Capítulo 020.
20 Ideas
El amor siempre empieza soñando
Y termina en insomnio
— El amor
(Arjona)
Escuchaba de fondo como Seung Hyun le comentaba al resto de los empleados que Kyung Soo le había llamado explicándole que tenía que guardar reposo por una semana. La mayoría de los clientes lo lamentaba, pero había algo más que estaba preocupando a Se Hun. ¿Cómo estaba Jong In?
La pregunta: “¿Cómo estás?” Suele ser respondida con un “Bien” por costumbre, pero para ellos, esa pregunta era mucho más compleja que eso. Implicaba un análisis profundo del estado mental en el que se encontraban y Jong In, solía tomarse muy a pecho su pregunto y se ponía a filosofar cada vez que le preguntaban eso. La gente lo encontraba encantador, pero no sabían que era como una especie de control rutinario que se hacía el bailarín constantemente.
Había veces, en las que le contestaba con un brusco “¿A ti que te importa?” y entonces sabía (No “Sabían” porque en ese momento la mente de Jong In estaba demasiado lejos como para pensar en algo sano) que algo andaba mal. Más tarde, descubrió que no todo estaba tan mal y que Kai era una persona más o menos tratable cuando entendía que no eran una amenaza o si le caías bien y por algún motivo, Oh le cayó bien.
Últimamente veía raro a Jong In y Dae Sung (Quien no sabía nada al respecto de la situación del bailarín) decía que era porque su amor por Kyung Soo lo traía con la cabeza dada vuelta.
Cuando fue a su departamento, descubrió que ninguno de los frasquitos llenos de pastillas estaba. Revolvió todo el lugar y supuso que Kai los había echado a la basura en uno de sus arranques de ira contra sí mismo. Cuando se enteró que Kyung Soo se estaba quedando con él, lo dudo un poco, pero decidió no controlarlo tanto. El temperamento explosivo del mayor podía tener a raya a Kai, lo que sería muy bueno. Una persona que pudiese tratar con los dos por igual. La única persona que tenía el carácter suficiente para eso era Do.
— Tú, cabeza de novio, presta atención — masculló Seung Hyun.
Se Hun asintió y cobró a las personas rápidamente. Seung Hyun se quedó por allí, Oh tenía una pareja o estaba enamorado y se le notaba a tres kilómetros. El hombre se quedó por allí. Siempre solía pasar tiempo en EXO por las tardes porque era agradable tratar con sus trabajadores más cercanos, Big Bang era más elitista y era aburrido ver a millonarios y gente de clase comer de manera tan estirada. Como él era un chico de barrio se sentía más cómodo en lugares más familiares, como ese café.
— Se Hun ¿Tienes novia? — preguntó Seung Hyun.
— Seguro que no es novia, debe ser ese chico-chica que vino a buscarle el otro día — canturreó Seung Ri.
— No digas tonterías — le retó Dae Sung.
— No es mi novio — respondió secamente el chico arco iris —
— ¿Ah, no? —
— No sé que somos, pero estoy seguro que no somos novios —
— Estoy seguro de que no deberías tener así a un chico como él — comentó el dueño del lugar.
— ¿Chico como él? —
— Ya sabes, es el hijo de uno de mis socios. No creo que les agrade que trates a su hijo como cualquier cosa —
— ¡No lo trato como si fuera un cualquiera! —
— Eres un buen chico y sé que no es tu intención pero pueden mal interpretar tus intenciones —
— Lo sé, pero no sé si le gusto como él me gusta —
— No sabrás si no lo intentas — le aconsejo el mayor.
— Después de todo hyung tiene experiencia con esos casos imposibles — se metió Seung Ri — ¿Cómo comenzaste tu relación con Ji Yong? —
— Es que éramos vecinos — respondió con simpleza — Y el por algún motivo se fijo en mi — se encogió de hombros.
— Pero hyung, antes tú eras bien feo. La edad te hizo mejor — se carcajeó Seung Ri. — Ah, Ji Yong hyung debe tener buen gusto en vinos~
— Mocoso ¿Quieres morir? —
Se Hun rio un poco mientras Dae Sung rodaba los ojos, siempre era lo mismo con esos dos. Pero el chico de todos colores se quedó pensando en lo que su contratista había dicho. Tenía razón, estaba siendo injusto con Lu Han. Lo estaba prejuzgando sin saber en verdad cuáles eran sus sentimientos. Lo meditó bastante y se dijo que se declararía a su hyung favorito en el Festival de Primavera.
— ¿Y cómo lo conquistaste? — preguntó el menor de todos.
— ¿A Ji Yong? —
— Sip —
— Oh, bueno, creo que él estaba más enamorado de mi motocicleta que de mi — se rio un poco de sí mismo — En esa época yo tenía una muy genial que me había dejado mi padre, quien siempre tuvo aires de motoquero. Sus padres nunca le habían dejado andar en esas cosas. Bueno, al parecer la velocidad siempre le gustó y eso fue lo primero. Porque suena casual el “¿Quieres ir a dar una vuelta?” lo haces con tus amigos o con cual quiera, puedes acercarte sin nada que temer —
— Interesante —
— Si quieres te la presto, está intacta y ruje como nadie. Creo que Lu Han puede coincidir en ciertas cosas con Ji Yong —
— No te confundas, hyung — masculló Dae Sung — Ese chico es amable, no es ninguna clase de diva histérica —
Se Hun rió y anotó cada palabra que su hyung había dicho. <<Lu Han, ten cuidado>> pensó sonriendo para sí mismo.
***
Chan Yeol dudaba que los de teatro estuvieran ensayando hasta tan tarde, pero se sorprendió al saber que sí. Su niño se había quedado tanto tiempo ensayando y era algo que el menor no le gustaba nada. Menos con ese profesor que impartía coro y teatro. Frunció la nariz. Ese hombre no le agradaba nada. A ellos, quienes eran gigantones y estúpidos, siempre los trataba mal pero a las niñas no las trataba así. Había sabido por boca de todo el mundo que siempre que podía tenía la mira sobre el psicólogo, que pese a ser bastante más alto que el promedio era bonito como un niño flor y amable como nadie. A Woo Bin eso, por algún motivo le sacaba canas verdes.
— Piensa en esto — comentó Min Ho — El año que viene te vas a la universidad y no vasa tener que aguantar a ese tipo diciéndonos: “Idiotas, dejen de ser tan idiotas” — ladeó un poco la cabeza — ¿Acaso se cree gracioso diciendo eso? Nadie se ríe —
— Pfff, vaya suerte. Igual va a seguir atormentando a chicas y chicos —
Jong Suk siempre se quejaba cada vez que podía porque andada acechando alumnas y alumnos y no le agradaba nada eso. Ni a él ni a nadie. Casi se vio tentado a decirle a su niño que no tomara el papel principal, pero sabía que aunque cedería por ser él quien se lo pidiera, a él le gustaba demasiado Singin’ in the rain. Aun así, tendría treinta ojos sobre él.
— Oh, ahora Baek estaba con ese tipo ¿No? — preguntó el más alto de ellos. — Deberías alejar a tu novio de ese tipo, quién sabe qué podría hacerle. —
— Créeme que ya se eso, por eso estoy ansioso —
Entraron en el teatro y ya solo quedaban los dos protagonistas del musical ensayando. Chan Yeol frunció el ceño, si quería marcarle el lugar en el escenario, no era necesario que lo tomara de la cintura. Además, veía el gesto de incomodidad de Byun. <<Oh, no. Con Baek Hyun, no>> sentenció antes de atravesar a grandes zancadas el auditorio hasta llegar al escenario. Tomo de la mano a su novio y haló de él. El más bajo le había mirado como si fuese el héroe de la historia.
— El ensayo no ha terminado, Sr. Park —
— Son las nueve menos cuarto. ¿Acaso quiere que llame a su padre y le cuente que un profesor lo retuvo hasta tan tarde sin su permiso? —
Era raro ver a Chan Yeol serió, pero al otro lado del pulpito, sobre la puerta de entrada, Min Jo le hacía porras silenciosamente y Woo Bin se aguantaba la risa. Se lo tenía bien merecido.
— Terminamos por hoy, Baek Hyun. Nos vemos mañana —
— No. Primero que nada, señor. No tutee de esa manera a sus alumnos. Segundo, mañana tiene cosas que hacer con sus otros clubes ¿Acaso cree que puede tenerlo cuando quiera? —
Decidió que no lo dejaría seguir hablando, alzó a su novio como si fuera una princesa entre sus brazos y salió a grandes zancadas casi echando humo por sus grandes orejas. Byun se aferró a su novio rodeando su cuello con un brazo y saludando con una mano a la desafortunada chica que se quedaba sola con aquel hombre. Casi vio como la chica recogía sus cosas y salía corriendo como si su vida dependiese de ello.
— ¿Qué tal te trató ese tipo? — preguntó Woo Bin.
— No tan mal. Pero prefiero no pasar demasiado tiempo con él. El que tiene mala suerte es Lu Han —
— ¿Xi Lu Han? — preguntó Min Ho.
— Si, escuché que tendrá que pasar todo el sábado con él porque cuando se canta en otro idioma que no sea coreano o inglés “Si o sí debe ser supervisado por mi” — imitó la voz del hombre.
— Pobre hyung — masculló Chan Yeol.
— Igual, tiene un novio con cara de asesino ¿No? —
— Ah, Se Hun. —
— Lo vi esta mañana — comentó el más alto de todos — Que genial su cabello —
— Oh, sí. Además es muy suave. — Baek Hyun sacudió su cabeza — Pero no creo que Se Hun tenga idea de que Lu Han corre peligro con ese tipo —
— Escuche que a Lee Hong Ki le hizo algo — comentó Choi.
— Puede ser, estuvo a punto de dejar el colegio, pero sus padres no se lo permitieron ni le creyeron que un profesor pudiera hacerle algo —
— Oops, alguien de verdad debería cuidar a Xi Lu Han — aseguró Hyun Joong.
***
Le había quedado más que clara la indirecta de Jong In. Sabía que no lo dejaría ir y lo que más le asustaba no era eso. Si no que no tenía miedo de ello, repentinamente, luego de ser besado con ambición, le había perdido el miedo al muchacho más joven. Pero había algo que le llamaba la atención, en su mente, los dos besos que había recibido del chico habían sido muy distintos. Aunque, el comienzo del primero había sido dulce y se había sentido tan infinitamente amado. Con el segundo beso, más que amado, se había sentido deseado y eso, le había hecho sentir poderoso. Era la primera vez que mucho tiempo que alguien demostraba tener deseo por él y le gustaba. Demasiado.
Eran las once de la noche cuando Se Hun llegó y entro sin tocar porque tenía una copa de la llave. Jong In acababa de llegar de su ensayo y se sorprendió de ver el cambio de su mejor amigo, pero supuso que se debía de alguna manera a que había abandonado la idea de volver con Zelo. Sonrió inmensamente, deseaba que su amigo fuese feliz.
— Te conseguí una cita — anunció sentando en la mesa.
Kyung Soo andaba por ahí porque, después de tres días en cama, se había cansado de estar tanto tiempo quieto y tenía la manía de limpiar todo lo que estaba a su alcance. Casi le rogó al menor que le dejase hacer eso por agradecimiento. Estaba feliz de ver a su dongsaeng de EXO quien se había preocupado aunque sea un poco por él.
— No necesito que me consigas citas, Se Hun — se burló el moreno.
Pero el chico de todos colores le tendió una pequeña tarjetita que el bailarín leyó con rapidez, luego asintió un par de veces antes de sonreír inmensamente.
— Has hecho un trabajo genial ¿Cómo has conseguido una cita con ella? Es jodidamente cotizada—
— Es la hermana mayor de Chan Yeol, le comenté eso y no basto demasiado para que aceptara —
— Eres realmente genial cuando quieres, Se Hun —
— Lo sé. Soy genial todo el tiempo —
— Ya, ya que no se te suban los humos —
Kyung Soo no sabía de qué diablos estaban hablando, pero algo dentro de él se removió y apretó fuerte la escoba. Claro, el repostero no sabía que Park Yura era una psiquiatra muy respetada en el mundo de la medicina. El moreno estaba feliz.
— Te ayudará con su TPM, es especialista en eso —
— ¡Muchas gracias, Se Hun! —
Jong In se lanzó a los brazos de su amigo y este sonrío, durante mucho tiempo habían buscado una terapeuta que fuera lo suficiente profesional como para no salir a divulgar a todos lados el problema que su amigo padecía y que lo atendiera sin el consentimiento de su padre, que en ningún caso se debía enterar del trastorno que sufría su hijo.