Ver descansar a dos de mis personas más amadas en aquella extensa cama hacen que en mis labios se formen una sonrisa de complacencia, nunca pensé que llegaría a este punto de desvelarme noches enteras viendo la imagen de mi familia plasmada en aquel recuadro que es más que mi adoración. Aunque él siempre me había dicho que ese día en el que no conocimos había sido el peor ahora acata que se convirtió en el mejor de todos aunque recordara que en ese mismo día fue despedido y recontratado, que le habían chocado su auto, que su novia lo había cortado- a lo que a mi parecer fue más que suerte- que un niño quien ahora es su adoración lo terminara golpeando con un balón de rugbi y que se tuviera que enfrentar con las miradas de toda mi familia a la que él no sabía que pertenecía.
Acaricio los cabellos sedosos que compiten con la noche y sonrió nuevamente, junto al descansa mi amada hija, la pequeña que logro unir mas esta relación que pensamos iba a terminar luego de unos meses de casados. Ahora entiendo por qué ese día no fue mi último momento…el sabía que se avecinaban nuevas experiencias que debía de sentir, gracias al ahora me encuentro feliz y viviendo mi vida en vez de olvidado en una caja que de seguro se comenzaría a desintegran permitiendo el paso de aquellos animales que tanto odio.
Tan solo recordar pequeños fragmentos hacen que mi felicidad crezca mucho pero…el recordar completo me hace sentir más que feliz….así que
El día parecía despejado, ese día había sido lleno de emociones encontradas que incluso, llegaron a sorprenderme aún más.
Caminaba en dirección a la empresa de mi padre, me gusta caminar por aquellas calles sobre todo cuando me encuentro con un dilema en mi cabeza que no logro solucionar por más que revolotee por aquí y por allá buscando una solución coherente que no implique mandar a la mierda a todos los que me causan malestar.
Había tenido una fuerte pelea con mi madre acerca de tener una novia, estaba consciente que no había tenido una relación estable desde hace cinco años pero eso no era porque yo no quisiera tenerla, era más así como que no aparecía la persona que en verdad me quitara un suspiro del corazón y por la que quisiera desvelarme esperando su llamada. Me grito, la grite y me marche aunque ella quedo llorando, no me importaron los gritos de mi tío diciendo que era alguien despiadado, ella se lo había ganado completamente.
Patee una piedra que obstaculizaba mi paso y pensé que sería extremadamente fácil poder patear las dificultades que hay en mi vida como aquella piedra que me estorbaba. Llegue sin darme cuenta a una cafetería que me gustaba visitar y me senté en el lugar de siempre, la chica que me suele atender parecía ocupada llamando a alguien por lo que otra persona logro atenderme. Sin mucho preámbulo pedí un café endulzado a mi gusto y una pieza de pastel, la chica inmediatamente fue a traer mi pedido. Mire por la ventana como unas personas peleaban por un choque, aquel chico que andaba en un auto negro estaba tranquilo, daba la espalda a la cafetería en la que estaba y el otro simplemente se mantenía nervioso intentando movilizar sus manos con algo de tranquilidad, él estaba de frente y no hice nada menos de sobar mi mano derecha por mi rostro y agarrar mis cabellos al reconocer a aquella persona que me miro algo nervioso y sonrió inocentemente, luego hablaría con Murata.
Tome mi café tranquilamente y note que aquella chica volvía a hacer una llamada ¿Qué abra ocurrido para que esta tan nerviosa? Bueno, me importaba porque era mi amiga.
Luego de pagar mi cuenta y verla que aún seguía llamando me despedí con la mano y ella me respondió con una sonrisa, creo que recién se daba cuenta que estaba ahí.
Seguí mi destino, llegar a la empresa de mi padre, pude notar los vidrios del anterior choque ocurrido entre el cuñado de mi hermano y aquel muchacho de trabajo, moví la cabeza levemente y seguí mi andar. Al estar justo en la entrada de la empresa de mi padre me topé con mi hermano mayor Conrad que me sonreía mientras mantenía en sus manos a un niño hermoso que era mi sobrino Kei. Lo tomo entre mis manos ya que se ha lanzado a penas me ha visto.
-lo siento tanto Wolfram ¿podrías cuidar un momento a Kei? Es que…necesito hacer unas compras que…
-por lo de tu aniversario verdad-dije sonriendo mientras lo hacía jugar con mis manos-claro, sabemos lo curioso que es Kei y podría contarle a Midori lo del regalo
-¿regalo?-los ojos de mi ilusionado sobrino brillaron y me asuste
-el regalo que te voy a dar hoy por estar conmigo Kei-dije sonriéndole y quitándome un peso de encima para ponerme otro
-¿entonces lo cuidas?
-no te preocupes Conrad, yo lo cuido
-Muchas gracias hermano
Le sonreí y vi cómo se marchaba en su deportivo mientras Kei hacia pucheros.
-¿A dónde va papá?
-tranquilo Kei, Papá fue a ver a Mamá enseguida viene-le sonreí
-ES EL COLMO ¿COMO PUEDEN HACER ESO?-escuche una voz que gritaba desde la puerta principal de la empresa, esa voz me era bien reconocida, parecía que tenía un problema y no quería ser parte de un plan malévolo para solucionarlo por lo que corrí lo más rápido que pude llegando a la otra esquina lejos de Anissina que parecía mas exaltada que nunca. Baje de mis brazos a Kei y comenzamos a caminar normalmente hasta llegar de nueva cuenta a la cafetería ya que le había prometido un regalo a Kei y sabiendo su preferencia por los dulces no había mejor regalo que ese, un pastel.
-Hola de nuevo-dije sonriéndole a la mesera que era mi amiga quien parecía menos ocupada pero si molesta
-Hola Wolfram, perdón por no atenderte, estaba llamando al desconsiderado de mi novio que no contesta-dijo con su tono triste-¿quieres algo de tomar?
-no gracias, pero Kei si
-Hola pequeño Kei-dijo acariciando sus castaños cabellos mientras él sonreía-ve y dile a Hayu-neesan que te de algún pastel especial
-está bien-dijo sonriendo como siempre-arigatou Ayami-neesan
Mi amiga peli castaña sonrió viendo como mi sobrino corría felizmente dando un suspiro al aire
-veo que adoras los niños-le comente
-los amo, quisiera tener un hijo pronto
-¿sin casarte? Mal, muy mal pequeña-dije negando con mi dedo en forma de reproche
-¿a qué viene que me regañes? Haces sentirme mal-dice sonriendo-además no lo pensé así, pensé tal vez, casarme con mi novio y tener una familia numerosa
-oh, disculpa señora de conejo-reí ante la cara que puso de molestia mi amiga-por cierto ¿a qué se debía tanta preocupación hace rato?
-estaba llamando a mi novio para decirle que hoy cumplía un año de fallecido mi padre pero…nunca me contesto
-eso es cruel pero… ¿no crees que debe estar ocupado?
-él nunca tiene tiempo para mí-su mirada se vuelve cristalina, como odio a las personas que tiene oportunidad de amar verdaderamente y la dejan pasar
-si no te contesta a la llamada numero veinte entonces ahí lo mandas a volar lejos-le sonreí-de seguro y se siente mal…te pedirá perdón y volverán a como estaban siempre-dije sonriéndole
-no…si termino con el creo que nada se solucionará…es decir, siento que no me ama como debe de ser
-solo dale tiempo al tiempo pequeña-le sonrió- vas a ver que te contesta, debe de estar ocupado en alguna cosa
-espero que sea así
-Tío, vamos-me dice el pequeño Kei sonriéndome con su boca llena de dulce- Hayu-neesan está llorando y dijo que mejor me vaya
-¿llorando?-digo confundido y estiro la cabeza para ver qué había pasado, encuentro a la amiga de Ayami llorando mientras veía los platos de pastel vacíos, tal vez Kei se pasó un poquito con los dulces, me rio nerviosamente y mi mejor amiga me fulmina con la mirada
-tal vez alguien va a tener que quedarse lavando platos hoy-sonríe pero la ceja le tilda
-v-vuelvo enseguida-salgo corriendo, no quería lavar platos y no tenía el dinero en ese momento para pagar todos los trozos de torta que se había comido mi querido sobrino así que luego de gritarle “Mas luego te pago” me fui como alma que lleva el diablo.
Iba recriminándole a Kei por el hecho de que haya arrasado con todos los trozos de pastel cuando un auto pita tras de mi haciendo que voltee a ver de quien se trataba. Un auto azul que brillaba de nuevo pero que a la vez dejaba ver una abolladura en la parte de en frente a lo cual enseguida reconocí.
-Wolfram, Kei ¿Cómo así por aquí?-nos pregunta el chico de lentes
-Murata, bonita abolladura que le hiciste-digo sarcásticamente notando la vergüenza en sus ojos
-l-lo ¿lo viste verdad?-dijo algo preocupado-fue mi culpa
-como sea…te cuento que tu querido sobrino viene de dejarme en la banca rota
-¿comiendo pastel?
-si no lo detengo se come hasta a Ayami-Murata se sonríe
-¿A dónde iban?
-a la empresa ¿Por qué?
-¿quieres ir al parque Kei?
-SIII VAMOS VAMOS-grita y se sube al auto a lo que yo solo niego con la cabeza y subo de igual forma que mi sobrino.
Murata nos lleva al parque y del maletero del auto saca un balón de rugbi que lanza suavemente a Kei y este lo recibe gustoso comenzando a jugar con Kei.
-par de niños-es lo que digo para seguir viendo como jugaban.
Ese día habían muchos niños jugando en ese parque y se sentía todo apacible, me sentía a gusto…mis problemas se habían ido de un momento a otro entre esas horas paseando, me había divertido mucho. Escucho como Murata me llama desde lo lejos junto a Kei quien sonríe felizmente.
-¿Qué sucede?-le digo al estar junto a ellos
-¿puedes jugar un momento con Kei? Es que tengo que hacer una llamada que me había olvidado hacerla-dijo extendiéndome el balón entre mis manos y saliendo de un momento a otro corriendo para contestar la llamada que se le había adelantado.
-pero no se jugar-digo ya demasiado tarde
-no importa-me dice mi sobrino-solo lánzalo pero no con fuerza
-¿así?-digo tirándolo levemente
-sí, bravo tío buen tío
-¿Por qué me siento como un perro que lo están entrenando? (TTwTT)-me digo a mi mismo mientras lanzo el balón nuevamente y nuevamente me es lanzado a mí. Estaba tan concentrado jugando felizmente que las risas se hacían más fuertes a cada momento por la emoción
-nee Tío…esas chicas de allá te miran atentamente-en ese momento me desconcentre al sentirme ciertamente observado…mi concentración se fue por el caño y sin querer lance el balón fuertemente escuchando como golpeaba a alguien desde lo lejos
-ahhh Tío Wolfram está en problemas…Tío Wolfram está en problemas-canturreaba mi sobrino yo asustado corrí donde estaba mi víctima y fue cuando lo vi.
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Inconsciente en el suelo, un pelinegro se encontraba, mi corazón por un momento dejo de latir y deje de sentir que aquello que estaba detrás de mí, el mundo. Corrí donde estaba con miedo a que haya sufrido alguna fractura por el golpe, me sentí por un momento un tonto, la gente que estaba cerca se comenzó a acercar pero no me importo, yo seguía con mi mirada puesta en aquel abatido hombre, sus facciones estaban tranquilas y parecía que incluso disfrutaba de su sueño obligado, sonreí al verlo tan tranquilo dormir en mis piernas. Pasaban los minutos y aquella persona no despertaba, comencé a tener miedo y mucho, lo moví un poco intentando despertarlo y poco a poco note como sus ojos se abrían de a poco.
Se notaba su confusión completamente y yo lo que hice fue interrumpir sus preguntas internas.
-qué bueno que despertó-le grite de alegría mientras lo miraba intensamente y lo abrazaba aliviado-perdón, perdón, perdón y mil veces perdón fue sin culpa
-¿eh?-parece que no entiende porque estoy así de alterado-¿Qué me sucedió?
Su voz era algo dormitada por lo que salía algo grueso pero poco a poco la fue recuperando
-estaba jugando con mi sobrino por allá y sin darnos cuenta el balón de rugbi cayó fuertemente en su cabeza, llevaba media hora sin despertar y me asusté mucho-mis ojos querían llorar
-ya…ya tranquilo que no fue nada ¿Por qué lloras? ¿Cuántos años crees que tienes?-me pregunto riendo
-tengo veinte señor-dije secándome las lágrimas, lo note sorprendido, incluso yo me sorprendí ¿desde cuándo yo Wolfram von Bielefeld lloraba por un desconocido? Sinceramente estaba raro.
Los demás mirones se marcharon y quedamos él y yo en una conversación amena a mi parecer.
-¿enserio tienes veinte?
-sí, estoy en la universidad-dije sonriéndole-disculpe nuevamente señor
-ya, no te preocupes
-Tío Wolfram-Kei me llamo en ese momento, gracias al cielo porque sinceramente la mirada de aquel pelinegro me hacía sentir nervioso y avergonzado por unos momentos-ya se despertó el señor dormilón
Mi vergüenza no cabía ahora sí, que niño impertinente que tenía como sobrino
-o-oye Kei no digas eso-dije avergonzado a mas no poder
-¿se encuentra mejor señor?-dijo Kei mientras veía el ovalo rojo que tenía en su frente
-sí, muchas gracias por preocuparte Kei-dijo sonriéndole
-Wow ¿Cómo sabe mi nombre?
En ese momento quise pegarme duro en la cabeza pensando que tal vez salió muy ingenuo al igual que su madre
-porque tu tío lo dijo-que paciencia de verdad
Luego de esa respuesta se fue donde Murata que lo esperaba ya desocupado mientras pensaba en matarlo lentamente por dejarme con ese juego que me hizo meterme a todo esto.
-que niño tan activo-dijo el moreno refiriéndose a Kei
-es verdad, corre donde mí y luego donde el hermano de su mamá-me tape la boca la reír abiertamente-es un casito
Ambos reímos al verlo jugar, en verdad que ese niño era un caso perdido sin remedio
-eres la primera persona en este día que me hace reír
-¿de verdad?-lo miro sorprendido y alegre-pero te note desde hace algún momento algo triste-deje sentándome e invitándolo a conversar más
Me conto todo lo que le había pasado y le supe comprende inmediatamente porque de su agobio y desasosiego. Le sonreí, también estaba así de deprimido anteriormente pero ya todo había pasado incluso más con su nueva presencia.
-¿quieres venir conmigo? Te puedo ayudar de alguna forma
-¿ayuda?
-sí, puedo conseguirte trabajo, mi padre es el dueño de una de las empresas más reconocidas aquí en Japón, si gustas te puedo recomendar pero eso si-le dije y lo mire fijamente para que suene más creíble-no llegues tarde
Se sonrió amenamente y nos levantamos ante su insistencia de que no debía de hacer tal cosa por un desconocido. Pero en realidad había algo que me invitaba a hacerlo, algo dentro de él que no sabía describirlo correctamente.
-en verdad no es necesario
-claro que es necesario
Llegamos al chocado auto azul de Murata que recién le había dado mi padre y note que aquel hombre lo miraba sorprendido ¿Quién no con tremendo golpe en la parte delantera?
-¿Qué sucede?-dije viéndolo-ah, sí, el descuidado del cuñado de mi hermano se chocó esta mañana con un tipo según me dijo fue culpa de el mismo.
-¿el cuñado de tu hermano?
--si-dije viéndolo-¿Por qué?
-Wolfram Kei dice que quien…oh-el sonido fue tan redondo como su boca en el momento de pronunciarlo-es usted-dijo Murata al estar en frente del hombre, parecía nervioso y algo alterado ¿será que…?
-¿Qué?-pregunte confundido intentando que me expliquen lo que pasaba y si estaba en lo cierto
-que coincidencia-dijo nervioso el moreno
-ya le dije que era nuevo conduciéndolo ¿vino a pedir dinero por el arreglo?
-claro que no-dijo apuradamente negando con sus manos-solo fue coincidencia-ahora entendía
-espere ¿fue con usted que se chocó?
-sí, de hecho
Me moleste, entonces en verdad Murata tenía la culpa y al que vi esa mañana había sido el moreno de ahora
-¿eres un camarón o qué?-dije molesto-¿Cuántas veces tengo que decirte que debes de fijarte bien donde andas Ken?
Luego de regañarlo fuertemente me di cuenta que no sabía aun el nombre del moreno por lo que le pregunte
-etto… ¿Cómo se llama?
-ah, perdón fue mi culpa, Yuuri…Yuuri Shibuya
Que nombre para más interesante
-Wolfram von B…
-TIO VAMOS-grito Kei animadamente
Todo lo que paso luego fue una sorpresa, termino siendo que: Yuuri Shibuya había sido empleado de la empresa de mi padre y era de ahí que lo habían despedido, mi hermano Conrad había sido compañero de entrenamiento en la liga de béisbol en la universidad y todo lo demás. Pero termino todo como debía de ser, Yuuri recupero su trabajo y en verdad que era un buen trabajador
Sentí como me abrazaban por la cintura lo que me sorprendió de sobre manera haciendo que brinque de un momento a otro.
-me hiciste asustar-le dije a la persona que me abrazo, me había quedado tan metido en mis recuerdos que no sentí cuando se había despertado y me había abrazado
-lo siento amor… ¿Qué piensas tanto? ¿Vas a intentar matarte de nuevo?-se burlaba de mi
-¿quieres que lo haga?-en ese momento palideció-¿me das razones para hacerlo?
-estas muy a la defensiva amor
-tú me provocas-le sonreí y me beso los labios delicadamente
Recordar cómo nos conocimos es solo una parte de nuestra vida…la siguiente, espero recordarla de igual forma.
Estoy solo en casa, sé que pronto llegara a casa mi amado esposo y que el autobús llegara con mi querida hija pero…aun así me siento triste de que no estén conmigo. Recuerdo nuevamente como paso todo esto y sonrío…
Había pasado ya una semana desde que Yuuri trabajaba en la empresa de mi padre como administrador de productos y me habían asignado como su supervisor, mi padre estaba contento con el aumento en las ganancias que los dos le habíamos logrado dar. Esa tarde fui como siempre a tomar un café a mi cafetería favorita que no visitaba desde ese día en que Kei se comió todos los dulces. No fue porque no había pagado, de hecho, Conrad mismo el pago diciendo que no le dieran más dulces a Kei. Entre como siempre y salude a mi mejor amiga Ayami quien estaba triste limpiando la mesa, me di cuenta por su sonrisa diminuta.
-¿Qué sucede Ayami?
-Wolfram-dijo y me abrazo-termine con mi novio
-¿enserio?-dije asombrado y triste-¿Por qué?
-lo llame, veinte veces para ser exacta y cuando pensé en rendirme el me llamó…Wolf…EL NO TENIA NI IDEA DE QUE DÍA ERA ESE
-¿no se acordó?-dije sorprendido
-no, el muy tonto me dio hasta el feliz día de pascua porque no se acordaba que día era ese-lloro
-tranquila Ayami, ese estúpido no te merece para nada en el mundo-dije acariciándole la mejilla
-gracias Wolfram-sonrió-enseguida te traigo un dulce, este corre por la casa
-muchas gracias Ayami-chan
Ella sonrió y se secó las lágrimas, de verdad ¿Qué tonto era ese? Como odiaba a los despistados
Termine de comer mi dulce y me dirigí a pagarle
-tengo un compañero de trabajo, bueno ahora soy su supervisor, un día de estos lo traeré para presentarlo a ustedes ¿de acuerdo?-le dije a Ayami y a Hayuki
-de acuerdo, le daremos el mejor dulce
-de seguro y les pide solo café simple, no le gusta el dulce-dije colocándome la chaqueta
-a mi novio tampoco le gustaba el dulce decía que se hostigaba enseguida
-¿enserio? A ver si son hermanos perdidos esos dos-sonreí divertido y me despedí
Llegue a la empresa y me encontré con una mala sorpresa, mi madre estaba esperándome en la entrada principal cruzada de brazos y piernas sentada en un sillón blanco. La mire y supe por su mirada que estaba planeada alguna cita.
-Hahaue-le dije haciendo una reverencia
-Wolfram ¿estas desocupado hoy verdad? Pues si lo estas y no pondrás peros…
-¿para qué Hahaue?
-hoy tienes una cita con tu futura esposa
-entiendo-dije y luego me alarme-¿QUE DIJISTE?-dije asombrado
-baja la voz muchacho-me dijo en forma soberbia-sí, hemos quedado con ella para que sea tu esposa
-pero mamá no me puedo casar con alguien que no conozco-dije alterado-además…
-¿además?
Quería decirle que yo ya tenía alguien que me gustaba pero ¿Cómo decirle que era un hombre? Pues, si, me había enamorado de Yuuri Shibuya por todas las de la ley, desde el primer momento en que lo había visto me enamore de él y ahora, no iba a tener oportunidad de decirle cuanto lo amaba.
-n-no puedo-dije serio-no lo voy a hacer
-no quiero peros en esto Wolfram…no los quiero
Me sentí ofuscado, salí corriendo lejos de ella y me refugie de nuevo entre los brazos de mi mejor amiga la que enseguida supo escucharme todo.
-debe ser terrible-me dijo con tristeza
-lo es…no quiero casarme con alguien desconocido ahora que…
-¿ahora qué?
-ahora que se lo que es amar
Note la sorpresa en el rostro de Ayami, parecía un poema su mirada y me sonrió
-con que estás enamorado
-así es…pero…no sé si me acepte….es…es que es un hombre
-¿un hombre dices?-se sorprendió e incluso me sonroje por su impresión-b-bueno eso…no debe de importarte Wolfram, si lo amas y él te ama pues…
-es que no sé si me ama
-¿Qué no sabes?
-n-no…creo que este sentimiento es algo unilateral
-Wolfram, no puedes decir nada hasta que lo entiendas, puede que en verdad el sienta algo por ti y tu lo niegas ¿Por qué no te confiesas?
-¿y si me rechaza?
-aceptarás el compromiso con esa chica…puedes plantearle esto a tu madre y si acepta las condiciones pues…solo deberías de poner fuerza…
La mire, no estaba convencido de todo lo que me decía, en verdad que…mi madre me iba a decir que era una locura que este enamorado de un hombre y que apenas lo conozco desde una semana atrás pero…así lo amaba y fue amor a primera vista.
Llegue donde mi madre pensándolo todo, maquineando mi plan completamente y cuando le pedí unos momentos a solas le plantee mi plan.
-madre…yo no me puedo casar con esa chica porque a mí me gusta alguien
-¿tienes novia?
-n-no precisamente pero me gusta alguien
-¿Quién es? ¿Trabaja aquí?
-s-si…bueno…este…
-¿es una chica linda?
-es un chico-dije quedo pero ella me escucho
-¿u-un chico dijiste?
-madre…entiende que no fue mi culpa enamorarme del pero…
-¿él lo sabe?
-n-no
-mejor, si no lo sabe mejor
-madre déjame hablarte mi propuesta…-la calle por un momento-pienso declarar mi amor y…y si no soy correspondido…me casare con la chica que elegiste
-¿estas consiente de lo que dices? No es que esté en contra de una relación homo pero… ¿estás seguro?
-si madre, si él no me ama entonces… ¿Qué puedo hacer? ¿Matarme?-me sonreí, tal vez hable de más sobre mi plan
-de acuerdo, acepto tus condiciones pero dime… ¿Quién es el que robo tu corazón?
-Yuuri Shibuya-le dije antes de salir de la habitación, escuche como repetía con asombro su nombre tras cerrar la puerta.
Estaba nervioso, mi corazón palpitaba fuertemente, no sabía qué hacer, estaba que me moría de nervios por lo que iba a hacer. Lo vi, estaba en la oficina solo, revisando unas marcas de productos tan tranquilamente, tenía puesto su saco negro y su cabello levemente despeinado, se veía tan apuesto que me sonroje.
-Y-Yuuri-lo llame
-Ah, Hola Wolf-me dijo tan dulcemente acercándose a mí y sonriéndome con ternura-¿Qué sucede? Te noto pálido
-n-no es nada Yuuri-le sonrió-¿recuerdas…recuerdas cuando fuimos al parque de atracciones para ver cómo se vendía el producto?-le pregunte
-claro que me acuerdo-sonríe- nos subimos a la noria y tú estabas con vértigo…incluso te dormiste en mis piernas-se sonrió
Si, ese momento fue en los primeros días de su trabajo, fue cuando me di cuenta que era amor verdadero lo que sentía por él.
-¿a qué viene esa pregunta?-me dijo algo confundido
Mis piernas temblaron fuertemente, no sabía a donde mirar y me sentía cohibido por su mirada.
-¿estás bien Wolf?
Otra vez ese diminutivo que me hizo sentir un choque eléctrico entre mi alma y mi corazón.
-Y-Yuuri…t-tengo algo que decirte p-pero no sé cómo lo vayas a tomar
-¿Qué sucede Wolf? ¿Es algo malo?
-n-no…bueno…no sé cómo lo tomaras
-dime Wolf me estas asustando
Mi cuerpo se tensó, debía de decirle rápido lo que sentía porque…sentía que iba a explotar pronto…
-Y-Yuuri….tu…tu…m-me gustas-lo dije bajo y tartamudeando pero luego…-YUURI TU ME GUSTAS MUCHO
Sentí un peso menos en mis hombros pero al levantar la cabeza el…estaba asustado.