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When the flower boys cry. por Nana-Sama

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Capítulo 009.

9 Grados menos

Todo lo que digo es muy torpe

— 143

 (Henry)

 

Miró la brillante pantalla frente a él, se había sentado luego de dar alrededor de quinientas vueltas alrededor de su habitación. Aún así, no podía concentrarse. Tenía que hacer un trabajo práctico respecto a los neandertales y su cabeza no estaba colaborando ni un poquito. Aunque había puesto su música instrumental favorita y había comido lo que más le gustaba, su mente se negaba a colaborar y se empeñaba a poner la imagen de Oh Se Hun en su fuero interno. Lu Han estaba cansado, quería hacer ese trabajo así no tener que preocuparse más adelante, pero nada estaba saliendo de a cuerdo a sus planes. Se fregó el rostro con su mano y aun así, no pudo.

Decidió mandar todo al demonio y acostarse a dormir. Mala idea. Dio más vueltas que una calesita en la cama, sin encontrar la posición correcta. Boca abajo, era muy incomodo y no podía respirar bien, boca arriba le molestaba el peso de su estomago y sus pulmones, de costado se sentía ofuscado y hacia el otro, también. Pataleó un poco y quiso gritar. Pero se conformó con golpear y patear como niño, mientras gemía suavemente. Si gritaba hubiera llamado la atención de sus sirvientas y lo que menos necesitaba era a cinco mujeres preguntándole qué diablos le pasaba para estar así de alterado.

<<Me gusta Oh Se Hun-ssi ¿Y?>>

Gustar de ese chico no le había ni bien ni mal, pero le incomodaba. Había solo dos cosas que podía hacer en su sano juicio. 1. Ignorar el Efecto Oh hasta que desaparezca. 2. Acostumbrarse al Efecto Oh y vivir con ello. Lógicamente, en ninguna de sus opciones estaba confesarse ni nada muy osado, porque no caería dos veces en la misma trampa. Era idiota pero no tanto. A él, siempre le gustaban esa clase de hombres <<Chicos malos>> Chilló nuevamente. Se sentía como Ga Eul. <<Solo que no hay ningún Ki Bum a mi alcance>>

Siempre caía con la misma piedra, le gustaban porque eran todo lo contrario a él, luego se daba cuenta de cuan malos eran en realidad y más tarde, creía que podía cambiarlos con su amor. Y eso, siempre fallaba. Porque no cambiaban. Juró no volver a tener un novio hasta aprender a tener buen gusto. Y Se Hun no le haría flaquear.

Además, prefería guardar en su mente buenos recuerdos del niño rubio siendo su amigo y no memorias amargas de ser ex novios. Si ni si quiera él era estable emocionalmente hablando, ¿Qué podía esperar de un mocoso de 15 años? Sería un suicidio emocional lanzarse a los brazos de Oh.

<< ¿Qué estará haciendo Se Hun-ssi ahora?>> Miró el reloj de su pared, debería estar trabajando todavía.

Eran las ocho y media la noche y podía hacer dos cosas: O quedarse el resto de la noche rompiéndose la cabeza para hacer su trabajo. O buscar a Se Hun luego de que su turno terminara.  ¿Quedarse en la comodidad de su hogar o aventurarse a atravesar un barrio con terrible fama a la mitad de la noche solo para ver a un niñato oxigenado?

—    YOLO — murmuró antes de pararse a buscar su abrigo.

 

***

 

<<Entra a las 5 pm y termina a las 2 am>> Pensó Jong In, son dos turnos de seguido y era casi insano aquello. << ¿Qué clase de ser altruista toma turnos de esa manera?>> Era sábado por la noche y pensaba que alguien de 23 años debería tener alguna clase de vida social, pero no. El repostero estaba enteramente concentrado en sus platos. Ni si quiera tenía mensajes en el celular o algo por el estilo.

Se Hun le había dejado entrar a la zona prohibida para clientes así que estaba ayudando a los cocineros. Kyung Soo había parecido molesto por aquello. En cuanto creyó que nadie lo vio, se escabulló hasta llegar al lugar donde el celular del más bajo estaba apoyado. Lo miró casi con horror cuando se dio cuenta que la pantalla estaba partida como si hubiese sido estrella contra algo con mucha fuerza. Se dio cuenta que no tenía contraseña así que desbloqueó la pantalla. De fondo, estaba la fotografía de Kyung Soo junto a un sujeto y la imagen le pareció extraña. En primera porque ninguno de los dos estaba sonriendo naturalmente, el hombre estaba serio <<Furioso>> se animó a aventurar Jong In y el repostero tenía una sonrisa forzada. Además, todo parecía demasiado armado. Un escalofrío le recorrió y sintió una señal de alarma dentro de su mente. Su puño libre se apretó y cada musculo de su cuerpo se tensó, sintió como Kai sentía la necesidad de arrojar nuevamente el teléfono al piso. Revisó la galería de fotos, solo había esa. << ¿Y la fotografía de Se Hun y Lu Han?>>  Buscó los contactos y solo había uno “Lee Han Wie” decía.

—    ¿Quién eres, hyung? — murmuró para sí mismo.

Ladeó la cabeza y observó a Kyung Soo como si pudiese leer su mente y averiguar todos sus secretos. Le gustó el repostero porque era lindo y presentía que no sabía lo sexy que era, pero ahora, la curiosidad la tenía a flor de piel y eso solo lo incentivaba más.

 

***

 

Se Hun no dejaba de pensar en Baek Hyun. Era obvio que algo había pasado entre él y Chan Yeol, pero presumía que o era una muy mala persona o no se daba cuenta de lo que estaba pasando. Y no sabía si eso era bueno o malo. El dolor que veía en los ojos de Byun, era el mismo dolor que él sentía hasta tan solo meses atrás.  Y no sabía que otra persona pudiese sufrir tanto por amor como él lo hizo. Ahora, cada vez que Jong In y él por algún motivo querían hablar de la persona que le rompió el corazón (Lo cual solo pasaba raras veces) usaban siglas. Era algo así como el Voldemort de sus vidas. CJH.

¿Llegaría el momento en que Park Chan Yeol sería el PCY de la vida de Baek Hyun? <<Todos tenemos un CJH en nuestras vidas>> pensó Se Hun.

—    ¿Hace fresco, no? — preguntó Dae Sung mientras ambos volvían a la cocina.

—    ¿He? —

—    Algunos clientes me han pedido que encienda la calefacción, esta noche refrescó de sorpresa —

—    Puede ser —

—    ¿Trajiste abrigo? —

—    Yo siempre tengo un abrigo conmigo, no me gusta el frío —

—    Qué bueno, o si no te íbamos a prestar uno —

Se Hun buscó una bandeja co el pedido para la mesa 12, esa que estaba cerca de la ventana. El rubio miró por el vidrio y creyó ver una figura fuera. Afiló su mirada mientras dejaba los pedidos sobre la mesa y servía a los clientes. Definitivamente había alguien parado bajo el farol. ¿Xi Lu Han?

Su hyung estaba parado bajo la luz de la calle, sentado sobre el barandal que estaba casi sobre la acera por motivos únicamente de decoración. El muchacho de cabellos color chocolate se abrazaba así mismo porque no había previsto el repentino frío. Los ojos negros de Oh se quedaron observándolo antes de mirar el reloj de su muñeca. Faltaban quince minutos para que su turno terminara.

—    Hyung, ya me voy —

El muchacho se había cambiado y Dae Sung le saludó con una sonrisa, Seung Hyun le dio un leve asentimiento. Se Hun casi corrió hacia fuera. Lu Han seguía prado en el mismo punto, abrazándose así mismo mientras tiritaba de frío. Se pregunto qué diablos estaba haciendo allí.

Mientras se acercaba en completo silencio lo vio y le pareció tan bonito bajo la penumbra de la noche, así tan desprotegido. Tenía ganas de golpearlo por haber salido con esa camiseta tan fina con el clima que hacía. Cuando llegó frente a él se aclaró la garganta.

—    Levante los brazos, hyung —

Xi le hizo caso con una sonrisita en los labios.

—    ¿Me vas a robar? —

La única respuesta que recibió, fue el calor de un grueso abrigo sobre su cuerpo. Se miró así mismo cuando Se Hun le estaba acomodando su buzo.  Le había despeinado un poco pero no le importaba, porque Oh estaba frente a él, invadiendo por completo su espacio personal y prestándole su abrigo. Le quedaba algo grande, pero no tanto. LU Han podía jurar que estaba embriagándose con el aroma del menor, porque su abrigo olía como a él. Como a madera fresca, como a lluvia, como a mañana de invierno, como a pintura fresca.

—    ¿Qué hace aquí hyung? —

—    Venía a visitarte — rio un poco. — Pero creo que no hice bien mis cálculos —

—    Se nota — masculló alejándose un poco.

—    Bueno, ya sabes, hice un de planos para el Festival de Primavera, quería saber si querías verlo —

—    Hay casi un kilometro y medio entre su casa y este lugar ¿Atravesó todo el frío cuando pudo haberme enviado un mensaje? —

Lu Han se dio cuenta lo idiota que fue.

—    ¿Soy bastante tonto, no? —

—    No tanto —

—    Aish, aprecia mi esfuerzo mocoso —

—    Lo aprecio desde el fondo de mi corazón, hyung — sentenció y se giró hacia su costado — Ahora vayamos antes de que se congele —

 

 

 

Tres cuadras separaban la casa de Chan Yeol y de Baek Hyun, pero Park siempre insistía en acompañarlo. Constantemente se justificaba diciendo << ¿Quién sabe qué cosas podrían hacerle a alguien tan lindo como tu si te dejase solo?>> Y al principio, pensaba que eso hacía del más alto el mejor novio del mundo, pero conforme fueron pasando los meses, pese a que el detalle le seguía gustando comenzó a pensar de manera más retorcida. <<Quiero que tú me hagas algo>> pensaba ahora cada vez que su novio le recitaba su dichosa frase.

Le acompañó hasta el portal de su casa luego de aquella bonita cita que habían tenido, le había prometido a su padre devolverle a las diez de la noche. Y allí estaban, con toda la puntualidad del mundo.

Chan Yeol se paró frente a él, Baek Hyun se acercó un paso y lo abrazó por la cintura, apoyando su cabeza en el pecho fuerte de su novio. Estaba feliz por su cita. Park, le separó unos centímetros y deposito sus grandes manos sobre cada mejilla de su novio.  Byun cerró los ojos y se paró de puntillas, esperando aquel beso tan ansiado durante toda la noche.

—    Estás helado, Hyunnie —

—    ¿Podrías calentarme, Channie? —

—    Oh, por supuesto que sí~ —

Baek Hyun cerró los ojos nuevamente, sonriendo esta vez mientras seguía completamente apoyado sobre su novio para no hacer de las puntas de sus pies. Los brazos del más alto le rodearon y, alzándole con fuerza, hundió su rostro en su cuello como si el  más bajo fuese un peluche. Byun suspiró pesadamente. Se esperaba eso. Era obvio que el inocente Park Chan Yeol no iba a darle un beso que le arrancara el alma, era obvio que no lo iba a arrinconar contra su puerta y ni le iba a manosear a gusto. Luego de unos cinco minutos, que le llenaron de paz, el más alto le bajo y se encorvó para depositar un beso sobre su frente.

Se despidieron con un gesto de la mano y Chan Yeol esperó hasta que el otro entrara a su casa para irse, siempre con una sonrisa enorme en medio de su rostro. Baek Hyun dio un portazo y luego dio un respingo por haber hecho tanto ruido. Él no lo salía comportarse así. Chan Yeol lo estaba matando. Nunca creó que se pondría así por no tener sexo.

—    ¿Qué paso, Baek? — preguntó su padre.

Nada pasó. Nada — contestó inflando sus mejillas

Notas finales:

¡Hola! ¡Muchas gracias a todos sus rws y a todas las bonitas personitas que leen! 

Bueno, creo que les estoy dejando demasiadas incognitas ¿No? Poco a poco se irán resolviendo ^^ Me gustaría saber si adivinan quien el el heartbreaker de Sehunnie ¿Alguien? ¿Alguien? Si lo hacen, les daré una gallleta (?) 

Creo que eso es todo, ya me estoy recuperando de mi gripe, creo que subiré a live journal este fic porque hace mucho tengo ganas de aventurarme en ese mundo xD

¡Nos leemos! 


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