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Palabras selladas | [EunHae] por Jira00

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Notas del capitulo:

Bueno pues aquí está el siguiente. Supongo que esta misma tarde colgaré el siguiente capítulo.

Yo escribo durante las clases en la que me aburro y luego las pasoa ordenador en casa. Si mis profesores hiciesen clases interesantes en las que hayan cosas que no me sepa ahí es cuando tardaré en colgar capítulo xD

Den las gracias a is profesores :D

¡Espero que les guste!

Los días pasaron, y lo que sucedió en el sótano quedó en el sótano. Eunhyuk se sentaba todos los días en nuestra mesa, se hizo amigo de mis amigos y el único contacto que teníamos era un “Hola” con mucha tensión, algunas miradas de vez en cuando, muy intensas. Algunos de mis amigos se habían dado cuenta de eso, y me preguntaron muchas veces si había pasado algo con Eunhyuk. A lo que yo respondía un “No” muy seco.

Llegó el viernes y todo el mundo estaba realmente emocionado por la fiesta de mañana.  Lo que había dicho Taemin seguramente era cierto, aparecerían todos los del instituto sin estar invitados. Pero Soo Mi ya lo tenía todo planeado.

Le pidió al portero del bar en el que trabajaba que le hiciese un favor, ya que le debía una.

Cuando llegué a la fiesta, estaba ese hombre era un tipo enorme vestido de negro. Tenía una lista en la mano.

-Nombre.- dijo sin apartar la vista de la lista.

-Lee Donghae.- respondí algo intimidado.

Después de comprobar que estaba el primero de la lista me dejó pasar.

Entré a la enorme casa, todo eso parecía una discoteca de verdad. Habían luces estroboscópicas por todas partes.  Era una de esas fiestas en las que todo estaba oscuro y el tipo de luces que había hacían brillar solo las cosas de colores fosforitos y el blanco.

Me adentré en el salón donde estaba todo el mundo bailando. Algunos bebían, aun siendo menores. Soo Mi siempre traía bebida a sus fiestas, pero muy poquita, tampoco dejaba que los demás trajesen. Así las cosas no se ponían locas. Como decía ella “Tonterías las justas”.

La pelinegra estaba bailando con sus amigas en la pista de baile. Me fui acercando hacia ella mientras saludaba a mis amigos. Hasta el momento no había visto a Eunhyuk.

Entré en la pista de baile. Agarré a Soo Mi por la cintura y la abracé desde atrás, asustándola.

-¡Feliz cumpleaños Mimi!

 Ella se giró y pasó sus manos alrededor de mi cuello, abrazándome.

-¡Gracias! Ya pensé que no venias.

-¿Cómo iba a no venir? – Pregunté riendo. – Jamás me perdería tu cumpleaños.

La fiesta pasó rápida, fue demasiado divertida. Bailamos, bebimos y para el pastel Soo Mi pidió un deseo. Eunhyuk vino en ese momento, no se le veía muy animado, después de felicitarla y darle su regalo durante lo que quedaba de fiesta estuvo bastante callado. Por supuesto todo el mundo le hablaba pero parecía no prestar mucha atención.

Cuando me fui me pareció que él ya se había ido ya que no lo había visto en un buen rato. Me despedí de Soo Mi y me dirigí a casa. Debían de ser la una de la mañana, estaba cansado y solo quería dormir.

Las calles estaban completamente vacías y oscuras. Escuché un ruido a unos metros delante de mí.

-¿Hay alguien ahí?-pregunté dando un paso hacia atrás.

-No tienes suficiente con provocarme el otro día en el sótano, que también me sigues hasta un callejón.

Eunhyuk, como no.

Se acercó un poco dejándose ver.

-¿Qué YO te provoqué?-dije algo molesto.-Fuiste TU el que se acercó y me tocó de esa forma y después me besaste. El primer día que nos conocimos.- continué, enfatizando mucho en la última frase.

-Yo no te besé.

-¿Y qué fue lo que me hiciste en el cuello?

-Tú ladeaste la cabeza, lo pedías a gritos.

-¿Y que fue eso de luego irse y dejarme ahí tirado?

-¿La verdad?

-Si.- respondí seguro.

-No lo sé.- Dijo mirándome a los ojos, esos ojos color azabache igual que el color de su pelo.

Se acercó más a mí, cada paso que daba mi cuerpo se tensaba todavía más.

¿Qué pasaba con él? ¿Por qué hacía que me hiciese sentir así?

-¿Por qué haces esto?- Le pregunté, nos separaban 4 pasos.

-¿El qué?- 3 pasos.

-Hacerme sentir así.- 2 pasos.

-¿Cómo? – 1 paso.

-Sin aliento.-Estaba respirando con dificultad. Él ya estaba lo suficientemente cerca. En un descuido chocó sus labios con los míos.

Fue el beso más tierno que me habían dado. Los primeros 5 segundos.

Enredé mis manos en su pelo, aproximándolo más para que profundizase en el beso. Abrí mi boca, dejando paso a su lengua, estuvimos jugando así un rato. Eunhyuk estaba ardiendo.

Después de un rato me di cuenta de que no era por el beso. Me separé de él y lo miré a los ojos, estaban completamente perdidos. Tenía el rostro ligeramente rojo, pero no precisamente por lo que acababa de pasar. Le puse la mano en la frente y noté que tenía mucha fiebre.

Colapsó y se desplomó en el suelo.

-¡Eunhyuk! – Lo intenté levantar como pude y pasé su brazo alrededor de mi cuello, haciendo que se apoyase en mí. Caminamos con dificultad hasta el final del callejón llegando así hasta una calle abierta, llamé al primer taxi que vi que pasaba. Cuando entramos entré en pánico ya que no sabía qué dirección decirle al taxista. No podía llevarlo a mi casa, ya que estaban mis padres. Pero tampoco sabía la dirección de la casa de Eunhyuk.

-Eunhyuk.- dije despertándolo un poco.

-¿Mmmmh?

-Tienes que decirme la dirección de tu casa, sino no podré llevarte.

Casi en un suspiro me la dijo, si no hubiese estado tan cerca no la habría entendido. Rápidamente se la dije al taxista a lo que él asintió y empezó a conducir. A los 15 minutos ya estábamos en la puerta de su casa. Pagué al taxista, y cargué a Eunhyuk igual que antes, busqué en sus bolsillos alguna llave o algo, hasta que di con un juego de llaves. No me fue muy difícil adivinar cuál era de la puerta principal ya que solo habían dos llaves, lo que sí que me costó fue abrir la puerta, solo podía utilizar una mano ya que con la otra estaba intentando que Eunhyuk no se cayera al suelo. Casi grito de alegría cuando veo que su edificio tenía ascensor.  Cuando estuve en la puerta de su apartamento, me entró el pánico. (Por segunda vez hoy)

¿Y si sus padres se enfadaban con él o conmigo? ¿Y si molestaba?

Intenté quitarme todas esas preguntas de la cabeza y sin pensarlo abrí la puerta con la otra llave.

Todo estaba a oscuras, encendí la luz principal y dejé los zapatos de Eunhyuk y los míos en la entrada.

-Con permiso. – Murmuré esperando que sus padres estuvieran dormidos.

-Vivo solo. – murmuró Eunhyuk, casi inaudible. – Gira el pasillo, segunda puerta a la izquierda.

Suponiendo que me estaba indicando su habitación, me dirigí hacia allá. Entré en la habitación y lo dejé delicadamente en la cama que había.

Así que esa era la habitación de Eunhyuk. Estaba perfectamente ordenada. Se veía todo completamente limpio.

Lo tapé con la colcha asegurándome de que estaba bien tapado. Me disponía a irme cuando siento como me agarra de la mano muy débilmente.

-Quédate un rato. Cuando me duerma puedes irte. – levantó la colcha y yo obedecí, me metí dentro y me tapé. Después de eso, me acurruqué entre los brazos de Eunhyuk y cerré los ojos.

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Abrí los ojos lentamente, cegado por la luz del sol que entraba por la ventana. Después de unos segundos me di cuenta de que aún estaba en casa de Eunhyuk.

Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina. Después de abrir todos los cajones que había, intentando encontrar los ingredientes, preparé un té y unas galletas, lo puse en una bandeja. Fui a la habitación de Eunhyuk y la abrí con el pie. Me senté al borde de la cama. Moví ligeramente su brazo para despertarlo un poco.

-Despierta. Ya es de día.-Eunhyuk abrió un poco los ojos y se intentó incorporar, pero no pudo.- Tranquilo no pasa nada quédate así. Te he hecho el desayuno. ¿Te encuentras mejor?- Eunhyuk sonrió.

-Puesto que esta es la forma más tierna en la que me han despertado, sí, creo que me encuentro mejor. –respondió débilmente.

Le tendí la bandeja y él empezó a beber el té.

-¿Tienes un termómetro?

-En el escritorio segundo cajón. – me respondió señalando el escritorio al que se 

refería.

Me dirigí hasta allá. Abrí el cajón y encontré el termómetro, entre algunos medicamentos. Me volví a sentar al borde de la cama y le quité el té de las manos. No pareció gustarle mucho a Eunhyuk. No hice mucho caso a eso y le tendí el termómetro, él se lo puso en la boca. Esperamos un par de minutos y luego se lo saqué. Tenía mucha fiebre, 39.5 grados.

-Tienes mucha fiebre.-dije sin apartar la vista del termómetro.

-¿Eso significa que te quedarás a cuidarme?-preguntó sonriendo.

-A no ser que quieras que llame a un médico, sí, no te pienso dejar solo con toda esa fiebre.

-Entonces… ¿podríamos dormir un poco más?

-¿Podríamos?

-Sí, tú y yo.

-¿Por qué? – pregunté incrédulo.

-Porque me gusta dormir contigo…

-Si me prometes no volver a decir eso, duermo contigo.

-Prometido.

Saqué la bandeja de la cama y me volví meter dentro de la cama tapándome con la colcha, en la habitación de Eunhyuk hacía algo de frio, ya que no tenía calefacción y entraba algo de aire por la ventana que estaba entornada. Así que se estaba muy bien dentro de la camita. Me volví a acurrucar y me sentí más que seguro entre sus brazos. Antes de cerrar los ojos picoteó un poco mis labios.

¿Qué significaba todo eso? No entendía, que significaba que éramos ahora, claramente él me atraía y yo le atraía a él. Nos habíamos besado y habíamos dormido juntos. Básicamente estoy acurrucado con él en su cama.

¿Eso significa que somos novios o algo parecido?

Notas finales:

Y pues aquí está el nuevo capítulo. Vengo prontito con él siguiente. ¿Les gusto?

No olviden decirme en las reviews ^^


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