Capítulo 016.
16 Sonrojos.
Para olvidar todo mi pasado
Lo único que necesito es tu amor
— No sé nada más que amarte
(Geum Jan Di)
Kyung Soo fingió estar dormido, el doctor ya se había ido hace bastantes horas y ahora descansaba en la mullida cama. Nunca conoció una cama tan suave, parecía como si el colchón, la almohada de plumas y las suaves frazadas se complotaran para abrazarlo suavemente. Además, todo en ese condenado lugar olía a Jong In. Odiaba a los hombres con buen gusto en los perfumes porque él era alguien a quien ciertos olores le podían. Y esa fragancia de Kenzo le sentaba jodidamente bien y creía que si estuviera solo, podría tener un orgasmo solo con olfatear la manera en que el delicioso perfume le quedaba a Jong In. Porque su novio también usaba un perfume riquísimo que le quedaba mal, horrible, como si fuera impropio. Pero el bailarín casi transpiraba esa fragancia.
Si fingía estar dormido, no tendría la necesidad de ponerse a hablar de cosas innecesarias. Además, tampoco es como si tuviese ganas de ver el rostro de decepción en el menor. No. Sintió como el colchón se hundía sobre su costado y supo que el más joven se había sentado muy cerca de él.
Tuvo que controlar su manera de respirar para no ponerse nervioso con la presencia del bailarín rondando cerca, aun con los ojos cerrados podía sentir la mirada electrizante de él. Luego, el peso del colchón cambió y supo que se había recostado a su lado. Contuvo la respiración. Emanaba calor y olía a cansancio. Recordó que era un bailarín medianamente popular y que debió estar ensayando. Cuando sintió su mano acercarse, su cuerpo se tensó. Pero su mano paró en medio de su recorrido y la dejo caer cerca suavemente sobre su torso, causándole escalofríos.
— No te preocupes, hyung. Si no quieres hablar no lo hagas —
Kyung Soo abrió sus grandes ojos con un sonrojo sobre sus mejillas por ser descubierto en su mentira, para toparse con la sonrisa brillante de Jong In.
— ¿Cómo lo supiste? —
— Trabajo con mi cuerpo. Si no conociera bien sus mecanismos no sería lo que soy hoy —
Por algún motivo le encontró más de un sentido a sus palabras, pero decidió omitir sus pensamientos.
El doctor le había dicho que tenía que quedarse en cama y estaba muy medicado, tanto, que cada cierto tiempo se dormía por los anestésicos para evitar el dolor. Además, le había puesto muchos cicatrizantes y corticoides. Jong In había ofrecido su casa, después de todo, no había relación obvia entre el bailarín y el repostero como para que su malvada pareja fuera buscarle en su hogar.
Por más que espero en silencio, cada vez más adormecido, el moreno no se levantó, cuando abrió sus pesados ojos descubrió que él se había quedado dormido. Bufó un poco, pero no le molestó demasiado. Después de todo le estaba ofreciendo desinteresadamente su hogar. Además, había algo que lo inquietaba.
Desde el momento en que Jong In lo besó, sus labios estaban en un cosquilleo constante cuando pensaba en el moreno.
***
La tarde había transcurrido con relativa tranquilidad. Pero para Chan Yeol, nunca un día dejaba de ser especial. Él, era una persona a la que le gustaba notar los pequeños detalles de cada día, por eso su hobby favorito era la fotografía. Pero su pasatiempos predilecto era –aparte de sacarle fotos sorpresas a Baek- observar al mismo Byun. Le encantaba gravar en su memoria cada una de las expresiones del muchacho.
Aunque procuraba decírselo todos los días, creía que su novio no sabía lo hermoso que era ante sus ojos. Muchas veces, creía que el otro pensaba que se lo decía casi por ser el deber de un novio. Suspiró sonriendo. <<No tienes ni idea de cuánto te quiero, Baek Hyun>> pensó mientras lo miraba hincar su almuerzo con un tierno aegyo en su rostro.
Baek Hyun era vegetariano, por ende, él también terminó siéndolo. Era raro, pero con el tiempo se las amañaron para encontrar comidas fáciles y sanas para hacer. A él le encantaba consentir a su pequeño príncipe. Posiblemente nadie más que ellos dos supiesen que a Park le gustaba cocinar, ahora, por ejemplo, había traído una tarta de tomates y queso.
— Esta muy rico, Channie~ — canturreó Byun muy sonriente.
Aquel día, había notado que la piel de su novio estaba más suave y tersa que de costumbre y posiblemente sería por alguna crema que utilizó la noche anterior. También, que llevaba una capa más fina de lo usual de delineador, siempre hacía eso cada vez que sentía el clima demasiado pesado como para usar demasiado eyeliner. La última cosa que notó en el rostro de su niño era que llevaba lentes de contacto grises, eso lo desconcertó un poco, generalmente, el otro tendía a utilizar lentes azules únicamente.
— Gracias — contestó suavemente.
Todo eso se sumó a la conversación que tuvieron los amigos de su novio más temprano en Facebook. Intentó disimular su confusión y su sorpresa con su clásica y enorme sonrisa. Baek Hyun estaba tramando algo y lo sabía.
— Hyunnie, hoy saldremos tarde. No hemos practicado en dos días y tenemos partido el fin de semana —
— Ow~ Kkaebsong~ — parecía bastante decepcionado — Creí que podríamos ir a caminar juntos hoy —
Chan Yeol le miró con pena en los ojos antes de tomarle la mano suavemente y acariciarla con su pulgar. Baek Hyun tenía un lindo puchero y las mejillas infladas.
— Tendrá que ser la semana que viene — comenzó a explicar — Mañana también practicaremos hasta tarde y el sábado por la mañana…
— ¿El sábado por la mañana también? — preguntó molesto.
— Si, lo siento, Hyunnie. Soy el capitán y sé mejor que nadie que nos debemos esforzar para el partido. Queremos ganar el torneo regional otro año más. Pero tranquilo, terminaré temprano, para el mediodía —
Baek Hyun anotó todo mentalmente y aprovechó esa situación para fingir molestia y hacer un berrinche. Así fue como consiguió que Chan Yeol lo sentara en sus piernas y lo arrullara como a un niño pequeño.
***
La azotea siempre le gustó a Se Hun porque la mayoría del tiempo eran retratos del cielo lo que se dedicaba a pintar. Siempre le gustó la sensación de ser abatido por el viento y ser bañado por los rayos del sol. Aquel día, si bien el sol no era tan fuerte como otros días, las preciosas nubes que adornaban el cielo merecían ser amadas.
Además, no todos los días tenía a Xi Lu Han a su lado. <<Todos los días almuerzas con él pensó>>
Todos sus músculos estaban relajados y él estaba desparramado en el suelo con los brazos tras su cabeza, disfrutando del lugar y del momento. A su lado, el mayor estaba sentado a su lado, terminando su almuerzo. Siempre era tranquilo estar en silencio junto al presidente. Era cómodo. Pero pensó que había una sola cosa que pudiera hacer mejor el momento.
— Hyung… ¿Puedes cantar? —
— Claro, Se Hun-ssi ¿Qué quieres que cante?—
— Cualquier cosa —
Lu Han se acomodó y pensó en alguna canción, luego aclaró su garganta y se dispuso a cantar.
En el momento en el que apareciste frente a mi
Me gustó la manera en que tus ojos me miraban
La voz de Lu Han llenaba el lugar. Había escuchado a muchas personas cantar en su vida, a Jong Dae en la audición con su voz súper afinada, a Baek Hyun con sus notas exageradamente agudas, a Kyung Soo mientras cocinaba. Pero prefería mil veces la voz dulce de Xi.
Aunque lloré ayer
Hoy, por ti, mis mañanas serán felices
Además, tenía un gusto algo peculiar en la elección de sus canciones. Más que por sus baladas, era por el tinte de su voz que parecía una figura casi merecedora de todo el amor del mundo. A Se Hun le dieron ganas de abrazarlo y nunca dejarlo ir. Pero se quedó allí acostado. Seguramente se asustaría si lo abrazaba de pronto.
No es su rostro, no es su estilo
Es su tierno amor lo que necesito
Juntando todas las fuerzas que nunca uso en su vida se acomodó sigilosamente, apoyando su cabeza en el regazo de su hyung. Sintió como su voz titubeaba un poco por esa acción, pero no dejo de cantar y en vez de espantarle, una de sus manos se dirigió a sus cabellos y los acarició con suavidad.
Para olvidar todo mi pasado
Lo único que necesito es tu amor
Los ojos avellana de Lu Han bajaron hasta encontrarse con los ojos negros de Se Hun y por algún motivo que el rubio no supo, le dedico una suave sonrisa que lo hizo sonreír a él también. El contraste del sol contra la nuca del cantante lo dejaron sin palabras. Sabía que esa noche llegaría a su casa y lo dibujaría, tal vez, hasta le hiciera un cuadro.
Salvo amarte,
No sé hacer nada más que amarte
— A hyung le debe gustar mucho los doramas — murmuró, como si temiese romper la burbuja en la que flotaban.
— Me gustaría tener una historia de amor como esas —
— Entonces necesita que dos personas se enamoren de usted al mismo tiempo —
— ¿Y que uno de ellos sea mi buen amigo y el otro sea un chico malo? —
— Hyung ¿Le gustan los chicos malos? —
— Te diría que no, porque quiero que no me gusten. Pero siempre termino enamorándome de ellos. Ya sabes, los que toman el control, son rudos y fríos —
— Entonces no entro en su lista. —
— Tu eres lo más parecido a un chico malo de novela que podemos encontrar, Se Hun-ssi —
— No soy rudo, hyung. Tampoco soy frío, simplemente soy antipático—
— No digas tonterías, no eres antipático, tienes una risa hermosa —
Las palabras estaban fuera de su boca antes de que pudiera detenerlas y un sonrojo muy notorio invadió de golpe su rostro. Oh simplemente sonrió. <<Así que le gusta mi risa>> pensó <<Es demasiado lindo>>