Capítulo 003.
3 Personas más.
He cerrado mi corazón,
Dejaré mis sentimientos allí
—I'm Through With Love
(Marilyn Monroe)
Lu Han sonrió ampliamente y por primera vez no le importó que otras personas le viesen sonreír. Él no solía hacerlo frente a la muchedumbre de alumnos debido al hostigamiento de “Que bella sonrisa tienes” que vendría más tarde acompañado de un “¿Te gustaría salir conmigo?” Se Hun enarcó una ceja y lo siguió arrastrando los pies.
La mano del presidente era fina, tenía los dedos largos y huesudos, pero era suave al tacto. Y encastrada sobre la de él parecía aun más suave. Hizo una mueca incomoda, le debía resultar fea al tacto su mano rasposa con apoyas viejas y algunas otras más nuevas. Pero el otro parecía no inmutarse, lo arrastró por toda la escuela hasta llegar al ala más alejada. Se Hun sentía los ojos curiosos de los demás observarle.
Los corredores estaban completamente vacíos y casi era tétrico, porque no recordaba que alguna vez alguien hubiese mencionado aquella zona de la escuela. Todo parecía más envejecido y añejado que el resto del edificio. Pero los ventanales eran más grandes y dejaban pasar más luz. Al final del largo pasillo, la única puerta a la derecha.
“Club de Cantantes Muertos”
Lu Han abrió la puerta corrediza sacando un llavero de Hello Kitty. Se Hun enarcó una ceja pero no dijo nada. Eso era sorpresivo. El chico flor más codiciado del colegio y, al parecer, del mundo, era fan del gatito demoniaco. Guardó rápidamente la llave al recordar la presencia del menor detrás de él.
— Pasa — comentó enseñándole el lugar.
Oh miró a su alrededor con la misma expresión aburrida de siempre. El lugar era fantástico, contrastaba completamente con el deteriorado pasillo más no desencajaba en el lugar. Era el estilo vintage en su máximo esplendor. Carteles adornaban las paredes, posters de musicales como Singin’ in the Rain, Chicago, Una línea del Coro, Cats, Billy Eliot, Cabaret, West Side Story, La novicia rebelde, El fantasma de la Opera, Dracula, Moulin Rouge, ¡Hello, Dolly!, Gentleman Prefer Blondes y All the Jazz. Fotos de cantantes como Frank Sinatra, Edith Piaf, Freddie Mercury, Elvis y John Morrison, Pudo reconocer un par de posters de The Beatles y de Michael Jackson.
— ¿Y Marilyn? Ella cantaba también—
Lu Han enarcó una ceja, mirándolo con sorna. Se acercó hacia uno de los muebles y colgó el retrato de cuatro colores de Marilyn Monroe, el de Andy Warhol. Puso sus manos sobre su cadera.
— ¿Feliz? —
Se Hun asintió.
Poco a poco comenzaron a llegar las extrañas personas que conformaban el club. El primero que llegó fue un chico pequeñísimo –Le recordó a Kyung Soo por su tamaño- que parecía que iba a romperse en cualquier momento. Traía un abrigo sobre el saco de la preparatoria y eso que estaban en Marzo. El cabello negro le caía sobre la frente y llevaba un simpático gorro tejido en la gama de azul (El color del colegio junto con el rojo y el negro) vio en sus ojos perfectamente delineados, lentillas azules. Lo siguió con la mirada y el muchachito se ubicó en la silla más cercana a la ventana.
La segunda persona en llegar fue un chico de la altura de su hyung con una sonrisa gatuna y traviesa gravada en su rostro. El cabello rizado y enmarañado acompasaba los pronunciados pómulos. Él, se sentó en el rincón más alejado de toda alma viviente existente.
El último miembro, según le contó Lu Han, fue un chico pequeñito con las mejillas regordetas y el rostro redondeado. A Se Hun le pareció que todo él tenía forma de corazón, pero no iba a decirlo nunca en voz alta porque ese comentario era estúpido y cursi. Se sentó en la mesa central, como una persona normal y equilibrada lo haría. Sacó sus libros de estudio y se puso sus auriculares. Fue el único que se molesto en saludar.
Lu Han se paró.
— Chicos, este es Oh Se Hun-ssi. Es el nuevo miembro del club —
El aludido inclinó su cabeza un poco.
— Mucho gusto, soy Kim Min Seok. Bienvenido seas — dijo el último en entrar.
— Seguramente ha venido aquí por Baek Hyun— aseguró el primero en entrar — Nadie se resiste al encanto de Byun Baek Hyun —
— ¿Quién es…? — medio preguntó el más joven.
— Es él mismo — aseguró Min Seok resoplando.
<<Debe ser raro convivir con una persona que habla en tercera persona de sí mismo constantemente>> pensó Oh. <<Yo no lo soportaría demasiado tiempo>> Miró al que no se había presentado, estaba dándoles la espalda.
— El es Kim Jong Dae. No te hablará a menos que crea que eres igual de genial que él — explicó Lu Han.
— El asegura que solo habla con “Seres inmortales como él” — siguió Min Seok, volviendo a resoplar.
Se Hun levantó ambas cejas. Era un club de gente rara. <<El líder es un niño flor antisocial, luego esta una princesa que habla en tercera persona y un ser inmortal. El único normal aquí es Min Seok-hyung>> Pero esa idea se borró cuando vio que había acabado su tercer paquete consecutivo de papitas.
Ese día, Xi se dedicó a mostrarle los álbumes que guardaban. Tenían una gran variedad, desde cantantes nacionales hasta los clásicos internacionales –de los que más abundaban- No le pareció tan complicado sobrevivir dentro de ese club. El único riesgo era ser devorado por Min Seok.
Las actividades del Club tan solo duraban hora y media. Así que salían a las seis y media. Le daba el tiempo suficiente para llegar a su trabajo.
— Deberíamos festejar tu ingreso al Club — comentó Lu Han mirando a Min Seok y a Se Hun de hito en hito.
— Lo siento, yo no tomo el mismo tren que ustedes. Además, estoy demasiado ocupado con mis tesis — aseguró el pequeño.
— Oh, es una verdadera lástima que no pueda sumarse, Min Seok-hyung — Lu Han se recuperó y miró con una sonrisa en los ojos al menor — ¿Tú tienes tiempo, Oh Se Hun-ssi? —
— Debo trabajar — se removió incomodo.
— Ah. Debes cumplir con tus responsabilidades así que no te sientas culpable —
No importó que Xi hubiese intentado componer una sonrisa, era obvio que le había dolido el obvio rechazo que ambos muchachos le habían dado. Se Hun intentó ignorar el pinchazo de culpa que sintió. <<Debo trabajar si quiero aunque sea comer mañana>> se recordó así mismo. <<Además, si quisiera tomar algo con alguien como él debería vender mi celular>> Y luego recordó, que su viejo celular con tapa no valía nada actualmente. Con una mueca en el rostro subió al tren. Aunque era un horario pico. No había mucha gente en esa línea.
No hubo apretones ni roces. Tampoco invasión del vital espacio personal. Solo eran ellos dos, sentados uno al lado del otro, con los maletines sobre el regazo, completamente incómodos. Se Hun quiso aclararle que no salía con él porque no tenía dinero para hacerlo. Pero se dio cuenta que Xi Lu Han era un niño rico, que casi envolvía sus regalos con dinero. Quedaría como un patético y pobre diablo frente a él. Su mirada se volvió severa. No causaría lastima en la gente. No de vuelta.
Lu Han, que había sido tan conversador durante todo el día y el día anterior, estaba completamente callado. Por algún motivo, ese silencio agrio le pareció más sincero que sus cordiales charlas. Y eso le dio miedo. Porque él era el único que disfrutaba el silencio de esa manera.
Vio a Lu Han bajarse y marcharse. El hyung le dio un cordial saludo antes de retirarse. Y pensó que el más bajo tenía ganas de llorar por el murmullo ahogado que fue su despedida. Pero eso, tenían que ser imaginaciones suyas. Debían serlo, o si no, él, volvería a ser al malo de la historia.