo junto a los demás que ya navegan en alta mar, la lámpara de petróleo se enciende y entonces Naruto se convierte en una luz mas que se aleja de la muerte. Minato resbala con lentitud, respira hondo y regresa sobre sus pasos, tiene que ir con Kushina, porque la regla de un navío así lo dice, mujeres, dadoras de vida y niños, el futuro del mundo, primero y si ya no hay mas botes para los hombres, repliéguense que han salvado ya lo único que era valioso en su vidas y no son ellos mismo.

Minato corre a través de la cubierta para llegar junto a Kushina al nivel de los camarotes.

Naruto puede ver como hay una explosión, una tras otras, como las llamas son grandes demonios que devoran cada espacio de aquel lugar en donde antes durmiera tranquilamente. Naruto ve al barco hundirse junto a sus padres y él grita, grita para que mamá llegue y le despierte de la pesadilla.

Uno a uno fueron muriendo, cayeron como moscas y fueron aventados al océano. Estaban a la deriva. Fueron días, tal vez una semana entera bebiendo sorbos de agua dulce restringida y  pedazos de comida que se agotaba. Solo quedaban dos niños más que él, un par de hermanas de 15 años y

El marino. Naruto solía acurrucarse con la chica de cabello corto y piel tostada, ella era de la india y entendía un poco de inglés, le adopto desde el primer momento en que se dieron cuenta que no tenían idea del rumbo. Naruto le dio entonces la brújula que tenia con él pero fue inútil.

Parecía que el mar nunca iba a terminar, en cambio sus vidas percibían la brecha final. Y a Naruto no le sonaba tan mal, porque quería ver a mamá y a papá. La chica de la india, llamada Fuu le contaba historias para mantenerle despierto, para animarle un poco para distráele de la punzada que le latía continuamente en el pecho.

Ese día, el marino no despertó, al siguiente un barco con extraños símbolos les encontró. Habían llegado a Japón. Al parecer la brújula y el capitán de ese pequeño barco de refugiados los había guiado a la esperanza. Naruto murmuro un gracias cuando los pequeños hombres de ojos rasgados se llevaron el cuerpo para incinerarlo junto a todos los demás barcos que les habían seguido pero que tuvieron entre 2 o 3 sobrevivientes de los 45 pasajeros originales.

Naruto miro el mar como se mira una tumba, con respeto, con aprensión y mucho miedo.

Nadie hizo nada por los extranjeros recatados la semana siguiente, Japón que no había navegado hacia la india se vio incapacitado para regresar a los de esa nación hasta su país, en cambio con Inglaterra mando a llamar un barco para que ellos pudieran regresar. Naruto vio a Fuu sonreír resignada, apoyando su espalda contra la cabaña de palma que había sido su refugio temporal en un lugar donde la lengua y los símbolos son extraños y no se encuentra una forma viable de sobrevivir.

r13;No voy a dejarte.

r13;Naruto, tienes que volver a tu casa, debe de ser un caos, si es verdad lo que dices sobre tu apellido muy seguramente ahora eres un pequeño heredero, no estarás solo te queda la familia de tu madre, seguro ellos te cuidaran muy bien.

r13;No, yo me quedo contigo.

r13;Naruto r13;Suspiro ella, que había sido tan positiva, que había mantenido vivo no solo a Naruto sino a los otros dos niños ingleses que dormían acurrucados a su lado, la más grande tenía 8 el otro 7, el rubio era él más pequeño. Pero también el más terco y el que las pesadillas hacían a los otros comprimirse en abrazos. Le acaricio la cabeza que volvía reposarle en el regazo, casi era media noche, el barco llegaría en dos días r13;. Puedes volver a tu hogar, y tienes que acompañarlos r13;Hablo señalando a los otros dos niños ya dormidos.

r13;No quiero, no voy a dejarte, no lo hare.

Naruto se abrazo a su estomago, cayo rendido ante las caricias en sus cabellos y a la sensación de que su voluntad se había impuesto para Fuu, ella había callado temerosa en que la voz se le rompiera ante ese rubio que se aferraba a ella y buscaba protegerle para que no quedara sola.

r13;Si tan solo todo fuera más fácil.

r13;Puede serlo.

La voz cerca de ella le tenso, ya que esa cabaña solo podían estar los refugiados, dos madres que abanicaban a los demás niños y ella. Así que no dudo en tomar la pequeña navaja que guardaba bajo la almohada, no era la primera vez que alguien se colaba al refugio de los extranjeros e intentaba o robar un niño o a alguna mujer. Ellas no tenían hombres que les defendieran por eso todas habían aprendido a protegerse a las malas.

r13;Parece que entiendes y hablas bien nuestro idioma. r13;Murmuro para ganar algo de tiempo, y retirar a Naruto y ponerlo tras de ella, las otras dos madres ya se habían puesto en pie.

r13;Yo no estaría tan seguro sobre que este es tu idioma, no pareces inglesa, al menos  que seas una sirvienta. O seas de la india.

r13;No sabía que ustedes también clasificaban por el color de piel.

r13;No lo hacemos, simplemente me pareció inapropiado que te refirieras a esta idioma como el tuyo, según tengo entendido ustedes son parte del reino inglés, pero no son ellos como tal.

r13;Cierto r13;. Le dio la razón r13;. Al igual que tú no perteneces a esta cabaña

r13;Vengo a ofrecerles a aquellas que se quedaran una opción para ganar dinero. La comida ha subido de valor, y no es fácil mantener a los niños.

Fuu entrecerró los ojos, desconfianza naciéndole en cada poro de la piel.

r13;Te escuchamos r13;hablo una de las madres dándole una rápida mirada a la delgadez de sus gemelos.

Fuu apretó mas la navaja entre su puño, de verdad nada sería fácil.

Fuu desapareció el día en que el barco llego, Naruto recorrió todo los lugares que conocía buscándola, no porque fuera irse, sino porque no era normal que ella desapareciera a esas horas de la mañana, de hecho ninguna de las madres estaban ni ellas ni los otros niños de descendencia hindú. Así que se escondió en el bosque hasta que el barco se fuera, si tan solo no hubiese encontrado ese templo, si no se hubiese arrastrado bajo el suelo y quedado dormido por el calor.

Si tan solo ella no hubiera gritado tanto, Naruto jamás hubiese visto como es que un hombre de esa aldea en la que vivían la comprimía contra el tronco de un árbol. Fuu daba movimientos erráticos con los ojos cerrados y ruidos extraños que se convertían en gritos, y no solo era ella, ahí estaban las otras madres, con el día a punto de volverse anochecer y con la mirada de Naruto transformándose ante esa vorágine de hombres moviéndose sobre las mujeres.

Naruto se cubrió la boca con miedo de que uno de ellos lo notara, de que lo tumbara en el suelo y clavara en él esa cosa que parecía hacer sufrir tanto a Fuu y a las demás, se abrazo a sí mismo y espero a que todo terminara, que el sol saliera y los hombres se fueran para poder acercarse a Fuu y curarle las heridas.

Fuu desapareció un mes después, mientras que él era el único niño ingles en la aldea que se escondía en esa cabaña en donde llegaban hombres todos los días. Fuu casi pierde la razón cuando lo encontró recostado en el suelo y el barco a millas náuticas de vuelta a Inglaterra, le grito y lloro para después abrazarle y convertirse en algo muy parecido a su hermana mayor.

Lo alimento, le compro un poco de ropa y lo abrazado mientras dormía. Lo mandaba a jugar durante el día mientras ella y las otras madres permanecían en las cabañas recibiendo y despidiendo a extraños hombres, viajeros, viejos de las montañas y aldea vecinas. Siempre los mismos ruidos, siempre ese gesto como si cada paso doliera, las marcas rojas, las mejillas inflamadas y las ojeras bajo sus ojos.

Fuu solo parecía tener un poco de alegría cuando tenía a Naruto cerca de ella. Pero ya no estaba, se la habían llevado y Naruto había quedado de nuevo con la sensación de la perdida, con las pesadillas y la soledad haciéndole un hueco. Cumplió 7 años escondido bajo el piso del templo del bosque, dibujando con sus deditos un pastel en la tierra y soplando el polvo de unas velas que jamás se volvieron a encender

Fue una casualidad cuando él se encontraba de pie a la orilla del mar, con ese aspecto desnutrido y cabello largo. Tenía la brújula en su mano, su mirada puesta en el norte, sus pies se adentraban al mar, a ese de olas altas que la tarde traía y que recibe a la luna con fuerza de corrientes marinas y almejas, el agua le llegaba a la cintura cuando alguien lo tomo. Él giro para ver a un anciano de cabellos largos y ojos surcados de arrugas.

r13;Tu debes ser el extranjero ingles de Fuu. r13;Naruto no respondió, húmedo y con los ojos muertos. Parecía un cadáver entre los brazos de un hombre demasiado alto para lo que el rubio había visto de los otros habitantes de la aldea r13;Mi nombre es Hashirama, he venido para llevarte con Fuu.

r13; ¿Ella…ella está bien?

r13;Oh así que si podemos hablar r13;. Rió es viejo estruendosamente, mientras seguía cargando a Naruto como un peso muerto r13;Ha sido difícil  encontrarte que lo sepas.

r13;Oye viejo, ¿quién eres?

El hombre volvió a reír con su largo cabello blanco ondeando y las líneas alrededor de la boca marcándose más.

r13;Con que viejo, supongo que lo estoy r13;. Dijo mientras se sobaba la barbilla r13;Soy Hashirama Senju y desde hoy hasta que lleguemos a Tokio eres mi responsabilidad.

r13; ¿Tokio?

r13;Seguro Tsunade querrá de mis reservas especiales de sake cuando te vea r13;murmuro para sí mismo, miro al niño que se mantenía callado cuando de pronto el hipeo se hizo presente r13; oye, no llores, tu amada Fuu espera por ti.

Naruto asintió apretando los labios y limpiándose la nariz, su brújula seguía apuntando al norte.

El distrito rojo lo recibió con el cabello largo envuelto en una coleta y con un kimono en lugar de su camiseta y viejos pantalones. Entro de la mano del viejo Hashirama, el mismo que se les había arreglado para hacerlo pasar por su nieto, cambiándole el apellido y diciendo que era mitad ingles y mitad japonés. Nadie discutió con uno de los hombres que era dueño de la casa de té de Konoha, quien tenía conocidos nobles y de la casa imperial, con sus bellas chicas y sus andróginos chicos, bien educados, que entretenían en las fiestas, eran la adicción de muchos líderes de los demás distritos.

Habían pasado dos años  entre ese viaje desde la parte sur de la isla de Japón hasta llegar al epicentro, su última parada fue para comer dangos en el camino entre Kioto y Tokio. Naruto se había vuelto un aficionado a los dulces y al té verde. Ahora tenía 9 y crecía como una espiga, su semblante de infante se iba perdiendo para darle paso a las formas impúberes que atraía una que otra mirada y que hacía que Hashirama golpeara a más gente de lo usual.

Naruto se había vuelto su protegido y recelaba a todo aquel, que no fuera una mujer curiosa que se acercara al rubio. Lo miro, con sus pequeños pies que no se terminaban de acostumbrar a los getas y el kimono que se entreabría a cada paso, se detuvieron en las grandes puertas del distrito, solo para que el par de guardias encargados reconocieran al fundador de Konoha y se apartaran raudos de su camino.

r13;Oye viejo, ¿tú crees que tengan dulces a donde vamos?

r13;Lo que espero que tengan es una gran botella de sake, porque esta batalla será dura r13; dio un suspiro de cansancio, a Tsunade no le hacía nada de gracia tener un niño en la casa, la mujer se había puesto en contra desde la primera carta. Él había enviado como compensación una de sus botellas más añejas de licor. A la tercera carta Tsunade hablo algo sobre una prueba a una segunda botella y de tener espacio en el desván.

Esa nieta suya adicta al juego, y al alcohol era tan simple. A veces Hashirama se arrepentía de haberle enseñado el placer de ganar en las apuestas y a reconocer un buen alcohol cuando se tiene entre las manos.

r13;Me pregunto si Fuu me reconocerá r13; Naruto tenía puesto una ligera capa de maquillaje, con los ojos delineados en negro y la boca en forma de corazón coloreada de un rojo carmín escandaloso, Hashirama la había hecho pasar por una niña, una que tomaría las clases de geisha en la escuela de shikomi del sector, con su largo cabello rubio recogido y el improvisado kimono comprado en Kioto. Había tardado horas en encontrar alguien que le bañara y vistiera, para convertirla en una pequeña de rasgos exóticos que vendería muy bien.

r13;Lo hará, lo hará. Ella habla de ti en sus cartas, ¿que no las he leído siempre para ti Naruto?

r13;Bueno, eres un viejo borracho que se le olvida que no hablo tu idioma y me las lees como si entendiera.

r13;Solo fue una vez, ya deberías perdonarme. r13;sonrió con circunstancia ante esa noche donde Naruto parecía un artefacto de buena suerte y la bebida fluía como el agua. Si tan solo pudiera recordar más de aquello, y no solo los gritos disgustados del rubio ante su mala manera de leerle las cartas de Fuu mientras le golpeaba con el futon.

r13;Jamás tebayo.

Hashirama se rasco la cabeza y tomo aire, Naruto se había vuelto un niño que le cuidaba de carácter explosivo e imprudente, con esa valentía adquirida de un sobreviviente, y con esos ojos que le gritaban al mundo que no lo vencería.

Cuando llegaron hasta la puerta de Konoha, Naruto se instaló frente a él. Las campanas sonaron y un pequeño cerdito salió disparado casi derribándolos, tras de el Shizune corría agitada y con cara de preocupación, un grito desde el segundo piso y Hashirama lo supo, que había llegado en el peor momento posible. Shizune había vuelto a esconder el licor.

Olía a hierbas, Fuu olía a hierbas, a esas de un prado silvestre, tenía el aroma impregnado en la piel, su piel era más pálida de lo que Naruto podía recordar y su cabello castaño había desaparecido, tenía algo que parecía un velo sobre su cabeza y le costaba mantener los ojos abiertos, estiro su mano para acariciarle la mejilla.

r13;Te estado esperando.

Naruto se sentó a cuclillas junto a ella, que permanecía recostada, Hashirama hablaba con Tsunade en el corredor, algo sobre una enfermedad y que ella estaba desahuciada, “debería de haber muerto hace semanas” dijo la mujer cruzando los brazos a la altura de sus pechos, Hashirama asintió, dándole una rápida mirada a ese cuadro donde Naruto ponía su cabeza sobre el pecho de ella e imitaba el latir del corazón mientras comenzaba a contarle todo lo que había visto durante su viaje para llegar ahí.

r13;Hice el tiempo que me pareció preciso para que el golpe fuera menos fuerte para Naruto, yo también desafié a la muerte, para que se la llevara antes de que nosotros llegáramos.

r13;Algunas chicas hacen turno durante el día, y las que tienen sus descansos duermen con ella por las noches, todas han estado esperando a que los ojos de Fuu no se abran más, que deje de sufrir y descanse al fin.

r13;Naruto parece ser más que solo el sobreviviente de la misma barca. r13;Miro como el rubio la abrazaba, como parecía tener miedo a dejar de hablar, a que la mano sobre su cabeza se fuera r13; Creo que lo volvió su faro de luz.

r13;Ese niño, debió de haber zarpado cuando el barco de Inglaterra recogió a los refugiados. Niño idiota

r13;Tal vez, pero… r13;Hashirama presto atención a la forma en que las manitas de Naruto se aferraban a Fuu, apretándose contra ella, las lagrimas ya le corrían por las mejillas r13; El destino es algo curioso Tsunade, en nuestras vidas jamás entran las personas equivocadas, las cosas no suceden por error y mucho menos nuestras decisiones tienen un parámetro de éxito. La vida es así, dura y curiosa.

Tsunade vio a ese niño, que solo sabia algunas palabras básicas de japonés y que ahora estaba tirado en suelo junto a Fuu obligándola, sin saberlo, a mantenerse ahí más de lo que era propicio.

Fuu murió recostada sobre las piernas de Naruto, que cantaba” estrellita ¿donde estas?”, con la voz quebrada y los ojos fuertemente cerrados.

r13;Quiero tomar el lugar de Fuu.

r13; ¿Ah? ¿Qué clase de tonterías dices Sutorenjā*? Eso es imposible, solo eres un mocoso.

r13;Mi nombre es Naruto Oba-san, Naruto. Y no es ninguna tontería, quiero hacerlo.

r13; ¿Acaso tienes una idea de en donde estas? r13;Tsunade señalo el lugar, esa pequeña habitación que fundía como su despacho. Tenía solo un día que habían incinerado a Fuu y ese mocoso llegaba a primera hora de la mañana para incordiarle como si no fuese suficiente con su reseca y una enfurecida Shizune dándole un sermón sobre su promesa de no beber más de dos veces en la semana.

Aunque, esto jamás lo admitirá en voz alta, ella también se había encariñado con Fuu y su tenacidad para mantener el trabajo en las mejores condiciones, ayudando con la comida y la limpieza, a  veces siendo su cómplice para conseguir sake u obteniendo descuentos para la carne. Tomo mucho aire, inflando su pecho y  exhalándolo de un solo golpe. Naruto quien llevaba una semana ahí, con el mismo kimono y el cabello desarreglado quería poner a funcionar a ese pequeño mundo que había perdido una tuerca, peor aún, quería remplazar dicha tuerca. Ella simplemente no lo permitiría.

No ahí, en esa fachada de casa de té que no era otra cosa que la forma más refinada de llamarle a un prostíbulo. Es cierto que contaba con dos chicos, chicos que habían llegado en condiciones de entender que era lo que harían ahí y el porqué lo hacían. No mocosos de 9 años que creen que la vida no les derribara más de lo que ya ha hecho.

Naruto se mantuvo firme frente a ella, sin responder a su pregunta.

r13;Mi abuelo dijo que podría hacerse cargo de ti, él parece necesitarte mas, vuelve a esa aldea niño, tu lugar no es aquí.r13;Tsunade se masajeo el puente de la nariz, demasiado irritada como para lidiar con la terquedad de Naruto.

r13;Oba-san yo lo sé. Lo que pasa aquí lo sé.

Tsunade levanto el rostro, sintiendo que una vena que le iba estallar, no solo por esa forma que Naruto había tomado para llamarle, sino también por las miles de imágenes que vinieron en su cabeza, imaginando la forma en la que Naruto a su edad podía entender lo que sucedía ahí, tenía que decírselo al abuelo, esto no era normal, no para un niño extranjero que no debería ni siquiera saber qué es lo que "ero” significa. Después se sintió ingenua, Naruto había estado ahí durante 3 años, sería estúpido que no hubiese intentado aprender el idioma, tal vez fue así, escuchando que Naruto lo supo.

r13;Lo vi en la aldea. r13;Dijo para el desencanto de la mujer que quiso dejar caer su cabeza contra la mesa y cubrir sus oídos, no quería escuchar mas r13;Oba-san, lo que tú no entiendes es que yo ya no tengo nada que perder.

r13;Por supuesto que no lo tienes mocoso de mierda, ¿y sabes por qué? Porque no has trabajado por conseguir nada. Tienes solo 9 años, tienes mucho futuro como para dejarlo aquí. Ahora vete r13;Tsunade sacudió su mano, echándole r13; ha sido una larga noche para ambos.

Naruto le miro directamente y ella sintió un escalofrió recórrele la columna, apretó los labios confundida.

r13;No me daré por vencido Oba-san

El sonido de la puerta cerrándose y un mal presentimiento dejaron a Tsunade con una de las primeras migrañas que Naruto tendría el honor de sustentarle.

Hashirama se despidió 6 meses después, cuando la frente de Tsunade reflejaba la derrota y Naruto tenía una de las más grandes sonrisas, empezaría su adiestramiento en la escuela de shikomi del sector, Hashirama había accedido tras el decimo intento de Naruto, donde le aseguraba que ese era el camino que había escogido  y que no se retractaría de su palabra. Argumentando que tenía una deuda con Fuu y una promesa que cumplir.

r13;La brújula de papá me guio hasta aquí r13;Le dijo, sacando el reloj con doble compartimiento y mostrando como la aguja marcaba hacia el norte en dirección en la que él estaba. Hashirama le observo con cuidado, nunca había visto una r13;. Gracias por enseñarme lo básico del idioma, espero poder entender la mayoría de las cosas

r13;Lo harás bien Naruto, además Tsunade te enseñara cuando no entiendas algo. ¿Cierto?

La mujer le dio una mala mirada antes de asentir ante el codazo en sus costillas por parte de Shizune.

r13;Vendré a verte cada año, recuerda que este es el camino que has elegido.

Naruto asintió. Brincando para darle un gran abrazo.

Hashirama salió del distrito rojo, sintiendo que dejaba otro nieto a parte de Tsunade en el lugar, y con ese presentimiento de que Naruto se volvería algo muy grande.

r13;Tal vez Fuu no querrás lo que él ha escogido pero veamos qué es lo que sucede, después de todo, Naruto es un milagro por sí solo.

Naruto vistió un kimono de Kioto e hizo que la misma mujer que lo maquillara cuando era un niño le vistiera y arreglara de nuevo, solo para recorrer el camino que lo llevaría hasta esa casa en la que había vivido junto a Hashirama. Con sus 15 años recién cumplidos y con esa facilidad que ahora las getas le proporcionaban para correr, porque si él viejo pensaba que morirse era una excusa para no verle ese año, el mismo iría a visitarle hasta su tumba para decirle, que lo estaba haciendo bien.

Ese mismo año, Naruto vio por primera vez a Sasuke, a través de los barrotes rojos que se usaban como protección de ese aparador que exhibía a los habitante de Konoha pero que en ese momento solo estaba para él, quien esperaba paciente a que su  comprador llegase, sentía el sudor recórrele la espalda y el estomago hecho un nudo porque no quería al cuatro ojos de Ebisu ni al siempre enfermo Hayato, así que oró, tal como le había enseñado su madre a ese ángel de la guarda que a veces parecía desentenderse del trabajo con él para que ninguno de esos dos hombres fuera a quien le daría su mizuge*,respiro profundo, no podía perder la calma había trabajado años por eso, sacudió la cabeza y miro su reflejo en uno de los charcos de agua que había dejado la lluvia, tenía los ojos delineados de rojo y escondía su boca tras un abanico de papel. Sintió una presencia y alzo el rostro.

Sus ojos se encontraron contra un negro profundo y simplemente lo supo, fue Naruto quien camino para acercarse todo lo que pudo, las manos de Sasuke envolvieron los barrotes y se quedo ahí, antes de dar la vuelta y entrar por la puerta principal.

Sasuke fue su primer cliente, ese que le compro como ceremonia de iniciación.

La puerta del cobertizo se abre, y él da un respingo porque han pasado más de una hora desde que Hinata saliera y fuese atrapada. Y él se quedo ahí, tal vez sabiendo que ese era el fin. Regresaría a Tokio, al okiya con fachada de casa de té, compraría una gran botella de sake para Tsunade y unos dangos para dejar en la tumba del viejo Hashirama. También tendría que invitar a Jiraiya a algún osen cercano, ese viejo pervertido y su documentación que no engañaba a nadie. Sonrió apenas, sintiendo que volver a casa no estaba tan mal.

Saco la brújula de entre sus ropas, jamás la dejaba, era como llevar a sus padres con él así que no podría guardarla en algún cajón o abandonarle. Era parte de él. La apretó entre sus manos y espero.

No se levanto cuando la figura de Sasuke camino hasta él, que estaba sentado en el suelo, abrazando sus piernas. Sería entonces él, ese por quien había viajado, el mismo que le pediría que se fuera.

r13;Debí suponer que no podrías evitar involucrarte en algún punto. No sé lo que pretendes pero has cruzado la línea Naruto.

r13; ¿Cómo está Hinata? r13;Naruto no elevo el rostro, con sus ojos descansado en ese reloj-brújula

r13;Rumbo a la mansión Hyuga con Neji r13;Sasuke espero por una reacción al mencionar el nombre del primo de su esposa, no la hubo.

r13;Ya veo.

r13;No debiste ocultarla. r13;Sasuke se cruzo de brazos, tal parecía que Naruto no le daría la cara

r13;He aprendido a conocer a Itachi, es como un águila, siempre sobre volando por sobre tu cabeza, atento a cazar a las presas y deshacerse de los enemigos. Pensé que si sabía que Hinata había perdido el control eso lo pondría en alerta.

Sasuke permaneció en silencio ante las palabras del rubio. Se había encogido un poco más, como si le fuera difícil el ponerse en pie, con su ropa sucia y los pies manchados de lodo seco. Sus manos inflamadas delataban ser un ayudante en la faena de Hinata por arrancar cada flor del jardín. ¿Por qué le había ayudado, que era lo que quería lograr con ello? Sasuke no encontraba la lógica en su actuar.

r13;Recogeré mis pertenencias en un momento

Sasuke frunció el entrecejo ante lo dicho ¿acaso Naruto sabía que iba a echarle de la mansión y ese había sido un último golpe? Pero ¿un golpe para quien exactamente? Para hacer que Neji se fuera y no tuviese que despedirse de él, eso sonaba coherente dentro de su cabeza pero perdía valor cuando lo contraponía en que Naruto no sabía las decisiones que Itachi y él tomarían cuando Hinata había dicho que quería tomarse unos días para visitar a su familia y se disculpaba por la forma intrépida en la que había actuado al querer remodelar el jardín.

Pidió llevarse a Kenshi, Sasuke se lo negó y a cambio le dio a Neji para que le cuidara y le protegiera rumbo a la mansión Hyuga, además de que dudaba seriamente de que su esposa se prestara para algún plan de un sirviente mucho menos de Naruto con quien apenas y si había cruzado palabra, todo era tan irreal.

r13;Yo no te estoy diciendo que puedas irte r13;Sasuke apretó sus manos contra sus antebrazos,  ¿Qué diablos había dicho?, ese no era el plan. Naruto entonces alzo el rostro. r13;Sin Neji aquí, necesito que te hagas cargo de Kenshi.

r13;Eso me vuelve entonces en el niñero de tu hijo y en intérprete de tu cliente, ¿Itachi está de acuerdo con tu decisión?

r13;Comencemos de nuevo Naruto, así que déjame recordarte que el señor de esta mansión soy yo, no necesito la aprobación de Itachi, en segundo tu lo has dicho se trata de mi hijo y de mi futuro socio y lo has hecho bien hasta ahora, así que levántate y límpiate, mi hermano tiene que salir y tú tienes que hacerte cargo de Kenshi.

Naruto lo vio unos momentos como si ese frente a él no fuera Sasuke sino una versión muy bizarra que volvía hablarle directamente después de tanto tiempo en un lenguaje nuevo y desconocido. Cuidar a su hijo, hacerse cargo de su socio, como si fuera una esposa que tiene que complacerle, porque por supuesto ahora Hinata no estaba y se había llevado a Neji con ella. Tan irónico. Sonrió casi con burla, si Sasuke supiera cuento tiempo es el que estuvo esperando para poder obtener esa atención de él sobre su persona, si tan solo tuviese una idea de cuánto es que había imaginado como seria su reencuentro y que ellos no había ni esposa ni hijo.

r13;Hey Sasuke, ¿estás hablando en serio, tebayo? 

r13;Yo no bromeo con nada que conlleve a mi hijo. r13; respondió serio y ahora si Naruto se rio.

Porque el viejo Hashirama lo había dicho, el destino es algo muy curioso.

Sasuke le observo no entendiendo cual era el motivo por el que ahora Naruto parecía estar retomando ese brillo que había visto en él la primera vez, notando como es que la preciada brújula de Naruto apuntaba al norte, justo en el lugar en el que estaba.

 

Sutorenjā* forastero o extranjero

Shikomi* cuando se alcanzaba la edad de 15 años, la chica ésta era ascendida a ser maiko, que es la que antecede a la Geisha. Éste es el día más importante y especial, y se realiza una ceremonia preparatoria para su nombramiento.

Mizuge*Cuando su okaasan considera que ya es el momento, la maiko pasa a una nueva ceremonia que se denomina Mizuage. Ésta consistía en la desfloración de la joven maiko, o la venta de su virginidad, y marcaba su paso de ser considerada una niña a ser vista como una joven mujer. A veces el que ofrecía dinero por una maiko, luego se convertía en su danna, es decir en su protector, aunque la palabra significa literalmente “marido”, pero no se casaban con las maikos, y la mayoría de estos dannas ya estaban casados.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).