Kardia se encuentra muy concentrado remando. Es de noche y el bosque está muy oscuro, por las enormes sombras se puede apreciar que el lugar donde se encuentra el Scorpio y el Trovador, posee una gran y frondoza flora. El enorme lago ha dado paso a un río, aparte de grande y ancho, con una corriente muy fuerte. Observa atentamente la vegetación. Esta va disminuyendo gradualmente, hasta que solo se ve un lago tan grande e infinito como el mar. El cielo está ricamente estrellado y Kardia se pierde entre las bellas estrellas y la enorme luna.
Milo se concentra en la luna. Se encuentra en el balcón de su nueva habitación. Tiene ganas de volver a ver a su hermano, de volver a coger cuanta gente que quisiera... Pero no. Recién tuvo una desagradable cena con Camus y su hija. Ambos se veían muy contentos conversando... Pero él estaba muy apartado, sin ganas de conversar. Le parecía todo tan raro, ¿qué le pasaron a los trovadores que se fueron?, ¿qué fue ese extraño ritual con sangre que hicieron?
En la cena, Milo fue invitado al cuarto de Seraphina, para hablar de asuntos matrimoniales. Sin embargo, este solo quería irse a su cuarto y eso hizo. Piensa una y otra vez en la extraña actitud de Camus. Le gustaba que fuera un hombre totalmente grío por fuera, pero cálido por dentro, ahora puede que sea al revés.
-"Todas las personas son así... Camus no era como todas las personas, era único"- piensa desanimado. Tocan la puerta de su cuarto y es Seraphina, con un enorme camisón de dormir, se sienta muy sensualmente en la cama de Milo.
-Mi padre me dijo que durmiera contigo esta noche-
-No te necesito-
-No seas tonto Milo- le susurra en su oído- se que me deseas... como todos esos idiotas... se que quieres enterrarme tu gran "Aguja Escarlata" en mi interior... Vamos, muéstrame esa gran verga que se rumora que tienen tú y tu hermano...- Milo la empuja sobre su cama y se baja los pantalones. Tiene en ceño frundido y agarra a Seraphina con mucha rabia, haciéndole daño.
-¡TE ROMPERÉ LA VAGINA!- Le saca su camisón y Seraphina ríe, le gusta sentir el apasionamiento violento de Milo, lo encuentra sexualmente atractivo. Eso se deshace cuando siente que su "Aguja Escarlata" entra de una en todo su interior, Seraphina grita de dolor.
-"¡Esta es por separarme de mi hermano!"- la embiste con mucha fuerza y Seraphina grita-"Esta es por ser una puta!"- vuelve a embestirla con mucha fuerza, Seraphina vuelve a gritar, ya no le gusta, se siente violada-"Esta es por hacer sufrir a mi hermano!"- le da muchas embestidas y Seraphina y ella llora desconsolada. Milo se fija en que no siente apretada su "Aguja Escarlata" dentro de ella, la saca y mira la las sábanas.Están limpias-¡Me engañaron, no eres virgen!-
-¿qué esperabas?, soy muy deseada en este pueblo-
-¡Puta!- Saca una vela de un candelabro -¡Te meteré esta cosa por la concha!-
-¡NO, POR FAVOR,NO LO HAGAS!- Milo la toma de sus cabello fuertemente
-Si no quieres esto es tu zorra, dime por qué tu padre actúa así-
-¡No lo sé!- Milo le acerca la vela al seño de Serpahina-¡Enserio, no lo sé!... ¡Por favor, de verdad no sé nada!- Milo la observa atentamente.
-¿Desde cuando está comportándose así?- le pone la punta en su clítoris
-¡Desde hace... diez años!- llora mucho y trata de apartarse la vela, pero Milo se la acerca
-¿Por qué ese ritual con sangre?-
-¡No lo sé, solo me lo dictó mi padre, yo... no sé nada!- Milo tira la vela y se larga del cuarto.
Dégel se despierta por el suave movimiento de la balsa, abre sus ojos y observa que está en medio del agua, se pregunta como llegó ahí...Todas las preguntas desaparecen cuando ve a Kardia al lado de un par de remos, hecho ovillo y durmiendo profundamente. Se acerca a Kardia lentamente y se acuesta a su lado. Mira su rostro ausente y su floja respiración.
-Kardia...-
-Estoy durmiendo.-
-Te quería decir algo...-
-Dije que estoy...-Kardia recibe un abrazo de Dégel. Se queda paralizado y corresponde al abrazo de Dégel.-¿Por qué... me llamabas aunque cantaras para ella?-
-Porque... siempre te he amado... Siempre... no tienes idea... lo triste y enojado que me sentía cuando me rechazaste...¡Por qué lo hiciste!- lo aleja
-¡Tenía que protegerte!-
-¡Mentira, fuiste con cobarde!, ¡Tenías miedo de aceptar sus sentimientos!-
-¿Quieres ver lo que hubiera pasado- se para y se desviste- si te hubiera aceptado en ese momento?- Saca un pie del bote
-¡Qué haces!, ¡No sabes nadar!- Kardia no lo escucha-¡Kardia, bastan, ya entendí!- su pie está a medio camino de tocar el agua -¡Kardia, ya, detente!- Kardia cae al agua. Dégel se pone histérico, no sabe que hacer, ve las busbujas que salen a flote y tiene mucho miedo de que Kardia muera ahogado. Se desviste rápidamente y se zambulle en el agua. La tenue luz de la luna deja ver levemente a Kardia, quien cae hasta el fondo del lago. Dégel le toma la muñeca y trata de levantarlo. Pero Kardia lo atrae a él, uniendo sus cuerpos desnudos bajo el agua. Pese a la frialdad de esta, Dégel siente el calor de Kardia, el calor y la calidez de su amor... Kardia le observa fijamente a los ojos y le sonríe, sus labios se mueven, como diciendo dos palabras. Dégel se sonroja, entiende lo que dice. Con un brazo, Kardia le rodea la cintura y con la mano libre, pone los dedos sobre los labios del trovador, nuevamente dice otra cosa, tres palabras. Dégel se sonroja más y ve como Kardia cierra los ojos y abre su boca, Dégel ve como se acerca y le imita, para después, unirse en un tierno beso bajo el agua, símbolo del inconsciente, de las emociones, de aquello que nos conecta con nosotros mismos...
Milo camina hacia el exterior de la mansión y se encuentra con Aioria.
-¿Cómo has estado?- le pregunta Milo
-Bien. Aburrido. Se escucharon hasta acá los gritos de Seraphina-
-¿Muy a menudo?- Aioria ríe de buena gana
-Sí, es un asco, pero sí. Me impresiona que nadie los escucha-
-Vamos a tomar un trago, yo invito-
Caminaron por el pueblo hasta el bar y se sentaron a beber cerveza
-No es virgen- comenta Milo
-Recién te das cuenta-
-Nunca me ha interesado, no entiendo por qué yo. Pudo haber sido otro-
-Aquí entre nos-susurra- parece que le escuché a Camus que necesitaba sangre para alguien-
-¿Sabes quien pueda ser?- Aioria niega.
-Si supiera, te diría. Ten mucho cuidado y trata de no embarazarla... Aunque lo veo muy improbable. Es infértil-
-Con razón coge tanto- Ambos ríen
-Y mucho.-
-Aioria, ¿has visto a mi hermano?-
-No. La última vez que lo vi, fue en el cumpleaños de "ella", escapó con Dégel- Milo asiente -Para serte franco, sabes que nunca le haría daño. Pero sabes como es Camus con la homosexualidad-
-Es bastante tonto de su parte. Ella me dijo que ha estado raro desde hace diez años-
-Efectivamente. Cuando comenzó a estar raro, me dijo que liquidara a cualquiera que pareciera dar indicio de eso. Vi a tu hermano de pequeño con Dégel y notó mi presencia-
-siempre ha sido muy precavido-