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Distrito rojo. por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "Distrito rojo"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

RantingNC17

∞ Pareja: SasuNaru

∞ N/ANaruto no me pertenece. Todo es de su gran autor, Kishimoto-Sensei

∞ Resumen: Sasuke va ahí, entre esas casas escondidas y personas recluidas. Sasuke va ahí, para encontrarse con un rayo de sol, para que le besen las heridas y le cuiden el corazón. Sasuke va ahí, porque es Naruto quien le espera, tras biombos casi trasparentes y kimonos resbalándole por la piel.

 

 

What do you mean?
When you nod your head yes
But you wanna say no
What do you mean?
Hey yeah
When you don't want me to move
But you tell me to go
What do you mean?

Justin Bieber- What do you mean?

Aun puede verlo a través de los sueños, cuando los días han sido pesados entre jornadas bajo el sol de los sembradíos y papeles que revisar, que firmar, que aprobar. Cuando las noches son demasiado calurosas y el invierno parece no querer llegar, entre el canto de las cigarras y las secas brisas con sabor a sal.

El aliento le huele alcohol, y el cabello a hierbas, desliza sus manos por las clavículas, la piel blanca coloreada, casi bronceada, llena de tatuajes de viejos besos. Sasuke es como un terrón de azúcar que no terminar de derretirse dentro de una taza de café, cubos de pan que absorben la leche y luego se deshacen en migajas húmedas. Es calor contenido, un volcán a punto de estallar, sus manos siguen su recorrido entre los pectorales, y el vientre que comienza a crecer ante una vida sedentaria que se va comiendo de a poco su juventud, labrándolo como el líder de cabello gris y con el rostro surcado de arrugas en el que debe convertirse.

Pero en ese instante solo se reduce a testosterona acumulada en una erección, es anhelos y fantasías recluidas en un futon. Sasuke no sabe cuándo es que cruzo una línea de tiempo donde ya no se podía regresar, donde el único lugar que podía llamar hogar se le evaporo como humo de cigarrillo.

Sasuke se abre el yukata, rebusca entre el interior de las prendas más fina, se olvida de que es padre y señor; se instala el hombre que escapaba de sus deberes de estudio para irse hasta al otro lado del país, ahí en un distrito perdido de la capital, para colarse entre callejones, con el cabello ocultándole la cara, con el paraguas resguardándolo de la lluvia, con las lámparas de aceite encendidas guiándolo y los cantos de las geishas deleitando a grandes hacendados.

Llegaba casi al final de la línea fronteriza, entre lo rojo y viviendas unipersonales para trabajadores de mansiones. Tocaba la puerta solo una vez, firme, con el puño elevado y mentón bajo. Y era Shizune, que con una reverencia le conducida por los corredores de esa casa con fachada de té y de olor a opio.

Y él estaba ahí, sentado, terminando de arreglarse las flores en el cabello que le habían llegado como regalo en la tarde, frente al espejo, recién bañado pero con los labios manchados de una rápida cena servida demasiado tarde.

Naruto distaba mucho del niño de 16 que había visto tras rejas doradas, un extranjero que vendía su único activo para tener ingresos y sobrevivir ahí, en el país donde nace el sol y ve morir la tarde. Ese era rebelde, mal hablado y rabioso. En cambio el Naruto del kimono de un azul cobalto suave y con estampado de ramilletes de olivos, le miraba como si no existiera mayor cosa en el mundo que su sola presencia.

Ambos habían aprendido a enamorarse a lo largo de los años, en silencios, entre besos y ramen. Con visitas esporádicas y explorando el cuerpo ajeno. Sasuke sonríe ante la frustración dibujada en el mohín del rubio cuando el tulipán se resiste en quedar atapado entre las hebras de oro.

Hay cierta elegancia que el porte de Naruto cobra con un obi estrecho y broches sobre el cabello que le fascina en lo más profundo, como una delegada línea entre lo prohibido y lo bello que se oculta en la noche.

Sasuke hace un amago de cejas elevadas y levantamiento de comisuras de sus labios, entre medio del recuerdo y sus dedos recorriendo su miembro. El sabor de la saliva de Naruto, su piel cálida y áspera. La fuerza de sus brazos y su enorme sonrisa, la forma en la que mueve las piernas al caminar, o como los huesos de su cadera se marcan cuando esta recostado sobre su espalda.

Y cada uno de esos detalles va tomando contextura, su polla se alza, entre el yukata y el vello espeso, reclama atención y cuidado y Sasuke la sacude con desesperación, estrecha  su agarre e imagina los apretados nervios de la entrada del rubio, Sasuke abre las piernas y da embestidas al aire. Comienza a sudar, a volver a vivir, a jadear con la lengua de fuera y muerde su labio inferior.

Porque es Naruto abriéndose para él, es Naruto buscándole en la oscuridad, gimiendo, llorando, pidiendo más, acoplándose a su cuerpo, fundiéndose, son movimientos erráticos, contracciones, olor a semen y sudor. Es querer romperlo, y vaciarse en su interior.

No es solo Naruto cabalgándolo, mientras apoya sus manos sobre el ancho pecho lampiño para no resbalar. Son sus pupilas dilatas y el hilo de voz. Es el Tokio de sus recuerdos, el pasaje de una vida lejana y la esperanza rota.

Es Sasuke sacudiéndose en el futon, con la sangre cargada de sake, con la luna de Nagasaki observando, como es que el movimiento de su mano sobre su miembro aumenta, como aprieta los ojos y boquea cuando la implosión llega, Sasuke se derrama entre las ilusiones que duermen a solo unos pasos de su habitación y la cobardía que le mantiene recluido dentro de esas cuatro paredes.

Si cierra los ojos puede ver el rostro de Itachi asintiendo a sus peticiones egoísta en el despacho, puede sentirlo, como le rodea entre sus brazos y busca protegerlo de todo lo invisible que puede dañarlo, a Itachi, piensa Sasuke, a veces se le olvida cuanto es que puede lastimarse a sí mismo y que para eso no existe escudo o arma para defenderse.

Sasuke se duerme con la mente ligera saturada de alcohol y el post  orgasmo de haber hecho el amor con el recuerdo de un Naruto joven y lejano.

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Estación. 10

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Una emboscada, eso había sido una emboscada a toda regla. Hinata había entrado a esa casita de té que quedaba de paso, sosteniendo en alto la parte delantera de su kimono para moverse con más facilidad, y dejando que su largo cabello caiga sobre los costados de su rostro, tiene un andar lento, casi pesado, suele cerrar sus ojos por mas segundos de los que debería, como si intentase despertar de una pesadilla de la que no logra salir. Nunca resulta.

Se siente en la banca cerca del fuego, la mañana está un poco fría y la amable señora, dueña del lugar, le ha acomodado ahí, té recién hecho y caliente, le ha sonreído mientras le dice algo sobre tener onigiris en la cocina, Hinata acepta el ofrecimiento, mirada perdida y labios apretados. Sus manos están vendadas, su rostro muestra una fina capa de maquillaje pálido que busca esconderle el rasguño de la mejilla y la hinchazón de los ojos por haber llorado la noche entera.

Neji aun puede verla dentro de sus recuerdos, la forma en la que se comprimía ante el agarre que Sai mantenía sobre su hombro, mientras trataba de contestar solo lo que se le preguntaba, no daba información no requerida, desviaba la mirada y cambiaba su peso de un pie al otro. Era claro que estaba reprimiendo partes de esa historia que Itachi no terminaba por creerse.

La tensión era palpable dentro del despacho de su esposo, Sasuke aun no estaba dentro de esa comitiva que tenía como misión especial tratar de armar ese rompecabezas en el que ella estaba envuelta, ya que se hallaba lidiando con los gritos de Kenshi ante la terquedad de verla, Hinata había intentado salir dos veces para atender el llamado, pero nadie se lo había permitido. A cambio Itachi le puso su propia bata encima como un abrigo provisional ante el frio, la indecencia y la búsqueda de que el escudo le flaqueara y obtener un poco más de la verdad tras sus palabras, Itachi estaba limpiando el sendero por el cual su hermano pasaría.

Hinata trataba de asomarse un poco a través de las ventanas que daban a la parte trasera de la misión, en inútiles intentos por averiguar si Naruto seguía refugiado en el cobertizo o había sido descubierto, no quería envolverle con esos problemas extra maritales y a los que ella parecía incapaz de sortear.

Itachi le observo unos minutos antes de recargarse sobre el escritorio y llamar su atención. Hinata parpadeo ante el toque en su brazo por parte de Sai que le sonreía a pesar de las circunstancias, ella trato de corresponder el gesto pero no funciono, lo supo cuando Itachi cerró sus ojos con pesar y hablo, con esa voz que se tiene cuando se ha estado en vela y no se ha descansado lo suficiente.

r13;Te sugiero decir la verdad Hinata-chan r13;Dijo una octava más bajo que su voz normal r13;. Sasuke ha estado más irritado de lo normal, y no poder calmar a Kenshi de seguro le ha alterado los nervios. r13;Esta vez sus oscuros ojos colisionaron con las aguadas perlas de la chica que mordió el interior de su mejilla para no decir nada.

Unos toquidos en la puerta la hicieron dar un saltito, giro su rostro mirando cómo es que Yamato se introducía en la habitación y caminaba directo hasta Itachi, se inclino sobre el hermano mayor y susurro justo a la altura de su oído, Itachi solo asintió, antes de despedirle y darle una última orden.

r13;Repítele tus palabras al líder del clan 

r13;Entendido Itachi-dono

Y tras ello, desapareció tan sutil como había llegado, y Hinata se encontró respirando de forma más regular, no había sabido cuando los nervios se le habían enredado en los pulmones para mantenerla a unos segundos de un ataque de asfixia.

r13;Naruto tampoco ha aparecido r13;Itachi retoma la palabra, abandonando su sitio sobre la esquina del escritorio para rodearlo y sentarse en la gran silla dispuesta para su hermanor13; ¿Sabes que ha sido lo primero que he pensado? r13; Itachi endereza su espalda y cuadra sus hombros, él esta halando las esquinas de los pensamientos ocultos que nadie quiere decir pero que están rondando constantemente entre la imaginación de las personas r13;. Bueno, aunque tú debes de saber en qué he pensado, que es lo que un hombre imagina cuando su esposa y el sirviente desaparecen al mismo tiempo.

r13;Naruto no es un sirviente r13;murmura Hinata, sintiéndose demasiado pequeña para enfrentar la gran figura que Itachi le parece, pero con los rastros de una valentía que fue inyectada por el rubio, que le mantiene firme ante él y todo aquel que en ese instante esta en el despacho. No ha visto ni una sola vez a Neji a los ojos.

Él ha guardado las distancias de forma prudente, orbitando solo ante cada movimiento de Itachi, mismo que le ha ordenado permanecer en silencio y solo actuar si Hinata presenta signos de perder la calma, tiene ese poder hasta que Sasuke llegue, como una representación de familiar y guardián de Hinata. Neji piensa entonces lo débil que es si solo unas cuantas palabras de Itachi tienen la fuerza para impedirle siquiera ver a esa mujer que parece tan cansada.

Itachi, por su parte, le observa con los parpados caídos, como es que ella mantiene un escudo de brazos a la altura del pecho y la cabeza inclinada; ella está protegiendo algo, lo esconde lo más adentro que puede, y hay emoción naciendo en él ante ese descubrimiento.

r13;Interesante respuesta Hinata-chan, Sai r13; el aludido da un paso al frente, tal soldado acatando el llamado de su capitán r13; ve por Sasuke, no importa si tiene que traer a Kenshi con él

Sai sonríe en entendimiento, puede ver claramente el mensaje oculto de ese pedido, el castigo que no es más que una trampa a gran escala. Suelta con suavidad el hombro de la Hyuga y sale. Neji le da una mirada adusta, la sonrisa solo se le acentúa mas para horror del castaño que quiere ir tras él

r13;Regresemos entonces  a tu defensa Hinata-chan r13;. Itachi toma asiento en la silla acolchonada detrás del escritorio y apoya los antebrazos sobre este, mira el gesto nervioso reflejado en el rostro de Neji. Sospechoso r13;. Dime, ¿Por qué Naruto-Kun no es un sirviente?

Hinata se encoge un poco mas y es el instinto, tiene que ser eso se repite Neji en su cabeza, cuando se sitúa frente a la chica de forma defensiva.

r13;Itachi-sama r13;Interviene con un ligero temblor en la voz, manos apretadas en los constados y mandíbula tensa r13;. No creo que…

r13;No me obligues a hacer que te retires Neji, has hecho un buen trabajo todo es tiempo así que, evita arruinar tu única posibilidad de permanecer en la mansión.

Y Neji se da cuenta ene se instante, Itachi lo sabe, él siempre lo ha sabido y ahora simplemente está jugando con ellos, estirándoles los limites y acorralándoles. Naruto tenía razón, Itachi es como un halcón de caza sobre ambos. Baja la cabeza y asiente, retirándose con todas las fuerzas que tiene, hacia un lado, para dejar como un objetivo a tiro libre a su prima.

Itachi sonríe con complacencia.

r13;No profundizare en los detalles que me han llevado hasta esta conclusión, pero veo por tu reacción que estoy en lo correcto.

Tan pequeños e indefensos contra el guardián de la mansión Uchiha, están cayendo.

r13;Itachi-sama por favor no…

r13;Al igual que se r13;Itachi interrumpe una súplica que no está dispuesto a oír por parte de Neji r13;, que no ha pasado nada. Hinata-chan ha explotado el día de hoy y arrastrado a Naruto-Kun con ella, lo que me intriga es otra cuestión. Hinata-chan, ¿compartes el mismo pensamiento con Sasuke?

Hinata le observa, enterrando sus dedos en su sucio antebrazo, la ligereza de su voz que no delata algún sentimiento contradictorio junto a la sonrisa amable, es como si estuviera sostenida una conversación cotidiana. Itachi, su cuñado, que parece un padre más de su hijo, ese hombre que le guio los primeros meses en la mansión, que le dio las notas adecuadas para que tomara el lugar que antiguamente su esposa llevaba en esa residencia, quien le labro un camino, no por los lazos que ahora compartían, sino porque amaba tanto a Sasuke que facilitarle las cosas era una costumbre ya arraigada en ese hombre de mirada cansada.

Y es el mismo que habla de forma resuelta sobre el amor prohibido que pesa en su corazón, y que revolotea en el interior de ese despacho. Porque así es Itachi, manteniendo la calma en los momentos más tensos, como si sus sentimientos fuesen ramificaciones de su cuerpo de las cuales tiene el total control.

r13;Yo… r13;Tartamudea, clara señal de nervios y falsedad r13;No sé a qué se refiere. r13;Hinata con la cabeza gacha, y la mirada en el piso se oculta un poco más.

Itachi la mira fijamente, abandona su asiento y rodea el escritorio, camina lento, deja que cada paso suene sobre el tatami. Ella no se mueve y él se detiene justo a unos centímetros de su cuerpo. De esa chica que ha visto crecer como las temporadas de té, a la niña débil e indefensa que se reprime los deseos por el bienestar general. Una buena madre. Una buena esposa, protocolaria y diplomática, que ha sido lo suficientemente lista para mantener su lugar sin provocar que ninguna amante se cuele hasta la mansión.

Hay una constante lucha de poder entre ser la madre del heredero del clan y recordarle al mundo entero que también es una mujer.

Itachi se inclina, llevando su mano hasta el mentón de ella, eleva su rostro y puede ver la vedad en ese par de ojos de perla, ella no tiene ni idea que ha sido protegida por quien fuera una vez más que el amante de Sasuke, porque es obvio que Naruto ha estado con ella. Si solo Hinata pudiera hacerse de una idea, tal vez no lo defendería. No al enemigo que se ha colado por las debilidades de su defensa y que le dejo a un Sasuke perdido en el pasado. Pero ella no lo ha notado y él no va decírselo.

r13;Hinata-chan, si alguna vez piensas que en este mundo existe algo como la esperanza r13;. Le susurra tan bajo, que ella apenas si es capaz de oírle, con sus orbes clavados en el movimiento de los delgados labios r13;Tómala fuerte entre tus brazos porque puede que esa sea tu última oportunidad.

Hinata abre su boca, confundida, quiere preguntarle qué es lo que aquello significa. La puerta se abre entonces con un Sasuke un tanto despeinado y un Kenshi que hipea como un pollito perdido entre sus brazos. El pequeño suelta el llanto cuando enfoca a su madre. Itachi lo piensa, cuan cruel puede sr su hermano cuando es llevado a la línea límite, cuando se le empuja y presiona. Solo hay que verle, la cara de dolor contenido de Hinata que se debate entre acercarse a su hijo que estira sus pequeños brazos hacia ella o permanecer quieta, atenta a cualquier indicación que de Sasuke, como una señal de que puede acercarse.

Ambos se miran en silencio, y ella lo entiende, con todos esos años aprendiendo cada gesto, y movimiento de su esposo. Sasuke va expulsarla, no por su arrebato en el jardín, sino para darle el suficiente tiempo y espacio para que se recupere de su debilitamiento.

Le ha llevado a Kenshi para que se despida.

r13;Ten-Ten esta empacando tus cosas, ve a vestirte. Regresas a la mansión Hyuga

Ella asiente, quieta. Sasuke se acerca a ella y le entrega al niño, que se aferra a su cuello y llora más fuerte. Hinata esconde el rostro en el diminuto hombro de su hijo. Neji les ve, tratando de ocultar la alteración de su corazón y el miedo congelándole las extremidades. Teme que Sasuke este dejando a Hinata.

r13;Déjale ir conmigo r13;Hinata ruega, con la voz quebrada y sus ojos hinchados, las lagrimas ya le corren por el rostro. Esta asuntada. Kenshi que parece captar la esencia de la situación, aumenta la fuerza de su abrazo.

Sasuke suspira, y cierra los ojos ¿Cómo todo se salió tanto de control de un día para el otro? Ellos tenían un acuerdo, había co existido juntos por tanto tiempo que creyó que todo marcharía bien, que ambos estarían como un frente unido hasta que Kenshi fuese capaz de tomar las responsabilidades de heredar el clan. Quizás, simplemente olvido que Hinata alguna vez también tuvo sueños, y que esta no era más que la señal de que el dique que soportaba todas las apariencias de ellos como matrimonio no había resistido más y se había roto.

Cuando abrió los ojos y la vio ahí, como una mujer de apariencia pequeña y agotada, entendió que, ese era el turno de Hinata de vivir su propia utopía, para mantenerla viva. La mirada suplicante de Neji, aguardando fue un símbolo más de todo eso que se revelaba frente a él.

Así que tomando un poco de aire, y pensado en una disculpa para su hijo, lo dijo.

r13;Neji te acompañara r13;Y se acerco, para retirar a Kenshi de ella y entregárselo a Itachi. Hinata no se lo permitió. r13;Tienes que apresurarte r13;No quería ser rudo con ella, porque no se lo merecía, pero había algo oscuro expandiéndose en su pecho ante la resistencia que presentaba para darle al niño que se le estaba descontrolando

r13;Sasuke r13;Intento una última vez.

Pero él no contesta, es Neji quien le pone una mano sobre el hombro, es como la combinación de una caja fuerte y hace que sus brazos se abran para entregar a su hijo. Es Neji, también, quien la conduce fuera del despacho y es él mismo quien la ve encogerse mientras ella susurra con pesar “Naruto-Kun”

Neji sabe que, cuando regresen a la mansión, Naruto será un empleado más que trabajo para el honorable clan. Pero eso no se lo dirá a Hinata y su casi roto corazón.

El castaño sacude su cabeza, y camina por la misma dirección de la chica, saca un poco de dinero y paga dos tazas de té. Hinata se acomoda sobre la banquita de madera y le mira atenta, su largo cabello se desliza sobre su hombro izquierdo, sopla el caliente líquido antes de dar pequeños sorbos. La presencia a su lado, muy cerca, más de lo que recuerda haber estado en mucho tiempo le devuelve la mirada.

Hinata sonríe contra el borde de la taza, una mueca que es apenas visible pero que no pasa desapercibida para el otro, que de pronto siente que ese será un largo viaje en el que no quiere perder contra el demonio que le acelera el corazón y la confianza que Sasuke depósito en él. Ella en cambio por fin ha entendido las palabras de Itachi, y no dejara ir esa oportunidad.

Han pasado tan solo una semana y de pronto todo se siente muy diferente. Kenshi se pasa tirado sobre el tatami, rueda sobre su estomago y cierra sus ojos. El niño ha estado en un estado pasivo que ya comienza a preocuparle a Sasuke, si él intenta acercarse para preguntarle qué es lo que ocurre. Kenshi se cubrirá el rostro con sus manitas y se pondrá en cuclillas para no tener que enfrentarle ni para que le vea llorar. Hay algo sutil en el conocimiento que su hijo ha adquirido sobre la posición que él mantiene sobre las lágrimas fáciles.

O tal vez tenga que ver con la influencia de Itachi que ha usado el mismo método que Fugaku una vez dejara caer sobre ellos. Ha tomado a su sobrino al séptimo día entre sus brazos y lo ha llevado hasta lo que era el jardín, hay tres girasoles y un brote de Ikebana que llegaron a salvarse del destierro hecho por Hinata. Lo sienta sobre sus piernas, pegando la pequeña espaldita a su ancho pecho, lo envuelve como si fuese un regalo y se inclina, para susurrarle tranquilamente al oído que un hombre solamente llora tres veces en su vida.

r13; ¿Tres? r13;Kenshi pone su manita frente a sus ojos y va levantando un dedo mientras cuenta mentalmente. Cuando tiene 3, frunce el ceño. Porque no sabe porque son tan poquitas.

r13;Si, es una medida para que las lagrimas no se te acaben. r13;Kenshi entonces hecha su cabeza hacia atrás, para verle. Tiene toda la atención del niño sobre su persona. Itachi le sonríe casi sin querer, perdiéndose en esos ojos perlas.

r13; ¿Puedes quedarte sin lágrimas? r13;Kenshi parpadea, confuso. Ladea su cabeza y la recarga sobre el antebrazo del mayor.

r13;Si las utilizas todas. Si. Además Kenshi-Chan es un pequeño hombre es por eso que solo puede llorar 3 veces. r13;Itachi toma una profunda respiración. Kenshi se revuelve ante el sutil movimiento. r13;La primera es cuando naces. Debes de darle la bienvenida al mundo fuerte y claro, para que sepa que ya estás aquí. Tú lo hiciste bien si me lo preguntas.

r13;Mamá dice que fui un buen bebé r13;Replica, algo molesto porque las palabras de su tío suenan mucho a burla y poco a su tono de explicación.

r13;Si, ella tiene razón. Lo fuiste r13;Itachi le palmea la cabeza, revolviendo sus cabellos para calmar sus ánimos. Kenshi ha estado más sensible de lo normal. Y aunque la razón es obvia, no es un tema que a él le corresponda tocar. r13;La segunda es cuando tus padres fallecen. r13;Lo sintió, ese pequeño respingo del menor. Kenshi había aprendido sobre la muerte al perder a su primer cachorro por una enfermedad, había estado días sin comer después de ello, y no había querido otra mascota. Así que fue fácil para el pequeño entender la insinuación que le deba. Cerró sus ojos y se retrajo sobre sí mismo. La voluntad de continuar con esa conversación se tambaleo en él. r13;La tercera r13; un suspiro más largo y encontró su voz. r13;Es si tu nación perece. Son tres grandes cosas, así que debes de ser cuidadoso de no quedarte sin lágrimas si eso llega a pasar.

r13; ¿Tío Itachi se quedo sin lágrimas cuando la tía y Shisui- Niichan perecieron?

Itachi le miro atento, Kenshi lo sabía, de seguro se había colado en una habitación mientras mantenía conversaciones con Sasuke sobre lo que alguna vez fue esa familia que él tuvo por unos cuantos meses, ella no soporto el embarazo y él supo lo que pasaría aun antes de nunca escuchar el llanto de su bebe al llegar al mundo. Trato de mantener su rostro sereno ante la sensación de desarme que la infantil voz le provocaba. Tal vez se había adelantado a hablar sobre pequeñas cosas que la mente de Kenshi aun no podía discernir y ese era su castigo por querer adelantarse a una etapa, sin embargo, bajo su mirada al pecho, no tenía demasiado tiempo como para esperar pacientemente que la naturaleza hiciera su trabajo. Ya no.

r13;No lo sé. r13;Le susurro, estrechándolo más fuerte. Kenshi soltó un gemido ahogado ante la fuerza aplicada. E Itachi decidió dar por terminada esa conversación r13;Ahora, quieres decirme ¿Por qué te escondes de papá?

r13;Yo no me escondo, solo no quiero ver a papá.

Itachi apretó los labios, sabía la razón, aun así pregunto.

r13;Pero Kenshi-chan quiere mucho a papá, ¿no estarías triste si ya no lo puedes ver más?

r13;Papá, él hizo que mamá ya no este, Neji-niichan tampoco esta. Quiero a mamá, quiero ver a mamá. Así que si no veo a papá tal vez pueda ver a mamá.

Itachi estuvo tentarlo a decirle que ese método no funcionaria, no podía intercambiar a Sasuke por Hinata, pero recordó una vez más que ese tema no lo concernía. Tal vez fue por eso que en ese momento encontró oportuno que Naruto estuviese cerca, sentado en una de las bancas del jardín ayudando a Gaara con algunas palabras en japonés. Una salida de escape que parecía funcionar muy bien en esos últimos días.

r13;Naruto-Kun r13;llamo tan alto como pudo, sintiendo como el pequeño alzaba su cabeza buscando al rubio, como un pollito. Sonrió con tristeza, esto se estaba saliendo de control.

Naruto se levanto ante la voz, hizo una reverencia a Gaara y se dirigió a ese pequeño espacio de destruido terreno. La tierra había sido removida y se habían puesto grandes pliegos de papel de arroz sobre los brotes de raíces, nadie tocaría el jardín hasta que Hinata regresara, esa había sido la orden de Sasuke para todos los trabajadores. Había sido el rubio quien había recogido los pétalos muertos y los restos de hojas y semillas, para después cubrir los espacios donde antes hubiese girasoles y terminado de extraer los ikebanas, o lo que quedaba de ellas. Ninguna nueva planta seria puesta y esa era una área prohibida para cualquiera que no fuera de la familia. Fue por eso que Naruto se detuvo en el límite del inicio de ese jardín.

Itachi vio el sutil movimiento del pie, que buscaba mantenerse en regla. Si Sasuke fuese un poco más honesto, habría puesto a Naruto a reconstruir el jardín, no por Hinata sino para tener una excusa más para mantener a Naruto en la mansión, pero había sido listo al ordenarle hacerse cargo tanto de su hijo como de Gaara. Lo quería ocupado, sin posibilidad de escape pero a la vez alejado de él. Itachi casi quiso reír ante la ironía de las decisiones de su hermano. Era como comprar ese dulce que se ha deseado tanto pero abstenerse de comerlo.

Naruto hizo una reverencia ante Kenshi y él, una orden mas dada por Sasuke sobre las formalidades a las que debía sujetarse al ser parte de la mansión Uchiha. Itachi asintió reconociendo el gesto antes de tomar la palabra.

r13;Esta tarde partiremos mi hermano y yo hasta los sembradíos, así que traerás a Ten-Ten del pueblo para que cuide de Kenshi, ya que te encargaras de llevar a Gaara después de la comida.

r13;Entendido Itachi-dono.

r13; ¿Me dejaras? r13;hubo algo lastimero en la pregunta de Kenshi, no solo porque no parecía dirigirse en alguien en particular sino porque había un tono de acusación que no se podía pasar por alto, que hizo que Naruto titubeara un momento tentado a contestar con consuelo.

r13;No, no lo hare. Quiero ayudarte en lo que tú quieres Kenshi-chan, ¿acaso no lo has dicho antes? Si no ves a papá, tal vez puedas ver a mamá r13; Kenshi negó automáticamente con su cabeza, porque cuando el mayor lo decía sonaba a mentira r13;. Así que te quedaras esta tarde con Ten-Ten hasta que nosotros regresemos.

r13;Tío Itachi

Itachi se incorporo, alejando a Kenshi de su cuerpo. El niño tembló en anticipación, y Naruto lo vio tal y como si fuese una cámara lenta, Kenshi comenzó a negar con más rapidez, sus ojos dilatándose a cada segundo que pasaba, antes de romper en llanto, olvidando toda su conversación con Itachi, porque se sentía dejado de lado, le estaban abandonando de nuevo.

r13; ¡No! No quiero que me dejen. Quiero a papá, quiero…a papá r13;hubo un hipeo que hizo que el corazón de Naruto diera un vuelco, era cruel, Itachi estaba presionando a un niño, a su sobrino, a ese que quería como a su propio hijo r13;. Yo quiero a papá, ¡papá, papá, papá! r13;Kenshi había comenzado a gritar con los ojos inundados en lagrimas y dando pasos hacia atrás. Naruto estiro una mano hacia él antes de que su cuerpo colisionara contra un fuerte pecho y fuese envuelto en un par de brazos conocidos. Sus pies abandonaron el suelo y su rostro se refugió en el hueco que formaba el cuello y el hombro del único que en ese momento era capaz de calmarle.

Un beso sobre su cabeza, y una gran mano dibujando círculos sobre su espalda le hicieron apretarse más contra Sasuke, quien le acababa como si fuese un bebé una vez más.

Y Naruto lo entendió, que Itachi había calculado todo a la perfección, lo había usado como cebo para atraer a Sasuke, la curiosidad de su hermano ante cualquier cosa que Itachi le dijese serian como la miel para el líder del clan, había obligado a Sasuke a aparecer en el momento en que Kenshi explotara. Naruto no supo si sentir admiración o miedo, ante ese despliegue de ingenio. Itachi no dudaría en usar a su propio hermano si eso llevaba recuperar la felicidad de Kenshi y de él mismo.

Naruto continúo ahí, el séptimo día de la partida de Hinata, siendo un espectador de primera fila de cómo el perdón nacía en el corazón de Kenshi, y la gratitud brillaba en los ojos de Sasuke mientras miraba a su hermano y susurraba palabras dulces hacia su hijo.

Gaara se había puesto un sombrero color blanco que hacia destacar su cabello pelirrojo, Naruto le veía por el retrovisor, su barbilla apoyada sobre la palma abierta de su mano, sus ojos perdidos en el paisaje rural, el rustico auto rebotaba ante el camino de tierra y pequeñas piedras, el pelirrojo no se había quejado ante el continuo movimiento parecía distraído, encerrado sobre sí mismo. Naruto ya había notado cual austero podía llegar a ser Gaara si se lo proponía, contestando con mono sílabos a una conversación y siempre con su mirada  puesta en un punto más allá de la persona con la que se encontraba.

Había adoptado el habito de caminar por las mañanas, un poco de ejercicio para reforzar sus pulmones ante el cambio de altura que las montañas otorgaban muy alejadas del mar. Gaara se había perdido una vez en el bosque que pertenecía al área de la mansión, Lee que por casualidad se encontrara ahí, le había de vuelto hasta el principio del camino, y era ahora el mismo Lee el que lo había estado acompañando durante los últimos días.

Naruto había percibido el leve cambio que Gaara sufría cuando Lee estaba cerca, sus hombros se tensaban y sus facciones se endurecían, quizás habían peleado, o la presencia impuesta del alto hombre de negra cabellera por orden de Sasuke no terminaba de agradarle, nadie quería después de todo que el nuevo socio de los Uchiha tuviera algún percance, mucho menos que se perdiera. El rubio estuvo de nuevo tentado a preguntar, Gaara lo había buscado a él ese día, en el cumpleaños de Kenshi. Aun ahora el pelirrojo no quería decirle el motivo de su urgencia por encontrarle. Y el rubio lo había intentado, cuestionando en cada oportunidad, Gaara solo lo veía antes de ocultarse tras un libro o cambiar descaradamente de tema.

Naruto giro a la izquierda haciendo que el movimiento sacara a Gaara de su mutismo.

r13; ¿Todos los caminos de aquí son así?r13;. Mascullo Gaara, re acomodándose en el asiento, llevaban casi media hora de carretera. Los hermanos Uchiha ya se encontraban en el lugar esperándolo, había un poco de ansiedad en él por querer estar en los sembradíos de una vez.

r13;Sí, lo son. ¿Es diferente en Inglaterra Gaara? r13;. Naruto había conectado sus ojos con los del pelirrojo a través del espejo retrovisor.

r13;No todos, pero cuando entras en la parte central de la ciudad los caminos están amoldados por el numero de autos que pasan por estos durante el día. Así que no rebotas como una pelota de bádminton por los asientos r13;. La risa de Naruto llego hasta él, estruendosa como un relámpago. No recordaba cuando había sido la última vez que la había escuchado, una pequeña sonrisa se dibujo automática en sus labios.

Todos esos días Naruto había tenido un aire melancólico y veía continuamente una brújula escondida entre sus ropas, estaba mucho más distraído y torpe de lo que él alguna vez le conociera. Los incidentes de la mansión flotaban sobre la cabeza de todos los trabajadores. Se murmuraba que Naruto había ayudado a la esposa del líder del clan contra unos hombres que habían querido secuestrarla, habían osado irrumpir en la gran casa del clan Uchiha, una blasfemia por si sola contra una de las familias más poderosas del distrito y que mantenía funcionando la economía del mismo. Ante tal ataque, el líder había mandado a su esposa hasta la mansión Hyuga como un método de protección acompañada de su guardián y familiar Neji Hyuga.

Así que para nadie fue de extrañar el nombramiento que Sasuke otorgara a Naruto para que se hiciera cargo del primogénito, había demostrado su valía al proteger a Hinata Hyuga.

Gaara sabía que había algo más, un sucio secreto que nadie quería decir en voz alta pero que parecía carcomer a Naruto a cada día que pasaba. Ellos que apenas tenían tres semanas de conocerse no deberían notar los detalles del otro pero fueron inevitables. Ambos estaban preocupados por el comportamiento del contrario. Naruto podía catalogar como un amigo a Gaara y el pelirrojo como alguien que merecía de su atención. Fue por eso que escuchar la risa del rubio fue como una señal de que todo estaba tomando su lugar de nuevo dentro de la cabeza del de ojos azules.

r13;Hacia tanto tiempo que no escuchaba esa palabra. Bádminton, es un juego tan aburrido Gaara. Es solo de niñitos ricos. r13;Naruto sonríe burlón, como si sus palabras fueran una simple broma no solo hacia los grandes herederos de Inglaterra sino para sí mismo y Gaara lo noto.

r13;Interesante, pareces recordar ciertas cosas r13;. Dijo Gaara de forma casual atento a los gestos que se podían ver a través del espejo.

r13;A veces tengo sueños de cuando era niño. De mi casa, de mis padres y el olor del chocolate caliente por las mañanas. De Trafalgar square y las campanadas del Big Ben, son cosas pequeñas ttebayo. r13;Naruto apretó el volante entre sus manos mientras tratabas de ocultar la nostalgia de sus ojos. Gaara escucho con atención, guardando silencio por unos minutos. Tomo mucho aire y desvió de nuevo su mirada hacia el paisaje.

r13;Cuando era más pequeño iba a la habitación de mi madre, mi padre aun conserva sus cosas, me tiraba en el suelo y abría los cajones de su tocador, el olor de su perfume estaba impregnado en ese mueble y yo cerraba los ojos para fingir que ella estaba ahí, junto a mí.

Naruto pudo ver cuán cerca estaban de la entrada principal que conducía a los sembradíos, bajo la velocidad hasta poderse estacionar a un costado del camino. Apago el auto y giro sobre el asiento de piloto, para quedar de frente a Gaara y su mirada confundida.

r13;Yo no lo recuerdo, a que olía mi mamá ni la marca de puros que fumaba papá, pero tengo esto r13;. Naruto metió su mano a los bolsillos sacando una brújula con apariencia de reloj de ferrocarrilero. Presiono el botón en la cresta de este y se lo tendió a Gaara, el pelirrojo dudo un momento antes de tomarlo con cuidado, Naruto le sonrió en complacencia r13; Mi padre decía que esto me llevaría a casa siempre y cuando siguiera el norte.

Gaara miro la aguja y la letra “N” que marcaba el punto cardinal dicho por Naruto. Y en ese momento quiso decírselo, aquello por lo que le había buscado en el cumpleaños de Kenshi y de lo cual no había encontrado oportuno contarlo. Como el hechizo roto que trae un amanecer al devorar la noche. Tenía tan poco de conocerle pero había algo que le murmuraba muy adentro que estaba bien darle voz a sus pensamientos.

r13; ¿Naruto estas enamorado? r13; Gaara mantuvo sus ojos en la brújula mientras que oía el “si” siendo susurrado r13;. La mañana del cumpleaños de Kenshi vi a Sasuke entrar a tu habitación. r13;. Escucho el jadeo, como si le hubiese golpeado directamente en el estomago, Gaara no le permitió recuperarse r13;. He visto la forma en la que te mira, y como tú le buscas y estoy seguro que no soy el único, lo que sea que haya entre Sasuke Uchiha y tu es demasiado obvio. r13;Naruto negaba, abrazado del asiento, Gaara dejo la brújula sobre su regazo para mirarle directamente r13;. Sasuke es un hombre casado y con un hijo, lo mejor sería que te marcharas de la mansión. Es la forma más objetiva de manejar la situación aunque, honestamente por lo que he observado estas semanas eres un cumulo de impulsos que parece funcionar de una forma extraña. También creo por tu reacción que no eras consciente de esa visita a tu habitación, y que te has mantenido al margen hasta lo de Hinata-San. Así que, ten cuidado, estar enamorado puede ser peligroso.

r13;Lo sé, se cuan vulnerable puedes quedar, y los riesgos que hay aun así, yo solo quiero verle feliz tebayo. Así que no tienes que preocuparte Gaara, el amor no solo es dolor. Confía en mí.

Gaara lo vio en ese momento. Ese brillo en los ojos azules, la tenacidad y la sonrisa, hoyuelos y mejillas ligeramente rosas. Naruto había dado su palabra y él solo pudo creerle ciegamente, el amor era más que un conjunto, podía llegar a ser el mundo entero.

El sol se había puesto, Sasuke retiro su sombrero con el rostro hacia el cielo, cubrió sus ojos con su mano derecha y dio un suspiro de cansancio. Habían recorrido dos de las 34 hectáreas de té. Sentía la inflamación del calor sobre su piel y el constante roce del papel en el bolsillo de su pantalón. Una carta de Hiashi Hyuga sin abrir y la programación de su visita hasta Kioto le hacen querer cerrar los ojos y escapar unos momentos de todo.

Su padre había sido claro en el último telegrama, no podría tener a Hinata demasiado tiempo alejada, tenía que terminar la supuesta investigación de invasión a la mansión, y decir a voz publica que los culpables habían sido encontrados y que no se revelaría el nombre de ellos por seguridad. Había sido sugerencia de Itachi continuar la farsa que los trabajadores de la mansión habían teorizado y hacerla una obra de teatro en versión real.

Sasuke se encontraba fastidiado de haber lidiado con la policía local, con el rechazo de su hijo y la sobre protección de su hermano, todo al mismo tiempo. Sus horas de sueño se habían visto reducidas ante el llanto de media noche que solía despertar a Kenshi que corría a refugiarse a la habitación de su madre hasta que saliera el sol. Todo el ambiente estaba cargado de un sutil malestar que ya dejaba ver sus pruebas en sus ojeras y su aliento con sabor a tabaco. Había sido un alivio que Kenshi volviera a necesitarle esa tarde, una pequeña luz en medio de todo ese desastre.

Se masajeo las sienes, necesitaba un  largo baño. Lo tomaría junto a su hijo y lo llevaría a su habitación, ambos se merecían una noche entera de sueño. Sus dedos tamborilearon sobre su muslo, antes de que deslizara su mano en el bolsillo. Podía tener una idea de lo que la carta decía. Neji había recibido la orden directa de continuar fingiendo sobre el intento de secuestro ante todo el clan Hyuga. Ninguno quería que Hinata fuera recluida en alguna unidad médica. Sasuke había entendido que ella explotara después de todos esos años. Él mismo lo había hecho en otras ocasiones, resguardos tras las paredes del Distrito rojo, tal vez si el mundo fuera un poco diferente y fuera ella la que tuviera la oportunidad de tener un amante sin ser juzgada, Hinata hubiese conocido la felicidad de un amor sin restricciones. Ambos sabían que el único sentido de amor naciente entre ellos iba en dirección a su hijo.

Saco la mano del bolsillo viendo el sobre con la pulcra caligrafía de Hiashi. Un mensaje de Neji había llegado antes que la del líder del clan Hyuga, y aseguraba el bienestar y el control de Hinata, Sasuke dudaba que alguna nueva información que le interesaba estuviera contenida en la carta del padre de ella.

r13; ¿Ella está bien?

La voz tras su espalda le provoco esconder la carta de nuevo a su bolsillo, puso el sombreo de nuevo en su cabeza y giro. Naruto tenía las piernas manchadas de lodo seco, el yukata que traía tenía varios dobleces sobre sus rodillas para evitar que se ensuciara aún mas, su rostro sonrosado, era la clara muestra de haber sufrido los rayos de sol, aunque la piel bronceada del rubio tenía cierta adaptación ante la continua exposición, eso no evitaba la acumulación de calor y sudor sobre su cuerpo. Sasuke tuvo el ligero pensamiento de que Naruto podía pasar como otro aldeano del lugar si se le ignoraba el cabello y los reflectantes ojos azules.

r13;Vi que llegó un mensaje de Neji r13;. Naruto continuo hablando notando como el gesto de Sasuke mutaba por unos segundos del fastidio al enojo. Estaba demasiado acostumbrado al continuo mal humor que ahora sufría el líder como para almendrares. Sasuke volvió a girarse dándole la espalda r13;. Solo quiero saber si está bien r13;. Repitió,  mirando el perfil de Sasuke que parecía estar buscando algo más allá de los terrenos.

r13; ¿Quién te ha dicho sobre el mensaje de Neji?

Naruto alzo sus hombros inconsciente de que Sasuke parecía ignorarle.

r13;Yo recogí el correo de ese día. Lee me está enseñando a leer para que pueda ayudar a Gaara con las traducciones, así que pude distinguir el nombre de Neji en un de las cartas r13;. Naruto noto los dos pasos de Sasuke hacia la izquierda, alejándose un poco más de él, no lo tomo personal. Sasuke estaba distante de todo en general.

r13;Ella está bien. Volverá en un par de semanas. r13;Sasuke pudo ver el suspiro de alivio y la pequeña sonrisa de Naruto iluminarle el rostro. La preocupación del rubio era sincera, y eso por algún motivo le molesto r13;. Es hora de regresar a la mansión, busca a Gaara e Itachi, tú los llevaras. Yo iré después.

Naruto observo la espalda tensa. Sasuke parecía sufrir a solo unos centímetros de él. Estiro su brazo sintiendo el deja vú recórrele el cuerpo entero, ese no era uno más de sus sueños donde no podía alcanzarle, esta era la realidad.

r13;Lo lamento ttebayo r13;. Murmuro, acortando la distocia que les separaba, Sasuke no hizo nada para evitarlo r13; Esto no era lo que yo quería cuando llegue aquí r13;. Sasuke giro entonces, retirando su sombrero con un movimiento brusco para verle de frente. Naruto no se movió ante la invasión de su espacio personal ni las facciones contraídas del líder.

r13; ¿Qué se suponía entonces que era lo que querías? Te apareces un día de la nada, en mi casa, con mi hijo, con una historia que parece sacada de algún cuento para niños y te quedas aquí frente a mí. Vas y mueves la piedra angular que rige mi vida y te alejas como si todo esto fuera un juego. Y yo no soy ninguna pieza que puedas utilizar a tu antojo Naruto.

r13; ¿Eso es lo que crees? Que estoy jugando contigo, que todo esto r13;. Y alza ambos brazos, abriéndolos, abarcando todo lo que puede de forma ruda y sin detenerse ante el golpe que sus dedos le han dado al tórax del hombre frente a él r13;. Es divertido, ¿De verdad Sasuke crees que fue sencillo buscarte por tantos años sin tener una idea de si eras feliz, si estabas vivo o muerto?

r13;No tiene sentido, esto simplemente es una idiotez.

r13; ¡Soy un idiota y lo sabes! Fui yo quien corrió tras de ti todo este tiempo, soy yo el que mira tu espalda alejarse. Soy yo quien estoy frente a ti mientras pretendes ignorarme, cuidando a tu hijo. Tu hijo Sasuke. Nunca pretendí quedarme, pero ocurrió.

r13;No, no Naruto. Debiste marcharte en el mismo instante en el que pusiste un pie aquí, debiste dejar que todo continuara así. Tú tenías una buena vida como el jardinero de la casa de té. Para alguien en tu posición ese fue uno de los mejores finales al que podías aspirar dentro del distrito.

r13; ¡Lo sabia! r13;. Le señalo acusadoramente r13;. Fuiste tú quien le pago a Tsunade- oba chan para que me pusieran en ese puesto. Siempre lo supe. Continuabas ahí Sasuke. Como mi danna r13; Naruto respiraba un poco agitado, con una tonta sonrisa que hizo que los ánimos de Sasuke se calmaran por un momento. Porque todo era verdad. Sasuke jamás había abandonado a Naruto, se había asegurado de que tuviese una buena vida. Pero ese idiota tendía a ir siempre en contra de las convicciones que tenia hacia él. Sasuke no debía sentirse sorprendido, así que calló r13;. Yo, no estoy jugando contigo. Ni siquiera pretendía que supieras que estaba aquí. Debes creerme cuando te digo que simplemente paso tebayo.

Sasuke le miro, la noche siendo succionada por el par de cielos a solo centímetros de su rostro. Dio un asentimiento y un paso atrás.

r13;Te creo.

Y un poquito de vida regreso de repente, con el sol cayendo en el ocaso y con Naruto a su lado sonriéndole. Sasuke tuvo el ligero sentimiento de tener muchos años menos, su cabello más largo y el nerviosismo implantado en su estomago de tener una cita reservada en Konoha. La noche llegaba con las primeras estrellas.

 

 

つづく

 

Feliz navidad y año nuevo a todos mis queridos lectores. Espero que obtegan el regalo que mas desearon y mis mas buenos deseos a cada uno de ustedes.

Besos y abrazos YUKI-NII-Oo


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