Capítulo 048
48 Fragmentos de un corazón.
— ¡Llegamos a la playa! — exclamó Lu Han estirando sus brazos en el aire.
Chan Yeol rio suavemente filmando el lugar con su bonita cámara. Las arenas eran blancas y el mar era tan azul que parecía más bien turquesa, como si hubiese sido sacado de una postal. Se volvió hacia el más alto de todos y llevo sus dedos en forma de su V hacia sus ojos.
— ¡Tómame una fotografía, Park Chan Yeol-ssi! —
— Tres…dos… uno… ¡Cheese! —
— ¡Cheese! —
El flash iluminó unos instantes el rostro del muchacho chino antes de perderse para siempre. Chan Yeol pasó la imagen a su teléfono móvil para pasársela al otro muchacho.
— ¿Qué es eso de tu nueva foto de portada? — preguntó burlonamente el basquetbolista.
— N-nada —
Chan Yeol y Baek Hyun rieron suavemente, Se Hun enarcó una ceja pero no preguntó nada más. Lu Han decidió intentar bajar el sonrojo de sus mejillas y tiró de la mano de Oh para sentarse bajo las silletas y las sombrillas.
Era el viento del mar más el olor a sal, lo que habían relajado por completo al menor. Ese paisaje era digno de ser retratado, podría vivir eternamente en una playa así. No importaba el ruido de los turistas ni de los flashes, solo la frescura del mar en sus pies y la suave oleada que le hacía cosquillas, además de la calidez de la mano de Lu Han junto a la suya. Lu Han. Muy en sus adentros pensó que no importaba si fuese mar o montaña, si su hyung estaba a su lado. Escondió la sonrisa que surgía en su rostro y acarició con su pulgar el dorso de la mano del mayor. Fue tan imperceptible su caricia que tal vez el otro no lo notó. <<Hyung, ¿Qué me dirías si te digo que estoy enamorado irrevocablemente enamorado de ti?>>
El aroma dulce de chocolate y vainilla de Xi se mezclaba con lo exótico del lugar y podría tener una sobredosis de aquel aroma, también podría llegar al éxtasis con tan solo eso. Tiró un poco del cuerpo más pequeño y hundió su nariz en el cuello, aspirando suavemente. Lu Han le abrazo suavemente y sintió su sonrisa flotando en el aire.
— ¿Qué pasa, Se Hun –ah? —
— Estoy enamorado de usted —
El mayor se aferró a su novio sonriendo inmensamente, tomo con suavidad su rostro entre sus manos y dejo un beso sobre sus labios. Sus frentes quedaron apoyadas y se miraron a los ojos mientras enredaban los dedos de sus manos. Ambos estaban sonriendo sin miedo ni preocupaciones.
— Me alegra tanto escucharte decir eso , Se Hun-ah —
— ¿P-puedo llamarle por su nombre? —
— Puedes —
— Lu Han — susurró.
— De vuelta —
— Lu Han — repitió esta vez sobre sus labios — Lu Han — sobre su mejilla — Lu Han — sobre su oído.
Xi no pudo evitar gemir bajito, ¿Cómo una persona podía excitarse por su solo nombre? No sabía cómo, pero el muchacho chino podía y podía morir feliz con el menor ronroneando su nombre. Dejo su pecho apoyado sobre el ajeno mientras el menor besaba su oreja.
— ¿Lu Han? —
Definitivamente ese no era su nombre pronunciado sensualmente en los labios de su novio. Alejo la cabeza del hombro de su novio, ambos muchachos se volvieron hacia la fuente de sonido. Oh Jae Joong estaba parado frente a ellos, rodeaba la cintura de una mujer parecida a una muñeca. Se Hun pensó que posiblemente fuese japonesa.
— ¿Jae Joong? —
<<Esperen>> pensó el chico colorido << ¿Lu Han está llamando a un hombre adulto por su nombre sin honoríficos?>> el menor frunció el ceño notoriamente ante la sonrisa cómplice del hombre. La muchacha a su lado seguía tan inexpresiva como una piedra. Era bonita sí, pero ¿Estaba viva?
— Ah, que sorpresa encontrarnos aquí, Luhannie —
Los ojos negros de Se Hun si se fijaron en el hombre en ese momento. ¿Qué diablos con su tal “Luhannie”? Hace tres meses estaban saliendo y recién ese día había juntado coraje para llamarlo por su nombre y ni si quiera tenía pensado tutearlo.
— Una sorpresa no tan grata — masculló el aludido — Ya te dije que deberías dejar de llamarme así, tuviste que dejar de hacerlo cuando te revolcaste con mi madre —
— ¡Oh! Tú tienes una memoria increíble ¿Verdad? —
— Posiblemente, recuerdo cada maldito día de los 87 que estuve en tu casa, gracias por el hospedaje por cierto, nunca te lo agradecí pero es probable que mi madre ya me haya hecho los honores —
— ¡Ah! Shin Hye, mujer simpática, ya sabes que estoy escribiendo un libro para ella, será una completa pérdida de tiempo, aunque no de dinero, las mujeres hoy en día son tan superficiales que les gusta la literatura barata — se volvió hacia la estatua a su lado — Tu no escuches eso, no es para ti — se volvió hacia los muchachos nuevamente — ¿No me presentaras al amigo con el que estuviste antes de ayer? —
— Oh, tu también tienes buena memoria — masculló Xi — Él es Se Hun —
— Bonito nombre, viene de triduo ¿Verdad? —
— ¿Y tú eres? —
Lu Han miró con sorpresa a Se Hun, su tono era cortante, seco, frío, distante y desagradable. Exactamente el mismo tono de voz con el que les hablaba a todos en la escuela, como si quisiera ahuyentarlos con su mirada que casi destilaba chispas. Je Joong enarcó una ceja por la sorpresa, era una buena sorpresa, si bien en tiempos modernos abundaban los jóvenes prepotentes, casi sintió algo cuando sintió esa mirada sobre él.
— Jae Joong — respondió con una sutil sonrisa.
Una de las manos frías se apoyó en el hombro del ciervo.
— Soy su novio. No sé qué historia rara hay entre ustedes dos, pero me gustaría al menos haber sido presentado. Y no solo yo, la señorita junto a ti —
— Soy Amuro Namie, mucho gusto en conocerte, Se Hun-kun —
La bella mujer hizo una leve reverencia que el menor correspondió.
— Bueno, ahora que se conocen, vayan por ahí a tomar un helado o algo así — Jae Joong empujó suavemente a la mujer y espantó con un gesto al menor. —
La mujer y el joven se fueron, ambos caminaron el uno al lado del otro. Lu Han no les detuvo, el menor le dirigió una mirada enfadada por sobre su hombro. La mujer, sonrió torcido por primera vez.
— Ya lo has perdido — comentó Amuro.
— ¿Qué? —
— Eres gallito, eres fuerte y tienes coraje, pero esta ese sujeto allí, Jae Joong —
— ¿Por qué deja que la trate de esa manera? —
— Existe algo en las mujeres que todas creemos que podemos cambiar a los chicos malos, bueno, no es solo en las mujeres, cualquier persona enamorada cree que puede cambiar con la fuerza de su amor a otra persona. Son tonterías y aun así todos creemos eso —
— ¿Va cambiar con lo que usted lo ama? —
— Si vas caminando por una calle, cinco de cada siete mujeres se habrán acostado con él. Cada vez que estoy en su departamento tengo que ver un desfile de mujeres que lo solicitan una vez más, aun así soy amable con él y nunca le reproché nada, después de todo, yo sabía dónde me metía cuando comencé a salir con él. Creí que se daría cuenta que estaba errado, pero no. Como todo escritor melancólico está profundamente enamorado de una mujer que se fue para no volver. —
— Interesante —
— Fue agradable haberte conocido, Se Hun-kun —
— Usted habla bien coreano, Habitación Barata-san* — Se Hun suspiró — Espero que pueda cambiar con la fuerza de su amor a ese tipo —
La mujer rio suavemente.
— Y espero que tú puedas, Apagadito-ssi *, recuperar a aquel chico. Era lindo, parecía un muñeco —
— Lastimosamente, es condenadamente lindo. Él lo sabe, yo lo sé, tú lo sabes, todos lo saben. Ese es el problema —
Jae Joong tomó del brazo a Lu Han arrastrándolo fuertemente lejos de toda la gente, el chino se quejaba levemente por la fuerza infligida y de vez en cuando intentaba soltarse. El maldito escritor había llegado para arruinarle su viaje, seguro lo tomaría en brazos y le llevaría a Seúl de vuelta.
— ¿Sabes que hará tu madre cuando sepa que estabas en Jeju, ósea tierra del sexo y la lujuria, con un mocoso? —
— ¿Intentará coquetearle a mi novio? — preguntó sarcásticamente — Cada novio que tuve, ella me lo robaba ¿Sabes qué clase de trastornos tengo con eso? No es sano para nadie — masculló alterado — Además, ella no se enterará a menos que tu le digas —
— ¿Y dónde cree ella que tú estás? —
— Pasando un fin de semana de estudios con Kim Min Seok, alias Soy-tan-listo-que-tengo-una-beca-a-Harvard —
— ¿Y se creyó eso? Es patético — bufó el mayor.
— Sip —
— Ella está más loca de lo que creí y tu estas aun más trastornado. ¿Estás pensando claramente? Fuiste de viaje tu solo, con un mocoso hormonado a un lugar que ni si quiera conoces. ¡Por favor! Ni si quiera yo sería tan irresponsable ¿Aunque sea sabes cómo volver a tu hotel? — Vio en el rostro del menor que no tenía ni la menor idea de donde estabas — Si vas a traer a alguien que es más pequeño que tú, cuídale. —
— No soy un niño, tengo dieciocho, se lo que hago —
— Pero Se Hun, es un niño, es alto y parece fuerte pero sigue siendo un niño y tú también. —
— Ya, ya. No vinimos solos, también están otros dos amigos —
— ¿De cuánto? ¿De dieciséis? ¿De diecisiete? —
— Precisamente —
— ¡Ag! ¿Y tu padre? —
— Él me dejo —
— Espera, espera, espera. Min Ho no es idiota, no se creería tu cuento de fin de semana de estudios, tampoco te dejaría venir solo —
— Papá cree que vine con la hermana mayor de mi amigo —
— OH, niño, estarás en muchos problemas ni bien ponga un pie en Seúl. ¿Sabes qué? Ni si quiera tendré que pisar Seúl —
Jae Joong sacó su móvil del bolsillo de su camisa y marcó el número del padre de Lu Han. Amuro y Se Hun se acercaban a paso lento. Vieron con sorpresa como Xi estaba de rodillas rogándole algo que no alcanzaban a entender al sujeto.
— No, por favor, por favor, por favor. Por lo que más quieras en este mundo no llames a mi padre —
— ¡Que lastima! Debiste pensar en mentirle a sus mayores cuando estabas en casa —
— Jamás me han dejado viajar, por favor Jae Joong~ No seas cruel, no me dejarán salir en lo que queda de las vacaciones —
— Son dos semanas, no es tanto —
— Jae Joong~ —
— ¿Cómo dijiste que se llamaba el adulto responsable con el que vendrías? —
— Park Yura —
Jae Joong sonrió con diversión mientras hablaba con el padre de Lu Han, Min Ho. Xi, como todo el ser maduro responsable que era, se sentó en la arena, cruzándose de brazos e inflando sus mejillas, mientras murmuraba maldiciones en contra del escritor quien explicaba con lujo de detalles la situación por teléfono. Se Hun estaba molesto, pero no por eso dejo de divertirse con el paisaje.
— Yo buscaré a los demás y les diré que ha arruinado nuestras vacaciones — comentó Se Hun.
— Iré contigo — añadió Namie.
Lu Han miró con sus ojos de ciervo como el menor se alejaba nuevamente junto a la mujer.
***
Baek Hyun sujetó su sombrero para que no se fuera por el viento. Chan Yeol se había metido al mar y nadaba felizmente de un lado a otro como perro con dos colas. Como él no sabía nadar, simplemente mojaba sus pies en la orilla. Había espantado a Park con su actitud cortante. Estaba a la defensiva sin quererlo. No quería lastimar a su novio, lo que menos quería en ese momento era que se alejara. Alzó la cabeza y buscó entre las millones de cabecitas, la de Chan Yeol.
Lo buscó con desesperación metiéndose un poco más dentro del mar, hasta que el agua le llegó a las rodillas, volteándose a ver por todos lados. Se arremangó sus bermudas, subiéndolas hasta donde pudo y metiéndose un poco más. No quería mojar su traje de baño pero cuando llamo a Chan Yeol y no respondió, se metió hasta la cadera. Se giró quedando de espaldas al mar mirando la arena, tampoco estaba por allí.
Miró el agua cristalina que lo rodeaba, mucha gente nadaba a su alrededor, había alguien sumergido cerca de él. Eso distrajo a Byun de su búsqueda implacable. La persona que nadaba se acercaba más y más. El movimiento del cuerpo al nadar hizo que casi jurara haber visto el tatuaje de Kai. ¡¿Kai?! Intentó convencerse así mismo de que eso no era real, que era solo un sucio truco de su mente, pero sentía como se hundía bajo la arena y no podía moverse. Kai acercó su mano al tobillo ajeno, dispuesto a hundirlo con él.
Entonces, Chan Yeol abrazó por la espalda a su novio, quien gritó. Lo había empapado por completo y Park atinó a reírse como siempre solía hacerlo. El corazón de Baek Hyun latía en su garganta como un caballo al galope. Byun miró el agua y no había rastro del bailarín, su respiración comenzó a serenarse.
<<Concéntrate en Chan Yeol>> pensó.
El menor, como siempre era una estufa andante y emanaba calor. Sentía su torso duro y bien formado sobre su espalda. Ahora, él estaba completamente mojado por el abrazo húmedo del menor. Sus brazos le rodeaban con fuerza y cariño.
Sentía que el aire le faltaba y pronto su respiración comenzó a hacer más desesperada, se sentía ahogado dentro de esos brazos, su contacto quemaba y olía, sentía ganas de llorar, no le gustaba, no quería eso. Pero necesitaba de Chan Yeol. Pronto, los brazos del menor se alejaron de su cuerpo.
Baek Hyun alzó los ojos y pudo ver el corazón roto de Park a través de la sonrisa que fingió.
— Se Hun está en la orilla, debe necesitarnos —