Capitulo 2
Luffy salió de su clase ya que era la hora del almuerzo, fue con sus amigos al patio a esperar a que llegara su hermano mayor, esperó y no llegó, se empezó a preocupar.
-Quizás le haya pasado algo…- Dijo un preocupado Ussop.
-Vamos a buscarle y si no lo encontramos le preguntamos a algún profesor, a ver si alguno sabe algo.- Propuso Nami.
-Vale.- Dijeron todos al unísono, empezaron a buscarle pero no encontraron nada, se separaron para ir a preguntarle a los profesores pero nadie les dijo nada y se reunieron todos en la puerta de la universidad muy preocupados.
-Espero que no le pase nada malo a Ace.- Dijo un preocupado luffy, entonces sonó el timbre que indicaba el fin de la hora del almuerzo, se dirigieron a sus clases. Cuando acabaron las clases restantes esperaron en la puerta a ver si aparecía Ace pero entonces salió un profesor con el cabello rubio peinado de tal manera que recordaba a una piña.
-¿Alguien ha preguntado a ese profesor?- Preguntó Nami.
-No.- Dijeron todos.
-¡¡¡ESPEREEE!!!- Gritó Luffy echándose encima del profesor, a lo cual este respondió echándose hacia un lado.
-¿Te pasa algo?
-Sí, por favor dígame que sabe algo de mi hermano.
-¿Cómo se llama tu hermano?-
-Ace, Portgas D. Ace.
“Así que éste es el hermano de Ace” pensó Marco observando de pies a cabeza al chico que tenía frente a él. -Le ha subido la fiebre de repente y lo he llevado al hospital, ya se lo he contado a tu abuelo, él te explicará, me tengo que ir, lo siento, adiós.- Dijo entrando en su coche y marchándose.
Luffy observó al profesor marcharse, pero apenas reparó en ello, pues la imagen de su hermano tumbado en una cama de hospital invadió su cabeza, alarmándolo.
-¡Ace está en el hospital! ¡Tengo que ir a verlo!- Cuando ya estaba a punto de salir corriendo sin siquiera saber bien en qué dirección irse, Zoro lo tomó por el cuello de su camisa, impidiendo su avance.
-Tranquilízate idiota, ése profesor dijo que sólo le subió la fiebre, no debe ser nada grave.
Luffy se tranquilizó un poco, al menos lo suficiente para que Zoro pudiera soltarlo con la certeza de que después no tendrían que estarlo buscando por toda la ciudad. –Pero aún así quiero ir a verlo- reclamó haciendo un puchero.
El peli verde suspiró. –Mira, más tarde iré a tu casa y podremos ir a visitarlo, ¿te parece? Pero ahora tengo que irme.
Luffy sonrió ampliamente. -¡Claro! Gracias Zoro. Pero no te pierdas por el camino, shishishi.
-¡No es que me pierda, es que las calles se mueven, yo no tengo la culpa!
-Shishishi lo que tú digas, adiós.
-Hasta luego.
-Bueno al menos sabemos lo que le ha pasado a Ace, mejor vámonos todos a nuestras casas, nos veremos mañana, adiós.- Dijo Nami tomando dirección hacia su casa.
-Gracias por todo, adióóós.- Dijo Luffy despidiéndose con la mano.
-Adiós.- dijeron todos tomando al igual que la pelirroja la dirección hacia su casa.
Cuando Luffy llegó a su casa lo primero que hizo fue hablar con su abuelo sobre lo de Ace, después comió junto a su abuelo, ambos comieron carne de manera como si eso fuera lo único importante en sus vidas, peleaban por los enormes trozos de carne, devorándolos como bestias salvajes después de haber cazado a una presa que no habían probado bocado desde hace muchos días, cuando terminaron su abuelo empezó a limpiar los platos mientras luffy tomaba una ducha.
Cuando el pelinegro con la cicatriz debajo de su ojo izquierdo entró en el baño, se quitó la ropa, la tiró al suelo y entró en la ducha, quiso ducharse con agua muy fría ya que hacía mucho calor, el agua le recorrió cada milímetro de su piel hasta caer al suelo, entonces empezó a recordar lo que le había pasado en la universidad.
Recuerdo…
Luffy había entrado en su primera clase del día.
-Hola, soy su tutor y profesor de medicina, me llamo Trafalgar Law, más os vale estudiar si queréis aprobar este curso, yo no os lo pondré nada fácil así que estar preparados.
Todos en la clase se asustaron, ese profesor era conocido como el cirujano de la muerte ya que trabajaba en el hospital, curaba a sus pacientes con una extraña forma que pareciese que los matara, pero increíblemente no mueren, sino que además se recuperan muy rápido, era un increíble medico y muy buen profesor pero suspendía a demasiados alumnos, a la mínima te suspendía, nadie sabía nada sobre él o sobre su pasado, el único que podría saberlo era Marco, su mejor amigo, pero tampoco se creía que supiera gran cosa.
-Bueno comencemos la clase.- Dijo mientras cogía una tiza y empezó a escribir en la pizarra.
-Disculpe.-Levantó la mano el pelinegro de la cicatriz.
-¿Qué quiere joven Mugiwara?
-¿Tiene pareja?
-Eso no tiene nada que ver con la clase, no vuelva a preguntar esas tonterías si no quiere que le eche de clase.
-Perdone no lo volveré a hacer.- Dijo sin miedo, como si le diera igual, solo quería llamar la atención de él, de ése profesor que le había cautivado desde que le vio entrar al aula, ése profesor que le había hecho sentir algo en el estomago.
Se pasó toda la hora con el profesor escribiendo en la pizarra y explicando lo que ponía, los alumnos copiando lo que había en la pizarra mientras escuchaban las explicaciones del profesor, pero había un alumno que no hacia caso a las explicaciones, sólo copiaba lo de la pizarra y miraba a su profesor sin escuchar lo que decía, sólo quería verlo, entonces fue cuando sonó el timbre, y todos recogieron sus cosas para sacar los libros de la siguiente clase que les tocaba, el profesor recogió sus cosas y se marchó, dejando a un Luffy triste, vacío.
Fin del recuerdo…
De repente se notó extraño, notó algo en su miembro, algo extraño, miró hacia abajo posando su mirada en su erecto miembro, tuvo la necesidad de coger su miembro con su mano derecha y empezar a moverlo, cosa que empezó a hacer, movía su mano de arriba abajo, primero fue lento, pero poco a poco comenzó a subir la velocidad de su mano, quería gritar pero sabia que si su abuelo lo oía se acercaría y se daría cuenta de lo que estaba haciendo y no quería eso.
-¡¡LUUUUUFFYYYYYYYY!!.- Gritó su abuelo entrando en el baño.
-¡¡ABUELOO!!, ¿QUE HACES AQUI?, ME ESTOY DUCHANDO LARGATE.-Dijo parando lo que estaba haciendo y tapando su erecto miembro.
-Sólo quería dejarte la ropa limpia aquí para que te cambies, me tengo que ir a trabajar así que te he dejado la cena hecha en la nevera, caliéntatela en el microondas, ah y cuidado con el jabón del suelo, me voy, adiós.- Dijo saliendo del baño.
-Adiós.-Luffy salió de la ducha, se acercó a la ventana abierta del baño para ver a su abuelo cogiendo el coche e irse camino al trabajo. Entonces fue cuando se dio la vuelta y al dar un paso se resbaló con el jabón del suelo y cayó por la ventana, cayó en el jardín. Se levantó y como no tenía llaves se quiso ir a casa de Zoro a jugar.
Caminaba por la calle tranquilo, pero se notaba extraño, tenia frío, y la gente que le veía se alejaba de él o lo llamaban pervertido, entonces fue cuando se dio cuenta de que estaba desnudo. Estaba en mitad de la calle desnudo.
Se tapó su parte íntima y salió corriendo al frente, sin mirar a dónde iba. Entró en un hospital sin darse cuenta, por suerte no había nadie en la recepción, siguió andando hasta que vio un cartel que decía los pisos y las salas que había, miró y vio que en el piso numero 3 había un vestidor para que la gente que trabajaba en el hospital se cambiara. Salió corriendo dispuesto a encontrar esa sala, tuvo la suerte de no encontrarse a nadie durante el camino, vio la puerta y entró corriendo.
Miró en los vestidores que había pero sólo había trajes de enfermera, no había ninguno más, sólo de enfermera. Se puso uno que parecía de su talla, salió del vestidor y se encontró con la última persona que quería que lo viera así. Se encontró con su profesor de medicina Trafalgar Law. Éste se le quedó mirando, como estudiando cada parte de Luffy, el vestido era corto, muy corto, a Luffy se le puso la cara roja como un tomate y gritó:
-¡¡NO MIREEEEEES, NO ME MIRES!!
-¡PERO QUE HACES AQUI ASI VESTIDO! ¿¡ERES UN LOCO O QUE!?
-¡¡NOO, LO QUE PASA ES QUE…-Se vio interrumpido por Law, quien lo agarró del brazo y lo estuvo guiando a otro piso donde había otro vestidor.
-Quítate esa ropa y ponte esta.-Dijo señalando una sudadera amarilla y negra, unos pantalones azules y ropa interior.- Menos mal que siempre me dejo ropa de recambio por si acaso.
-Gra… gracias. -Dijo Luffy, esperó a que Law saliera para poder cambiarse pero éste no salía, sólo se le quedó mirándolo.- Perdona, ¿me podrías dejar solo?
-Aahh.- Parecía confundido, estaba pensando en algo.- Sí, perdona. Vigilaré fuera.- Dijo con un ligero sonrojo en sus mejillas.
-Gracias.- Dijo también con un ligero sonrojo en sus mejillas.
Cuando Law salió del vestidor Luffy se quitó la ropa de enfermera que traía puesta y se puso la que le dio Law, estaba calentita, la ropa se sentía cálida. Se quedó un rato abrazándose a sí mismo para sentir más la calidez y el aroma embriagador de esa ropa, hasta que se oyeron unos golpecitos en la puerta.
-Luffy, tardas mucho, ¿ya te has vestido?
-S… sí, ahora salgo.- Luffy sacudió ligeramente para salir de su estupor y se dirigió a la puerta.