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Me Perteneces por Sora17

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Notas del capitulo:

capitulo corto por que no he dormido y al rato voy al cole pero no quería dejarlos sin su actualización del dia de hoy xD mas información en las notas finales xd

-Mi querido sobrinoooo!!- exclamó una voz apenas Ciel Phantomhive y su mayordomo Sebastian Michaelis pusieron un pie en la mansión londinense.
-Madame Red- saludó cortésmente Ciel, pero a pesar de la frialdad de siempre de su sobrino, la hermosa mujer toda vestido de rojo fue hacia a él y lo abrazó casi levantándolo del suelo.
-Todos te hemos estado esperando desde que supimos que volverías a Londres- dijo Madame Red con una sonrisa.
-Todos?- preguntó Ciel aunque ya se imaginaba de quienes se trataria...
En la sala, rodeados de un buen desorden se encontraban Lau y su hermana Ran Mao y también un hombre joven de aspecto temeroso que era el mayordomo de Madame Red...
-Donde habrán puesto el té en esta casa- decía Lau revolviendo todo junto con su hermana...
-Ustedes...- murmuró Ciel con una venita latiéndole en la frente.. -Sebastian ordena todo y sirve el té -
-De acuerdo Bocchan..-
En menos de 5 minutos Sebastian ya había ordenado todo y preparaba el té a los invitados...
Mientras lo hacia madame Red no pude contenerse y palmeó el trasero del sexy mayordomo haciendo que este se erizara casi como un gato.
-Madame Red- llamó Ciel con el ceño fruncido.
-Lo siento quería ponerlo a prueba- se disculpó la pelirroja sin ninguna vergüenza...
Ciel no dijo nada pero le había molestado que tocaran a Sebastian... Después de todo era su mayordomo... Su... Su algo... Pero suyo.
El grupo de nobles bebió el te en silencio hasta que surgió el tema de Jack el destripador y todos comenzaron a hacer sus suposiciones...
Nada útil parecía surgir de todo esto puesto que las pistas eran demasiado difusas y en muchos casos ni siquiera las había. A todas las mujeres les había sido removido el útero y la causa de muerte había sido el desangramiento por lo que se podía deducir que  las habían operado vivas.
Después de conversar toda la tarde con su tía y Lau, Ciel los despidió y por fin se quedó a solas con Sebastian.
De inmediato el conde se relajó, le resultaba molesto tener que tratar a Sebastian tan fríamente como siempre para seguir manteniendo aquella farsa. Por que teniendo en cuenta la sociedad en la cual vivían, aquella relación era absolutamente imposible...
No tanto por que fueran hombres los dos, si no por que Ciel era un joven de noble cuna y Sebastian "un simple mayordomo"...
-Comenzaré los preparativos de la cena Bocchan- dijo Sebastian volviendo de despedir a los demás.
Ciel asintió y se quedó acodado en el sofá mirando por la ventana hacia la noche que lentamente había descendido sobre Londres.
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Después de cenar el Conde se preparó para dormir con ayuda de su fiel mayordomo. Estaba cansado por el viaje y quería dormir pero aun asi le dijo a Sebastian que se metiera en la cama con él.
El mayordomo con una sonrisa comenzó a desvestirse lentamente, pero Ciel sacudió la cabeza.
-No es eso... Solo quiero dormir, aun asi acuéstate a mi lado-
Sebastian asintió en silencio y se quitó los zapatos metiéndose luego entre las cobijas con su amo. Tenía la camisa abierta y los pantalones nada mas puestos. Parecía la visión de algún perfecto dios de la oscuridad y su belleza se veia enmarcada contra la tenue luz que provenía del exterior. Y de no ser por lo cansado que estaba Ciel no se hubiera resignado a tan solo dormirse entre sus brazos...
-Sebastian, abrázame - murmuró Ciel con un ligero temblor en la voz.. -Yes, my lord- respondió Sebastian acercándose hasta pegar su cuerpo con el de su amo. Le rodeó la cintura con un brazo y paso el otro por debajo de Ciel permitiendo que el pequeño conde lo usara de almohada.
Ciel se pegó a su pecho, buscando calor y allí se quedó dormido.
Sebastian cerró los ojos. Si bien era cierto que no le era necesario dormir cuando le apetecia podía hacerlo, asi que se durmió tambien, con la barbilla apoyada en los cabellos de Ciel.
Lo malo sin embargo era que, a pesar de que podía dormir, no era capaz de soñar...
Nada. Ni una sola imagen.
Al dormir los demonios solo veían una oscuridad infinita.
Como si en sus almas y corazones no hubiera nada mas que tinieblas.
Ciel por otro lado tampoco necesitaba soñar. En ese momento, estar entre aquellos brazos era todo el sueño que quería.
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A la mañana siguiente Ciel se despertó mas temprano que de costumbre, encontrándose con el rostro pacifico y de ojos cerrados de su mayordomo.
No parecía respirar, tampoco se movía. Como si fuera una escultura perfecta de mármol y cabellera negra.
¿Estará dormido? Se preguntó Ciel inmóvil para no despertarlo.
Parecía como si el mayordomo se hubiera dormido con él entre sus brazos como un niño se queda dormido abrazando su juguete favorito...
Ciel movió una mano sin poder contenerse y la colocó sobre la mejilla de su mayordomo.
Los ojos del demonio se abrieron lentamente. Ya le había parecido sentir que su amo estaba despierto, y aquel roce cálido se lo había confirmado...
-Buenos dias Bocchan- saludó Sebastian con una sonrisa.
-Buenos dias- respondió Ciel con un suspiro -Estabas dormido?-
-Algo asi- respondió Sebastian...
Ciel se acercó a él con la mano aun su rostro y le dio un beso en los labios.
Sebastian lo besó tambien y se quedaron ambos en la cama un rato mas besándose, sin embargo pronto un llamado a las puertas de la mansión los interrumpió.
Sebastian se levantó de inmediato y se vistió en dos segundos, tan rápido que Ciel apenas lo pudo ver.
-Bajare a ver quien es Bocchan- anunció antes de irse.
Ciel solo se quedó en la cama, mirando el techo con una mano sobre la frente...
Trataba de no quedarse lejos de Sebastian por mucho tiempo, a menos que estuviera en compañía, por que si no su cabeza comenzaba a dar vueltas...
Quería saber que significaba para Sebastian todo esto, pero el solo hecho de preguntárselo le hacia temer escuchar una respuesta que no quería oír...
-Bocchan, un mensajero de la reina ha venido a informarnos que se cometió otro crimen, el cuerpo fue descubierto hace solo un par de horas por Scotland Yard-
Ciel se sentó de inmediato en la cama, borrando de su mente todas las "tonterías" con las cuales divagaba últimamente, para concentrarse en su mas importante responsabilidad: Aliviar las penas de la reina.
Sebastian comprendió la orden tacita de su amo y lo vistió a toda velocidad, pero con la delicadeza y pulcritud de siempre.
-Vamos Sebastian - ordenó entonces el amo una vez que estuvo vestido y con el parche de siempre en el ojo. Ese parche que ocultaba el secreto de su unión con el demonio.
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En la escena del crimen por supuesto había un montón de gente ademas de los policías de Scotland Yard, y cuando Ciel estaba por querer mirar al interior de aquel callejón donde por lo visto estaba lo que quedaba de la victima, Sebastian se interpuso de inmediato.
-No creo que deba mirar Bocchan- dijo seriamente el mayordomo. Ciel solo hizo un movimiento de cabeza algo despectivo y fue a donde estaba el jefe de Scotland Yard para arrebatarle los informes sobre el caso.
El hombre se quedó inmóvil por un momento pero enseguida su expresión se trocó en una de furia..
-Phantomhive... Asi que el perro guardián de la reina ha vuelto a la ciudad..-
-Asi es jefe de policía Randall... Por lo visto parece que yo me ausento un tiempo de la ciudad y ya aparecen esta clase de atrocidades...-
-La única atrocidad aquí eres tu- murmuró muy bajito el jefe de policía, haciendo que el único ojo visible de Ciel se clavara en él con esa mirada que conseguía intimidar siempre a pesar del tamaño de su dueño.
-Que dijo?-
-Nada, nada. Solo opino que no creo que puedas hacer mucho con la poca información que tenemos-
-Eso lo decidiré yo jefe de policía - respondió Ciel con esa voz suave y desafiante a la vez que solo él sabía poner.
Sebastian por otro lado clavaba sus ojos fríos en aquel hombre.
Uno mas de los cerdos humanos que poblaban aquella ciudad y tambien el mundo.
Pero lo que mas le había molestado era que murmurara aquellas palabras contra Ciel hacia un momento.
¿Quien se pensaba que era para hablar mal de su amo y futuro alimento?
El demonio estaba tan irritado que sentía que si no estuviera limitado a las ordenes de Ciel por el contrato, hubiera matado al jefe de policía allí mismo.
-Bien- dijo Ciel inconsciente de los pensamientos de su mayordomo ya que este ultimo lucia su mascara perfecta de siempre, -Parece que no hay demasiada información util- suspiró Ciel devolviendo el informe al policía.
-Vamos Sebastian -
-Si-
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Ciel se veía nervioso al regresar al carruaje, allí de pie esperando estaban, Madame Red y su mayordomo Grell asi como también Lau y su hermana. Habían estado paseando por Londres cuando se habían encontrado con la desagradable escena y con el pequeño conde.
Ciel subió al carruaje junto con su mayordomo y esperó impaciente a que los demás se acomodaran...
Le daba un tic en el ojo de solo pensar en que tenia que aguantarlos en su mansión, pero después de todo Madame Red era su tía y Lau su amigo... O al menos su socio.
Golpeó el techo del carruaje cuando todos terminaron de subir y el cochero enfiló rumbo a su mansión.
-Bien Sebastian, quiero que te encargues de investigar a todos los que sean posibles sospechosos y hagas una lista con ellos y los interrogues- dijo Ciel mientras el carro avanzaba.
-¿Investigación?- preguntó Madame Red -El mayordomo puede hacer eso?-
-Él puede hacer cualquier cosa que yo lo ordene- Ciel sonrió de lado al decirlo y después miró a Sebastian -Puedes hacerlo ahora?-
-Entendido Bocchan- dijo Sebastian abriendo la puerta del carruaje en movimiento...
-Mayordomo-kun- dijo Lau sorprendido aunque su rostro se veía relajado por las cantidades industriales de opio que fumaba siempre.
-Estaré en la mansión cuando lleguen- saludó Sebastian haciendo una reverencia antes de saltar del carro en movimiento ante una boquiabierta Madame Red...
-Ese mayordomo si que es increible- comentó Lau.
-No tienes idea- respondió Ciel...
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Y en efecto para cuando llegaron a la mansión Sebastian ya estaba allí esperándolos con una lista completa de los posibles sospechosos y ahora solo quedaba revisar todas las declaraciones y encontrar a quienes no tuvieran una coartada para la hora en que se había cometido el crimen.
El proceso de eliminación fue rápido y al final solo quedó un único sospechoso: El vizconde Druitt, quien justo la semana siguiente daría un baile de sociedad en su mansión...
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-En verdad no me puedo creer que este haciendo esto...- murmuró Ciel por milésima vez.
-Vamos Bocch... Perdón, My lady... No puede ser tan desagradable vestir esas ropas- susurró Sebastian con una pequeña risita. Aquel día el tampoco estaba vestido de mayordomo como siempre, si no que lucía como todo un tutor de una joven de la nobleza...
Ciel se abanicó en silencio con su largo abanico rosa.. El corset le apretaba demasiado, las medias y guantes le picaban y en general odiaba aquel vestido que tan felizmente le había elegido su tía para aquella noche.
Madame Red, Lau y sus respectivos acompañantes iban en un carruaje aparte por lo que Ciel y Sebastian estaba solos, la señorita y su tutor.
-Yo creo que se ve encantadora My lady... No hay por avergonzarse-
-Cállate. Mientras estemos a solas no necesitas tratarme como a una señorita- respondió Ciel de mala gana.
-Es para acostumbrarme- dijo Sebastian otra vez con una de sus brillantes sonrisas, entonces se inclinó y sujetó el codo enguantado de Ciel, acercando su boca al oído de su amo.
-Pero la verdad Bocchan- susurró Sebastian con la voz cargada de erotismo -Es que me muero por sacarle ese vestido...-
Ciel tragó saliva con fuerza y aunque luchó por evitarlo, la sangre se acumuló en sus mejillas, haciéndolo ver aun mas adorable de lo que ya era.
En pocos minutos llegaron a la mansión del vizconde, y Sebastian ayudó a su señorita a bajar del vehículo con una sonrisa mas que irritante para un aun ruborizado Ciel...
El joven suspiró, tratando de calmarse.. Después de todo la noche recién empezaba.

Notas finales:

si cortito lo se T.T pero bueno los siguientes capítulos serán de la fiesta en la mansión del vizconde y eso xd veremos que se le ocurre a mi mente o.o por ahora solo quiero dormir xD presiento que acabare haciendo en la escuela jajaja saludos!


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