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When the flower boys cry. por Nana-Sama

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Capítulo 050

50 Ausencias

 

Se Hun se sintió un poco patético, más bien demasiado patético. Seung Hyun lo miraba detrás de los lentes que estaba utilizando en ese momento. Ese chico estuvo deprimido por los últimos tres días. Oh no era muy agradable por naturaleza, pero después de haber tratado con el por cinco años se daba cuenta de cuando algo le afectaba.

—    Lo sé, lo sé, el retiro de Ji Yong te afecta — bromeó palmeando su espalda.

El chico lo miró como si tuviera monos en la cara antes de formular una mínima sonrisa. Seung Hyun también le sonrió sentándose a su lado, frente a la caja. Con esos calores, en medio de la siesta no había casi nadie más que algunos deportistas extremos que se detenían a pedir al fresco que tomar.

—    ¿Qué es lo que te ocurre? —

—    Como no tengo ningún amigo me veo obligado a recurrir a Jun Hong para que me aconseje —

Choi levantó la vista en el momento exacto en el que el chico con el cabello rosado y enrulado entró, Dae Sung lo miró feo pero no dijo nada. El chico peli rosa se sentó frente a ellos, del otro lado de la barra.

—    Me siento ligeramente ofendido. No me tuviste en cuenta a mi — volvió a bromear Seung Hyun.

Se Hun sonrió apenas mientras Jun Hong soltaba una risotada.

—    Bueno, ¿Qué paso? — preguntó Zelo.

—    Creo que no tengo suerte en el amor —

—    ¿Qué te hizo el niño cara de ciervo? —

—    Nada —

—    ¿He? — mascullaron los otros dos.

—    Si no te hizo nada ¿Cuál es el problema? — preguntó Seung Hyun.

—    Ese es precisamente el problema. Me ha estado ignorando por los últimos tres días —

—    Oh. ¿Sabes si tiene algún problema? — curioseó el mayor.

—    No lo sé, si los tiene no me lo ha dicho —

Por la siguiente media hora los tres hombres intentaron darle vuelta el asunto como para que Se Hun no se sintiera tan mal. Intentaron hacer también una línea de tiempo, para ver si fue el muchacho quien hizo algo mal y eso hubiese causado que Xi se hubiese molestado con él. Pero no encontraron ningún resultado verídico de esta manera.

—    Me habías dicho que estaba con un sujeto… — recapituló Zelo — ¿Cómo dijiste que se llamaba? —

—    No lo dije aun — aclaró Se Hun — se llama Jae Joong o algo así —

Seung Hyun miró con los ojos abiertos como platos al menor de todos. Ladeó la cabeza y se inclinó un poco sobre sí mismo, no podía ser cierto.

—    Descríbemelo —ordenó.

—    Es unos centímetros más bajo que yo. Cabello castaño y lacio, estaba con una japonesa —

—    ¿Movía constantemente su flequillo hacia un costado? — preguntó.

—    Si… ¿Cómo lo sabes? —

—    Oh Jae Joong, éramos compañeros y amigos en preparatoria y en la universidad —

—    ¿Oh? — preguntaron los dos menores.

—    Si, como Se Hun — se encogió ligeramente de hombros — Tuvo una historia triste, como tú. Salió con una chica llamada Hyun Ah o algo así, ya no me acuerdo bien, luego de un par de meses, cuando él estaba bien enamorado, ella lo dejo y nunca más volvió a saber de ella —

Se Hun estaba sorprendido y su rostro lo reflejaba.

—    Cuéntame más sobre Hyun Ah — pidió Jun Hong.

—    Era linda chica, casi una niña, tenía quince, quería ser modelo, pero por algún motivo lo dejó luego de terminar con Jae Joong —

—    Seung Hyun — murmuró Oh — Hyun Ah es el nombre de mi madre, ella salió con un muchacho rico y más grande que ella cuando tenía quince, quedó embarazada y por algún motivo mi padre nunca apareció. Ella quería ser modelo —

Seung Hyun miró fijamente al menor, pensó en Jae Joong cuando tenía quince, cuando llevaba el cabello castaño claro con un flequillo que le llegaba a los ojos. Pensé que podían llegar a parecerse. Luego se dio cuenta que ambos tenían la misma costumbre, su retorcido amor por el té de burbujas, las historias japonesas que Se Hun siempre le contaba a Seung Ri y a Dae Sung, la manía de acomodarse el flequillo. Sus dedos tamborileaban sobre la barra. Pensó en la mirada oscura del escritor cuando se enojaba y le miraba entre con los ojos negros como una noche sin luna. Recordó las charlas en las que su amigo se jactaba de haber desvirgado a esa jovencita sin molestarse en usar protección. Hizo un cálculo y los años daban exactos entre la desaparición de Hyun Ah y el nacimiento de Se Hun.

—    Necesitamos aclarar esto ahora — aseguró parándose rápidamente, le hizo unas señas a Tae Yang para que se hiciese cargo del lugar. — Vengan conmigo, niños —

Los dos menores le siguieron y se subieron en el Mercedes Benz A45 AMG blanco. Mataría a su amigo si dejo a un niño solo casi en la calle por dieciséis años sin si quiera preocuparse. Él, por años había buscado adoptar niños y la burocracia no les dejaba y el idiota había dejado a un muchacho precioso solo y abandonado durante años. Sus manos apretaban el volante mientras los dos jóvenes estaban sentados en silencio en la parte de atrás.

Se Hun marcó el número de Lu Han pero le dio la contestadora, lo marcó otra vez y dio el mismo resultado. Decidió escribirle un mensaje de texto. Oh tenía un nudo en la garganta y estaba seguro de que patearía algo en cualquier momento. Necesitaba de Xi en ese preciso momento, unas palabras, tan solo oír su voz le tranquilizaría, le aseguraría que todo estaba bien.

Hyung, llámame. Por favor, te necesito

Sus dedos se batían sobre la puerta del coche. Miraba la ventana distraídamente, ¿Acaso había llegado el día de conocer a su padre? ¿Acaso era ese ser tan odio el que le dio la vida? No quería que ese sujeto fuese su padre, era un casanovas que posiblemente se acostó con su novio. No quería eso. No. Se negaba a aceptar el si quiera imaginarlo.

 

Llegaron Gangnam en quince minutos, había sido que el escritor tenía un departamento allí. Seung Hyun parecía conocer el barrio a la perfección y se preguntó donde quedaría la casa de su Jefe. Él quería un papá como Choi, alguien que se preocupase por él y fuese digno de ser admirado. No alguien patético como Jae Joong. Le daba cosa si quiera la sola idea de compartir apellido. En el camino, habían parado por la casa de Se Hun para recoger una fotografía de su madre. Tenía solo una.

 

Seung Hyun  agarró del cuello de la camisa a Jae Joong empujándolo contra una pared. Se Hun nunca había visto al mayor actuar violentamente y estaba sorprendido, el castaño tenía sus manos sobre las ajenas, evitando que lo ahorcara. El escritor se retorcía un poco, sorprendido y asustado.

—    Habla de una buena vez, Oh. —

—    ¿Q-que pasa? — preguntó temeroso.

Choi le soltó empujándolo un poco y señaló directamente a Se Hun, quien apareció detrás del dúo acompañado de Jun Hong, quien miraba todo silenciosamente con una mano sobre el hombro de su amigo.

—    Ese chico. Es tu hijo. —

—    ¿¡Qué?! ¿El mocoso? ¿El noviecito de Luhannie? Deja de decir tonterías, Choi—

—    Hyun Ah, Kim Hyun Ah. Tu novia, el amor de tu vida. Ella misma es su madre. — sacó de su bolsillo la fotografía que era del menor.

Jae Joong miró con tristeza y nostalgia el rostro de su bella ex novia, la única que logró enamorarlo y se fue para no volver. Reconocería su rostro donde sea. Miró por sobre la foto el rostro frío del muchacho que parecía odiarlo desde un comienzo.

—    ¿Es tu madre? — preguntó en un susurro.

—    Sí y tú has sido el único hombre con el que salió — respondió secamente.

El escritor reconoció en la manera de hablar del muchacho el mismo tono que su novia alguna vez uso cuando estaba molesta y dolida. Ladeó la cabeza mientras en su mente se comenzaban a acumular todos los recuerdos tristes de su ausencia. ¿Acaso ese mocoso frente a él era la razón por la que no pudo estar junto al amor de su vida en su momento? No podía creerlo. No iba a reabrir viejas heridas luego de tanto tiempo.

—    ¿Y qué quieres que haga con ello? — espetó.

Se Hun bufó y Seung Hyun pareció aún más molesto que antes.

—    Sabía que eras patético pero no sabía que…— Seung Hyun fue interrumpido por el menor.

—    A mí tampoco me importa. Ahora ya se cuan ridículo es mi origen, no quiero tener nada que ver contigo si es lo que te importa. He sobrevivido 16 años solos, puedo sobrevivir otros 16 más sin ti. Tampoco quiero caridad o lástima así que no te preocupes de nada. Solo espero que vivas con la culpa el resto de tu vida porque tienes un hijo por ahí del cual no te has hecho cargo. —

 

***

 

Tres días después los resultados de ADN llegaron. Resultó ser que Oh Se Hun y Oh Jae Joong estaban emparentados más que por un odio unilateral, eran hijo y padre, padre e hijo. Seung Hyun, Ji Yong y Jun Hong estuvieron junto al muchacho mientras este leía el: 99.9% de probabilidades de paternidad.

Hyun Ah nunca se enteró porque jamás estaba en casa, Jae Joong no se lo tomó tan mal. Namie estaba sentada frente al cuarteto de personas con el escritor a su lado. Aquel chico tenía el mismo carácter que su padre y eso que jamás se habían visto.

—    ¿Dónde está Lu Han-kun? — preguntó la japonesa a su novio.

—    No lo sé — respondió el escritor algo ido — La última vez que le vi estaba en el Gallardo de Yi Fan —

—    Interesante — murmuró Amuro.

La bella mujer tenía el número del mocoso ¿Por qué? Sencillamente porque odiaba a toda esa familia loca de los Xi y tenía una filosofía de vida “Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos más cerca” llamó repetidas veces y a la décima se decidió a dejar un mensaje de voz.

Esto… tal vez nosotros no nos llevemos bien, pero… Oh Se Hun te necesita

 

***

 

—    ¿Es normal que haga eso? — preguntó Ji Yong.

—    ¿Huir? Si — respondió Zelo encogiéndose de hombros. — Hasta se tatuó eso —

—    ¿La palabra “Huir”? — insistió Seung Hyun.

—    El símbolo del viento. Él es como el viento, a veces puede ser calmo y suave y otras veces puede ser furioso y ciego, él está un momento aquí y luego puede ya no estar más.

El ex ídolo coreano preparaba una cena rápida con las cosas que había en la pequeña casita de Se Hun, en su mente, estaba maldiciendo por la vida que le tocó tener al pobre chiquillo. Vivía en un lugar patético, no tenía ni padre, ni madre y se mantenía solo, como podía, con dieciséis años recién cumplidos y hacía eso desde que tuvo consciencia de que estaba solo. Hacía frío pese a ser verano por una escandalosa tormenta que se desató. Ji Yong no podía quedarse tranquilo sabiendo en qué condiciones vivía el menor.

—    ¿Nunca vino un asistente social por aquí? — preguntó el hombre.

—    No, jamás se interesan por nosotros — respondió Zelo encogiéndose de hombros.

—    Eso está mal — murmuró con voz grave, Seung Hyun.

—    ¿Cuándo va a volver? El clima está muy feo — volvió a preguntar Kwon.

—    Quien sabe — murmuró mirando el ventanal y la densa lluvia fuera, casi no podía verse nada de tanto que el cielo parecía negro.

Seung Hyun supuso que eso debía ser cosa de familia, Hyun Ah desaparecía cuando quería, Jae Joong iba y venía y al final, no había nadie al lado del pequeño para cuidarlo y protegerlo. El escritor había dicho que se lavaría las manos y que no esperen que él se haga cargo del mocoso.

 

Se Hun no volvió hasta la medianoche, empapado y temblando. No esperaba encontrar a nadie en su casa, pero allí estaban esas tres personas, preocupadas por él. Ji Yong había preparado comida calientita y Seung Hyun le había buscado abrigo y algo para secarse.

—    Llamé a Jong In, este preocupado por ti, me dijo que le llame cuando sepa de ti — contó Zelo, mostrándole el mensaje de aliento de su amigo.

Las demás personas podían decir que su entorno era lo más retorcido del mundo, uno de sus mejores amigos tenía trastorno de personalidad múltiple y culpable de varios cargos de agresión y hasta violación. El otro había sido su novio y lo había engañado luego de orillarlo al suicidio. Su madre era una prostituta que jamás estaba y su padre biológico resultó ser un famoso escritor alcohólico y mujeriego. Aun así, en ese preciso momento, rodeado de esa gente que le estaba demostrando tanta preocupación. 

Notas finales:

Se que he tardado más de lo usual, pero este capítulo me tocó a mi personalmente así que fue como una especie de catarsis escribirlo. Espero desde el fondo de mi corazón que les haya gustado. 

Lastimosamente, desde aquí se avecinan toooooodos los problemas en este arco de la historia. Y bueno, ya he establecido que la historia tendrá tres arcos. Me emociona que pensar que hemos llegado tan lejos. Y pensar que hace dos meses más o menos comencé el fanfic. Estoy emocionada por sus 3.000 lecutras en el capítulo pasado, muchas gracias. 

Prometo hacer actualizaciones más seguidas desde ahora. 

¡Nos leemos en el siguiente capítulo! 


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