Capítulo 053
53 Sobras
Se Hun estaba sentado sobre el inodoro con la cabeza apoyada en la pared con Jun Hong arrodilla frente a él. El chico de cabellos rosados le miraba con una sonrisa maliciosa. Oh dio un jadeo cuando el mayor le ajustó con demasiada fuerza las vendas.
— Eso te pasa por intentar matarte de vuelta ¿Dónde metiste la otra venda? —
El menor le miró y se encogió de hombros, no sabía donde se le había caído, pero tal vez fue porque caminar bajo la lluvia aunque no sabía bien qué clase de relación tenía eso. Ji Yong había insistido en que se quedase en casa de Zelo y él no podía contra lo monstruoso que llegaba a ser el ex ídolo cuando no conseguía algo. También le habían obligado a desayunar bien por su terrible pérdida de sangre y cada hora le vibraba el teléfono por un mensaje de Kwon para ver si seguía vivo, así de exagerado era.
***
Podía decirse que Lu Han estaba hecho pedazos. No solo tenía que lidiar con sus padres divorciándose si no que ahora tenía el corazón roto debido a que su novio le había dejado sin darle oportunidad a replicar.
La mayor parte del día la gente había dejado de saludarlo y ni si quiera se molestaban en mirarlo, todos estaban absolutamente concentrados en otra cosa. Desde que llegó a Corea había buscado eso, paz y tranquilidad. Sentirse como un alumno normal sin gente que se le este declarando el dos por tres. Aun así, sentía cierta intranquilidad en su corazón. Además, por primera vez en meses –desde que había estado saliendo con Se Hun- tuvo que volver a comer en el comedor junto con todos los demás.
Había mucho ruido y mucho escándalo. Se sentó en una mesa con Baek Hyun que parecía no haber pegado un ojo en varios días. En efecto, estaba demacradísimo. Dijo que las pastillas le quitaban el almuerzo y tenía miedo de perder peso, pero que si comía tenía ganas de vomitar. Min Seok le decía que tenía que mantenerse hidratado en ese caso y le había conseguido varios jugos de fruta. Lu Han pensó que era raro que Chan Yeol no estuviese sobre sus talones. Había algo que él se había perdido que explicaba la horrible imagen de Byun, que antes era un dios. Ahora, el cantante llevaba el rostro limpio, sin una gota de maquillaje, pero tenía feas ojeras marcando sus ojos y estaba más pálido de lo usual. El cabello usualmente batido del chico ahora caía lacio sobre su frente. A diferencia de otros días en los que el chico se esmeraba en lucir genial, llevaba el uniforme usual si nada interesante o distintivo.
Al parecer, Min Seok era el único feliz entre ellos. Tal vez se debía a que tenía la entrada asegurada a la Universidad S o tal vez porque se había cansado, pero no soltó su teléfono en ningún momento. Se mensajeaba con alguien que no sabía quién era, pero le hacía sonreír como no había visto en mucho tiempo.
— ¿Preocupado porque ya no eres la estrella? —preguntó Jong Dae.
— Aliviado querrás decir —
— Dile eso a tu rostro —
Iba a discutir con su compañero de club, cuando un bullicio sobresaliente hizo que todos se giraran para ver de dónde provenía todo ese alboroto. Y venía, precisamente de la entrada del comedor. Lu Han llevó su vista hacia allí. Se Hun entraba tranquilamente acompañado de Zelo. Ambos, los muchachos altos caminaban siendo seguidos por una multitud de murmullos. Xi no se lo podía creer. El muchacho parecía estar brillando mientras se pavoneaba por el comedor hasta sentarse en una mesa con ellos.
— Dios ¿Se sentó con los populares? —preguntó Baek Hyun.
Ese sector era pura y exclusivamente para gente cool y atractiva Eran cinco mesas, una, donde estaba el equipo de futbol, la otra donde estaba el equipo de porristas, la otra era la del Centro de Estudiantes, había otra más de niños ricos y la última del equipo de baloncesto. Donde Baek Hyun siempre solía sentarse y donde podría estar sentado tranquilamente en esos momentos.
Se Hun se fue a sentar con los chicos más queridos, San Deul, Baro, Gong Chan y Shin Dong Woo. En esa mesa también estaba Jun Hong. Ni si quiera se había molestado en mirarle. Lu Han ladeó la cabeza, sin entender demasiado la situación ¡Ni si quiera estaba en secundaria! Tenía que hablar con Oh.
Se paró y fue a buscar al muchacho, que al parecer, se había sentado estratégicamente de manera que no pudiera hablar con él sin antes tener que pasar por Jun Hong, además, había muchas muchachas sentados con ellos riendo y bromeando. Se Hun estaba absolutamente callado jugando con la comida de su bandeja.
— ¿Qué haces aquí, Lu Han? — le preguntó San Deul dedicándole una sonrisa.
— Interrumpir nuestra felicidad — respondió Zelo.
— Vine a hablar con Se Hun-ah —
Los ojos avellana del mayor estaban en Se Hun, quien parecía no haberse inmutado por su presencia. Él estaba allí comiendo sin prestarle atención. Tenía las mangas de la camisa arremangas y llevaba otra venda. Sin embargo, nadie parecía prestarle atención a eso, tal vez les dijo que fue por una pelea o algo así.
— Él no quiere hablarte—masculló Zelo.
Lu Han no estaba de ánimos para discutir con el muchacho de cabellos rosados, así que lo ignoró.
— Se Hun-ah—murmuró llamando a su ex novio.
Se Hun suspiró pesadamente, cuando pudo verle a la cara la imagen que le devolvió fue la más desgarradora que había visto en su vida. Supo que los ojos enrojecidos del menor eran su culpa y pudo leer claramente en su mirada “No te importe antes, no te preocupes por mi ahora” bajó la mirada. Oh, ¡Cuán arrepentido estaba!
— Creo que deberías irte —espetó Jun Hong.
— ¿No hay segundas oportunidades? — le preguntó al menor.
— Lo nuestro se terminó, Lu Han — recalcó el chico ahora castaño.
***
Baek Hyun recogió sus cosas sobre su bandeja y lo estaba por llevar nuevamente hacia donde estaban las cocineras, no había tocado su comida pues las pastillas le quitaban el hambre. Era una lástima desperdiciar todo eso. Además todo eso le resultaba raro, nunca había comido de esa manera, Chan Yeol siempre traía cosas para ambos, además, tampoco nunca tuvo que devolver su bandeja ni sentarse en otro lugar que no sea al lado de él. <<Ah, estoy demasiado acostumbrado a él>> se quejó mentalmente. Además, si no quería seguir llorando tenía que dejar de pensar en él.
Chan Yeol iba de salida estaba caminando solo pues se había atrasado luego de tener que recoger sus cosas así que sus dos amigos se habían adelantado. Iba por el estrecho pasillo que había entre las mesas y se cruzó con Byun. Juró que su corazón se detuvo en el que se encontró con los ojos negros de Baek Hyun. No había lentillas ni maquillaje que se interpusieran entre ellos, solo una distancia infranqueable entre sus mentes. Si estirara su mano apenas unos centímetros, podía tomarlo del brazo y gritarle que lo amaba, pero su rastro de perfume pasó a su lado y él no hizo nada, más que mirar atrás.
No vio quien le había puesto el pie, pero lo único que supo es que en cinco instantes el estaba desparramado en el suelo y embarrado en comida. Instantes más tarde, todo el comedor estaba riéndose de él. Baek Hyun quiso llorar en ese mismo momento, pero levantó el poco orgullo que le quedaba sacudiéndose aunque ya estuviera más que embarrado.
Chan Yeol miró por sobre su hombro mientras en su mente se abalanzaba sobre el pequeño, pero se quedo quieto, debatiéndose entre ayudarle o no.
Baek Hyun se levantó y aun habiendo dejado todo tirado en el suelo, corrió lejos. Corrió tan fuerte como pudo mientras sentía como las lágrimas caían <<El amor duele. Duele mucho>> pensó.
Se Hun empujó la puerta del cubículo de donde se oían los sollozos. Baek Hyun era tan chiquito que cabía en el espacio entre el inodoro y la pared. No era el lugar ni más higiénico ni más bonito para llorar las penas. Oh se recostó por la pared.
— Si te duele tanto ¿Por qué lo dejaste? —murmuró.
— Podría preguntarte lo mismo —masculló secándose las lágrimas con el dorso de la mano.
— En mi caso yo tengo razones para no querer verle —
— Él tiene razones para no querer verme—
— ¿Es por lo de Kai, verdad? —
— Mi mente me está jugando una mala pasada. Ya no puedo confiar en nadie, Se Hun. Es horrible. En este mismo momento estoy preocupado de si vas a lanzarte encima de mí o no, si eres buena persona o no, cuando hacía unos meses yo lo sabía. Me pregunto si alguien va a atacarme por la espalda o si alguien me está observando —
— Chan Yeol está dentro de esa lista —
Baek Hyun estaba mirando un punto vacío cuando asintió con un gesto de la cabeza. Se Hun entendió su situación. No podía estar con una persona en la que no confiaba, pero por sobre todo, no podía estar con él sabiendo que desconfiaba no solo del amor de su vida si no de la persona más buena sobre la faz de la tierra.
— Es difícil eso de ser una buena persona. Lo estoy intentando muy duro. Pero soy egoísta y me hierve la sangre con solo imaginarme a él siendo feliz con otra persona —
Oh pensó que Lu Han se veía condenadamente contenido en los brazos de Jae Joong, recordó cómo se sintió aquello; como si sobrara. Como si estuviera demás en el cuadro. Estaba intentando darle un consejo, una palabra de aliento pero sabía que si hablaba se sentiría la manera en que su voz temblaba.
— Hyung, deje el club — masculló Se Hun.
— Tranquilo, no te lo reprocharé. Yo no quisiera estar en un club con mi ex —
— Hyung, estoy cansado —
— ¿De vivir? —
Se Hun bajó la mirada. Esa mañana pasaron por su casa y encontrar una nota que Hyun Ah le había dejado. Ella, al parecer, se había enterado de todo lo que había pasado y había tenido una discusión con Jae Joong. Ella decidió irse del país. No le dijo a donde se iba, pero tampoco le sirvió de nada la última línea de la carta “Lo siento de verdad, Se Hun, pero no puedo lidiar con esta situación” Él lo sabía desde que tenía seis años, no había necesidad de que ella le aclarara que no servía como madre. Y aunque vivió toda su vida solo, ahora se sentía distinto.
— Debería existir un botón en la vida para ponerla en stand by —
— ¿Cómo esta Kyung Soo? —
— ¿Hyung? Está bien, Ji Yong lo tiene bastante entretenido. Creo que no tuvo mucho tiempo de pensar en Jong In —
— Las noches son largas, Se Hun, largas y silenciosas —
Tendría que ir a hablar con su hyung, quien estaba tirado entre su trabajo con Seung Hyun y el otro con Ji Yong. Pero Baek Hyun tenía razón, pese a que todo el día este entretenido, cuando llega la noche uno se pone a pensar en las cosas que hizo bien o mal durante el día, uno puede escuchar su propia mente. Y seguramente, Kyung Soo, sin Jong In se sentía de sobra.
— Hay algo más que le escondes a Chan Yeol ¿Verdad? —
— Para Chan Yeol siempre seré aquella persona frágil que lo ama con locura y solo depende de él. Y así debe ser como debe guardarme en su memoria —
— Todos tenemos secretos ¿Verdad? —
— Todos —