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Distrito rojo. por -oOYUKI-NII-Oo

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∞ Titulo: "Distrito rojo"

∞ Autor:YUKI-NII.

∞ Género: Friendship

RantingNC17

∞ Pareja: SasuNaru

∞ N/ANaruto no me pertenece. Todo es de su gran autor, Kishimoto-Sensei

∞ Resumen:Sasuke va ahí, entre esas casas escondidas y personas recluidas. Sasuke va ahí, para encontrarse con un rayo de sol, para que le besen las heridas y le cuiden el corazón. Sasuke va ahí, porque es Naruto quien le espera, tras biombos casi trasparentes y kimonos resbalándole por la piel.

Quisiera volar hasta donde te escondes

Contarte de una vez que razones me rompen

Dejar de echar tanto de menos a tu corazón

Y quisiera tenerlo, robarlo aunque fuera

Dejar de negar que aún me vale la pena

Aquel corazón que me late dentro de ti.

Miguel Bosé-No hay un corazón que valga la pena.

La mira, con su cabello largo calleándole sobre el rostro, esta inclinada en el jardín, podando los girasoles, lleva un gran sombrero para resguardarle del sol, junto a ella, el niño va tomando las flores formando un ramillete, corre hacia una mesita para dejarlas, sus manitas tienen muy poca capacidad para albergarlas todas. Regresa a saltitos y con curiosidad, apoyándose en la espalda de la mujer que gira y le sonríe.

Tiene un poco de tierra en la mejilla, los guantes de jardinería le vienen un poco grandes, se le resbalan cuando sus brazos se encuentran en vertical, ella los reacomoda por quinta vez en lo que va de hora. Neji llega con un paraguas para darle sombra al más pequeño y le da un vaso de té frio a la mujer que dando un suspiro, alza su rostro hacia el cielo, satisfecha de que las flores hayan crecido tanto.

Sasuke se recarga sobre el alfeizar de la puerta, aun puede recordar la primera vez que la miro. Se conocieron a los 4 de edad. En un saloncito de té, cada uno al lado de su papá. Ellos, frente a frente. Él pensó que sus ojos eran como perla, ella que él tenía una bonita sonrisa. Ambos dieron reverencias, palabras de presentación y unas sonrisitas tensas, confusas.

Fugaku, ese día le había despertado cuando el sol era todavía una fina línea de luz que se veía al horizonte. Su madre le vistió con el yukata más elegante y rígido que encontró, el obi le hacía mantenerse siempre recto, le limitaba los movimientos, le estrangulaba la edad, oprimiéndole el infantilismo y sacando el recato y buena educación a base de almidón, miradas adustas y lecciones de una institutriz traída desde Londres.

Hinata, que portaba al igual que él, el más lindo de sus kimonos, que le celebraba el cumpleaños y viejas tradiciones, esperaba junto a él, ante el idioma en que los adultos se comunican, con palabras ambiguas y rostros serios. Esperaron, con el canto de las cigarras sobre los arboles, la botella de sake a medio consumir y miradas que les evaluaban, como si fuesen mercancía a intercambiar, repasándoles los dotes y verificando si no tenían ningún tipo de avería, que ese trato era justo, tal trueque del viejo mundo.

Con el paisaje del jardín como un fondo de una calurosa tarde de verano, que distorsionaba la imagen ante las ondas de rayos de sol expansivas. Ambos fueron comprometidos mientras comían mochis dulces y divagaban dentro de sus mentes inmaduras. Sasuke se perdían en la cola enrollada del perro guardián de la familia que dormitaba en el patio trasero, muy cerca de ellos.

El futuro de Sasuke y Hinata se entretejió en ese momento. En una casita lejos de la ciudad y muy cerca del infierno.

La voz del niño frente a él, le atrae de nuevo, a esa época, donde ahora Hinata tiene 26, pechos grandes y cintura pequeña, toda una mujer en el esplendor de su belleza, trae al pequeño en brazos, quien sostiene un enorme girasol.

Esa flor en especial, a Sasuke le parece una burla. No puede dejar de ver algo familiar dentro de ella. Una condensación de la alegría que ya no tiene, encerrada entre pétalos amarillos y pistilos entrelazados de marrón. Esas flores se mueven junto al sol, irguiéndose al amanecer y cayendo, tal melancolía de invierno, al atardecer.

Toma el tallo de esa que no ha crecido todo lo que debería, pero que será el adorno para el florero del recibidor.

Sasuke entra, ayudando a Hinata a subir los escaloncitos mientras él toma a su hijo. Después de almuerzo Neji le llevara recorrer, como cada tarde, el bosque que se encuentra en la parte frontal de la mansión, y que pertenece, como no, al clan Uchiha. A él le gusta que el niño se vaya familiarizando con el terreno que algún día heredara, que se vaya encariñando, que lo vaya haciendo suyo, que sea una extensión de su impúber cuerpo, así como su padre lo hizo con Itachi y él cuando eran pequeños.

Sasuke aún no sabe, que ese día, cuando los girasoles brillan en resonancia con al haz de luz que es la estrella más grande del sistema solar, será el día, donde él, al igual que esas flores comience a seguir a su sol personal.

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Estación. 3

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Naruto solo puede hacer una sola cosa, cuando esta frente a las enormes puertas de esa casa. Retroceder, con pasos torpes, casi chocando con el niño y haciendo que Neji le mire de forma molesta y confusa.

El rubio se ha pegado a la barda de la mansión de enfrente, con la mandíbula desencajada y los ojos demasiado abiertos, lleva sus manos a la cabeza comenzado a murmurar cosas inatendibles, que hacen que Neji se replantee el abandonar su agradecimiento y le deje afuera, muy lejos del pequeño, que le jala del yukata y le señala un "ahí, ahí" como si creyera que le tiene que confirmar que ese es el lugar de destino. No hay equivocación.

Pero el de ojos azules no puede si no ver la placa, se la ha grabado a la perfección entre todas sus reminiscencias en Nagasaki. Al igual que el olor a polvo y leña o las intersecciones que se deben tomar en el camino cuando se viaja por tranvía y se quiere llegar mas rápido al lugar. Naruto lo conoce, cada teja, cada columna, cada arruga en la puerta. Porque es ahí, donde ha querido entrar, Katana desenvainada, para llegar directo y sin escalas hasta enfrente de Sasuke, darle una inspección profunda y asegurarse que el idiota está bien. Que tiene una buena vida, que puede seguir. Para decirle adiós de forma correcta porque la vida continua, porque aún hay mucho mundo por conocer y él se está planteando seriamente ser el sucesor de Jiraiya cuando muera. No se cree capaz de poder manejar la casa de té de Shinjuku.

Con sus habitaciones inundadas de secretos e historias tristes. Él liberaría a cada inquilino del lugar antes de permitir que hicieran algo como venderse por un poco de comida y un techo sobre sus cabezas. Y luego todo se irá a la ruina, sin nadie que pueda ofrecerse, sin clientes. No, él no está hecho para eso.

r13;Naruto-San, deberíamos entrar, ya está oscureciendo y todavía tiene que volver hacia la costa, es una hora de camino.

r13;Lo sé, tebayo. r13;susurra, ajeno a la ceja alzada de Neji, que está por preguntarle como es que ha adquirido tal conocimiento, la puerta se abre.

r13;Neji-Niisan, ¿Por qué han tardado tanto?

Una mujer de cabellos negro azulado, sale acompañada por una chica de cabello castaño que tiene una lámpara encendida, la noche va entrando de apoco, encendiendo las estrellas tras ellas. Naruto le observa, con las mangas del kimono recogido y con las cejas arqueadas, está preocupada, se le nota ansiosa y pálida. Todo cobra sentido cuando el niño gira al escuchar su voz, y corre con los brazos alzados, con una gran sonrisa de reconocimiento y una costumbre de su cuerpo que ha sido entrenado desde que nació.

r13;Okasan.

Y ella le alza a volandas con dificultad, las piernas del niño se abren, enredándose en su cintura, sus bracitos le rodean el cuello y se queda ahí, recargándole la carita sobre el hombro. Es un gesto natural que despierta el instinto materno de la chica que le besa la cabeza.

Naruto no puede evitar sonreír bobamente, notando de reojo como es que Neji tiene el mismo gesto, el rubio cree que se está reprimiendo, que no ha corrido al lado de la que considera debe ser su esposa, por mucho decoro, al parecer el castaño no es ese tipo de hombre cariñoso, que envuelve en un cálido abrazo a su familia frente a los demás, sin pena y con mucho orgullo.

Su mente ha omitido, como si fuese un proceso de eliminación protectora, esa forma en que la chica se ha referido a él, pues ella que ha sido una distracción momentánea para su malestar de entrar justamente ahí, se ha evaporado para darle paso al nudo en el estomago y la piel erizada de sus brazos. Tiene un mal presentimiento, algo no anda bien.

r13;Hinata-Sama, disculpe el retraso. Ha ocurrido hoy, un evento un tanto inesperado.

Naruto nota que aunque las palabras de Neji han sido claras sus movimientos con sus manos son nerviosos para después registrar, el sama que a acompañado el nombre que parece portar la chica y fruncir levemente el ceño, ¿Qué no eran esposos? No deberían llamarse sin honoríficos, sino como cualquier pareja empalagosa que ya tiene hijos.

r13; ¿Inesperado?r13;. Ella le enfoca asustada.

r13;Deberíamos entrar Hinata-Sama, ya empieza refrescar y no sería bueno que ninguno de los dos enferme.

Ella asiente, sin quitar su gesto de urgencia, ante la evasión de la pregunta, pero no presiona, es devota y sumisa. Una buena esposa.

r13;Naruto-San, por aquí por favor.

r13;Naruto.

r13; ¿Disculpe como ha…

r13;Que me llames Naruto, ese San me está matando tebayo. Me hace sentir viejo y todo eso, no me gusta.

r13;Como quiera.

r13;Oh, y el usted, bueno no soy ninguna clase de hombre adinerado ni nada, creo que hasta soy menor que tú.

Neji, esta vez solo asiente, dándole una mirada más profunda, Naruto es de baja estatura, y tiene el rostro ovalado, su voz aguda, casi infantil le esconde la edad, el castaño no está seguro si es más pequeño que él, hay personas que no aparentan sus verdadera edad, puede que el rubio sea un traga años.

La chica castaña que acompañaba a Hinata, les ilumina el camino, Neji gira al no sentir al rubio siguiéndole los pasos. Él permanece en el dintel de la entrada, mirando el puente rojo que se tiene que atravesar para llegar a la puerta principal de la casa, ellos ingresaran por la de servicio.

r13; ¿Algún problema Naruto?

El rubio parpadea, como si saliese de una ensoñación, mueve enérgicamente la cabeza para negar y corre para salvaguardar la distancia que hay entre ambos.

r13;Solo miraba la placa de la casa. r13;dice como si fuese una justificación que nadie ha pedido pero que cree es necesario dar. Neji le mira unos momentos como si considerara decirle algo. Al final suspira.

r13; ¿Sabes entonces a quien pertenece esta mansión?

r13; ¿A quién pertenece? Supongo que al líder del clan ¿no? Ese debe ser…Itachi-Sama

Naruto recuerda las historias contadas a media noche que Sasuke le contaba sobre su hermano, que ya era mayor y se había casado, que había enviudado cuando su mujer dio a luz, que ni su hijo ni ella habían sobrevivido. Que tras aquello, Itachi se había mudado de nuevo de Nagasaki a Kioto, y que como él era el segundo en la línea había pasado a ser su deber el dar un primogénito varón para que siguiera el linaje del clan. El rubio solo pudo pensar que a veces todo parecía confabular para separarles aún antes de conocerse.

r13; ¿Eres de Kioto?

Neji se detenido, con el entrecejo fruncido, y a brazos cruzados, irguiéndose para aumentar de altura e imponiéndose sobre ese rubio que ahora le parece sospechoso.

r13;No, soy de Tokio.

r13; ¿Quién te hablado entonces de Itachi-Dono?

Naruto se da cuenta rápido de su error, si contesta que fue Sasuke, el hermano menor de este, solo provocara más preguntas. Trata de forzar su mente, de dar una respuesta coherente, la voz de Ino, hablando de mil cosas al mismo tiempo en su interior le hace dar un respingo, es un idiota con suerte.

r13;En el pueblo dicen lo que ocurrió en el sembradío de té. Y que Itachi-Sama descansa aquí.

Neji, le mira fijamente, antes de dar un paso hacia un lado y seguir caminando, Naruto suspira de alivio internamente.

r13;Sería bueno, que no mencionaras nada de esto frente a los amos, eso no es un asunto que a nosotros o al pueblo le incumba. r13;Naruto asiente solemne, demasiado tenso como para replicar ante esa sublevación de castas que le remarca la posición

El rubio, mira cómo es que la chica y el niño ya están a mitad del puente, cuando siente como la mano del castaño se le enreda en la muñeca y le hala hacia la derecha, rodeando el puente, yendo por entre los arboles de Sakura y la alfombra de Ikebanas y girasoles.

r13;Espera, espera ¿no iremos por el puente tebayo?r13;Naruto siente como es que la oportunidad que se le ha dado se le escapa entre las manos. Si no atraviesa ese puente no verá a Sasuke.

r13;No, nosotros entramos por la cocina. No es correcto que vayamos por la entrada principal, esa es para los invitados de los amos y los amos mismos.

Neji, aún le mantiene tomado de la muñeca y Naruto tiene sus ojos fijos en el puente que se ve más y más lejano. Esta tan cerca, tan cerca y no puede creer que de nuevo vaya en la dirección contraria a la persona que quiere ver. No ha notado como es que esa declaración también implica que Neji no es el esposo de Hinata ni el padre de el pequeño heredero del clan.

Itachi mira cómo es que Sasuke lee un pergamino, tiene los lentes resbalándole por el puente de la nariz y el cabello recogido con broches que Hinata suele usar como adorno. Sonríe ante la imagen de niño revestido de hombre de su hermano. Se sienta en el sofá para esperar a que termine las líneas que le mantienen demasiado absorto para percatarse de su presencia. Ya casi es la hora de la cena y está seguro de que el menor no ha probado bocado desde su desayuno, si es que un vaso de jugo de naranja y medio tazón de arroz califica en esa categoría.

Hasta su sobrino comió más que él. Itachi tiene la reprimenda picándole la punta de la lengua. Él puede entender la carga de doble trabajo que representa para Sasuke, cuando se suponía que él había vuelto a Nagasaki para ayudar con el lote de temporada y de darle unos días de descanso a su hermano que se convirtieron pronto en vacaciones para él y horas extra sin paga para Sasuke.

r13;Deja de poner esa cara, estoy bien. r13;Itachi sonríe, él único que puede leerle los gestos es Sasuke al igual que es el único de entender al menor aún si no dice nada.

r13;Si tuvieras una alimentación correcta y dejarás que la luz te diera de vez en cuando no estaría así de preocupado.

r13;Eres molesto.

r13;Soy tú hermano mayor y debo de cuidar que no dejes sin padre a mi sobrino, ante tu poco cuidado con tu salud Ototo-baka.

Sasuke sacude su mano, restándole importancia a las palabras, y al insulto cariñosos que Itachi siempre ha tenido para él, vuelve sea atención al último párrafo del documento de exportación que ha comenzado a tratar con los ingleses cerca de la villa de Greenwich, cuando siente un golpe sobre su frente. Haciendo que abandone el pergamino y se lleve ambas manos hasta esa zona afectada.

r13;No me obligues a utilizar el arma secreta.

Itachi se inclina en el escritorio, apoyado las palmas en este y haciendo que Sasuke sienta un escalofrió en su espina dorsal solo de escuchar la advertencia, toma de nuevo el pergamino, apretándolo y haciendo un mohín con la boca.

r13;No te atreverías.

r13;Pruébame.

r13;Estoy por terminar

r13;Quiero que recuerdes que tú me has obligado a hacer esto

r13;Aniki r13;. Sasuke arrastra cada silaba de la palabra, la sisea, ahora es él, quien amenaza a su hermano para que no lo haga.

r13;Es por el bien de mi sobrino

Itachi está por abrir la boca, cuando unos toquidos en la puerta hace que ambos se miren fijamente.

r13;Pase.

Itachi regresa a su posición en el sillón, con una sonrisa marcándole los labios tenuemente y los ojos cerrados, conoce cada rincón de ese despacho que alguna vez fue el suyo, toma perezosamente un libro de la estantería sobre su cabeza y lo abre en cualquier pagina, Sasuke ha regresado a su lectura desde los saludos de su futuro comprador, Subaku no Gaara le manda a forma de carta formal.

La puerta se abre, dejando que la mitad del cuerpo de un castaño ya conocido se haga presente. Neji mira a Sasuke, con un ligero rojo brillándole en la frente, y una mueca de fastidio que solo puede ser lograda por una persona. Itachi le saluda desde su sitio en la esquina. El castaño niega un poco con la cabeza, dando una gran inhalación de aire, el humor susceptible de su amo siempre se irrita cuando es molestado en su oficina personal.

r13;Disculpe la interrupción, Sasuke-Dono, pero necesito informarle sobre algo.

Sasuke, derrotado mentalmente, deja el documento ya lo leerá a primera hora de la mañana, repasándolo rápidamente solo como una verificación, la fecha de la llegada de su comprador a Japón y la murmura. Tiene que mandar a alguien para que recoja en el puerto a Gaara a las 10.

r13;Antes que nada, quiero que le digas a Lee que tiene que estar en el muelle numero 5 mañana muy temprano, que lleve el auto. Recogerá a Subaku No Gaara, recuérdale que tiene que llevar un intérprete. r13;Neji asiente, manos tras la espalda e información almacenada r13;Bien ahora dime, ¿Qué es lo que pasa? r13;la voz de Itachi se escucha desde fondo con un "comida, eso es lo que debería pasar", que Sasuke ignora, con el mentón recargado sobre la palma de su mano izquierda.

r13;Lamento tener que informarle que esta tarde he perdido por un momento a su hijo. r13;Tanto Sasuke como Itachi se ponen de pie de inmediato, miradas estrechas, respiración elevada r13;No ha pasado a mayores, fueron solo unos minutos. r13;dice rápido para calmar al par de Uchiha, que ahora parecen un par de felinos a punto de atacar con la guardia en alto r13; Sin embargo, ante mi descuido me veo en la necesidad de ponerme a su disposición para que haga conmigo lo que mejor le parezca.

r13;Hablaremos después de eso, ahora dime, ¿Cómo es que pudiste perderlo?r13;Sasuke trata de calmar su instinto, de recordarse que ese es Neji, el guardián de su hijo, y que esta es la primera vez que algo si le ocurre a él, de que el niño ya no quiere ser tomado de la mano y que le gusta explorar por lugares pequeños, esconderse en losa armarios y gatear bajo las mesas y sillas. Es la edad, se repite.

r13;Ha sido cerca del riachuelo, ha ido tras su pelota y le he perdido de vista cuando se metió entre los arbustos.

r13;Quisiera que lo trajearas ahora.

r13;Se encuentra con Hinata-Sama

r13;No he preguntado con quien estaba, sino que lo traigas a mí.

r13;Sasuke, calma r13;Itachi se ha posicionado a su lado, al escuchar el tono elevado con el que ha empezado a hablar, él también quiere ver a su sobrino, aunque su necesidad no se puede comparar con la de su hermano.

r13;Estoy pidiendo algo sumamente sencillo, Aniki. r13;y hay una lucha de miradas oscuras que es interrumpido por un carraspeo del castaño.

r13;Eso aún no es todo. r13;Sasuke eleva una ceja ante lo recién dicho. Neji observa como la mano del mayor de los Uchiha se posiciona sobre el hombro del menor, como si tratara de retenerlo en el mismo sitior13;No he sido yo quien le ha encontrado primero. Un chico lo ha hecho y lo he traído para poder agradecerle como es debido.

Sasuke, se deja caer pesadamente sobre la silla, con una de sus manos sobre los ojos. Un desconocido, su hijo estuvo con un desconocido, que le puedo haber hecho cualquier cosa, podría haberle extorsionado, sacarle hasta el último yen de su bolsillo, o simplemente llevárselo muy lejos, hay una arritmia creciendo dentro del pecho de Sasuke. Esa sensación de pérdida, de inutilidad, de impotencia, hacía años que no la sentía explosionándole de forma íntima, desarmándole la compostura y derribándole de una sola embestida, la rabia le ruge en la garganta, quiere golpear a Neji por su descuido, por su poca atención, quiere culpar a alguien de esos minutos en los que su hijo estuvo pendiendo sobre la cuerda floja pero no lo hace, no lo hace porque él está ahí, seguramente jugando entre los brazos de Hinata, porque ese extraño fue benevolente y no le arrebato lo único que le mantenía funcionando, que lo hacía un humano que trataba de mejorar el futuro para abrirle el paso al hombre que se convertiría su primogénito.

r13;Hinata, ¿no se lo has dicho, cierto? r13;Neji asiente, con esa sensación de haber fallado sobre la cabeza, Sasuke no espera menos r13;Bien, no lo hagas. No ha ocurrido nada que ella tenga que saber, ¿has entendido? r13;Neji vuelve a sentir, incapaz de verle a los ojos r13; ¿Y dónde está ese desconocido?

r13;Espera afuera

r13;Hazlo pasar, después ve por mi hijo, no importa que excusa tengas que darle a Hinata.

El castaño hace una reverencia y sale, Neji no es un trabajador más dentro de la mansión, es el guardián por parte de la rama secundaria Hyuga de Hinata, además de su primo directo, que ha sido destinado a estar por siempre con ella, la lealtad es algo que derraman los ojos perla del castaño cada vez que la mira. Es por eso que Sasuke ha estado de acuerdo a que esa protección, donde Neji daría la vida, fuese otorgada a su hijo. No existía otra persona que tuviese tal capacidad de sacrificio, amor y fidelidad que en ese hombre experto en el tiro con arco y entrenado en Karate. Un arma hecha cuerpo.

r13; ¿Qué harás?

Itachi, que ha permanecido a su lado, se inclina, para retirarle la mano que le oculta la mitad del rostro, Sasuke, siente la caricia de sus dedos sobre su piel que se ha puesto fría, aún no se recupera de esa sensación de miedo y pánico mezclados.

r13;Depende ¿hablas de nuestro héroe, que seguro es un pueblerino o de Neji y mi puño?

Itachi no alcanza a responder cuando, mira cómo es que un rubio algo tembloroso entra hasta el despacho. Tal vez Sasuke pensó, muy fugazmente en su mente, que su hijo cuando se perdía regresaba con todas aquellas cosas que él creí ocultas y enterradas, eso o el karma no era más que una perra oportunista que se divertía desde lo alto viendo el sufrimiento ajeno con sádico placer.

Porque no podía haber ninguna otra explicación cuando ahí, frente a él, cabello más largo y una sombra de barba se erguía un par de ojos azules, tan conocidos, tan extrañados, e incrustados en esa parte de su cerebro reservada para memorias jamás contadas.

r13;Naruto.

Que venían ahora a salir, para materializarse en versiones más adultas, sin kimonos, y el distrito rojo.


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